Este régimen se desmorona y pretende llevarse a rastras el país; lo putrefacto se cae. Ya Venezuela no aguanta más mentiras y excusas, ineficiencia y corrupción. Para muestra ahí está la irresponsable y mentirosa Sra. Iris Varela y el desastre de las cárceles, evidenciado por enésima vez con la tragedia de La Planta. Pasemos la página, lo podrido y agotado debe dar paso a lo nuevo.
El de las cárceles, ciertamente no es un problema reciente, pero se ha multiplicado y agravado en los últimos 13 años, como ocurre con todos nuestros males: la delincuencia, la corrupción, el narcotráfico que nos lleva a ser un narcoestado, la deuda pública que hipoteca el futuro, los hospitales empobrecidos, las carreteras y calles insuficientes, los servicios públicos colapsados, o no importa cuál otro aspecto, a pesar del baile de una millonada de dólares petroleros que están perdidos, malbaratados y regalados más allá de las fronteras, para intentar extender esta desgraciada revolución, que solo sirve para hacer crecer el Estado en beneficio exclusivo de Chávez, quien como garrapata pretende permanecer asido a la silla de Miraflores.
Venezuela leyó con estupor el tweet que el Presidente envía a la apagada Fosforito, felicitándola por su admirable desempeño en el cierre de La Planta. ¿Por cuál acto heroico la felicita?; ¿será porque se escaparon “por la puerta principal” algo más de “600 reos que habrían pagado entre 80 mil y 300 mil Bolívares a la G.N. por su libertad”?; ¿será por los 27 días de conflicto que dejaron inocentes muertos y heridos en la calle y por ocultar los asesinatos y heridos en el épico desalojo del centro penitenciario?; ¿será por el gas del bueno, las palizas y maltrato a las madres y mujeres de los presos a las puertas del Penal?; ¿será por la violación reiterada de los derechos humanos, o por convertir en súper caos el invivible trafico de Caracas por el cierre vial en los alrededores de La Planta?; ¿será por los francotiradores de la Guardia Nacional que disparaban contra los hombres de la cárcel?
Venezuela supo extraoficialmente -sin que nunca fuera aceptado o negado por la indeseable Ministra- que el trío de pranes de La Planta negoció su rendición a condición de ser trasladados a la Penitenciaría de Guárico con su dinero y drogas; las armas y municiones se quedaron, lo que permitió a la Ministra confesar que más allá de infinidad de armas largas y de guerra, consiguieron “cantidades industriales” de bala de fusil 767 y de 9 mm. No obstante la sumisa Fiscal General informa que investiga “si en el Retén había armas”; tal vez consiga flores y caramelos.
La desacertada y mentirosa Ministra descartó que con el cierre de La Planta se traslade el problema a otras cárceles. ¿A quién engaña? En primer lugar, el 100 % de las colapsadas cárceles venezolanas tienen una población que en su conjunto triplica su capacidad máxima; por ejemplo Yare I, establecimiento para 750 personas, tenía 2.420 presos, a los que hay que sumarle los trasladados de La Planta, mientras que en El Rodeo I, que es para 700 internos, tenía 1.271 cuando recibió a centenares llegados del clausurado penal. La Ministra dijo del cierre de La Planta: “Esto es un logro del Presidente Chávez, pues fue quien creó el Ministerio para solucionar las fallas en el área penitenciaria”. Esa buena jalada a pesar de las mentiras, bien merece un ascenso.
Todo está podrido en este régimen que tiene el sol en la espalda y el tiempo vencido. ¿Seremos tan lerdos para prorrogarle el mandato por 6 años más, para que totalice 20? Pasemos la página que el autobús del progreso nos lleva al cambio. Hay un camino.
@pacianopadron
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