“El Socialismo funciona en solo dos lugares:
en el cielo donde no lo necesitan y en el infierno donde ya está implantado”.
Ronald Reagan (1911- 2004), cuadragésimo Presidente de los Estados Unidos.
¿Quién no ha
visto alguna vez al Chapulín Colorado?, una serie de la televisión mexicana,
que parodia a los superhéroes, creada por Roberto Gómez Bolaños, Chespirito.
Aunque tiene cuatro décadas de transmisión, está más vigente que nunca. El otro
día, huyéndole a una cadena, sintonicé en el cable un capítulo de esta serie y
lo primero que me saltó a la vista fue el gigantesco corazón que adorna el
pecho de este héroe de mentiras, enfundado en un mono rojo y con antenitas de
plástico.
“Más ágil que una tortuga… más fuerte que un
ratón… más noble que una lechuga… su escudo es un corazón… es ¡El chapulín
colorado!”, dice su presentación, mientras él enarbola un mazo exclamando: “¡No
contaban con mi astucia!”.
Caray, ¿a
quién se me parece? pensaba, mientras el falso superhéroe se las da de salvador
del mundo cuando en realidad es un cobardón. Utiliza ventajosamente las
pastillas de “chiquitolina” para acceder a lugares imposibles; un martillo que
llama “chipote” para noquear a los contrarios; la “chicharra paralizadora”, que
le permite hacer callar o detener a las personas mediante una momentánea
parálisis, sin que ellas se den cuenta de lo que sucedió; las antenitas de
vinil le sirven para detectar a sus enemigos, pero es tan torpe que siempre se
coloca en el lado incorrecto y queda expuesto.
Tiene un amigo
que es tan inútil como él, que se llama “el doctor Chapatín”. Un grupo de malos
completan el elenco: los mafiosos “el Shory”, el “Cuajináis”, el “Tripaseca”,
el “Botija”, la “Minina” (bruta como ella sola), el “Rascabuches” (un
ladronzuelo), “Alma Negra”, “Matalote”, “Sabandija” y el “Matoncísimo Kid”. Hay
un personaje, el villano Súper Sam, que es un superhéroe estadounidense cuya
apariencia es muy parecida a la del Tío Sam. Y los rateros “El Chómpiras” y el
Peterete.
El Chapulín
Colorado corría sus aventuras por todo el mundo: unas veces en China, otras en
Alemania, otras en Egipto. Es exuberante y podía hacer cosas insólitas, como
charlar con una cucaracha. El Chapulín con frecuencia y por equivocación atrapa
a las personas inocentes y deja ir a los criminales, pero al final, todo se
aclara. Y los dichos populares los trastoca: “Más vale pájaro en mano que Dios
lo ayudara…no…Dios ayuda al que vuela como pájaro…no… Bueno, la idea es esa.”
Las
coincidencias son impresionantes con cierto personaje que también ama el rojo,
que se cree un superhéroe, que todo lo trastoca y confunde, que aparece en
escena rodeado de personajes oscuros, que siempre quiere justificar sus actos
culpando a los demás o haciendo creer que lo hizo a propósito por algún
brillante motivo, que le tuerce el sentido y la sintaxis al castellano, que le
encanta aparecer en escenarios internacionales y que además ahora le ha dado
por utilizar un corazón como símbolo.
Pero el falso
héroe de rojo de la tv era un ser noble, de astucia inocente, que luchaba por
el bien. No podemos pensar lo mismo de este chapulín con su corte de chapatines
y chómpiraz, que tiene 14 años amargándonos la vida con una serie interminable
de episodios martirizantes.
El Chapulín
original concluía todos sus capítulos con el triunfo del bien sobre el mal. No
ha resultado así con nuestra mala versión criolla. Pero tenemos la oportunidad
de confabularnos todos en un “¡Síganme los buenos!”, para concluír el 7 de
octubre esta terrible serie con un final que dará inicio a capítulos sin duda
más felices.
AQUÍ ENTRE NOS
“Ya dije que
mi candidato es Ameliach, es el candidato del Psuv a la gobernación”, gritó un
furioso Chávez a la concentración que en Valencia protestaba por el
nombramiento a dedo de un nuevo candidato, voceando “Lacava, Lacava”. Se
referían al Alcalde de Puerto Cabello y Jefe del Comando Carabobo en la
entidad, Rafael Lacava, quien venía montado en la carroza y luego en la
tribuna, muy cerca de Chávez. Tragando grueso, un azorado Lacava decía
posteriormente que la mejor decisión era la que había tomado su comandante y
que él, por supuesto, no faltaba más, la apoyaba. Qué reales tan perdidos.
Lacava había desarrollado una intensa y costosa campaña en medios para fijar su
nombre como probable candidato a la gobernación. Pero el dedo puede más que la
voluntad de los psuvistas de Carabobo, quienes según todas las encuestas,
preferían al alcalde porteño incluso por encima de Nicolás Maduro, un ser que
aunque no tiene absolutamente nada que ver con Carabobo (Mario Silva menos aún)
fue el primer elegido del gran dedo para optar por el cargo. Curioso que los
chavistas se atrevan a enfrentarse cara a cara a su jefe, pero más llamativo
aún es que el CNE permita ésta abierta violación al art. 67 de la ley electoral
que señala que los candidatos a cargos de elección popular deben ser
seleccionados en elecciones internas, con la participación de los integrantes
de ese movimiento político.
• El cambio de
Maduro por Francisco Ameliach es sin duda políticamente más acertado.
Valenciano, con nexos familiares y comerciales muy arraigados en el estado,
“Pancho” Ameliach es sin embargo un candidato de maletín, que sin duda basara
su campaña en acuerdos de mesa y no en mitines, ya que no destaca como orador
ni posee imagen carismática. Es amigo leal de Chávez y fue constituyente por
Carabobo en 1999; luego electo asambleísta y autoridad de la Cámara, destacaba
por sus continuas ausencias del hemiciclo. La actuación de su hermano Saúl en
Pequiven y las acusaciones de negocios con Walid Makled, enturbia la imagen
amigable de Ameliach, quien tiene un gran trabajo por delante en Carabobo,
donde los alcaldes rojos, con las medianas excepciones de Puerto Cabello y
Guacara, no han cumplido las expectativas. Un creciente descontento por la
desatención en los severos problemas de infraestructura y seguridad convierten
a Carabobo (estado por demás despreciado e insultado reiteradamente por Chávez)
en territorio de lo posible para Capriles.
• Y el
candidato Presidente seguirá sustituyendo a sus designados iniciales: en
Monagas no han podido con el liderazgo de El Gato Briceño y ya descartó a
Diosdado como candidato. Dicen que será la combativa Yelitza Santaella (ex
gobernadora de Delta Amacuro) la candidata designada por el gran dedo. Tampoco
El Aissami irá para el baile en Táchira ni Jaua a Miranda, donde el candidato
podría ser Aristóbulo Istúriz. Maripily Hernández está en el banco, preparada
para asumir cualquier posición.
• Ante el
silencio de la Cancillería, el escándalo en la Embajada de Venezuela en Kenia
sigue creciendo como una bola de nieve. El Primer Secretario, Dwight Sagaray,
ya fue formalmente acusado por el crimen de la embajadora encargada, Olga
Fonseca, quien apareció estrangulada en la residencia diplomática el 27 de
julio. El “amigo íntimo” del Secretario, un médico keniano, también fue
imputado como cómplice, así como uno de los vigilantes de la sede diplomática.
Para ponerle la guinda a la torta, el diario de Nairobi “The Star” ha dicho que
las autoridades tenían tiempo investigando un tráfico de drogas a través de la
valija diplomática de la embajada venezolana. Al parecer, la embajadora cortó
el acceso a la valija. El gobierno de Kenia sabía de esta conexión, pero no
había actuado para no crear fricciones con el régimen de Hugo Chávez. Sin embargo,
la salida subrepticia del anterior embajador, poco después de que tres
empleados lo acusaran de acoso y asalto sexual, puso a las autoridades en
alerta: venían siguiendo de cerca las fiestas y movimientos en la sede
venezolana. Las leyes kenianas son estrictas sobre actividades homosexuales:
hasta 20 años de cárcel. El Primer Secretario, de ser encontrado culpable,
podría ser condenado a muerte. Y si las autoridades de Kenia llegaran a
comprobar nexos con el narcotráfico, la situación sería en extremo delicada
para las relaciones entre los dos países. Venezuela no ha dicho una palabra
sobre el allanamiento de la inmunidad diplomática del funcionario, tampoco ha
designado defensores ni hecho ningún pronunciamiento oficial. ¿Qué saben que
nosotros no?
• La alegría
de obtener una medalla de oro y los homenajes de héroe nacional que le han
rendido al esgrimista Rubén Limardo, han acallado sus críticas en torno a la
actuación de las autoridades deportivas, que ahora pescuecean desesperadas por
retratarse con él. En el Ministerio de Deporte saben que este año no le han
dado a Limardo ni un bolívar para viáticos, que tuvo que venirse de Europa a
hacer largas esperas para obtener los equipos y pasajes para él y su
entrenador. Hasta lo llamaban fastidioso. Me dicen que Limardo estuvo
entrenando en Polonia, en un gimnasio entre 11 de la noche y 3 de la mañana,
porque era lo que podía pagar de su bolsillo. En su twitter @rubenoszki el 19
de marzo pasado escribió: “Y lo más preocupante para mí fue clasificar sin el
apoyo del Ministerio del Deporte. El Presidente tiene que estar al tanto de
esto”. El 23 de Julio Limardo estuvo más de 5 horas en la puerta de la Villa
Olímpica porque el COV no lo había acreditado. Unas 250 personas viajaron a
Londres, sólo 69 atletas. Muchos eran funcionarios y parejas coleadas en la
delegación. En internet circula la factura de un restaurante londinense donde
comieron 15 jerarcas de la delegación y pagaron 69.000 dólares por el condumio;
más que por la comida, porque se tomaron una botella de cognac añejo de 1853,
por la cual pagaron 30.000 dólares. Aunque no se puede certificar la veracidad
de esta cuenta, a nadie le extraña debido a los gastos dispendiosos en que
incurrió la delegación oficialista en Londres.
• El BCV acaba
de anunciar que la inflación del mes de julio fue de 1% y la anualizada podría
ser de 19.4%, lo cual parecería poco comparado con años anteriores. Sin
embargo, hay un indicador comparativo mundial de inflación entre los países: el
índice “Big Mac”, es decir, cuánto cuesta esa clásica hamburguesa en cada país.
Pues para julio, el Big Mac cuesta en Venezuela el equivalente a 7,92 dólares,
lo que la convierte en la hamburguesa más cara del mundo. En el imperio, el Big
Mac cuesta 4,33 dólares. Qué viva el socialismo y la revolución.
• Todas las
mañanas, el tráfico es infernal en el peaje de Guacara. Quienes vienen por la
carretera desde San Joaquín se ven obligados a dar la vuelta en U en ese peaje
para poder tomar la vía a Valencia, ya que nunca se construyó el peaje que
conecta a esa población industrial con la ARC. La situación se complica por la
gran cantidad de gandolas que pernoctan en los hombrillos a ambos lados del
peaje, donde por cierto hay un módulo del Intt en el que siempre están por lo
menos 5 o 6 funcionarios que se hacen la vista gorda ante esta anarquía, pero
son muy diligentes pidiendo papeles, según los usuarios “para su rebusque
personal”. Para colmo, hay una señora que pone una mesa de alquiler de
teléfonos justo a la salida del peaje, obstruyendo un canal de circulación. Los
usuarios me piden que haga esta denuncia a ver si le llega al nuevo director
del Intt, Dante Rivas, quien pudo poner orden en el Saime. Veremos si puede con
este caos del peaje.
Charitiorojas2010@hotmail.com
Twitter:@charitorojas
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