Desde 1999, este “perencejo y sus menganejos”, le están prometiendo al
pueblo que los hará felices a todos y de paso acabará con el capitalismo e
implantará, a sangre y fuego, muerte y ruina, el comunismo socialismo de su
papá, el esclavista de la isla cautiverio. Y todos le hemos permitido y dejado
que lo haga. Van 13 años.
El mensaje contradictorio: destruir lo existente, incluyendo la vida, para
ser felices a todos. Paradoja. Su vida se va también. Lo insólito: un grupo
apoyó y apoya la destrucción, incluso, de la vida y, además, pretende, ahora,
la aniquilación total. Y todos le hemos permitido y dejando que lo haga.
Arrasar con cuanto queda parece ser su último deseo. Y los buenos y
mansos sin hacer nada, dejándose aniquilar con una sonrisa en los labios y
llamando a la reconciliación y al perdón. ¿Quién es el desquiciado, entonces?
El dinero público se esfuma rápidamente.
Ninguna cuenta es transparente. Todos dudan. Pero todos, incluyendo los
supuestos empresarios favorecidos y los expectantes, aspiran un pedacito de
corrupción pregonando la idoneidad y la austeridad. Y todos hemos permitido y
dejado que lo haga.
El gobierno compra, vende, recauda y pide prestado y gasta como le viene
en ganas, sin ningún control. Lo único que produce es miseria de todo tipo, así
pregone por sus medios, lo contrario. La justificación para su gasto
derrochador es la “inversión social”, hacer iguales y felices a los pobres y
marginados; no en seguridad para todos, no en producir mas y crear empleos, no
en atraer inversores, no en desarrollo competitivo, no en infraestructura, no
en mantenimiento, no en apoyar al trabajador y al empresario, sino en gastar a
manos llenas en misiones, en dadivas,
para asegurar el apoyo político que le permite estar en el poder, en
legitimarse para gozar de los recursos del país. Para implantar el comunismo
socialismo. Para desaparecer a los oponentes. Para borrar al capitalismo. Aparentemente
para “quemar las naves”.
En este país, al contrario, los ciudadanos, supuestamente, han votado
para vivir mejor, para tener seguridad, propiedad privada, ahorros, bienestar,
calidad de vida, futuro cierto para sus hijos, para progresar trabajando, con
su inteligencia y actividad, entre otros motivos.
Luego de 13 años de comunismo socialismo, gracias al permanente show
propagandístico desde el gobierno, solo observamos loas a la represión, el
terror y el crimen, auge espantoso de la corrupción y de la delincuencia. Al
propio gobierno azuzando el pánico y, al mismo tiempo, acusando a otros de su
propia perversidad. ¿Como se le puede calificar de patriótico, de cristiano? Al
fin y al cabo, ¿qué es, en si? ¿Lucifer?
El desempleo no baja. La actividad económica reducida a un grupo
privilegiado. La idolatrada matriz económica comunista basada en el equilibrio,
producto igual a consumo, sin propiedad privada, sin mercado, sin precios, con
trueque, cooperativas, comunas, con una autoridad centralizada y única, no ha
funcionado en ninguna parte y, ahora, aquí, muchísimo menos. Ahí todo tipo de
carestía, precaria calidad y desabastecimiento. Se gasta mas de cuanto se
produce. Aumento exponencial de la deuda. Menor calidad de vida. Vía al caos.
Su idea económica central, por los hechos, es el comunismo socialismo de
mercado (busca combinar propiedad publica, desigualdad limitada en la
distribución del ingreso con mercados y precios para asignar recursos y
mercancías) tesis superada y en bancarrota desde hace décadas y el comunismo
socialismo autoritario (pretende combinar la propiedad publica con la
planificación centralizada y la asignación sobre la base de ordenes
administrativas – ley de costos, precios, salarios, etc.), igualmente desfasado
y comprobadamente fracasado, de autores prestigiosos, como Oscar Lange, Abba
Lerner, F M Taylor, Dickinson, Durban, etc.,
quienes pretendieron, en su época, salvar y justificar el comunismo
socialismo, y tampoco lo lograron. Fue enterrado bien hondo. Dudo que salga de ahí.
Les sugiero revisar o releer a Fritz Machlup quien sostenía que ya nadie
duda, dentro de los economistas, de la imposibilidad teórica y práctica de la
planificación sin que exista un sistema de precios de tipo descentralizado.
La información y el conocimiento, sustentaba Machlup, es el centro de su
visión económica, como valor estratégico, como instrumento que reduce la
incertidumbre, como riqueza necesaria de la nueva gestión económica y social,
como factor de generación de riqueza: “el conocimiento es economía”.
Se le atribuye haber empleado por primera vez la denominación “Sociedad
de la Información” en 1962, en su libro La producción y distribución del
conocimiento en los Estados Unidos, donde evaluaba las modalidades laborales en
Estados Unidos y concluía que era mayor el número de empleos que manejan
información que los que desarrollaban un esfuerzo físico. En 1962, el 35 por
ciento del PIB norteamericano procedía, según su cálculo, del sector de la
información, valor que proyectaba hacia el futuro con una clara tendencia a
convertirse en descriptor dominante de la actividad productiva.
¿Por cuánto tiempo las finanzas públicas de este país que ya no existe
–dada la inmensa destrucción causada- pueden sostener, sin quebrar, el gasto
improductivo al cual esta sometido actualmente? ¿La rápida volatilidad de los
ingresos influye en la fulminante tasa de crecimiento? ¿Quién lo explica? ¿Un
aumento porcentual del incremento de gasto publico en cuanto hace disminuir la
tasa de crecimiento? ¿Quién lo explica? ¿Y como quedamos comparativamente? Los
economistas y las escuelas de economía deberían realizar una cruzada de intensa
información al país, a los ciudadanos sobre esto.
¿Y cual es la actitud, la reacción, del pueblo, de las organizaciones
sociales, de los empresarios, de los partidos políticos, etc., de todos?
Aparentemente no hay reacción, no hay movilización, no hay convocatoria, no hay
liderazgo para oponerse y detener la perdida, la desaparición del país como
tal. Solo tímidas declaraciones desde un cuarto, un recinto cerrado, por los
medios.
¿Por qué? ¿No hay sociedad? ¿No hay instituciones? ¿No hay nación, país?
¿No hay patria? ¿No hay Estado? ¿No hay ciudadanos?
¿Y que dicen nuestras leyes al respecto y quien las puede aplicar y hacer
cumplir? Hay que acudir y releer “la bicha”. El “perencejo y sus menganejos”
hace mucho tiempo que se olvidaron de ella, ni la nombran. Les da espanto.
Habrá que releer con mucha calma y, con relación a este tema, el Capitulo II,
del régimen fiscal y monetario, desde el artículo 311 hasta el artículo 321.
Allí encontramos un mandato dentro del articulo 312: “La ley fijará
limites al endeudamiento publico”…. “Las operaciones de crédito público
requerirán, para su validez, una ley especial”…. Artículo 313: “La administración
económica y financiera del Estado se regirá por un presupuesto aprobado
anualmente por ley”. … Articulo 314: “No se hará ningún tipo de gasto que no
haya sido previsto en la Ley de Presupuesto”… etc., etc. ¿Se cumple con esos
mandatos? ¿Quién lo certifica?
¿Cuál es hoy el límite al endeudamiento público? ¿Cuándo y en cual ley se
fijo? ¿Se cumple? ¿Cuál es la sanción por no cumplir? ¿Por qué no se aplica?
¿Por qué la oposición y la resistencia, los partidos, con voces en el
parlamento y electores a quienes responder, no han desarrollado una actividad
informativa y de movilización para hacer cumplir la Constitución en estos aspectos esenciales
para todos?
¿Acaso hay algún pacto entre el gobierno y la oposición y la resistencia
y los partidos que le permite al gobierno disponer de los dineros públicos como
le venga en ganas y callarse, ni siquiera decir esta boca es mía? ¿Por qué voz
baja?
¿Cuál es, de acuerdo con los economistas expertos y/o alguna institución,
el límite de endeudamiento que puede aceptar la economía, las finanzas, del
país para un lapso determinado? ¿Cómo funciona y se hace ese cálculo? ¿Existe
alguna medida comparativa y/o proporcionalidad mundial y/o regional? Habrá que
instruir a la población sobre el tema. ¿Quién lo debe hacer? ¿Los expertos?
¿Las instituciones educativas? ¿Los interesados? ¿Quién o quienes? ¿Los medios?
¿Ante tamaño fracaso, qué van a hacer los comunistas socialistas de este
gobierno? ¿Aferrarse al poder y eliminar físicamente a más de la mitad de la
población que no los quiere? ¿Trataran de negociar una transición con la
oposición? ¿Qué entregará cada uno a cambio? ¿Lo aceptara la población?
¿Quiénes pagaran por este desastre? ¿Cuál será el castigo? ¿Quién impondrá el
castigo? ¿Quién asumirá la responsabilidad del fracaso?
Muchísimo por resolver y hacer. Para algunos una nueva y perdida
oportunidad para todos. Pero así parece presentarse la vida, por ahora. Y la
tierra gira, no para.
Comunistas socialistas, chavistas, rojos y rojitos, jirones masticados
por el trapiche de la historia, jurasicos, cúmulo infinito de frustraciones,
les llego el momento de hacer contraste con sus promesas fantasiosas,
demagógicas, de hacer felices al pueblo con todos los recursos del mundo para
hacerlo, y, de paso, aniquilar el capitalismo y entregarse (sin explicación o
motivo alguno que lo justifique) a los carceleros de la isla cautiverio.
Patética esperanza y cometido en el mundo actual.
Ya, desde hace un buen tiempo, perdieron la poca simpatía que lograron de
algunos ciudadanos, del pueblo, y ahora, en sus últimos momentos, están
radicalizando peligrosamente el mensaje y sus acciones.
Esta debacle de los rojos y rojitos puede ser equiparable, a muy pequeña
escala, también, al fracaso de la socialdemocracia y del socialismo cristiano,
sin contar la ya sufrida por el socialismo real con la caída del Muro de
Berlín. Grecia, Portugal, España, ejemplos mas cercanos del fracaso comunista
socialista. Brasil ya negocia abierta y fuertemente con Usa.
De seguir el curso que llevan los hechos políticos y económicos y
sociales, por ahora, en el país, añadiéndoles nuestra subjetiva observación y
modesta experiencia, es mejor, mas conveniente para todos, que dejen el
“ruido”, la “violencia de todo tipo”, “las ansias desmedidas por quedarse en el
poder”, el “arrasar con todo como Atila”, y preparen “la entrega”, sin forzar
condiciones porque ya no están en posición privilegiada para hacerlo, en sana
paz.
Su última oportunidad llego a su fin. El comunismo socialismo, el
socialismo del siglo XXI, por ahora, no dio en el clavo. El ensayo y error
concluyo en un muy, pero muy caro error para este país y su población. No
profundicen el dolor y la desolación.
Tratamos de entender el “miedo pánico” de los rojos y rojitos, como dicen
los llaneros del profundo Apure, su “gran y terrible frustración”, su
“desesperación”, “lloriqueos y pataletas”, ante el desastre que han puesto y
que el pueblo ya empezó a entender.
¿Van, también, a arriesgar la posible recuperación del país, que nos
beneficia a todos, o pretenden acabar con todo, terminar de aplastarlo y
entregárselo a los esclavistas de la isla cautiverio? ¿Van a seguir con la
guerra fratricida, interna?
Lema Histórico de Venezuela: “Dios y Federación”. Dependencias Federales:
“no tiene lema”
¡Abajo Cadenas! ¡Muera la
opresión! ¡Libertad pidió!
“Podemos detenernos cuando
subimos, pero nunca cuando descendemos”, Napoleón Bonaparte, Emperador francés,
1769-1821).
Caracas, Venezuela, 10/04/2012.
nelsonmaica@gmail.com
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