lunes, 30 de enero de 2012

RAFAEL HERRERO CASALEIZ: LA CRISIS DEL SOCIALISMO Y LA FÓRMULA LIBERAL

Mucho se está publicando sobre la crisis económica que sufrimos y mucho se seguirá publicando, especialmente sobre su impacto social pero no mucho, diría que poco, en relación con las razones ideológicas que influyeron en ella y por tanto los criterios de las personas a quienes  correspondió administrarlas, en los diferentes países, y susconsecuencias.            
Vulgarmente se va admitiendo que las políticas económicas de signo socialdemócrata provocan las crisis nacionales y a las liberales les corresponde superarlas, según nos pone de manifiesto la observación histórica del siglo XX y lo que va del actual.
Sería por tanto aconsejable buscar en el pensamiento ideológico las razones de ambas conductas y nada mejor que repasar someramente sus fundamentos.
EL SOCIALISMO
El Diccionario de la Real Academia  Española (DRAE) lo define como “El sistema de organización social y económico basado en la propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de producción y en la regulación por el Estado de las actividades económicas y sociales y la distribución de los bienes” o bien “Teoría filosófica y política del filósofo alemán Karl Marx que desarrolla y radicaliza los principios del socialismo” (Comunismo)
Son otras muchas las definiciones de este sistema político que van desde las más intransigentes: “El socialismo  es la filosofía del fracaso, el credo de los ignorantes, el evangelio de la envidia y su virtud es el reparto igualitario de la miseria” ( Sir Winston Churchill) a las más irónicas: “El socialismo dura hasta que se les acaba el dinero… de los demás” ( Margaret Thatcher).
El que suscribe estas líneas entiende, a la vista de los antecedentes históricos más recientes, (surgidos tras la caída del “Muro de Berlín”, que hicieron saltar por los aires un sistema  social y productivo, enquistado más allá del mundo libre durante muchos años), que el socialismo como proyecto político agoniza lentamente, víctima de una sucesión histórica de fracasos que se han puesto de manifiesto cada vez que intentó aplicar su práctica teórica.
Las contradicciones intrínsecas más sobresalientes, a la hora de interpretar el fracaso del sistema vienen dadas por la propia definición del DRAE que del marxismo dice: “Doctrina derivada de la teoría de los filósofos alemanes Frederich Engels y Karl Marx , consistente en interpretar el idealismo dialéctico de Hegel como materialismo dialéctico y que aspira a conseguir una sociedad sin clases” o como escribe A. Garrigues: “Obsesión socialista es colocar a la sociedad como valor superior al individuo y a la igualdad como principio que prima sobre la libertad, lo que conduce a sobrevalorar el papel del Estado colocando a la sociedad civil en situación de infancia perpetua”
H.W. Spiegel escribe que “A pesar de las imperfecciones del pensamiento de Marx, se ha dicho de él, que ha sido el pensador más influyente del siglo XIX… En los países más desarrollados su influencia no ha sido muy fuerte y donde influyó ha ido decreciendo”
Correlativamente a la pérdida de influencia del socialismo (Son pocas las dictaduras que aún se resisten a sustituir este sistema social y productivo) ha ido ampliándose el ámbito de la socialdemocracia.
De nuevo acudimos al DRAE que define la socialdemocracia como: “Disidencia del marxismo consistente sobre todo en rechazar la orientación revolucionaria de la lucha de clases  y en propugnar una vía democrática hacia el socialismo”
Los antecedentes de la socialdemocracia hay que buscarlos en 1899, en la obra de Berstein “Premisas del socialismo y tareas de la socialdemocracia”, donde se pone de manifiesto la capacidad de las clases medias para desaparecer  y “Reforma o revolución” donde  manifiesta los cinco elementos que deben tenerse en cuenta  frente a las propuestas revolucionarias de Rosa Luxemburgo y que enumera: 1.- El mayor esparcimiento de las crisis periódicas en el s.XIX. 2º El desarrollo del sistema crediticio. 3º La aparición de las asociaciones patronales. 4º La persistencia de pequeñas y medianas empresas y 5º Mejora de situación de la clase obrera.
En 1907 con la  aparición de la obra de Otto Bauer, “La cuestión de las nacionalidades y la socialdemocracia” se apostilla el pensamiento de Berstein
La diferencia sustancial entre el socialismo y la socialdemocracia no es una cuestión de grado, sino su respeto por la libertad y abolición de la orientación revolucionaria, no obstante los objetivos finalistas  son los mismos.
EL LIBERALISMO
Según el DRAE el liberalismo es: “Actitud que proporciona la libertad y la tolerancia en las relaciones humanas” y “Doctrina política que defiende las libertades y la iniciativa individual y limita la intervención del Estado y de los poderes públicos en la vida social, económica y cultural”
Alguien ha dicho que: “el liberalismo es una conducta, y por tanto, es mucho más que una política y como tal conducta no requiere profesiones de fe, sino ejercerla de un modo natural, sin exhibirla ni ostentarla. Se debe ser liberal sin darse cuenta, como se es limpio o como por instinto nos resistimos a mentir”
No sin cierta carga política se ha intentado identificar el liberalismo con la opción “neoliberal”,  que según el DRAE “Es la teoría política que tiende a reducir al mínimo la intervención del Estado”
Conviene matizar que el neoliberalismo es lo contrario del liberalismo, limita el liberalismo al mundo económico y pretende reducir al mínimo la intervención del Estado en la actividad económica. Olvida que o se es liberal en todo o no se es en nada. El liberalismo no es una teoría económica, al liberalismo le importa más el SER que el TENER (Proclamas de Roma y de Oxford)
Seguimos entresacando de las aludidas proclamas: “El liberalismo no mitifica ni sacraliza el mercado, si bien entiende que el mercado es el sistema que permite una más eficaz asignación de los recursos y por ello es el que mejor facilita no sólo la creación si sino la distribución de la riqueza, por lo que defiende la actuación del  sector público y su influencia directa, pero no permanentemente y en todo caso siempre que pueda ser controlado por la sociedad civil ( Proclamas de Oxford y Roma)
“No es posible el madridaje entre liberalismo y socialdemocracia con el anillo nupcial del marxismo entre sus dedos…” (A. Garrigues)  “ El socialismo fue un error intelectual… sólo la libertad económica y la libertad política garantizan una vida civilizada y próspera… El conservadurismo carece de objetivo propio … Los conservadores son siempre esclavos de la vía intermedia, según la cual la verdad se encuentra en un punto intermedio” (Hayek) “Los conservadores y los socialistas (En sentido amplio) (1) se han visto forzados a aceptar la superioridad intelectual y mayor eficacia práctica del liberalismo (A.Garrigues)
(El concepto político de conservador no es exclusivo sólo del pensamiento de derechas, lo es también del de izquierdas. –Truman no fue más conservador que Stalin).
CONSIDERACIONES FINALES
Una vez más seguimos al DRAE para puntualizar dos conceptos que no debo dejar en el olvido: Capitalismo: “Régimen económico fundado en el predominio del capital como elemento de producción y creador de riqueza”. Salvaje: “Dicho de una actitud o de una situación. Que no está controlada o dominada”
En la práctica se han desarrollado dos modelos de capitalismo: de Estado o Liberal: El de Estado se ha desarrollado en los países en régimen comunista donde la propiedad del capital, es decir, de los medios de producción, y la distribución del producto social se ha realizado por el propio Estado, siempre en régimen severo de limitación de libertades individuales. Hoy está en decadencia progresiva. El Liberal se ha desarrollado en los países con regímenes democráticos y mercados en régimen de competencia y libertad de concurrencia. Su desarrollo desde la Revolución Industrial hasta nuestros días ha evolucionado progresivamente.
Y que es el ¿Capitalismo salvaje?... ¿Quizás el capitalismo de Estado?
PUNTUALIZACIÓN
Decía Marx que el capitalismo llevaba intrínsecamente el germen de su propia destrucción: Las crisis económicas.
Nadie duda que las crisis económicas, tal y como vienen apareciendo en la sociedad occidental, son un problema que periódicamente se genera en el seno del sistema de producción capitalista y siempre aparecen tras un  período de actividad y prosperidad crecientes, pero no es menos cierto que siempre, el sistema, ha salido de ellas  fortalecido.  
No se conoce en los dos últimos siglos una depresión  a lo largo de un período muy dilatado de tiempo que haya  regresado  a índices de riqueza de tiempos pasados. Al contrario, la recuperación siempre ha sido pujante.
Enlazando con lo que se expresa en las primeras líneas, cabría concluir que las diferentes políticas económicas aplicadas con criterios socialdemócratas o liberales  son contradictorias e incompatibles.
Las primeras se vienen caracterizando por una intervención económica necesaria para poder cumplir sus programas populistas, generalmente muy ambiciosos, y con costes tan elevados que finalizan en fuertes inversiones que siempre conducen a elevados endeudamientos para poder ejecutarlos, por lo que exigen, a la postre, de otras alternativas liberales más realistas que se ven obligadas a corregir los desequilibrios a base de políticas de ajuste y planes de estabilización severos, en casi tosas las ocasiones, previos para reanudar con éxito políticas expansivas.

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