martes, 30 de agosto de 2011

TEÓDULO LÓPEZ MELÉNDEZ: EL CONCEPTO DE ESPACIO

Comencé a leer el nuevo milenio con la entrada del año 2000, una invención massmediática de muestra de una “humanidad feliz” que comenzó con el toque de tambores ante el asomo del sol en una perdida isla del Pacífico. Observé entonces que se exterminaban lo husos horarios, que moría lo geográfico y desaparecía la extensión. Me limité al tiempo en las primeras lecturas, pero ya estaba asomado lo geográfico y la extensión. La población se mueve y las teorías economicistas lo explican con las desigualdades sociales, con la falta de oportunidades, con la simple búsqueda de una vida mejor. Se explayan los analistas en decisiones individuales o en emigraciones de talento por razones políticas o en la necesidad de enviar remesas en monedas fuertes para una familia desfalleciente.
Una cosa es cierta: los procesos globalizadores, la irrupción de la instantaneidad, la presencia de Internet acabó con el sedentarismo. Cada día apreciamos como se pertenece cada vez menos a un lugar concreto. Yo aquí nací, aquí crecí y aquí morí, es cosa del pasado. Tras la ruptura del tiempo ahora hemos arribado a la ruptura del espacio. Ayuda la crisis del Estado-nación, el surgimiento de un mundo nuevo guiado por principios universales sobre derechos humanos, las nuevas formas políticas que emergen y las viejas de signo totalitario que reaparecen, todo es cierto, pero la verdad es que la tecnología nos está permitiendo conocer al otro, nos está forzando a salir un tanto del aislamiento cínico. El concepto mismo de vivir la vida está cambiando aceleradamente, hemos llegado al punto de considerar a la vida como transnacional y, por supuesto, el espacio se rompe, viejos conceptos como geopolítica se van a la tumba y henos aquí llegando al concepto de un espacio transnacional que no tiene nada que ver con las viejas limitaciones de fronteras, idiomas, documentaciones legales y demás pergaminos de la antigua organización planetaria.
El antiguo espacio territorial se ve ahora afectado por un abandono de la intromisión militar, como se desprende de los empeños del presidente Obama frente a las guerras que heredó en Irak y Afganistán. Ahora se recurre a los métodos comerciales. La lógica del conflicto ha sido cambiada por la gramática del comercio. El verdadero espacio ahora es la electrónica. Los viejos razonamientos de un espacio suficiente para atender a una población han sido sustituidos por un concepto de distribución de tiempo. En infinidad de ciudades hay mercados locales, desde alimentos hasta animales o flores, pero el verdadero mercado es ahora el momento del contacto. Espacio es ahora velocidad. Es lo que Castell denomina “espacio de los flujos”, esto es, una nueva organización de las prácticas sociales en tiempo compartido, lo que se está convirtiendo en territorio compartido,
El mundo ha dejado de ser un recinto con límites. Nos estamos aproximando a un fenómeno social equivalente a la mudanza de las poblaciones rurales hacia los grandes conglomerados urbanos. Partes importantes de la población están sumidas en los disfuncional, ya no pueden estudiarse los movimientos poblacionales con geografía descriptiva y la causalidad de los sucesos políticos ha emigrado con la vieja noción de geopolítica.

El concepto de espacio fue objeto de estudio en primer lugar por la filosofía y después por la física. Las conclusiones que uno va encontrando parecen adecuarse al presente momento, si pensamos, por ejemplo, en Einstein describiéndolo como el continente de todos los objetos materiales. En el campo filosófico Aristóteles implantó el concepto original, al definirlo como un límite inmóvil y Platón identificó espacio con materia, lo que nos lleva a concluir que para él no existía espacio sin materia. Descartes no llevaba su diferenciación de tiempo y espacio más que a lo nominal, pero Leibniz señaló que el espacio era algo simplemente relativo. O Kant o Heidegger. No pretendemos un resumen de las concepciones filosóficas sobre el espacio, simplemente apuntamos algunas porque algo nos dicen sobre este espacio transnacional que ahora se asoma en los fenómenos migratorios.
Occidente siempre ha parecido manejar el concepto como lo lleno opuesto a lo vacío. Espacio se está convirtiendo en algo similar a un intervalo. La tecnología nos permite estar en dos o más  lugares a la vez, y de lo virtual se pasa a lo real. La resistencia al movimiento de los cuerpos es cada vez más difícil, de modo que la continuidad de los pasos es lo que se hace extensión. Si volvemos a la física tal vez podamos hablar de mecánica ondulatoria como conjunto. El espacio parece hacerse uno solo. Las viejas formas de oponerse se resquebrajan.
teodulolopezm@yahoo.com

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ZENAIR BRITO CABALLERO: “NO SEAMOS CÓMPLICES DE LA INEQUIDAD Y LA MISERIA”

De acuerdo con el último boletín de la Dirección de Estadística, Venezuela registró en junio una tasa de desempleo de13, 8 %, (trimestre móvil, abril-junio), la segunda más alta de la región Caribe.
Nuestra nación cerró el año 2010 con una tasa de desempleo de 13,3 y durante los 6 meses de 2011, ya se eleva a la cifra mencionada. En otras palabras el desempleo y la informalidad aumentan y la ocupación disminuye.
Según  las cifras en diciembre pasado, la desocupación de trabajadores por cuenta propia, empleadas del servicio doméstico y trabajadores sin remuneración llegaban al 65,9 %, de ahí que a la misma fecha, solo 36.625 maracayeros se encontraban afiliados, al empleo formal.
Sin embargo, ni el Gobernador, ni el Alcalde de Maracay, ni los gremios económicos, ni las ONG han hecho pronunciamiento acerca de las implicaciones que tiene para nuestra ciudad el ranckiarnos con semejante desempleo,
No es gratuito entonces el deterioro de la seguridad ciudadana, ni la invasión del espacio público por parte de negocios informales, ni la cantidad de taxistas que se parquean en las esquinas del centro de la ciudad obstaculizando la movilidad, para no hablar de las peripecias que a diario hacen los conductores de carros particulares para sortear las imprudencias de quienes conducen busetas, amén de la infiltración de los grupos violentos que se camuflan entre esa cantidad de compatriotas despojados por el orden económico de las posibilidades de encontrar un empleo con salario digno.
¿Qué decirles a sus hijos amigos lectores acerca del futuro que les espera?, ¿serán capaces de romper el cerco de la pobreza cuando sus padres escasamente consiguen el dinero para solventar algunas de sus comidas?
¿Qué nos dirán ahora los futuros aspirantes a alcaldías, a la Gobernación, a concejales y asamblea, acerca de este problema que no requiere demostración, solo con salir de las casa se tiene el diagnóstico completo? ¿Seguirán con su discurso en abstracto, con lemas llamativos y sin acciones reales?
¿Dónde están los inversionistas privados aragüeños  creando empresas, a pesar de las limitaciones de infraestructura que poseemos, porque los otros no van a venir?, ¿dónde están las megas obras del Gobierno Nacional, pagándonos la deuda social que tiene con la ciudad otrora llamada Jardín de Venezuela?,
¿Dónde está la cooperación internacional, no financiando estudios ni capacitaciones sin futuro, sino sentando las bases de empresas pequeñas y medianas, (capital de riesgo) capaces de generar empleo?, ¿dónde están las universidades públicas y privadas contribuyendo con su investigación y proyección social, para impactar en la economía?
Es ahora el momento de levantarnos por Venezuela y por Maracay, no más silencio, porque puede ser cómplice de la inequidad y miseria, pero también puede ayudar a hacer de nuestro Estado una sociedad inviable.
britozenair@gmail.com

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JUAN CARLOS APITZ: GEOMETRÍA POLÍTICA MORIBUNDA

La geometría política continúa trazando los ejes de izquierda-derecha, aun cuando su carácter anacrónico, confuso e inoperante resulta cada vez más evidente. Estas etiquetas surgieron hace más de doscientos años con significados que han variado drásticamente a través del tiempo, y que en el presente no solo tienen poca concordancia con sus orígenes, sino que también resultan limitadas para definir nuevas y complejas realidades del debate político. ¿Acaso las posiciones en torno al medio ambiente, a la eutanasia, al aborto, al manejo de células madre o a la participación privada en ciertos sectores de la economía pueden fijarse bajo las mismas categorías utilizadas para distinguir a los jacobinos de quienes defendían el Antiguo Régimen en la Asamblea Francesa del siglo XVIII?

Nuestra América Latina es un ejemplo particularmente claro de la obsolescencia y la vaguedad de estas categorías. La línea que las separa se ha vuelto tan borrosa que ha ido perdiendo su función en un mundo en el que se impone el pragmatismo por encima de dogmas del pasado. Intelectuales, políticos, líderes de opinión y otros sectores de la población -sobre todo los jóvenes- coinciden en ello aun a pesar de sus diversas inclinaciones, y no se sienten ya representados por las categorías "izquierda" y "derecha". De hecho, la preocupante apatía política que la juventud expresa en varios países de América Latina podría explicarse en parte por la ausencia de planteamientos ideológicos que respondan a sus inquietudes y sintonicen con las cambiantes necesidades de su entorno.
Los modelos de desarrollo que se han aplicado en nuestra región durante décadas, matizados por la disputa entre la izquierda y la derecha y bajo regímenes de una u otra orientación, han fracasado. Mientras la mayoría de nuestros países han quedado atrapados en enardecidas discusiones ideológicas sin solución, otros como Chile, Costa Rica, Uruguay y, más recientemente, Brasil, han logrado trascender la tensión izquierda-derecha, privilegiando la efectividad y la responsabilidad en aras del progreso.
¿Por qué entonces seguimos operando bajo una lógica tan desgastada? La respuesta parece radicar en el empeño de quienes obtienen lucro electoral por prolongar la dicotomía e identificarse con determinado bando. Particularmente notorio es el caso de quienes presentan su ropaje de extrema izquierda como patente de exclusividad para luchar por las causas sociales y satanizar cualquier postura moderada. En respuesta, quienes son "acusados" de ser de derecha apuran la negación de los cargos y acusan a sus contrincantes de obstruir la generación de riqueza, exacerbando las diferencias y reviviendo una geometría política moribunda. El apasionamiento que genera la lucha entre unos y otros ha impedido que numerosos temas puedan debatirse de forma más abierta. Al margen de la efectividad publicitaria que esta vieja terminología pueda generar para algunos, su incapacidad para orientar a la ciudadanía, así como para contribuir a la discusión seria y a la aceleración del desarrollo, revela la necesidad de mecanismos alternativos.
Así, para una generación que vio en su adolescencia la caída del Muro de Berlín, que ha crecido junto a un vertiginoso desarrollo tecnológico y que se encuentra conectada con el mundo sin límites y en tiempo real, la subsistencia de etiquetas que actúan como barreras de pensamiento y acción parece francamente inexplicable. Esta generación es también la que no comprende por qué muchos de nuestros gobiernos mantienen prácticas autoritarias, populistas o basadas en recetas derrotadas por la historia.

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@justiciapitz
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ANTONIO JOSÉ MONAGAS: EMBADURNADO HASTA LA MÉDULA (PIDO LA PALABRA)

El acoso de los organismos oficiales, como el caso de Consejo Nacional Electoral o del Instituto Nacional de Estadística, o del Indepabis o el Inti, por mencionar algunos entre las decenas de organizaciones de las que se vale el gobierno para enredar y obstruir la institucionalidad democrática y libertades económicas, políticas y sociales, resulta inusitado.
El país está estremecido. El nombre de la revolución ha servido para revolver la institucionalidad del sistema político que le permitió anidar sentimientos y expectativas democráticas durante buena parte de su historia contemporánea. El gobierno se ha valido del poder político para retorcer esfuerzos de construcción de valores y principios de libertad y soberanía. Por consiguiente, los resultados reflejan una administración pública pervertida por efecto de la pasmosa corrupción que ha venido ocurriendo bajo la mirada complaciente de los mayores niveles de autoridad judicial y legislativa que tan escabrosa situación ha permitido.
Con el melodramático cuento de los serios daños generados por deslaves, derrumbes, lluvias e inundaciones, ha aprobado millonarios recursos sin que los mismos se correspondan con los menguados resultados que a todas luces muestra tan penosa situación. Los funcionarios que intervienen el proceso de elaboración y toma de altas decisiones, son siempre los mismos por lo que a decir de los resultados de la gestión acometida, la incompetencia los insume. La ineficiencia y la ineficacia priman toda situación que sirve de razón para que el poder de intromisión de tan conspicuos personajes, evidencie su grado de incapacidad y de precariedad en toda su expresión.
El acoso de los organismos oficiales, como el caso de Consejo Nacional Electoral o del Instituto Nacional de Estadística, o del Indepabis o el Inti, por mencionar algunos entre las decenas de organizaciones de las que se vale el gobierno para enredar y obstruir la institucionalidad democrática y libertades económicas, políticas y sociales, resulta inusitado. Aunque las medidas adoptadas sobre la repatriación del oro o de la movilización de las reservas internacionales, son demostrativas de la desesperación del alto gobierno por terminar de desmontar el ordenamiento jurídico que refiere la propia Constitución de la República. O dicho con palabras del vulgo: “de raspar la olla”. Por esto y muchas otras razones, el gobierno no informa sobre las decisiones tomadas. Pero ¿qué podría informar?
De hacerlo pondría al descubierto sus entuertos lo cual reventaría sus propósitos de seguir arruinando al país en nombre de su nefasta revolución bolivariana. De ahí que el gobierno venezolano seguirá empeñado en obtener el más grueso usufructo por cuanto sus días comenzaron a contarse regresivamente. Es decir que en el fragor de sus ejecutorias, sólo da “patadas de ahogado” toda vez que sabe bien que las tiene perdida. No tiene de otra pues este gobierno sabe que está embadurnado hasta la médula. Incluso, más allá del abuso y la vulgaridad.
VENTANA DE PAPEL
SIN IDEA ALGUNA
Desde que el gobierno le dio por expropiar importantes establecimientos hoteleros administrados por consorcios internacionales como la Cadena Hilton, el turismo que ocupaba dichos espacios se vio mermado. No por lo que estos hoteles comprometían en términos del disfrute y recreación. Pero si, en cuanto al modo de ser conducidos por un gobierno que busca apropiarse injustificadamente de todo lo que a primera vista se le ocurre. Sin el conocimiento exacto de lo que significa el manejo cabal de una red hotelera y sus implicaciones logísticas, creó una organización que denominó Venezolana de Turismo, Venetur, con la idea de desplazar capacidades y voluntades que movilizaban un turismo en el mejor sentido de la palabra. En la actualidad, lo primero que caracteriza el área de recepción de estos hoteles, es la foto del presidente de la República, al lado de la de Bolívar y de Francisco de Miranda. Como si ellos hubiesen exhortado la actividad turística como complemento del necesario desarrollo económico y social de la nación. O acaso lo hubieran concebido como parte de una agenda personal asociada con la salud física, espiritual y emocional de todo ser humano que realmente valorice el descanso como tiempo significativo para el indispensable relax. Además de tan inconciliable y chocante mensaje, estos hoteles vienen padeciendo de síntomas de devastación que sus administradores no alcanzan a comprender. Mucho menos, a ver y atender por cuanto su trabajo está dirigido a exaltar una ideología política que confunde “la gimnasia con la magnesia”. Entonces ¿qué va a quedarle a un país que vino construyéndose con esfuerzo y disposición de muchos que entregaron su vida al desarrollo nacional? Hoteles de cinco estrellas rebajadas a cuatro y tres estrellas, a lo sumo.
¿POR QUÉ TANTO SEDENTARISMO?
No hay duda de que la dinámica social y económica y hasta política, deja poco tiempo para disfrutar el deporte como eje de otra dinámica que, aunque diferente, es vital para consolidar la salud física y emocional de toda persona. Así que no hay excusa que valga para diferir o desplazar la actividad deportiva por otras que ningún provecho arroja. Mucha gente reconoce esto cuando vive el arrepentimiento de quien por sedentario, cae en las fauces de alguna enfermedad. Ejemplos así, los hay muy cerca. Sin embargo, nunca es tarde cuando la dicha llega, No sólo por lo que reza el sabio aforismo que así lo deja ver. Es también por los saludables efectos que brinda la práctica de un deporte aun cuando no se haga con la regularidad y disciplina que exige. Pero así puede comenzarse pues igualmente sus resultados vienen tan inmediatos como se vaya al encuentro de su realización. Y es que no sólo sus frutos redundan en beneficio de una mejoría de las funciones orgánicas que pudieran ser diversas e inimaginables. Es además la posibilidad real de aumentar el bienestar y la vitalidad, combatir el estrés. Pero sobre todo, porque induce paz interior y la sublimidad de la espiritualidad a niveles que sólo puede apreciar y experimentar quien a bien tomaría la sana decisión de vivir el deporte como parte sustancial de vida. Entonces, ¿por qué tanto sedentarismo?
SEMBRANDO MÁS INCERTIDUMBRE
La coacción que ejerce el gobierno en su temor por verse fuera del poder mediante el voto de la sociedad demócrata venezolana en D-2012, ha llegado a límites inauditos. Por ejemplo, la incertidumbre que roza las ejecutorias gubernamentales, ha colocado a los representantes del oficialismo “en volandillas”. Particularmente, a quienes desde la Asamblea Nacional se han dado a la tarea de complicar la normativa que configura la inconmovible Ley de Arrendamientos. No sólo porque afectaría a propietarios. También a arrendatarios toda vez que la relación entre estos agentes de la economía focal puede devenir en un retroceso del bienestar social de una buena parte de la población que vive del alquiler de una sección de su vivienda principal. Así como también, de la posibilidad que puede brindarse una persona que por necesidad busca un espacio para vivir con alguna holgura e independencia. Más, cuando por causa de las inconsistencias del debate legislativo, siguen en jaque aspectos relacionados con el canon de arrendamiento, depósito, lapsos de alquiler y otro rubros que complican la respectiva operación la cual pudiera leerse como un gesto de solidaridad y cooperación social y económica entre factores que comparten necesidades económicas y sociales. De manera que mientras más pueda azuzarse el retardo de dicha ley en manos del sector oficialista de la Asamblea Nacional, más podrá sembrarse incertidumbre en la población que vive a expensa de tan apremiantes necesidades.
INTOLERANCIA A LA PRENSA LIBRE
El cierre del semanario Sexto Poder, ha causado enorme revuelo y molestia dentro de los círculos sociales y movimientos políticos que exigen respeto por las libertades de prensa, comunicación, opinión, expresión, información y de pensamiento. El miedo gubernamental a que le digan o, al menos, le insinúen verdades que pueden ocultar, encubrir o solapar por intereses vinculados con operaciones que transgreden preceptos constitucionales, es mayúsculo. Sobre todo, cuando los medios de comunicación se atreven a hacer ver. La intolerancia es la medida de sus acciones. La gestión de organismo como Conatel, valiéndose del carácter coercitivo de la ley Mordaza, apunta a esa dirección. Particularmente, cuando se aprovecha de la misma para infundir terror jurídico a través de amenazas y confiscaciones que no tienen razón ni sentido alguno. Mediante la contención que induce la presencia de factores militares, funcionarios de esta oficina, de alguna manera, producen consternación. Por eso que en sus actuaciones y decisiones se omite la tolerancia a todo lo que está asociado con las libertades y derechos civiles lo que es propio de gobiernos autoritarios, intemperantes e intransigentes.
antoniomonagas@gmail.com

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SANTOS MERCADO REYES: NIÑOS MALCRIADOS DE CHILE O LA IZQUIERDA ATACA DE NUEVO (DESDE CHILE)

Salen a las calles, organizan marchas, plantones y enfrentamientos contra la policía, son los niños malcriados de Chile. Levantan sus banderas: “queremos educación gratuita y de calidad”, “no queremos vivir endeudados”, “el Estado debe garantizar el derecho a la educación”, “la educación no es una mercancía”, se sienten los iniciadores de una gran revolución.
Todo empezó porque Augusto Pinochet echó abajo el viejo sistema de educación pública y gratuita que tanto defendió el comunista Salvador Allende (que se suicidó para no ser juzgado por el daño que le hizo a los chilenos). El viejo sistema de educación pública consistía en que todas las escuelas y universidades de Chile estaban subsidiadas y controladas por el gobierno, era un monopolio educativo donde se educaba a los niños y jóvenes según el interés y la visión del gobierno socialista. Nadie podía salirse de la línea trazada por el Estado pues corría el riesgo de ser clausurado y vetado para enseñar. Naturalmente los resultados de esa educación gubernamental fueron nefastos: solo tres de cada cien niños lograban alcanzar un título universitario; los pobres ni soñando llegaban a la universidad, si acaso sólo terminaban la instrucción primaria; todos eran educados para ser empleados pues les enseñaban a odiar a los empresarios; empobrecimiento intelectual con décadas de retraso respecto a lo mejor de la ciencia;  odio al capitalismo y amor al socialismo; adoctrinamiento marxista que se ajustaba a las necesidades de Salvador Allende para perpetuarse en el poder, como lo hacen todos los dictadores comunistas. 
Augusto Pinochet sabía que tenía que desmantelar ese  viejo sistema de monopolio educativo como requisito ineludible para lograr la prosperidad de los chilenos. Decretó que todo el que quisiera educarse en las universidades públicas tenía que pagar por su educación. Por increíble que parezca, con este decreto se eliminaba un sistema inmoral e injusto. En efecto, cuando las universidades eran “gratuitas” en realidad los costos se los cargaban a los chilenos pobres, los que no se podían defender del fisco y que nunca llegarían a las universidades, y quienes realmente las aprovechaban, sin pagar un centavo, eran los alumnos cuyas familias tenían buen poder adquisitivo. En otras palabras: los pobres pagaban la educación de los ricos, la vieja paradoja de la gratuidad. Cosa que nunca le gustó a Augusto Pinochet.

A los estudiantes ricos no les afectó el decreto pues tenían con qué pagar. A los alumnos que no eran tan ricos, Pinochet les ofreció financiamiento. Estos alumnos “de escasos recursos” podían acudir a un banco que les prestaría para pagar la colegiatura y para solventar sus gastos de libros, alimentos, transportes y más. De hecho, nadie podía alegar que por falta de recursos no podía estudiar y lograr un título universitario, pues tenía todo el financiamiento necesario, claro, luego tenían que pagarlo. Los padres de familia, realmente estaban contentos con el sistema de Pinochet, pues ya no tenían que preocuparse demasiado por cubrir los gastos de sus hijos universitarios. Con el sistema de Pinochet, el derecho a la educación está más que garantizado pues basta que cualquier joven decida entrar a una universidad y es bien recibido, como cualquier cliente que entra a una tienda.
Si todos estaban contentos, ¿por qué estalló la violencia de los estudiantes chilenos contra el gobierno? Veamos.
La demanda de gratuidad de la educación significa, en realidad, pasarles la cuenta a los chilenos pobres. Pero, si yo me como una hamburguesa, ¿por qué la debe pagar mi vecino? Es una demanda propia de niños malcriados, caprichosos e ignorantes.
Que la educación sea pública quiere decir que la burocracia gubernamental retome el control total y decida lo que deben aprender los niños y jóvenes. Es el modelo soviético que ya demostró que así se destruyen los talentos. ¿Los estudiantes defendiendo el monopolio educativo del Estado? ¡Qué absurdo!
Querer educación gratuita y de calidad significa que no comprenden que estos conceptos son opuestos, contradictorios. Si es educación gratuita, necesariamente tiene que ser educación pobre, carente de calidad, como se demuestra en cualquier país donde impera ese sistema, sea en Francia, Cuba, Corea del Norte o México.
Que la educación no debe ser considerada una mercancía. Significa que el alumno no debe tener derecho de elegir; que debe aceptar la imposición del Estado. ¿Eso quieren?
Por ahora, los estudiantes chilenos dejan un mal sabor de boca pues enarbolan demandas absurdas que impactan contra ellos mismos y contra el pueblo chileno.

En el fondo, confío en la buena razón del alumnado y por eso busco la explicación en otro lado.
Mi conjetura es que la izquierda chilena, los marxistas y comunistas quieren renacer su movimiento y obstaculizar las reformas del presidente Sebastián Piñera, a quien  tachan de neoliberal, derechista y antimarxista.
Los izquierdistas quieren que las universidades regresen al sistema de subsidios directos del gobierno pues así les basta llegar a los puestos de dirección y tendrían  un arca enorme de  recursos públicos que pueden usar para organizar la vuelta al socialismo.
Los marxistas quieren que las universidades vuelvan a ser centros de adoctrinamiento “para luchar contra los burgueses, los empresarios y contra el sistema capitalista y neoliberal”. Así es como piensan cumplir las promesas juradas  en el Foro de Sao Paulo y hoy se sienten muy fortalecidos con la izquierda en el poder en Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Perú, Argentina y otros.
Sebastián Piñera, el presidente de Chile,  debe dar una lucha sin cuartel contra estos comunistas. Pero esa lucha debe ser fundamentalmente en el terreno de las ideas. Piñera debe rodearse de los mejores intelectuales con pensamiento austriaco para rebatir punto por punto las demandas absurdas de la izquierda puestas en boca de los estudiantes. A los delincuentes que queman tiendas y destruyen propiedades les debe hacer que paguen todos los daños pues la tarea fundamental de un gobierno liberal debe ser la defensa sagrada de la propiedad privada.
El mundo libre se encuentra amenazado y lo menos que puede hacer la gente que cree en la libertad del ciudadano, en los mercados libres y en el capitalismo  es defender a Chile para que no se instale otra bandera más de los comunistas. FIN. 28agosto2011
santosmer@hotmail.com

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NICOLÁS MÁRQUEZ: LA PLATA NO HACE LA FELICIDAD PERO PERMITE GANAR ELECCIONES (DESDE ARGENTINA)

Le guste a o no a los historietistas rentados del régimen, gran parte de la gestión de gobierno del Presidente Jorge Rafael Videla (1976-1981) tuvo un consenso masivo en la población, no ya por haber puesto a la subversión contra las cuerdas sino porque se venía de un default de la hiperinflación peronista del “rodrigazo” en 1975, y durante los primeros años del Gobierno de facto disminuyó sensiblemente la inflación, se recuperó el crédito y las privatizaciones periféricas promovidas por el Ministro Martínez de Hoz generaron muy buenas expectativas en una clase media que deambulaba entre Miami y Río de Janeiro, consumiendo a borbotones novedosos productos que poco tiempo atrás eran de acceso imposible.
Luego, a poco andar la década del 80`, la crisis internacional del petróleo hizo peligrar el plan económico (la posterior devaluación del Ministro populista Lorenzo Sigaut le dio el tiro de gracia al plan de su antecesor) y fue a partir de allí cuando Videla dejó de ser elogiado por la opinión pública para convertirse en “represor y genocida”.
Entusiasmados por las presuntas bonanzas que traería el Plan Austral, el Presidente Raúl Alfonsín era aplaudido por las clases medias que veían al verborrágico mandatario como un estadista de fuste que nos iba a salvar con sólo recitar el preámbulo de la Carta Magna.
Sin embargo, tras la hiperinflación de 1987 (más la debacle de 1989), el “estadista” pasó a ser para el gran público no otra cosa que un demagogo, eurocomunista e incapaz que “no sabía, no podía ni quería” solucionar ni la espiral inflacionaria ni la implosión de la infraestructura estatal.
En la década siguiente, la estabilidad monetaria, la modernización acaecida con motivo de cierta apertura y la eficacia obtenida en los servicios públicos con motivo de las privatizaciones, el Presidente Carlos Menem dejó de ser el extravagante caudillo periférico e imitador de Facundo Quiroga para pasar a ser buen mozo, alto, refinado y dejó de ser “carlitos” para convertirse en “San Carlos”. Así lo confirma por ejemplo el hecho histórico de que en 1993 el candidato peronista Herman González arrasara en las contiendas de la ciudad de Buenos Aires (sector tradicionalmente “gorila”) y Menem ganara hasta 1997 cinco elecciones nacionales consecutivas (reforma constitucional incluida).
Pero ocurrió que los muy malos precios internacionales de entonces (los commodities valían el 20% de lo que hoy se cotizan) y el desmesurado déficit fiscal obrante, promovieron un creciente desempleo que además vino acompañado de una larga recesión. Luego, “San Carlos” pasó a ser el “turco mafioso”, “cipayo” y entreguista que “endeudó al país” y vendió “las joyas de la abuela”.
Anda circulando ahora un mail (presumiblemente con información de wikileaks), cuyo contenido explosivo comprometería gravemente al kirchnerismo y que por ende modificaría el rumbo electoral de las contiendas de octubre.
Supongamos por un rato que la información en ciernes es fidedigna y objetivamente escandalizante: ¿De veras cabe suponerse que cambiaría “la decisión” del votante?

Skanska, fondos de Santa Cruz, aduana paralela, bolsa de Michelli, valija de Antonini Willson, enriquecimiento de los K y sus Ministros (legitimados por las sentencias de Oyarbide), INDEC, nepotismo en el INADI, López y sus tragamonedas, la mafia de los medicamentos, las casitas populares de las Madres de Plaza de Mayo y un inacabable etcétera de felonías por todos conocidas, serían episodios más que suficientes como para que el votante medio hubiera “torcido” ya su voto en las primarias del corriente, y sin embargo, como vimos el gobierno cada vez obtiene más votos.
Cabe concluir entonces que el único “escándalo” que podría modificar la insoportable mansedumbre y llamativa docilidad de la mitad de los votantes del país, sería un problema económico vigente que altere la vida doméstica del elector.
Por ahora, el azar meteorológico y el contexto internacional se han encargado de anestesiar el bolsillo (y la indignación) de los hombres que habitan en la economía de mayor inflación del mundo, y por lo pronto, para el vulgo “El” sigue siendo “El” y no un “tuerto ladrón”, tal como lo llamarían si la soja tuviese otro valor.

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LUIS MANUEL AGUANA: EL ORO DEL COMANDANTE

El anuncio de Chávez de trasladar nuestras reservas internacionales de los bancos de reserva del mundo occidental a China, Rusia y Brasil sorprendió a todos menos a los viejos que aun conservan memoria de los desafueros históricos de los comunistas. En efecto, para muchos pasó por debajo de la mesa, algunos por desmemoriados y otros por olvido sinvergüenza, el traslado que hizo el gobierno socialista de la II Republica de España en 1936, presidido por Francisco Largo Caballero y su Ministro de Hacienda Juan Negrín López de 510 toneladas de oro, correspondientes al 72,6% de las reservas internacionales de oro del Banco de España a las bóvedas del Depósito de Metales Preciosos de la Unión Soviética. El restante de 193 toneladas de oro fue trasladado y vendido a Francia y convertido en divisas. La operación fue conocida para la historia como el Oro de Moscú.
Lo interesante de este capítulo de la historia de Europa y particularmente de España en relación con la historia venezolana de ahora, no solo es la similitud de los razonamientos utilizados por las autoridades socialistas españolas de aquel entonces con lo que ahora argumenta el llamado Presidente Comandante venezolano: las fuerzas perversas de la derecha, nacional e internacional, se apoderarán de nuestras reservas internacionales, sino también los protagonistas y su situación histórica. Al margen de que la parte en oro de nuestras reservas internacionales sean trasladadas a las bóvedas del Banco Central de Venezuela desde Europa, y la otra parte en divisas liquidas sean enviadas a países con los que el gobierno de Chávez mantiene acuerdos financieros, el triste final que tuvieron las reservas españolas en manos de los comunistas soviéticos de aquel entonces quedará para la historia como un manual de lo que no debe hacer un gobierno cuando esta desesperado y menos aún con castrocomunistas de asesores a su lado.
Existen similitudes sorprendentes en este caso del traslado de las reservas venezolanas que son interesantes estudiar, en especial por la intervención del gobierno comunista de Stalin de la Unión Soviética en España, como lo está siendo la intervención del Gobierno de los hermanos Castro en Venezuela. El gobierno de Chávez está desesperado, como lo estuvo el gobierno republicano  español que era considerado por los gobiernos de la Europa de 1936 como un gobierno de fuerte tendencia comunista y que ponía en peligro el balance político de Europa. No es necesario indicar como es considerado el gobierno venezolano de hoy por parte del mundo libre occidental, que luce para ellos como heredero de la dictadura comunista más anciana de todo el continente.
Los países de la Europa de 1936 firmaron un pacto de No Intervención en la Guerra Civil de España y suspendieron el envío de armas a los contendientes, pero la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini no dejaron de enviarle armas a Francisco Franco. Esto convulsionó a las izquierdas de todo el mundo a favor de la Republica que hizo que Stalin tomara la decisión de apoyar a los socialistas republicanos. Pero eso no fue gratis y tuvo un costo que los españoles pagaron con sus reservas internacionales. El 13 de septiembre de 1936 el Gobierno de Largo Caballero decidió trasladar fuera de Madrid las reservas del Banco de España por temor al avance franquista. Esta decisión fue tomada en secreto (¿algún parecido con nuestra realidad?) e ilegal según expertos de la época. El 14 de septiembre de 1936 se reúne el Directorio del Banco de España y los accionistas privados se opusieron abiertamente a la decisión, renunciando a sus puestos. A partir del 15 de septiembre son trasladadas por tren las reservas a la base naval de Cartagena. El 16 de septiembre de 1936 nace la Operación X en Moscú consistente en el traslado de armas sin identificación a España para el apoyo de la guerra. Esta operación la manejó la KGB y el Servicio de Inteligencia del Ejército Rojo. Aparecen retratos de Stalin en la España Republicana con el agradecimiento del apoyo a la causa en contra del franquismo. Ya el 15 de Octubre de 1936 la operación es descubierta al mundo en el periódico “El Heraldo de Aragón” donde Francisco Franco denuncia “la expoliación sin precedentes que realiza el llamado gobierno de Madrid al disponer libremente de las reservas nacionales de oro”. El gobierno republicano al verse denunciado, da la orden del traslado inmediato a la Unión Soviética de las reservas de oro.  Nótese que el oro de las reservas no había salido todavía a la Unión Soviética. El temor del avance cada vez mayor de Franco fue el principal acicate para la decisión. Esto último se me parece mucho al temor del avance de la oposición democrática en Venezuela en las próximas elecciones.
El armamento que se envió a la Republica desde la Unión Soviética era viejo de la Primera Guerra, y el nuevo lo vendieron con sobreprecio. La ayuda, ya garantizada con el oro de las reservas, se convirtió en el mejor negocio de Stalin. Esta ayuda no tuvo ningún control por parte de los Republicanos (¿les parece conocida esa situación?) y los rusos descontaban cada vez que enviaban material bélico. El 15 de febrero de 1937 se firma el acta de protocolo de recepción de las 510,07 toneladas de oro de España. El embajador español en la Unión Soviética indicó, y con razón, que el futuro de la Republica estaba en manos de la Unión Soviética (¿como el futuro de Venezuela en manos de los Castro?).
Moscú pasó factura a Madrid para el pago de 51 millones de dólares por concepto de armamento ya enviado y los gastos de traslado del oro a Moscú. Para poder cobrarse los rusos fundieron el oro español que estaba en su mayoría en sacos de monedas y, por aleación del oro, el tonelaje inicial bajó a 460 toneladas. Moscú también cobró resguardo y depósito de las reservas por casi dos años. La historia indica que Stalin hizo desaparecer a todos los funcionarios rusos que estuvieron involucrados en la operación a excepción del coordinador principal que huye a los Estados Unidos y cuenta la historia.
En febrero de 1939, desesperado porque esta perdiendo la Guerra Civil, Juan Negrin López ya como Jefe de Gobierno, pide más armamento a Stalin pero ya no tiene saldo en la cuenta y Stalin lo desestima. Desesperado, pide un crédito por 110 millones de dólares del cual Stalin solo le aprueba 55 millones por unas armas que jamás llegaron y que se quedaron en el camino en Francia al terminar la Guerra Civil española. La Unión Soviética se cobró ese crédito con el fondo de ayuda recogido para España en su país, curiosamente por el mismo monto. Vaya ladrones!
Para que se den una idea de la estafa comunista, Moscu le cobró a España con las reservas, asesores, aviadores, tanquistas, traductores y mecánicos soviéticos. Se facturó el viaje de ida y vuelta de soldados rusos y sus familias, las dietas, los sueldos y alojamiento, mantenimiento, hospitalización y vacaciones de las familias rusas, funerales y subsidios para las viudas de los soldados, entrenamiento de los pilotos españoles en la Unión Soviética, creación y remodelación de los aeropuertos de la República donde se hacían las prácticas de vuelo. Todo. Todo a cargo del oro español. Las partidas mas importantes fueron las del material bélico que de octubre del 1936 a agosto de 1937 ascendieron a 131 millones de dólares, más gastos de organización más comisiones; y de diciembre de 1937 a agosto de 1938 a 39,8 millones de dólares.
España salio mucho más golpeada de la Guerra Civil de lo que debió, sin reservas y una devaluación monstruosa de la peseta, debido a esta decisión de los socialistas. Esta historia debe ser repetida y repetida hasta el cansancio, de cómo los comunistas estafaron a los españoles con sus reservas internacionales, con la ayuda de sus propios socialistas, cambiándole oro por chatarra con sobreprecio. Esta desesperación de los socialistas españoles los llevo a hundir más a su país además de la devastación de una guerra civil.
Los venezolanos debemos, además de conocer esta historia poco contada de los estafadores comunistas, aprender de ella y ponernos al frente, denunciando y protestando de una manera civil pero firme ante la eventualidad de colocar nuestras reservas internacionales en las arcas de nuestros principales acreedores, en especial los rusos y los chinos. Estoy seguro que si nosotros no conocemos la historia española, los cubanos castrocomunistas si la conocen bien. Y saben de sus mentores soviéticos que fue lo que hizo Stalin con las reservas de oro de España para su beneficio y como lo hizo. Y Chávez esta siguiendo los primeros pasos de esa historia poco contada y menos conocida por nuestras nuevas generaciones. ¿Será por consejo del viejo Fidel que conoce mucho la historia soviética? La desesperación del gobierno castrocomunista de Hugo Chávez y sus asesores cubanos de perder las elecciones, le pueden y le van a dar, si no los desenmascaramos, la estocada final que recibieron los españoles de la postguerra a las fuerzas democráticas venezolanas, dejando desbancado al país después de las elecciones con una macrodevaluación sin precedentes, en virtud de que esas reservas no regresarán a Venezuela o serán dispuestas por el gobierno a su antojo, como lo hicieron los socialistas en la España de 1936. Venezuela no es la España de la postguerra, ni Cuba es la Unión Soviética de Stalin. Si la historia se repite aquí, no será porque no la conozcamos.
luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana

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URSS LE ROBÓ EL ORO QUE A MOSCÚ HABÍA ENVIADO LA REPÚBLICA ESPAÑOLA. VENEZUELA DEBE VERSE EN EL ESPEJO DE LA ESPAÑA DE 1936

Cuando ya el presidente Hugo Chávez y su ministro de finanzas Jorge Giordani (por cierto según las revistas especializadas el peor de Latinoamérica) acompañados del presidente del Banco Central, Nelson Merentes, confirmaron lo que se había filtrado a los medios días antes en cuanto al traslado de las reservas de oro y monetarias del país que estaban en Europa y Estados Unidos serán trasladadas a bancos de Rusia, China y Brasil, considero oportuno revisar este segmento de la historia española en 1936.
Recojo estas notas que detallan como los comunistas rusos encabezados por Josef Stalin se apropiaron del 72% de las reservas de oro de España que el gobierno republicano, asediado por los nacionales, había enviado a Moscú para evitar que esas 510 toneladas de oro cayeran en mano del ejército de los nacionales.
Tras el fin de la guerra civil española y ante la rogatoria española de que le devolvieran su oro la Unión Soviética solo les dijo que  todo ese oro del Banco de España se lo quedarían como cobro por la ayuda militar prestada al bando republicano en la Guerra Civil (1936-39).
Esta ayuda consistió en el envío de soldados, asesores, técnicos, aviones y tanques. De esta forma, la URSS incumplía (al igual que Italia y Alemania) el acuerdo de no intervención en España para evitar la internacionalización del conflicto español como veremos más abajo.
Imaginémonos una situación irregular en Venezuela, orientada y montada por el actual gobierno con el fin de quedarse en el poder así pierda las elecciones presidenciales de 2012 o que desaparezca por su enfermedad cancerosa el comandante presidente, y ante la llegada de un nuevo gobierno se pida a China, Rusia o Brasil que devuelvan el oro o las reservas monetarias depositadas en bancos de esos países.
Con deudas tan grandes como las que tiene Venezuela en armamento comprado a China y Rusia, principalmente a ésta potencia, y en materia de préstamos por adelantado de suministro petrolero con los amarillos, la pregunta que surge es: ¿se cobrarán antes y se darán el vuelto?.
Aquí la historia de 1936:
Septiembre de 1936. La Guerra Civil entre nacionales y republicanos se encontraba en sus inicios, tras el triunfo y derrota parcial del golpe de Estado del 17, 18 y 19 de julio. La Junta de Defensa, dirigida por el general cartagenero Miguel Cabanellas, gobernaba la zona nacional y Manuel Azaña era el jefe del Estado de la zona republicana. Las tropas nacionales avanzaban con rapidez en los frentes de guerra. Los sublevados habían conquistado en los tres primeros meses del conflicto Andalucía Occidental, el sur de Extremadura y Talavera. La toma de esta ciudad incrementaba el cerco de Madrid por las tropas nacionales.
El Gobierno republicano estaba liderado por Francisco Largo Caballero (PSOE). El 4 de septiembre de 1936, Largo Caballero reemplazó en la jefatura del Gobierno a José Giral, debido a la marcha negativa de la guerra para los republicanos. El nuevo Gobierno organizó la estructura del Ejército republicano, con el fin de cambiar el rumbo de la guerra en favor del Frente Popular.
La ciudad de Cartagena permaneció en el bando republicano, al igual que el resto de la región de Murcia, durante la Guerra Civil (1936-39). La marinería de Cartagena consiguió derrotar la sublevación de la oficialidad de la base el 18 de julio de 1936. Cartagena tenía una importancia vital debido a su localización estratégica en el Mediterráneo y a su condición de base naval española más importante de la costa mediterránea. Cartagena fue la principal base naval de la República durante el conflicto. Las bases navales de Cádiz y El Ferrol cayeron en manos de los nacionales al principio de la Guerra Civil.
La base naval de Cartagena estaba compuesta por el 3er Regimiento de Artillería de Costa, las flotillas de cruceros (Libertad y Méndez Núñez), destructores (Churruca, Barcaíztegui, Lepanto, Escaño, Gravina, Lazaga, Ulloa, Alsedo), acorazados y submarinos; la Capitanía General, el Arsenal y los polvorines. Además, la base naval de Cartagena está protegida desde el aire por el aeródromo de Los Alcázares y la base aeronáutica naval de San Javier.
La Guerra Civil se internacionalizó, a pesar de la creación del Comité de No Intervención en Londres (Gran Bretaña) en septiembre de 1936. Este comité estaba formado por 27 países europeos, entre ellos las grandes potencias del continente. Francia y Gran Bretaña respetaron el pacto, pero Alemania, Italia y la Unión Soviética (URSS) incumplieron el acuerdo internacional de forma sistemática.Alemanes e italianos respaldaron al bando nacional y los soviéticos al bando republicano.


El ministro de Hacienda, Juan Negrín, firmó un decreto reservado el 13 de septiembre de 1936, con el respaldo del presidente Largo Caballero, para el traslado de la mayor parte de las reservas de oro del Banco de España a la URSS. El presidente Largo Caballero negoció con el embajador de la URSS en España, Arthur Stashevski, el traslado del oro del Banco de España a la Unión Soviética.
El objetivo del Gobierno republicano era evitar la captura del oro por las tropas nacionales tras la posible caída de Madrid. El Ejecutivo de Largo Caballero no informó de esta medida al jefe del Estado, Manuel Azaña, pero suplantaron su voluntad en el decreto. “Se decidió que no lo supiera ni el presidente de la República, el cual se hallaba en un estado espiritual verdaderamente lamentable“, argumentaba Largo Caballero. Nunca se produjo la rendición de cuentas a las Cortes.
El decreto reservado decía lo siguiente:
“La anormalidad que en el país ha producido la sublevación militar aconseja al Gobierno adoptar aquellas medidas precautorias que considere necesarias para mejor salvaguardar las reservas metálicas del Banco de España, base del crédito público. La índole misma de la medida y la razón de su adopción exigen que este acuerdo permanezca reservado. Fundado en tales consideraciones, de acuerdo con el Consejo de Ministros, y a propuesta del de Hacienda, vengo en disponer, con carácter reservado, lo siguiente: Art. 1º: Se autoriza al Ministro de Hacienda para que en el momento que lo considere oportuno ordene el transporte, con las mayores garantías, al lugar que estime de más seguridad, de las existencias que en oro, plata y billetes hubiera en aquel momento en el establecimiento central del Banco de España. Art. 2º: El Gobierno dará cuenta en su día a las Cortes de este decreto“.
Las fuerzas de seguridad del Estado y las milicias de la UGT y CNT se apoderaron de las reservas del oro del Banco de España en nombre del Gobierno el 14 de septiembre de 1936. El gobernador del Banco de España informó al resto del Consejo Extraordinario del traslado del oro. El cajero principal del Banco de España se suicidó y los consejeros Martínez Fresneda y Álvarez Guerra denunciaron la extracción del oro por constituir una ilegalidad y presentaron su dimisión.

El Gobierno de Largo Caballero ordenó el traslado del 72 por ciento de las reservas de oro del Banco de España a Cartagena, para su posterior envío a la Unión Soviética. El Frente Popular eligió Cartagena como puerto de salida por sus grandes cualidades defensivas como principal base naval de la II República, por su situación estratégica en el Mediterráneo y por su condición de zona de retaguardia, alejada del frente de guerra.
Las fuerzas de seguridad trasladaron en cajas de madera las reservas de oro a la Estación del Mediodía de Madrid (actual Atocha). Desde allí, el oro del Banco de España viajó en tren hasta Cartagena, escoltado por las Brigadas Motorizadas del Partido Socialista (PSOE). Una vez en Cartagena, el oro del Banco de España quedó almacenado en el polvorín de La Algameca.
El presidente de la URSS, Josif Stalin, encargó al jefe de los servicios de inteligencia soviéticos en España, Alexander Orlov, la organización del traslado de las reservas de oro a su país. El ministro de Hacienda, Juan Negrín, y Alexander Orlov pactaron el traslado de las reservas a la URSS. Los tanquistas soviéticos de la base de Archena cargaron el oro español en los buques soviéticos atracados en el puerto de Cartagena durante las noches del 22, 23 y 24 de octubre de 1936.
El 25 de octubre de 1936, los buques soviéticos Kine, Kursk, Neva y Volgoles zarparon del puerto de Cartagena en dirección a la Unión Soviética. El oro del Banco de España llegó al puerto ucraniano de Odessa el 2 de noviembre. La Policía Secreta de la URSS se encargó de cargar las reservas de oro en camiones militares. Estos camiones transportaron con una escolta fuertemente armada el oro español hasta Moscú. El oro español llegó a Moscú el 6 de noviembre de 1936. Los servicios secretos de la Unión Soviética trasladaron el oro al Comisariado del Pueblo para las Finanzas en la capital de la URSS en calidad de depósito. Una comisión hispano-soviética se encargaría de su gestión durante la Guerra Civil. El embajador de España, Marcelino Pascua, formaba parte de esta comisión.
La Unión Soviética se apoderó de las 510 toneladas de oro del Banco de España en cobro por la ayuda militar prestada al bando republicano en la Guerra Civil (1936-39). Esta ayuda consistió en el envío de soldados, asesores, técnicos, aviones y tanques. De esta forma, la URSS incumplía (al igual que Italia y Alemania) el acuerdo de no intervención en España para evitar la internacionalización del conflicto español. Buena parte de la ayuda soviética llegó al bando republicano a través del puerto

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ANÍBAL ROMERO: EL EXTRAÑO CASO DE LIBIA

1--Gadafi fue un tirano detestable. Saddam Hussein también. Todos los tiranos lo son. Tengo la impresión de que en el plano de la crueldad, de las atrocidades y muertes producidas, Saddam Hussein superó con creces a Gadafi o como mínimo compitió ventajosamente con el dictador libio. Sin embargo: ¿soy acaso el único en haber percibido, en lo que respecta a Gadafi, una actitud muy distinta de parte de muchos que en su momento se opusieron al derrocamiento de Saddam a manos de George W. Bush? ¿Soy acaso el único en notar algo un tanto extraño, en ese plano, con relación al caso libio? No creo serlo, y vale la pena recapitular: Para el momento del ataque a Irak los servicios de inteligencia estadounidenses, franceses, alemanes, ingleses e israelíes estaban convencidos, en la medida que ello es factible en el campo de la inteligencia estratégica, que Saddam poseía armas químicas y biológicas en cantidades significativas y se hallaba nuevamente en busca de una capacidad atómica. Tal convicción fue desmentida por los hechos una vez que avanzó el conflicto, pero la misma existió y nadie ha logrado probar lo contrario. Cuando comenzó el ataque a Libia, de otro lado, ya Gadafi había destruido o entregado hacía buen rato a Washington sus capacidades nucleares, en gran parte a raíz de lo que le pasó a Saddam, y el dictador libio colaboraba activamente con Occidente en ése y otros asuntos vinculados a la lucha contra el terrorismo radical islamista. Sin embargo, no pocos de los que se opusieron a la guerra de Irak se convirtieron de pronto en fervorosos abanderados del derrocamiento de Gadafi. ¿Por qué, me pregunto? ¿Qué pasó con el New York Times, CNN, Le Monde, The Guardian, El Corriere de la Sera, la BBC, y tantos otros, que cuestionaron en su momento que se le pusiese fin a la tiranía de Saddam pero respaldaron de modo entusiasta, y con persistentes y repetidos errores de facto en su cobertura del proceso libio, el derrocamiento de Gadafi?

2—La respuesta que de entrada ofrecen los nuevos adalides de la virtud internacional es que la ONU, la Comunidad Europea, la Corte Internacional de Justicia y la Liga Árabe, entre otros entes, de un modo u otro concedieron su benevolente visto bueno a la operación de la OTAN contra Gadafi. Ahora bien, semejante respuesta conduce necesariamente a repetir la pregunta inicial: ¿Por qué Gadafi sí y Saddam no? Francia se opuso al derrocamiento de Saddam pero fue factor clave en el de Gadafi. La guerra contra Saddam fue bautizada por todos los medios antes mencionados como una “agresión”, pero la que se hizo contra Gadafi fue certificada con el atractivo sello de “guerra humanitaria”. ¿Por qué? El Consejo de Seguridad de la ONU emitió una resolución que solicitaba el establecimiento de una zona de exclusión en el aire, destinada a “proteger a los civiles” en Libia, una resolución que claramente dejaba de lado la intervención directa con tropas terrestres por parte de los interesados (EEUU, Francia e Inglaterra principalmente), y de manera no menos clara colocaba entre paréntesis cualquier propósito de “cambio de régimen” (“regime change”) entre su lista de objetivos. Dicho de otro modo, la resolución de la ONU no autorizaba a los aliados occidentales y sus socios en la empresa a apoyar con tropas terrestres a los rebeldes, ni a matar a Gadafi o derribar su régimen. Pero a ello, a matar a Gadafi y cambiar el régimen, fue precisamente a lo que se dedicaron EEUU, Francia e Inglaterra desde el primer silbato de ese tan despistado como hipócrita árbitro que es la ONU, al que no obstante tantos atribuyen el poder de decretar qué es o no legítimo en nuestro enredado panorama internacional. Lo de la “protección a los civiles” nunca fue determinante y la resolución de la ONU fue barrida bajo la alfombra por los factores referidos, tanto en las capitales involucradas como en los medios de comunicación señalados, entre muchos otros. Las manifestaciones de indignación fueron pocas, esporádicas y sobreactuadas. ¡Qué contraste con el rechazo que suscitaba el “vaquero” Bush y sus acciones en el Medio Oriente! Es evidente que la ONU proporcionó en el caso de Gadafi una pequeña y delgada hoja de parra, bajo la cual Washington, París y Londres ocultaron pudorosamente sus partes íntimas, en tanto que en Siria, por ejemplo, proseguían las matanzas. Pero en Libia no había matanza, sino una “guerra humanitaria”.

3—En su momento, los aliados occidentales justificaron su solicitud a la ONU advirtiendo que Gadafi se disponía a perpetrar una masacre en la ciudad rebelde de Benghazi. La acción de las fuerzas aliadas ciertamente hizo retroceder a las tropas de Gadafi ante Benghazi, y el mundo se quedó afortunadamente sin saber si en efecto se habría o no perpetrado una masacre. Seis meses más tarde, luego de más de 16.000 misiones aéreas emprendidas en Libia por la OTAN, de idas y venidas, marchas y contramarchas, informaciones contradictorias, propaganda y mentiras a granel, y muchos muertos en lo que fue, es y seguirá siendo una guerra civil con bases tribales, sólo sabemos con certeza una cosa: se han cometido atrocidades de parte y parte y los medios de comunicación internacionales, a diferencia de lo ocurrido en Irak, han sido sumamente parcos en sus detalles sobre qué ha pasado realmente en Libia, cuántos muertos ha generado la guerra y qué responsabilidad corresponde en particular y en ese aspecto a cada lado de la contienda. Sólo en días recientes, y cuando todavía (al escribir estas líneas) hay combates en Trípoli y otras partes de Libia, diarios como el New York Times han comenzado a reportar que, en efecto, los rebeldes han matado a mucha gente inocente también, y han tenido lugar horribles actos de crueldad en todos los bandos. ¿Y qué esperaban los articulistas bienpensantes, siempre nadando con la corriente, cuando se lanzaron a apoyar la “guerra humanitaria”? ¿Qué creían que pasaría con la resolución de la ONU? ¿Pensaron realmente que Sarkozy, Cameron y Obama prestarían la más mínima atención a la misma una vez que la tuvieran en las manos? Uno de estos articulistas comparó lo que podría haber ocurrido en Benghazi con lo que ocurrió ¡en Auschwitz! Pero todavía existen personas que caen en las trampas propagandísticas de la OTAN.

4-- Desde un comienzo han operado en Libia importantes destacamentos de los servicios especiales franceses, ingleses y norteamericanos, la CIA, el SAS británico y numerosos asesores militares franceses, que han participado de modo decisivo en la guerra terrestre. Es más que evidente que sin ese respaldo, que incluyó también una guerra aérea muy intensa, los rebeldes no habrían jamás vencido. Por lo tanto su victoria, que seguramente se transformará en algo muy distinto a lo que los actores y defensores de la “guerra humanitaria” imaginan, se debe a la intervención de fuerzas extranjeras. Es patente también que a pesar de todo el apoyo logístico, de inteligencia y operacional que les dieron EEUU, Francia e Inglaterra, los rebeldes tardaron seis meses en derrotar un ejército de décima categoría como el de Gadafi, lo cual me indica algo que debería resultar obvio: Gadafi, por las razones que sean, tenía y quizás sigue teniendo apoyo sustancial, o en todo caso los rebeldes representan algo que no es del gusto de muchos en Libia y ese “algo” garantiza que el conflicto persistirá.

5—Todo lo cual me conduce a preguntar adicionalmente: ¿y quiénes son los tales rebeldes, realmente? ¿Qué representan, qué quieren hacer ahora, qué tipo de régimen político impondrán? La verdad es que no lo sé y creo que tampoco Sarkozy, Cameron y Obama lo saben. El tiempo lo dirá. Pero sí hay un punto que ha quedado muy, pero muy patente: Para que una guerra como la acometida en Libia reciba el sello de la legitimidad en los tiempos que vivimos se requiere lo siguiente:

--Que el Presidente de los Estados Unidos sea un Demócrata, no un Republicano. Si es Demócrata la guerra será “humanitaria”, si es Republicano será una guerra de agresión neo-colonial. Si es Demócrata se le concederá el Premio Nobel de la Paz por hacer la guerra; si es Republicano se le condenará al oprobio.
--Que la ONU se pronuncie favorablemente sobre la intervención, así tal pronunciamiento constituya a todas luces una farsa sangrienta, que a la postre contribuirá a acrecentar el desprestigio de un organismo ya lo suficientemente decadente.
--Que si EE UU interviene lo haga de manera tal que parezca que no lo está haciendo.
--Que Francia dé su aprobación y si es necesario que intervenga militarmente. El carácter “humanitario” de la guerra será en buena medida definido por los intelectuales de izquierda parisinos, cuya influencia cultural carece de toda proporción con sus logros teóricos o desatinados juicios políticos.

6—Confío resulte claro de todo lo antes expuesto que no estoy acá discutiendo si Gadafi era o no un tirano repudiable. Hay muchos como él en el Medio Oriente, pero no todos son objeto de “guerras humanitarias” ni reciben igual condena a manos de los factores que hoy definen la legitimidad. Lo que me importa, y ha sido así desde el comienzo de este conflicto, es el doble patrón y la enorme hipocresía desplegada por parte de tales factores. Abrigo igualmente la convicción de que es un serio error justificar de ese modo las guerras, es decir, como acciones “humanitarias”, pues con ello se destruye el fundamental principio clausewitziano acerca de la importancia de definir con precisión el fin político de la guerra. La guerra es la continuación de la política por otros medios y el humanitarismo no es una política.

7-- Por otro lado, con una intervención como la escenificada en Libia, cubierta por el humo de la mentira y de la propaganda desde el primer minuto hasta su todavía incierta conclusión, se minimiza la posibilidad de extraer lecciones adecuadas del pasado. Los que ayer tanto insistieron en la necesidad de no repetir los errores que, según argumentan incesantemente, se cometieron en Irak y Afganistán, hoy se han lanzado a apoyar a fondo a uno de los bandos en una guerra civil, y no me cabe duda de que pronto afrontarán los mismos dilemas y desencantos del pasado reciente en experiencias similares. No pasará mucho tiempo antes de que se descubran los más profundos motivos de los actores de este drama. En tal sentido, recomiendo seguir la pista a los contratos petroleros para TOTAL (francesa) y BP (inglesa). Me atrevo a apostar que sus celebraciones no durarán mucho.
aromeroarticulos@yahoo.com



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VICTOR RODRIGUEZ CEDEÑO: LA OBLIGACIÓN DE COOPERAR CON LA CORTE PENAL INTERNACIONAL

La situación en Libia y el sangriento final de la dictadura de Gadafi abre las puertas a procesos penales nacionales e internacionales, para determinar la responsabilidad del dictador y de sus cómplices.
La Corte Penal Internacional ha emitido una orden de captura en contra del dictador libio, algunos de sus hijos y otros colaboradores por considerar que han cometido crímenes de lesa humanidad y que es posible iniciar un proceso para determinar los hechos y establecer las responsabilidades del caso. Un paso importante en la lucha por la justicia y la erradicación de la impunidad, por la realización de crímenes internacionales.
La CPI es competente para conocer el asunto aunque Libia no es parte del Estatuto. El Consejo de Seguridad tiene la facultad, según el Estatuto de Roma, de solicitar a la Corte que inicie una investigación para determinar los hechos y sancionar a los responsables, razón por la cual el 26 de febrero de este año, por unanimidad, decidió solicitarle al Fiscal de la Corte conocer la “la situación que ocurre en Libia desde el 15 de febrero de 2011”. Posteriormente, el 3 marzo, en ejercicio de sus funciones, el Fiscal  anunció abrir una investigación sobre esa situación.
La comunidad internacional lamenta la violencia y los centenares de muertos producto de la insensatez de un enajenado; pero se muestra satisfecha por el final de la dictadura de mas de 40 años, período durante el cual el coronel Gadafi decidió por todos los libios el destino de la patria. Se sentía iluminado; formó fuerzas paralelas o milicias armadas para su defensa; se apoderó de las instituciones; arruinó el país; trató de interferir en las cuestiones internas de otros, para imponer su disparatdo sistema; mantuvo relaciones estrechas con Estados forajidos; practicó, promovió y protegió el terrorismo. Hoy, Gadafi esta en la mira de la justicia y como otros se verá tras las rejas, sin poder ni influencias, como un criminal cualquiera. Asi terminan todos.
La Sala de Cuestiones Preliminares de la Corte, tras conocer la solicitud del Fiscal, consideró que hay motivos razonables para creer que en el sentido del artículo 25-3 del Estatuto de Roma, Gadafi, su hijo y otros colaboradores del régimen serían responsables penalmente como coautores indirectos de dos crímenes contra la humanidad: muerte en el sentido del artículo 7-1 del Estatuto y persecución, de acuerdo con el artículo 7-1-h del mismo texto.
Gadafi pierde y huye. Si lo detienen en Libia podría ser procesado por los tribunales libios, seguramente en un proceso justo, muy distinto a los ordenados por los dictadores en ejercicio. Si el Estado libio no lo puede juzgar porque los tribunales internos no funcionan o no pueden hacerlo,  la CPI, como institución judicial penal internacional complementaria, le procesaría junto a los otros presuntos responsables de los crímenes cometidos en contra de la población civil.
La Corte lo solicita y lo más importante, los Estados partes en el Estatuto deben cooperar con ella, de conformidad con el artículo 86 del Estatuto, lo que implica que en caso de encontrarse en el territorio de ese Estado, las autoridades deben entregarlo al tribunal en La Haya, según el artículo 89 y siguientes del mismo tetxo.
Los Estados deben cumplir con sus obligaciones internacionales asumidas libre y soberanamente al concluir tratados internacionales. De no hacerlo, comprometen su responsabilidad internacional, con las consecuencias  que de ello se derivan. Los Estados forajidos que irrespetan el orden jurídico y las reglas de convivencia pacífica internacionales son condenados por la comunidad internacional. El probable refugio de Gadafi en Venezuela traerá serios problemas al régimen bolivariano, uno de los tres (Nicaragua y Ecuador) que irresponsablemente le han expresado su apoyo  y su solidaridad. Torpeza reiterada, pretensiones estúpidas o coincidencias perversas.
vitoco98@hotmail.com>

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