El
Presidente viene preparando un extraño pasticho de chigüire con cola de baba acompañado
de cachapas y queso llanero frito, con
el asunto de la muerte de Bolívar; su rostro, su día y lugar de nacimiento, causando un verdadero
pandemonium en la población, que no conoce académicamente de la Historia.
Mi
ahijado Eudomar Ibarra en Boca de Uchire, estaba hecho un gazapo con este
pasticho presidencial tan grande, que tuve la necesidad de llevarle al pupitre
para ordenarle las ideas y poco a poco hacerle tomar la píldora del orden
y la precisión histórica de los
acontecimientos.
Eudomar
se pregunta ¿Qué pretende el Presidente, cuando insiste en decir que el Padre
de la Patria fue asesinado por la Oligarquía Colombiana; que nació en Capaya,
que su rostro presenta rasgos negroides como si fuera un sambo, entre otros
asuntos fuera de lugar?
“Naturalmente, que se llega a la conclusión
que el presidente pretende cambiar la historia; da la sensación que está
empeñado en rehacer los acontecimientos-le respondí sin titubeos-. Dice-el
señor del pasticho- que tiene un pálpito cuando afirma que asesinaron a Bolívar-”.
“Lo cierto, es que la Historia no se escribe
con palpitos y presentimientos -le dije a Eudomar-”. La historia de Bolívar
está suficientemente documentada, desde que era un niño hasta que muere en
Santa Marta. Está claro, que su muerte se debió a la tuberculosis, que de hecho
era una enfermedad terrible en aquellos tiempos y la cual hizo estragos en el
mundo hasta bien entrado el siglo XX. Si algo hay que añadir a su enfermedad,
es que ciertamente, estaba muy mal alimentado, pues nuestro Libertador tuvo una
vida demasiado inquieta montado en un caballo, de campamento en campamento y
comiendo seguramente cualquier cosa, o dejando de comer por horas, debido a las
cabalgatas y los enfrentamientos bélicos.
El
hombre del pasticho sigue diciendo que no entiende como Bolívar muere de
tuberculosis con todo el desplazamiento que tuvo en 1830; cuando su abuela –del
presidente-, que también muere de tuberculosis, no se podía mover en sus
últimos días. Debemos decir que Bolívar, comenzó a enfermarse desde 1828: Ya se
sabía que estaba enfermo y poco a poco la enfermedad fue minando su cuerpo.
Es
necesario entender-le dije a Eudomar-, que la Historia la escriben y la
estudian los historiadores y no los políticos. En todas partes del mundo se han
visto casos de políticos que quieren cambiar la historia: cambian nombres de
ciudades, cambian las banderas, quieren cambiar los hechos y deformar los
acontecimientos, pero siempre todo vuelve a su lugar; porque la misma historia
no puede ser deformada por mucho tiempo, por más que los hombres con intereses
pasajeros lo intenten.
Finalmente,
le dije al muchacho: “Bolívar era blanco, un aristócrata proveniente de una de
las familias mas pudientes de Venezuela, con muchos recursos. Era un “gran
cacao” como recuerdo decía mi abuela Pía del Carmen; era un tipo muy buen mozo
como decía mi tía abuela, con su nariz fina y sus grandes ojos negros, que
volvía loca a cualquiera y desde niño fue consentido por su semblante y
carácter por los negros, nació en Caracas en su casa natal, que esta frente a
la plaza del mercado mayor-como me enseñó mi mamá y eso está suficientemente
explicado en los documentos que recogen su vida, lo demás es un extraño
pasticho presidencial…lleno de imprudencia y ligereza suprema”.
luisrapozo@yahoo.es
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