Se puso interesante la discusión con la última intervención del
Gen(R) Carlos Julio Peñaloza en su blog “Puesto de Combate” (Los Tres Puntos
del Fraude, http://www.puestodecombate.org/?p=1153) donde indica lo que he
machacado yo en el mío en relación a la comunicación con La Habana a través del
cable submarino de fibra óptica que pagamos todos los venezolanos. El Gen(R)
Peñaloza tiene fuentes de información en las FFAA de las que no disponemos
nosotros en la sociedad civil y que ciertamente alertan sobre la posibilidad de
un fraude desde centros adicionales dispuestos por el gobierno.
El General precisa en su denuncia los sitios: el primero: “La
sala oficial está en la torre Teleport, cerca de la Plaza Venezuela en Caracas.
Con fondos de PDVSA, Rafael Ramírez compro sin licitación este “Data Center”
para el CNE a una empresa iraní propiedad de Majed Khalil, personaje cuya
historia es de por sí interesante y decidora”. El segundo: “Existe una segunda
sala de totalización secreta situada en la sede de la Universidad Bolivariana.
Esa sala funciona en la antigua sala de computación de Lagoven en Bello Monte y
cuenta con todas las capacidades de comunicaciones de la antigua petrolera
estatal, más conexiones vía microondas y cable coaxial con Teleport. A esta sala
sólo tienen acceso expertos cubanos”; y el tercero “Recientemente se activó una
tercer Data Center en la Universidad de Ciencias Informáticas de La Habana.
Este centro operado por el G2 está en el extremo final del cable submarino y
será el corazón del fraude en las elecciones de octubre”.
Lo que podríamos ajustar técnicamente de la denuncia del General
es que ya la CANTV con el entramado digital instalado en los últimos años no
necesita conectarse vía microondas o cable coaxial a cualquier parte de la ciudad,
aun cuando estos medios sigan siendo auxiliares de las actuales comunicaciones
de la telefónica. Puede y llegará con fibra óptica a la UBV desde el
Teleport. Asimismo, con la bajada del
cable submarino de fibra a Cuba, la CANTV que puede colocar los datos del CNE
donde le plazca, lo hará sin problemas a la Universidad de Ciencias
Informáticas de La Habana.
Dicho lo anterior, es importante precisar adicionalmente a la
ciudadanía que pueden existir, y seguramente existirán, no solo dos centros
adicionales que capturen y procesen la data de los centros de votación el 7 de
Octubre. Pueden estar seguros de que van a haber más de ellos. Es más,
seguramente habrá uno en la Sala Situacional de Miraflores y otro en el Fuerte
Tiuna, como mínimo, así como en otros sitios donde el gobierno lo crea
conveniente para sus intereses. Baste que la CANTV, que es la principal
receptora y concentradora de los datos desde todos los centros electorales,
enchufe esos centros adicionales a los enrutadores correspondientes de ese
proceso, repartiendo las Actas electrónicas a los sitios que decida el
gobierno. Fácil ¿verdad? La mejor tecnología de punta de la información y las
comunicaciones al servicio del continuismo de un régimen político.
En consecuencia, lo que muy en justicia y sin malicia técnica
solicita el General Peñaloza en su blog, de estar presentes en los dos sitios
que denuncia y desconectar el cable a Cuba, lamentablemente en este régimen de
malandros técnicos del Siglo XXI, no resuelve el problema. Aun cuando logremos
la presencia en los otros centros y el régimen convenga, en desconectar ese
cable a Cuba por 24 horas,-cosa altamente improbable-, siempre la CANTV del
gobierno podrá conectar subrepticiamente desde su centro nacional de
comunicaciones a quien quiera y como lo quiera.
¿Cómo resolvemos el problema entonces? Ese tema ya ha sido
resuelto por la tecnología de transmisión de datos desde hace décadas y se
llama encriptación de datos. Hay muchos trabajos en la red que pueden dar una
buena definición, pero les doy una sencilla que me gustó a los fines didácticos
de personas no técnicas: Tomado de
http://es.scribd.com/doc/94194016/Encriptacion-de-Datos: “El cifrado de
datos es el proceso por el que una información legible se transforma mediante
un algoritmo (llamado cifra) en información ilegible, llamada criptograma o
secreto. Esta información ilegible se puede enviar a un destinatario con muchos
menos riesgos de ser leída por terceras partes. El destinatario puede volver a
hacer legible la información, descifrarla, introduciendo la clave del cifrado.
A menudo se denomina “encriptación” a este proceso, pero es incorrecto, ya que
esta palabra no existe en castellano; se ha importado del inglés “encrypt”, que
se debe traducir como “cifrar”, y por tanto el proceso se debe denominar
“cifrado”.”. Este cifrado técnico de los datos existe ya en el proceso de envío
de las máquinas hacia el CNE. Lo que no existe es que la oposición tenga parte
de esa clave. Toda la clave la tiene el CNE y consecuentemente el gobierno.
Bien grave.
Los técnicos del Comando Venezuela en su Foro de El Nacional
explicaron que las claves de encriptación de los programas y los datos del
elector en las máquinas para asegurar el secreto del voto estaban picados en
secciones. Una parte la tenía el CNE, otra la tenía el PSUV y otra el Comando
Venezuela. De esa forma no habría manera de descifrar los códigos y datos de
las máquinas en el proceso si todos no estaban presentes. Muy bien. Pero lo que
no dijeron, y al parecer no les importó, fue que el mismo proceso se hubiera
seguido con las claves de la data de las Actas que viajarían de las máquinas al
CNE al cierre del proceso electoral. Eso lo consideré gravísimo, en especial
dada esta denuncia del General Peñaloza, porque aporta ciertamente lo que todos
sospechábamos: que habrían centros adicionales al CNE, con nombres y ubicación,
de propósitos inconfesables, en donde nosotros no estaríamos.
Si solo se presionara por exactamente lo mismo para los datos de
transmisión, no habrá cable a Cuba ni otros centros que valgan. No podrían ver
los datos así estén enchufados los centros si la oposición no está. Porque les
faltaría la parte de la clave que tendríamos nosotros. Simple, ¿verdad? Y de
paso eso obligaría a que la oposición esté en la Sala de Totalización del CNE
para des-encriptar los datos que lleguen de los centros de todo el país. ¿Por
qué no se ha exigido eso al CNE? Eso es lo que tenemos que preguntarnos desde
este lado. Y si se ha exigido, ¿por qué no se ha hecho desde el Comando Electoral
del candidato opositor un escándalo por eso si no se nos ha aceptado, dado lo
estratégico de ese tema? Preguntas sin respuestas.
Las TIC’s dan las herramientas para un fraude pero también dan
las formas de evitarlo. Son como un armamento, funcionan agresivamente para
ambos lados. Por eso deben estar en manos de gente honesta y apegada al
derecho, como en su momento ocurrió con las armas de la República y época en la
cual tuvimos a un General como Carlos Julio Peñaloza resguardándolas a favor de
la democracia. Necesitamos urgentemente gente así resguardando la tecnología, y
que actúe a favor de la democracia y el Estado de Derecho. De otra manera ese
fraude puede ser una realidad.
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
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