Dos Data Center en Caracas y uno en La Habana –conectado a través del cable submarino con Cuba, construido al efecto por Chavez- dotan al Gobierno de la red necesaria para cometer un fraude furtivo en las elecciones presidenciales.
En cualquier
nación hay un organismo respetable donde están representadas todas las
tendencias, el cual organiza y arbitra las elecciones. En Venezuela ese árbitro
no es confiable, porque en forma ilegal fue elegido a dedo por Hugo Chávez, uno
de los candidatos en la elección. Es obligado suponer que ese árbitro actuará
como el de la pelea de boxeo entre Pacquiao y Bradley. Todo el mundo vio el
triunfo del filipino, pero el árbitro le levantó la mano al perdedor.
El fraude electoral es la intromisión deliberada en un proceso
electoral para impedir, anular o modificar los resultados reales. Es uno de los delitos más graves contra la
Constitución de cualquier país. Dejar que se cometa este delito a la luz
pública es convertirnos en avestruces castrados que esconden la cabeza en la
arena mientras ofrecen su trasero a los curiosos.
Ciudadanos respetables recomiendan esa posición del
avestruz. Creo que están equivocados.
Las estafas no se combaten dejando que los timadores actúen a placer. Debemos
hacerle difícil su trabajo. Una manera es señalar a tiempo los posibles
fraudes, para impedirlos y enfrentar a
los tramposos cuando sea necesario. Lo
que está en juego es tan importante que no podemos darnos el lujo de la
indolencia.
Los jefes de los
carteles del fraude electoral son tan creativos y astutos como los capos de los
carteles de la droga. Los truhanes del voto inventan ingeniosos esquemas
criminales para falsificar los resultados de los comicios. La mejor forma de
luchar contra ese fraude es conociendo cómo se hace y ejecutando las acciones
necesarias para impedirlo. Si los bribones llevan adelante su crimen, solo
queda el camino de la resistencia civil, lo cual ya es otro tema.
Hay muchas
técnicas de fraude. Hay trampas micro y macro. Las micro van dirigidas a los
votos individuales y son de carácter táctico. Las macro se orientan al control
del voto totalizado y son de carácter estratégico. Todas los fraudes son
criminales y peligrosos, especialmente los fraudes promovidos por el gobierno
que en Venezuela tiene el monopolio de esas fullerías.
Las trampas en la totalización automatizada constituyen la más
aviesa y peligrosa forma de fraude macro. La corrupción en los sistemas
informáticos de conteo de los votos es un arma invisible que produce efectos
letales. La única forma de evitarla es que técnicos de la oposición tengan
acceso abierto a los centros de totalización, a los códigos fuentes y puedan
monitorear el tráfico de datos en las redes que los interconectan. Con todo
respeto y aprecio por sus nobles y fructíferos esfuerzos, tenemos derecho a
preguntarnos si la MUD está consciente de esto.
Fidel Castro es
un genio carismático al servicio del mal. Chavez es una marioneta manejada por
ese genio. La pareja siniestra que
controla todos los poderes del Estado ha creado secretamente varias salas de
totalización pero una sola es conocida. La sala oficial está en la torre
Teleport, cerca de la Plaza Venezuela en Caracas. Con fondos de PDVSA, Rafael
Ramírez compro sin licitación este "Data Center" para el CNE a una
empresa iraní propiedad de Majed Khalil, personaje cuya historia es de por sí interesante y decidora. De eso hablaremos
algún día.
La antigua Torre
Teleport es uno de los edificios más modernos del país, cuenta con cuatro
tecnologías de enlace (ISDN, IP, V.35 y satelital) que garantizan la
transmisión de audio, video y datos en tiempo real gracias a su ubicación en el
sector de la Plaza Venezuela. Es el edificio más "inteligente" y con
mejores telecomunicaciones de Iberoamérica.
Existe una
segunda sala de totalización secreta situada en la sede de la Universidad
Bolivariana. Esa sala funciona en la antigua sala de computación de Lagoven en
Bello Monte y cuenta con todas las capacidades de comunicaciones de la antigua
petrolera estatal, más conexiones vía microondas y cable coaxial con Teleport.
A esta sala sólo tienen acceso expertos cubanos. Recientemente se activó una
tercer Data Center en la Universidad de Ciencias Informáticas de La Habana.
Este centro operado por el G2 está en el extremo final del cable submarino y
será el corazón del fraude en las elecciones
de octubre.
En próximos
artículos explicaré cómo funcionan estos diabólicos centros estratégicos de
fraude electoral. Por ahora debemos exigir al CNE libre acceso a técnicos de la
oposición a los dos "Data Center" en Caracas y a los códigos fuente
de los programas que manejan el proceso, y que el 7-O se permita monitorear en
vivo el sistema y se desconecte por 24
horas el cable submarino con Cuba. Si Chávez se niega a estos requerimientos no
quedarán dudas de que se propone cometer fraude. Contra esto debemos votar
masivamente. Si lo hace se activará la resistencia y la historia de Perez
Jiménez volverá a repetirse. Los tiranos no aprenden o no pueden bajarse del
tigre. Espero que Chavez no sea tan bruto.
genpenaloza@gmail.com
@genpenaloza
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