miércoles, 29 de agosto de 2012

CARLOS R. PADILLA L., ENTRE EL TEMOR Y LA RABIA: VOTAR

La mayoría de los venezolanos hemos sentido temor y rabia ante los desmanes cometidos contra la sociedad venezolana por el actual desgobierno que  nos conduce a la quiebra nacional en un marco de indefensión ante la inexistencia de un verdadero Estado de Derecho

Desde aquellas valientes mujeres que fueron arrastradas por las calles de Valencia por inconscientes soldados obedeciendo ciegas ordenes de sus superiores, las que fueron ofendidas en las manifestaciones, las que fueron heridas por francotiradores, las que salieron huyendo de las casas de sus haciendas incendiadas por manos criminales, las que lloran la muerte de un familiar en manos de la violencia desatada y permisada, las que tuvieron que salir de sus inmuebles expropiados,  las que se ven acorraladas por la inflación y el desabastecimiento,  han sentido temor ante la amenaza hecha realidad y rabia al no poder contrarrestar las injusticias cometidas contra ellas.

También han sentido temor y rabia los integrantes de la numerosa cohorte de militares de carrera que han sentido mancillado su futuro profesional por el solo hecho de sospechar de su lealtad al régimen, que han sido pasados a un deshonroso retiro sin mas contemplación  que ser desarmados por no acatar ordenes de oficiales extranjeros que hoy funcionan como comisarios en academias y cuarteles. Que han contemplado con impotencia como se corta su futuro y el de sus familias por respetar los mandatos constitucionales que los obligan al solo servicio de la patria. Muchos de ellos condenados a prisión bajo falsas y tendenciosas acusaciones apañadas por juicios de cuestionada legalidad.

También han sentido temor y rabia aquellos propietarios de pequeñas empresas cuyos locales han sido expropiados bajo presión de huestes armadas ilegales y cuyo sustento y el sus familias se ha puesto en peligro al eliminarles injustamente sus medios de producción. Ese temor, ese miedo que paraliza y esa rabia contenida por la impotencia ante la fuerza que agobia.

Los jóvenes a los cuales se les impide su derecho al estudio al cercar presupuestariamente a los centros de educación por el solo hecho de la defensa de la libertad de catedra. A los profesores cuyas condiciones salariales no se corresponden con las necesidades de la contemporaneidad. Ellos también han sentido temor por el acoso y rabia por la impotencia de no tener ni siquiera un Estado de Derecho que garantice un camino para su  defensa.

Han sentido temor y rabia los trabajadores de las empresas forzosamente nacionalizadas que se le niega su derecho a la contratación colectiva y a una lucha por mejoras sociales y salariales. Así como los desempleados forzosos por el cierre injustificado de empresas.

También han sentido temor y rabia los trabajadores de los medios de comunicación que han sido clausurados por sospecharse su independencia ante las políticas represivas del régimen y los que viven con la espada de Damocles amenazando su permanencia laboral.

Han sentido temor y rabia aquellos que tienen la desgracia de habitar en las cercanías de las sedes de los llamados colectivos amados hasta los dientes dizque para defender a la revolución.

Han sentido temor y rabia los sacerdotes, pastores y rabinos cuando desde encadenadas trasmisiones, con abuso de sus sagrados símbolos, son insultados sin misericordia alguna.

Pero se acerca la hora de salir de las frustraciones causadas por el temor y la rabia contenida. Es un hecho, lo dice la calle y las encuestas, la real oportunidad para que Venezuela tenga un nuevo rumbo, un camino hacia la prosperidad y la libertad. Hay un camino que representa Henrique Capriles Radonski, como candidato de la alternativa democrática.  Hay que ir decididamente a votar el 7 de octubre, por encima de las artimañas y ventajismos,  y a defender, superando el temor y la rabia,  el triunfo en esas elecciones. Triunfo que tendrán que aceptar democráticamente quienes se presentaron como candidatos para ganar o perder.

carlos.padilla.carpa@gmail.com

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1 comentario:

  1. Me alegra mucho este llamado a votar.
    Es una parte del modo correcto de recuperar la Patria.
    La otra parte es lograr adivinar como ellos han preparado el fraude y tomar las medidas adecuadas para evitarlo.
    Ese es el primer deber de la dirigencia opositora en general. Una vez que esto se logre, la totalidad de los venezolanos saldrá a votar decididamente sin ningún tipo de miedo porque saben que la victoria es absolutamente segura y que no habrá represalias posteriores.
    Durante años he estado escribiendo comentarios donde combato el abstencionismo.
    Recuerdo alguna que otra discusión personal cuando las elecciones legislativas de Septiembre de 2010 y algunos comentarios en el blog de nuestra amiga Martha Colmenares.
    El análisis del resultado final de aquellas elecciones es:
    Si hubiesen asistido a votar un millón más de venezolanos, hubiésemos tenido la mayoría calificada necesaria en la Asamblea Nacional y ésta hubiese tenido la potestad de derogar la Ley Habilitante que dejó la antecesora, destituír ministros incapaces, disponer que Chávez fuese atendido en hospitales venezolanos, eliminar el control de las fuerzas armadas por militares cubanos, etc., etc., etc.
    He ahí el por que la inteligencia castro-chavista trabaja, tan fuertemente, por "debajo de la mesa" buscando un astencionismo de gran magnitud que les permita continuar en el poder. Recuerden aquello de: "el que calla otorga".
    Un abrazo cubanísimo y solidario;
    Simón José Martí Bolívar.

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