martes, 12 de junio de 2012

RED LATINOAMERICANA Y DEL CARIBE PARA LA DEMOCRACIA, CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE DE ECUADOR RAFAEL CORREA Y GOBIERNOS DE LAS AMÉRICAS, DESDE COSTA RICA,

El Secretariado Permanente de la Red latinoamericana y del Caribe para la Democracia (Redlad), plataforma integrada por más de 450 organizaciones y liderazgos de las Américas expresan su preocupación por las acciones sistemáticas y reiteradas, tendientes al debilitamiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por parte de diversos gobiernos que quieren minimizar el trabajo del Sistema Interamericano de Derechos Humanos y eliminar la voz de la sociedad civil y de las organizaciones de derechos humanos de la región.

En diversos encuentros en la Organización de Estados Americanos (OEA) se ha tratado de poner límites y controles a la CIDH. Lamentablemente, la reciente Asamblea de la OEA en Cochabamba, Bolivia, ha dado el último paso mediante la creación de medidas concretas propuestas por diversos cancilleres para controlar los fondos de la CIDH y poner barreras a su trabajo. Se están además, impulsando estrategias a través del Consejo Permanente para en menos de 6 meses, limitar la voz de la CIDH. A las intervenciones negativas de diversos  gobiernos, se sumó la presencia e intervención, únicamente a efectos de atacar a la CIDH, del Presidente de Ecuador Rafael Correa el 4 de Junio de 2012,

En particular, el Presidente Correa se refirió a la CIDH, a la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, organizaciones de la sociedad civil y medios de comunicación, calificándolos de ser representativos de intereses ocultos, no democráticos y sesgados. El Presidente ecuatoriano, cuestiono también el rol contralor de las organizaciones de la sociedad civil, la idea de la cooperación internacional y la validez de estándares internacionales de derechos humanos como por ejemplo la despenalización de los delitos de opinión.

Consideramos que tanto el tono como el contenido de las declaraciones del Presidente Correa, como su activismo contra la CIDH, no se condicen con el espíritu de diálogo democrático que debe primar en reuniones de esta naturaleza, ni con el mandato que debe imperar por parte de un presidente. El presidente utilizó la tribuna de la Asamblea General de la OEA para emitir juicios de valor, descalificar y atacar a instituciones y personas, ante cuyos ataques no tuvieron la posibilidad de replicar a sus comentarios.

Consideramos que el ejercicio democrático del poder de un primer mandatario, implica escuchar, promover el dialogo, la participación y proponer soluciones a los problemas que enfrentan las sociedades. Desafortunadamente, el Presidente Correa viajo a Cochabamba intentando destruir la CIDH, no abrió la posibilidad de debate o dialogo, ni ofreció propuestas de solución a los problemas que, en su opinión, existen en el sistema interamericano, en la OEA y en las organizaciones de la sociedad civil. La única solución aportada es la desaparición completa del Sistema Interamericano.

Igual de lamentable es el triste papel que han jugado las misiones diplomáticas de diversos países, quienes se han sumado a la campaña de desprestigio contra la CIDH o simplemente no han hecho nada por evitarlo. Por otro lado, igual de triste es el papel que viene jugando el Secretario General de la OEA, quien no está cumpliendo su deber de proteger a la OEA como institución, ni a la democracia como un norte.

El Secretariado Permanente de la Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia, también considera que la forma en que se dio la participación del presidente Correa es problemática y llama a la OEA a revisar este tipo de intervenciones. En primer lugar, no es costumbre que los Presidentes participen en Asambleas Generales, ya que estas son reuniones ministeriales. No es claro cuál fue el criterio para invitar al Presidente de Ecuador, y no a otros mandatarios. El Presidente Correa, como el mismo lo señaló, se tomó mucho más tiempo del asignado a representantes de otros países y lo hizo en calidad de orador principal, es decir, que ni siquiera lo hizo durante el tiempo asignado a Ecuador. En esta privilegiada tribuna, el Presidente hizo una intervención que refleja la postura particular de su gobierno, pero a diferencia de las intervenciones regulares de los países, no hubo posibilidad para quienes disienten de esta postura de responder, debatir y dialogar.

Finalmente, deseamos recordar al Presidente Correa que las organizaciones de la sociedad civil no existen para competir con los gobiernos. Coincidimos con el Presiente ecuatoriano en que los gobiernos son electos y por tanto representan a los ciudadanos que los eligieron, pero ello la democracia implica más que elecciones libres. Las ONGs no pretendemos cuestionar esa representación, ni buscamos ser representantes de la ciudadanía. A las organizaciones de la sociedad civil nos ampara y mueve otro principio, el de la participación en los asuntos públicos, a la cual todos los ciudadanos tenemos derecho en una sociedad democrática. De acuerdo a sus declaraciones en la Asamblea General, el Presidente Correa apoya el trabajo de las ONGs de asistencia a personas necesitadas, asistencia en desastres naturales y otras similares, pero critica e insulta a aquellas, como las nuestras, que existen para hacer rendir cuentas a los gobiernos. No concebimos una sociedad democrática sin la función contralora de ciudadanos, quienes de manera individual u organizada en asociaciones, demandan que los gobiernos cumplan con sus propuestas, promueven la transparencia en la gestión gubernamental y trabajen para lograr legislación, políticas públicas y prácticas que respeten los derechos de las personas.

Recordamos que ser elegidos, no es suficiente para que se pueda hablar que existe una democracia; la elección si es libre es uno más de los elementos necesarios para un gobierno democrático, que incluyen la libertad de prensa/expresión, el respeto de los derechos humanos, el derecho de disentir y ser respetado, el derecho de asociación, la independencia de las instituciones, la rendición de cuentas, y en fin una serie de requisitos que actualmente muchos de los gobiernos de la región incumplen claramente, en especial el de Ecuador.

Consideramos que Ecuador tiene otra serie de problemas que merecen mayor atención de un presidente que la liderar una campaña de destruición y eliminación del Sistema Interamericano.

Esperamos con lo anterior, que los gobiernos democráticos de la región, contribuyan a frenar esta campaña orquestada e intensiva en contra el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Dejar la decisión a manos del Consejo Permanente para que a puertas cerradas se quiera limitar a la CIDH no ha sido la más adecuada.

La Redlad ha venido resistiendo en apoyo al Sistema Interamericano, es el poder de los gobiernos y los fondos públicos contra la voluntad de la sociedad civil, al final sabemos que la razón y la libertad son más fuertes que los autoritarios.

Sr. Presidente Correa, desde el Secretariado de la Redlad estamos listos para el reto, a nosotros nos acompaña una voluntad por la libertad, la democracia y los derechos humanos, a usted lamentablemente pareciera que lo que lo orienta es solamente la búsqueda del poder. La historia siempre se encarga de juzgar a los autoritarios.

Dr. Óscar Álvarez Araya
Coordinador General

Dr. Carlos E. Ponce 
Director Ejecutivo

Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia (REDLAC)
secretariado@redlatinoamerica.org

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