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| LA MULTITUD |
«Cuando Ella, con
Vestuario de Utilería de Funesto Plató, en espectacular puesta en escena ante
el bárbaro se presenta. Cuando Él, sintiéndose abatido, la impreca
reprochándole simultáneamente el preaviso (del Parte Médico) de su cesación:
tras infantilmente ignorar que esa dama, que a todos sonriente aguarda, nunca
será aliada de nadie diestro o siniestro. Lo importante es admitirnos finitos
para ser felices y honorables hasta el término de nuestra existencia»
En Ultimomundano, pareciera que quien no tenga la cualidad de
«pravus» no califica para postulaciones políticas: porque, los hábitos del
«perverso y corrompido» han sido «Secreto» y «Asunto» de «Estado».
Fijada por
los profesos de la espuria, tradición que, de súbito, llegará a término pese a
la inmensidad de la ignorancia de los pueblos sometidos a los efectos de la
«Multimediametamona».
Mi tesis contracorriente dicta que el mando, pese a su mítica
aura de invicto, siempre será prieto y asfixiante. Ajusta y ahoga en el cuerpo
del lastre que lo ejerce, a la membresía de instituciones para la obediencia
civil o castrense y también a los que han recibido legado de Academus por cuanto
exhiben los mismos padecimientos.
El pueblo no es «púber» ni víctima de «estupro». Cuando no lo
sospechábamos, ya tenía rato adulto. No era, además, infanta. Simple y
llanamente, un infractor que, ante la «Humanidad», no enmienda sus errores y
persiste en su goce por la «Purulencia» y «Vandalismo» como «Actos Supremos de
Gobierno»: que, pública y notoriamente, develan su fallida y de «navegación»
«bitácora»
El Hombre confía tanto en el Hombre que se arma letalmente
para, ante la proximidad de uno y otro, resguardarse. Y, cuando los avatares de
la Naturaleza lo obligan a «sociabilizar», fundan asentamientos que mantendrán
en pie inventándose gobiernos a los cuales conferirá cualidad de
institucionalidad presunta. Gobiernos que estarán compuestos por jefes de
carteles en el entramado de la Corporación para el «Crimen Organizado»: con su
diversidad de constituciones y leyes para penalizar o premiar la adhesión o su
antítesis, conforme a ciertos parágrafos con numerales.
Si alguien afirma que su nefasta presencia en el (¿«mando»?)
Mundo representa la Dignidad de «Investidura», nosotros, insosteniblemente sus
víctimas, tenemos el deber de admitirnos culpables de su autoridad de regente:
enmendar nuestras equivocaciones y escrutar con mayor rigor a quienes se
postulan para administrarnos.
Finalmente, debemos entender lo siguiente:
-Cuando Ella, con «Vestuario de Utilería de Funesto Plató», en espectacular
puesta en escena ante el bárbaro se presenta. Cuando Él, sintiéndose abatido,
la impreca reprochándole simultáneamente el preaviso (del «Parte Médico») de su
cesación: tras infantilmente ignorar que esa dama, que a todos sonriente
aguarda, nunca será aliada de nadie «diestro» o «siniestro». Lo importante es
admitirnos finitos para ser felices y honorables hasta el término de nuestra
existencia.
[*] Universidad de Los Andes
(jimenezure@hotmail.com/albertjure2009@gmail.com)
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