miércoles, 8 de febrero de 2012

ZENAIR BRITO CABALLERO: LA IMPORTANCIA DE LA COMUNICACIÓN HUMANA

Desde los amaneceres de la historia, se ha intentado definir lo que es el hombre. Muchos filósofos se han dado a la tarea de encontrar sus características más resaltantes o sobresalientes. El inmortal Sócrates, como sabemos, pasaba el tiempo preguntando a las personas acerca de sí mismas, y murió mártir en su intento de conocer al hombre. Diógenes, que consideraba a la virtud como el don más alto, caminaba a plena luz del día, linterna en mano, por las calles más populosas de Atenas, buscando, sin resultado, a alguien que se acomodara a su preconcebida idea del hombre. Y Aristóteles, observando las semejanzas y las diferencias entre el hombre y el animal, le parecieron buenas las definiciones de zoon politikón (animal de ciudad), y la de zoon lejon ejon (animal provisto de palabra).

En efecto, el hombre concreto y auténtico es por naturaleza y por esencia un ser social provisto de palabra. Apenas si existe un problema verdadero que no haya de compartirse con sus semejantes; y cuando se aísla y pretende sentirse a gusto con su orgulloso narcisismo, cae y se deshumaniza.

El hombre individual en sí, no posee la esencia del hombre; la substancia del ente humano sólo tiene sentido cuando entra en comunicación con sus congéneres; dicho en otros términos, el hecho de la existencia humana sólo se concibe cuando el individuo entra en relación con otros individuos; esto es, el hombre en comunicación con el hombre.

"Somos el hombre concreto que nace, sufre y muere", decía Unamuno; mas como yo aislado no podemos ser; siempre "yo soy y mis circunstancias", sostuvo Ortega y Gasset. "El sentido de la persona humana en cuanto a personalidad, afirma Víctor E. Frankl, en su obra Psicoanálisis y Existencialismo, apunta más allá de sus propios límites"; apunta hacia la comunidad, así como cada piedrecilla de un mosaico tiene valor en relación a la totalidad de éste.

Por esta razón, la comunicación humana ha sido, a través de los siglos, una fuerza de inconmensurable energía; ella, como ninguna de las palancas que pudieran existir, incita y une a los hombres a la acción. De ahí que ninguno de los incontables logros históricos de organización hubieran salido adelante, sin una bien elaborada red de comunicación; y prueba de ello es, por citar sólo dos casos, la hazaña de construir las gigantescas murallas de Babilonia, o el éxito logístico de Aníbal al cruzar Los Alpes, hace más de 2 mil 200 años.

La comunicación es un instrumento social tan importante, que sin esta herramienta, se puede afirmar, jamás podríamos influir en las ideas, en los sentimientos o en las acciones de otras personas. El destino del hombre es afrontar y resolver problemas; y esto, como es natural, es obra de la comunicación. Tal hecho explica el porqué a quienes saben comunicarse se les da preferencia en todas partes, adquiriendo, de paso, especial relieve en los círculos en que se desenvuelven. Quienes saben comunicarse son garantes de una aureola de superioridad, forjando, con éxito, sus propias oportunidades.

Quienes han cultivado la habilidad para comunicarse, logran más que aquellos que sabiendo más, no pueden expresarse adecuadamente; y más todavía; los que saben comunicarse, porque han aprendido a relacionarse, pueden lograr el liderazgo de los grupos en los que intervienen, despertando una buena impresión a través de sus expresiones.

britozenair@gmail.com

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