lunes, 12 de marzo de 2012

ANTONIO JOSÉ MONAGAS: PIDO LA PALABRA / VENEZUELA: PAÍS CONVULSIONADO

Venezuela resulta ser un caso paradójico por cuanto lejos de avanzar en el contexto del desarrollo económico y social que engloba la dinámica política internacional, desperdicia recursos y esfuerzos por lo que se ha reducido en términos de sus aducidas potencialidades y demostradas capacidades.
No es que por cultivar anhelos de democracia, pretenda vivirse sin los enredos o complicaciones  que se interponen en la senda de conducción de todo país. Por el contrario, las dificultades son necesarias pues sus efectos aleccionan. Naturalmente, es así si hay conciencia de sus implicaciones y sentido de las realidades ante la cual inciden. Razón tuvo el escritor escocés Samuel Smiles, al señalar que “el éxito resulta de la lucha contra los obstáculos pues sin obstáculos no hay verdadero éxito”.

Sin embargo el relativismo, entendido como el ámbito dialógico bajo el cual se discuten las verdades que encaminan el desarrollo humano y frente a la cual sucumben o se encumbran los hechos sociales o políticos, determina la posibilidad de retrasarse o adelantarse a la historia. O también, de inmovilizarse. Justamente, en medio del fragor de esta situación, Venezuela resulta ser un caso paradójico por cuanto lejos de avanzar en el contexto del desarrollo económico y social que engloba la dinámica política internacional, desperdicia recursos y esfuerzos por lo que se ha reducido en términos de sus aducidas potencialidades y demostradas capacidades. Los indicadores manejados desde la teoría geopolítica y de planificación del desarrollo social y tecnológico, revelan crasas desviaciones de la ruta del crecimiento económico y afianzamiento político de Venezuela.

Así puede advertirse los inconvenientes que, además de recurrentes, son contradictorios no sólo del discurso político pronunciado por personajes del alto gobierno. Igualmente, son la antípoda de las esperanzas de una nación que, figurativamente, detenta ventajas comparativas y competitivas desaprovechadas por un gobierno entretenido por perversos juegos de poder. Por consiguiente, las realidades muestran un país profundamente enmarañado. Tanto, que ha venido involucionando en la esfera de su economía. Aunque peor aún resultan ser sus prácticas de odio y revanchismo político adelantadas mediante el abuso de gobernantes aturdidos por el aplauso de hordas de fanáticos amparados por la impunidad desde la cual se permiten cometer serios barbarismos atentatorios de fundamentales preceptos constitucionales.

La agenda del día a día da cuenta del angustioso devenir político, económico y social que caracteriza la movilidad venezolana. Desde las arbitrarias transgresiones a la propia Constitución de la República, cuya letra luce muerta ante las disposiciones presidenciales propias de imposiciones militaristas, pasando por el alarde de un discurso destructivo reñido con valores de venezolanidad, hasta las arremetidas de fogosos camaradas vestidos a lo “diablo rojo” demostrando su incultura, insolencia e intransigencia con improperios y grotescas actitudes, caracterizan el discurrir nacional que ocupan titulares y secciones de prensa o notas que corren velozmente por las redes sociales. La situación se torna más crítica cuando nadie en el Poder Público Nacional, sea del Ejecutivo, Legislativo, Judicial o del Poder Moral osa invocar la Constitución para hacer prevalecer la legalidad y cumplimiento de su espíritu y doctrina.

Parecieran desconocer que cuando el ejercicio del poder público se hace con indolencia, abuso o desviación del poder, acarrea tal grado de responsabilidad individual que es objeto de la debida penalidad toda vez que contraviene los principios que fundamentan la Constitución. Tal torpeza o negligencia serán las razones que provocarán el fin de este régimen, Más, cuando tan conspicuos gobernantes convirtieron a Venezuela en un país convulsionado. Por no decir revuelto, enredado, y hasta desmedrado.

VENTANA DE PAPEL

DECAE CALIDAD DE VIDA FEMENINA

El Censo 2011, arrojó entre otros datos importantes que el 50,3% de la población es femenina y el 39% de los hogares en el territorio nacional dependen de una mujer. Sin embargo, el país que reporta la tasa más alta de embarazo precoz en América del Sur, ahora estimulado por el gobierno a través de un subsidio por niño nacido lo cual revela un problema que algunos sociólogos llaman: la feminización de la pobreza. O sea que la mayoría de los pobres en el país, son mujeres. Esto deja ver una brecha profunda entre la imagen de un país cuyo régimen busca exaltarla con su perorata socialista, y la de una nación repleta de problemas que afectan la calidad de vida de la mujer venezolana. Además que muchas viven solas y sobre ellas descansa la economía familiar mientras ganan menores salarios en comparación con los del hombre. Aún en sectores profesionales desempeñándose con mejores niveles educacionales.

No obstante, su condición económica sigue viéndose menguada a pesar de la tan cacareada igualdad de género aludida constitucionalmente (Artículo 21). A pesar de la existencia de leyes que supuestamente reivindican el papel de la mujer, no se cuenta con políticas públicas que pongan en práctica la respectiva normativa. Venezuela ha sido catalogada como uno de los países con mayor incidencia (Nivel 2) en problemas de tráfico de niños, prostitución infantil y trata de blancas. Esto hace advertir que el desarrollo de la ciudadanía es bastante precario originándose una falta de exigencias de importantes derechos básicos que apuntan a mejorar la calidad de vida de la mujer.

Poco se conoce una ley que, desde 1993, plantea la igualdad de oportunidades como praxis de vida social. O aquellas leyes que desde entonces tocan el tratamiento y eliminación de la violencia en Venezuela. Ni siquiera en las instituciones públicas encargadas de dichos problemas pues sus funcionarios se ocupan de hacer proselitismo y alabar la figura del Jefe del Estado. No hay duda de que ha decaído la calidad de vida de la mujer.

DEL EJERCICIO PROFESIONAL

Criticar el ejercicio profesional de un oficio, puede convertirse en un arma de “doble filo”. Por un lado, su acepción puede leerse desde la óptica que exige la capacitación que otorga el título proporcionado por universidades oficiales o privadas reconocidas por el Estado. Pero también, puede interpretarse desde la perspectiva de la remuneración obtenida en virtud del valor que no sólo la persona pueda agregarle al trabajo en cuestión, sino además de los valores que pueda exhortar a través del trabajo realizado.
De ahí que no es fácil. Por el contrario, la crítica puede devenir en un error conceptual. Inclusive, en un contrasentido epistemológico debido al ligero manejo de consideraciones que llevan a jugar con el concepto desde una posición dogmática. Aunque lo anterior lleva a posturas encontradas, puede hablarse de que el manejo del conocimiento es de entera libertad siempre y cuando quien lo realice no sobrepase la limitación legal en cuanto al hecho público de avalar lo realizado mediante firma que sólo corresponde a la persona autorizada por ley.
Cualquier individuo provisto del conocimiento adecuado, puede opinar o aportar su colaboración en torno al tema o situación de su interés. Esto quiere decir que expresar una opinión de contenido jurídico, por ejemplo, no debe verse como violación del ejercicio profesional del abogado. Más aún, la comunicación es un derecho asociado con la libertad de expresión, de opinión, de pensamiento y de información, que la naturaleza política y humana le otorga a toda persona para socializar y asirse de los elementos necesarios que le han de permitir la construcción de su mundo particular. La credibilidad no la pauta un título universitario. Tampoco la veracidad ni la objetividad. No se trata de ver al mundo por el reducto de un orificio, sino a través de la confianza que anima quien mejor sabe llevar la palabra a quien realmente la espera.

¿INVOCACIÓN O CONVOCATORIA ELECTORAL?

A pesar de que el gobierno regional merideño convocó este viernes a una marcha “de amor por Chávez”, con la pretensión de invocar por su salud, el resultado fue otro. Lo que se vio fue una marcha donde el jolgorio, el bullicio y el jaleo fueron las razones que caracterizaron dicho momento. Desde un helicóptero sobrevolando la concentración, camionetas con estridente música tropical, motorizados con ínfulas de bravucones, alusiones de mal gusto, hasta gente con cerveza en mano, fueron los elementos que distinguieron la congregación de seguidores del gobierno, fanáticos, funcionarios conminados con la estabilidad de sus cargos y curiosos.
En ningún momento se escucharon plegarias invocando por la salud del presidente del PSUV. La confusión fue de tal tamaño, que aquella marcha sirvió no sólo para trancar la Ciudad de los Caballeros. Igualmente se prestó para clamar los votos que necesitaría la reelección del comandante-candidato el próximo 7 Octubre.
Si la intención fue la de rogar por la salud presidencial, entonces quedaron mal parados ante la necesidad que ahora vive el comandante pues las oraciones fueron cambiadas por gritos y rumba barata. Al final, nada logró dicha marcha. Todo fue bulla y recursos gubernamentales despilfarrados.

amonagas@cantv.net
@ajmonagas

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