La libertad de
conciencia es la esencia de la libertad.
Sin ella no existe libertad alguna. Resistir a su pérdida es una obligación.
Los 19 diputados que
salvaron su voto en la aprobación del viaje de la jefatura a Cuba, ejercieron
su derecho a la libertad de conciencia y a la resistencia activa y pacífica a
continuar convalidando:
1- La táctica inmoral del régimen de mantener una
condición de incertidumbre con respecto a la salud de la jefatura.
2- Que el
ejercicio del Poder Ejecutivo siga ejecutándose ilegítimamente desde Cuba.
3-
La violación de la obligación del Poder Legislativo a controlar al Poder Ejecutivo
en resguardo de los intereses y la seguridad de la Nación.
4- La violación
sistemática de la “Bicha”, que sitúa a la jefatura por encima de la Ley, entre
otros. ¡Por fin! algunos entienden que ante el irrespeto constante a la
dignidad de la persona humana, la resistencia a aceptarlo, en especial desde la
dirigencia “democrática”, debería ser el pan nuestro de cada día.
Este acto de
resistencia resalta porque en Cubazuela, la dirigencia “opositora” se opone
poco, los demócratas auténticos vemos consternados como en su estrategia
absurda de reconciliación-complicidad, que niega la libertad de conciencia,
convalida a diario, por acción u omisión, la estrategia y las tácticas del
régimen de control y mantenimiento del poder. Se hacen oídos sordos a la
amenaza de Fidel de que si la jefatura no continúa en el poder correrá la
sangre en Cubazuela; no hubo estrategia ni firmeza para oponers, en eso que
llaman Asamblea Nacional, a la aprobación de la impunidad a los crímenes del
régimen confesados por Aponte; no han dicho ni pio porque el CNE, entre otros,
negó el derecho al voto a cientos de miles de venezolanos en el extranjero;
hasta en la campaña electoral refuerzan la táctica de control del régimen al
ofrecer misiones para todos ¿A qué juegan? Porque si las misiones son tan
buenas, la gente preferirá votar por su creador.
La historia ha
demostrado que en la causa por el respeto de la dignidad de la persona humana
es fundamental tener la convicción de que la vida no vale la pena sin justicia,
libertad, igualdad ni paz, y el coraje para resistirse a aceptar el abuso, la
opresión y la crueldad. Un ¡No! Convirtió a Rosa Park en un ícono de la lucha
contra la discriminación racial.
En Cuba las damas de blanco, Johany Sánchez,
Zapata y Villar son símbolos de resistencia. En Venezuela ciudadanos como
Brito, Maritza Ron, Evangelina Carrizo, Yormi Suarez, Keyla Guerra y Mohamed
han dado su vida por el rescate de la democracia, porque como dice Constanza
Espinel:
“La resistencia sólo puede surgir en un intelecto y en un espíritu con clara noción de su propia dignidad, de sus obligaciones, de sus derechos y de las consecuencias, que su acción de resistencia va a generar. Exige estar dispuesto a asumirlas”.
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