domingo, 1 de enero de 2012

ROMULO E. LANDER HOFFMANN: PERSPECTIVAS ECONÓMICAS 2012

Resumiendo:  El año 2012 será un año difícil, con niveles de inflación cercanos al 30% , con situaciones difíciles asociadas a la demanda de mejoras salariales que no podrán ser atendidas, con severas restricciones de divisas por parte de Cadivi, con una política monetaria expansiva resultado de la estrategia electoral de quien hoy nos desgobierna que generará más inflación

El gobierno  al igual que en 2011 y a efectos del crecimiento IRREAL del país,    mantendrá un aun mas elevado, ineficiente e improductivo gasto fiscal debido a compromisos asociados a programas sociales con los que mantiene el bozal de arepa y a la cercanía del proceso electoral que  luce comprometido para quien POR AHORA nos desgobierna, independientemente de quien resulte escogido en las primarias del próximo mes de febrero

De esta forma, el presupuesto fue calculado a un precio de 50 dólares por barril de petróleo, 10 dólares más de lo previsto en el último presupuesto y muy lejos de los niveles actuales en los que el crudo venezolano registra un precio promedio de 100,80 dólares por barril, con gran posibilidad de alcanzar precios mayores dependiendo de la crudeza del invierno y de las nuevas tensiones en el oriente medio. Lo que implica que el 50% del ingreso petrolero, sea cual fuere, ira directamente al FONDEN. Fondo que es usado por quien hoy nos desgobierna sin ningún tipo de control ni restricciones.

Basados en cifras meramente estadísticas, los “estrategas” proyectan  obtener en 2012 un crecimiento económico (irreal) de 5% y una inflación entre 20% y 22%, cifra que deberá estar mas bien cerca del 30% o incluso por encima de ella, dependiendo de la profundidad de la inevitable futura devaluación que dada la sobre valuación del Bolívar tendrán que afrontar.

Esta inevitable devaluación también estará atada  a la percepción  del panorama electoral de quien hoy nos desgobierna. Es decir, al aumento de su percepción de posible pérdida de las elecciones, aumentara proporcionalmente el gasto publico “no reproductivo” como estrategia para comprar conciencias, lealtades, y “liderazgos”. 

Quien hoy nos desgobierna mantendrá mientras la situación política se lo imponga y sus necesidades se lo aconsejen, el control cambiario  a la tasa de 4,3 bolívares por dólar. Mi percepción es que por la necesaria devaluación, la divisa Norteamericana (al cambio oficial) estará alrededor de 6,50 bolívares por dólar. Con  lo que de paso licuará la deuda interna generando más pobreza escondida dentro de la aparente bonanza económica. Tomando en cuenta esta observación, si en el 2010 la inflación venezolana llegó a 27,2% y fue la más alta en América Latina y si en los primeros once meses de 2011 ya acumula 25,4% al sumarle la inflación esperada para el mes de diciembre, estará muy cerca del 30% pronosticado en mis perspectivas para el 2011. Este resultado es tomado de los números maquillados por el BCV, porque la inflación subyacente, dada la escasez que es la inflación más cara, supera con mucho este porcentaje.

Para quienes hoy nos desgobiernan, el país tendrá en el 2011 un “crecimiento” (irreal) del 4%. Y es irreal porque estadísticamente esta basado en los aportes petroleros  y en una economía de puertos (no reproductiva) que disfraza la situación  real de la economía del país, cuyo sector privado ha sido sometido a un brutal descalabro y que en gran parte ha sido sustituido por empresas de papel, o por empresas extranjeras que  producen poco o ningún valor agregado a nuestra economía y mas bien contribuyen al deterioro del plantel laboral del país.

Son muchas las expectativas (especialmente las políticas) que para el 2012 tenemos los venezolanos, pero una de las que más nos preocupa es que nos deparará la economía el año entrante, cual será su comportamiento y sobre todo como nos afectará.

 El gobierno, lo cual es un eufemismo, al estimar el nuevo presupuesto presentado en octubre, basado en un barril de petróleo a $ 50 y estimar un alza del PIB del 5% con una inflación de entre un 22 y un 25 % para el año próximo, comete un acto de lesa patria, esconde ingresos superiores a los estimados en el presupuesto y facilita un  criminal endeudamiento que comprometerá por décadas el presupuesto nacional.

Quienes hoy nos desgobiernan esconden la incidencia de la inflación sobre los verdaderos índices de pobreza y los esconden con las necesarias, pero improductivas (por su diseño demagógico) misiones. Al igual que en el 2011  el incremento relativo del 28% del presupuesto respecto al del año anterior, subestima la inflación al colocarla en el 22% cuando seguramente estará mucho más cerca del 30% lo que implica que el presupuesto, en realidad, es inferior al del año presente y ello lo obligará a la utilización de “otras fuentes” de financiamiento, lo cual se ha convertido en su deporte favorito.

Así mismo el eufemismo esconde lo que hará con el diferencial entre el precio de $ 50 proyectados en el presupuesto  y el precio actual del crudo, que se mueve, con tendencia al alza, en torno a los $ 100 para la cesta venezolana. Aunque no es difícil imaginar el destino final de este diferencial.

La evolución de la economía del país dependerá en gran parte de las decisiones que tome el desgobierno, especialmente ahora que las reservas están por debajo de un mínimo razonable para cubrir un año de importaciones, sobre todo tomando en cuenta que el servicio de la deuda externa de la Nación está estimada en más de 14.000 millones de dólares para el 2012, por lo que CADIVI no tendrá mucha capacidad para satisfacer las solicitudes del sector privado y con ello provocará escasez de productos y aumento de los precios de los mismos. 

El sector externo superavitario por los ingentes ingresos petroleros, tal como se hizo en el 2011 se  amortizará restringiendo la oferta de divisas otorgadas por CADIVI para tratar de evitar sin éxito la salida de capitales y se apalancara con un posible ajuste nominal en el tipo de cambio oficial recurriendo a una devaluación de tipo lineal que podría estar entorno al 50% del valor de la divisa oficial. Será con la manipulación de estos números que el gobierno mostrará un crecimiento que en el papel luce incontestable, pero que en la realidad solo reportaran, como hasta ahora, más miseria escondida dentro de una ilusión de bonanza económica.

El gobierno mantendrá un elevado, ineficiente e improductivo gasto fiscal debido a los compromisos  asociados a los programas sociales con los que mantiene el bozal de arepa de la población y a través de los que sufraga el mantenimiento de sus huestes, logrando con ello mantener  la ilusión de abundancia que obnubila a tantos venezolanos y que es la  verdadera razón de su permanencia en el poder.

El gasto público nominal se verá afectado en un 30% que es la inflación  esperada, por lo que se financiará con recursos provenientes del FONDEN. A través de la adjudicación de títulos públicos, de los cuales aproximadamente el 40% y repitiendo la fórmula del año 2011 provendrán de la colocación de Bonos denominados en dólares y pagaderos en BsF y  con la ganancia cambiaria generada por la emisión de estos. El resto del déficit  se cubriría con la des acumulación de reservas del tesoro y recursos de la Tesorería Nacional en USD.

Sector real: En materia de actividad económica se podría esperar un crecimiento relativo del 2%  apalancado  por los precios petroleros. Este pobre crecimiento del PIB, si tomamos en cuenta la magnitud de los ingresos, está asociado a factores como: La recomposición del gasto del gobierno favoreciendo su componente (improductivo) corriente; Los estrangulamientos por el lado de la oferta asociados al debilitamiento del sector privado, verdadero generador de riqueza,  y al consecuente déficit de inversión resultante de la carencia de un sistema judicial confiable y de un ordenamiento legal acomodaticio y cambiante, así como al represamiento de divisas por parte de CADIVI que acarreará aun más severas limitaciones al sector privado,  en favor; tanto del sector publico como de la nueva oligarquía Boliburguesa.

En consecuencia el PIB no petrolero volverá a decrecer aproximadamente en un 2%, y el petrolero crecerá en un 4%. En este sentido, las actividades de la economía que resultaran más perjudicadas serán los sectores de Minería, Bienes y Servicios Prestados a las Empresas, el sector manufacturero, el sector de la construcción privada.

Política fiscal: se presentan dos panoramas distintos: Por el lado de los ingresos petroleros se prevé un alza importante  con respeto al año 2011 que estará determinada por sus precios a lo largo del año  y por el lado de los ingresos no petroleros debido a la disminución del tamaño del sector privado  se estima una menor tasa efectiva de recaudación en los principales tributos debido al decrecimiento de la economía interna. Sin embargo, a pesar de lo antes mencionado se espera un incremento de los ingresos fiscales debido a un incremento de la presión tributaria sobre los contribuyentes, a  la ganancia cambiaria generada por la operación con divisas. Así mismo luce posible un nuevo ajuste al alza de alícuotas de impuestos  o en el valor de las unidades tributarias.

Política monetaria: Aún tomando en cuenta el crecimiento relativo del PIB, debido a la devaluación a la que seguramente acudirá el gobierno  se puede esperar un crecimiento monetario que aumentará la presión inflacionaria, a la que deberá sumársele la presión adicional que generarán los bonos denominados en dólares y pagaderos en bolívares. Así mismo es de esperar que debido a la alta inflación del periodo, las tasas de interés se mantendrán negativas.

En materia de consumo:  A pesar de la inmensa cantidad de dinero que vía MISIONES se inyectara a la economía,  la tendencia es hacia la baja impulsado por  la inflación y la caída del poder adquisitivo de la población  aun a pesar de los incrementos salariales que puedan ser decretados.

            Mercado laboral: Con un  crecimiento económico irreal es seguro que se  anulen las posibilidades de generación de empleo en el sector privado, especialmente con la extensión de la inamovilidad laboral. Y por el contrario generara mas destrucción del tejido empresarial que hará que la tasa de desempleo se incremente y que la economía informal abarque a más del 50% de la población económicamente activa.

Resumiendo:  El año 2012 será un año difícil, con niveles de inflación cercanos al 30% , con situaciones difíciles asociadas a la demanda de mejoras salariales que no podrán ser atendidas, con severas restricciones de divisas por parte de Cadivi, con una política monetaria expansiva resultado de la estrategia electoral de quien hoy nos desgobierna que generará más inflación, con un aumento de la carga tributaria que empobrecerá mas a la población, con un déficit fiscal importante que será solventado con mas emisión de  deuda, con una voracidad fiscal insaciable e inmanejable, con el uso irresponsable de fondos extrapresupuestarios, con gastos extraordinarios no reproductivos que representan el 11,0% del PIB,  con un gasto más que ineficiente para impulsar al aparato productivo nacional.

En el 2012 es de esperarse un mayor deterioro estructural del aparato económico aunque el gobierno crea que el repunte de los precios del petróleo brindará ingresos suficientes para reactivar el aparato productivo por la vía del gasto público. Se equivocan totalmente. En la medida y forma en que está concebido el gasto público, nada será suficiente para que Venezuela retome la senda del crecimiento económico a menos que se tome en cuenta al sector privado quien es el principal inversor y empleador en una economía que pretenda crecer sostenidamente a tasas elevadas.

Aun así tenemos una luz al final de este largo túnel de trece años.

¡Feliz año a todos!!!! Y ojala que este 2012 nos traiga lo que mas anhelamos... “La libertad de nuestra amada Venezuela”.

Amanecera y Veremos

rlander48@yahoo.com

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