domingo, 26 de junio de 2011

CHILE: PIÑERA PIDE A EEUU RATIFICACION DEL TLC CON PANAMA Y COLOMBIA

El presidente chileno, Sebastián Piñera, pidió el lunes a su homólogo estadounidense, Barack Obama, la ratificación de los tratados de libre comercio (TLC) suscritos por EEUU con Colombia y Panamá y la ampliación del acuerdo que tiene vigente con Chile.
“Quisiera levantar nuestra voz para pedirle que países como Colombia y Panamá también puedan tener un TLC con su país y puedan incorporarse a esta iniciativa del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP)”, afirmó Piñera a Obama durante una comparecencia de prensa conjunta en el Palacio de la Moneda.
El TLC de Estados Unidos con Colombia fue suscrito en el 2006 y el de Panamá en el 2007, pero aún no han sido presentados al Congreso para su ratificación y entrada en vigor.
Barack Obama, que llegó el lunes a Santiago en la segunda parada de su gira latinoamericana, evitó pronunciarse sobre los acuerdos con Panamá y Colombia, pero sí manifestó su voluntad de llegar “a fines de año” a un acuerdo sobre el marco para el TPP.
Este acuerdo, que negocian EEUU, Chile, Australia, Brunei, Nueva Zelanda, Perú, Malasia, Singapur y Vietnam, busca crear en el futuro una zona de libre comercio interregional entre las dos orillas del Pacífico.
Piñera también pidió a EEUU “acelerar y perfeccionar” el tratado de libre comercio con Chile, vigente desde el 2004 y que forma parte de los veintiún acuerdos comerciales que el país sudamericano mantiene con 57 naciones.
Obama recogió el guante y recordó que el comercio bilateral entre ambos países se ha duplicado desde que se comenzó a aplicar ese TLC.
“Pero creo que hay mucho que podemos hacer para seguir expandiendo esta cooperación económica, de modo que hoy nos hemos vuelto a dedicar a implementar plenamente nuestro acuerdo de libre comercio e incluir la protección de la propiedad intelectual”, señaló.
La protección de la propiedad intelectual en Chile, que Estados Unidos considera poco firme, es precisamente el principal escollo para profundizar en la relación comercial.
Piñera también manifestó su preocupación “por los retrasos de la Ronda de Doha” en su camino para liberalizar el comercio agrícola, aunque se mostró seguro de que “EEUU va a hacer un esfuerzo por que finalmente se destrabe”.
Tras esta comparecencia de prensa, se dirigió al aledaño Centro Cultural Palacio de la Moneda para pronunciar un discurso sobre la región.
Fuente: El Nuevo Herald


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ARGENTINA: LA PROPIEDAD DE LAS TIERRAS RURALES Y LA CONSTITUCION NACIONAL POR MARCELO JAROLAVSKY


Comenzó en el Congreso el debate en comisiones del PROYECTO DE LEY DE ” PROTECCIÓN AL DOMINIO NACIONAL SOBRE LA PROPIEDAD POSESIÓN O TENENCIA DE TIERRAS RURALES”  cuya inconstitucionalidad no es el objeto de la presente nota.


Baste por ahora mencionar que el mismo, cuyo espírtu es ampliamente compartido por los representantes de muchos de los Partidos con representación en el mismo, ha sido inspirado por la Federación Agraria cuya prédica en defensa de los pequeños y medianos productores, independientemente de que sus planteos sean o no  conducentes al objetivo propuesto, es ampliamente conocida.
No parece razonable considerar que la soberanía nacional, en un país poblado en gran parte por argentinos de a lo sumo segunda generación, descendientes de los inmigrantes que respondieron al llamado del Preámbulo de nuestra Constitución Nacional que propone asegurar los beneficios de la libertad a todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino reconociéndoles a los extranjeros los derechos civiles del ciudadano, sea puesta en peligro por quienes deseen invertir en él.
No obstante lo anterior  considero que será útil a quienes el miedo impulsa a recrear barreras que quienes establecieron las bases de nuestra convivencia hace 158 años con gran éxito desarmaron, la consideración de las razones que podrían tener los argentinos nativos poseedores de tierras rurales para desprenderse de ellas y los extranjeros para querer comprar lo que para nuestros connacionales se pudiera tornar indeseable ó insostenible.
Las políticas implementadas desde hace años, no es este el único gobierno que se ha dedicado a discriminar negativamente a los productores agropecuarios, constituyen una razón incuestionable para que estos se vean, en muchos casos, obligados a enejenar sus tierras.
El gobierno actual, continuador del iniciado en 2003, ha llevado adelante políticas cuyo resultado ha sido el contrario al declamado objetivo de “cuidar la mesa de los argentinos” y de poner límites a los “grupos concentrados”.
En materia ganadera las imposiciones a quienes participan del mercado interno y el cierre de las exportaciones han llevado a la desaparición de miles de productores y a una dramática disminución del stock de ganado vacuno. Han sobrevivido sólo los que han tenido resto para soportar las arbitrariedades gubernamentales.
En cuanto a la producción granaria es muy ilustrativa la comparación realizada por Carlos Etchepare entre lo que reciben por el mismo producto los productores argentinos; los americanos del norte; los brasileros y los uruguayos.
Por una tonelada  de trigo en EE.UU. los productores reciben un precio bruto de U$S 330.-; los brasileros U$S 320.- ; los uruguayos U$S 300.- y los argentinos U$S 180.-
Algo sismilar ocurre con el maíz : En EE.UU U$S 300.- ; en Brasil 320.- ; en Uruguay U$S 350.- y en la Argentina U$S 190.-
Por último en soja : En EE.UU U$S 500.- ; en Brasil U$S 500.- en Uruguay U$S 480.- y en la Argentina U$S 315.-
Esa diferencia está representada por las inconstitucionales retenciones y los manejos que merced a la interferencia del gobierno en los mercados posibilitaron a quienes se declama como “el enemigo a vencer” ser los beneficiarios de las distorsiones políticamente impuestas.
Si a todo lo anterior le agregamos el acoso impositivo que además de convertir en sospechoso a todo aquel que produce y  la permanente introducción de disposiciones administrativas que complican a los pequeños y limitan la libertad de ejercer una industria lícita y de comerciar libremente a todos, empezamos a entender con claridad por qué es real la posibilidad de que muchos se puedan ver forzados , en ejercicio de la última posibilidad que les da el permanentemente violado derecho de propiedad, a venderles sus tierras a quienes se las quieran comprar.
En un mundo financieramente convulsionado y crecientemente demandante de alimentos es indudable que las tierras rurales constituyen un buen refugio para quienes no tienen otra urgencia que poner a buen recaudo sus recursos y, por lo tanto, confiando en que no hay mal que dure 100 años, serán potenciales adquirentes de propiedades  de las que sus dueños estén compelidos a desprenderse.
La conclusión es que más que leyes que inconstitucionalmente limiten el derecho de propiedad lo que nuestros productores necesitan para poder conservar sus tierras y el estilo de vida que han elegido es que las garantías constitucionales les sean incondicionalmnete respetadas para que, poseedores incuestionados del fruto de su trabajo, se vean libres del poder ilegítimamente ejercido.
Fuente: Marcelo Jaroslavsky (Argentina)

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COLOMBIA: MANO NEGRA ESCRITO POR ERNESTO YAMHIRE


Más desafortunada no pudo ser la intervención del presidente Santos, cuando resolvió hablar de la existencia de unas manos negras de derecha e izquierda. No tenía necesidad de meterse por un camino del que difícilmente podrá salir. Aseguró que la mano negra de la izquierda es la guerrilla. Fácil y simple. Según el presidente, hay otra mano negra, pero a la diestra. Horrible y nauseabunda que, en palabras suyas, se opone a la Ley de Víctimas mientras hace una desmedida alharaca por cuenta de los rebrotes de violencia que se registran a lo largo y ancho del país.Sospechosamente, evita decir el nombre de las organizaciones y de las personas que hacen parte de esa inmunda extremidad de la derecha a la que le endilgó, sin más ni más, la autoría de la bomba en el busto del ilustre expresidente Laureano Gómez.

Entonces, en virtud de la nueva diferenciación acuñada por el gobernante ¿el nivel de terror de los actos criminales se graduará dependiendo del lugar que el delincuente ocupe en el espectro ideológico? Alarmante que el presidente Santos esté desempolvando las caducas tesis que sostienen que una acción de izquierda es altruista y una de la derecha es terrorista.
¿Acaso suenan más bonito las bombas de la izquierda, o matan con romanticismo las balas comunistas, mientras que las “otras” sí son nefastas?
Recordemos la terrible frase pronunciada por Carlos Gaviria en un debate en defensa de la existencia de los delitos políticos. En medio de la discusión, el jurista dijo que una cosa es matar para enriquecerse —“crímenes malos”— y otra muy distinta es matar para buscar una vida mejor —“crímenes buenos”—.
Uno de los grandes avances que logró Colombia durante la implementación de la Seguridad Democrática en el gobierno del presidente Uribe fue el de borrarle el color ideológico a la violencia. Los crímenes hay que enfrentarlos sin distingo alguno.
Santos parece estar avergonzado de la naturaleza de su elección. En su obsesiva carrera por posicionarse como un líder mundial capaz de ocupar los más distinguidos cargos en el multilateralismo, ha hecho hasta lo imposible por demarcarse del uribismo, corriente que algunos califican de derecha y que le puso más de 9 millones de votos hace exactamente un año.
Optó por el viejo truco del espejo retrovisor. Puso a la gente a mirar hacia atrás, para evitar que se fijen en su gestión que muy pocos resultados concretos tiene para mostrar.
Esa estrategia despertó el ánimo revanchista de los liberales que están dichosos con el actual gobierno. ¿Cuándo iban a imaginarse los rojos que el comandante en jefe de la venganza contra el uribismo fuera a ser Juan Manuel Santos y que además de hacerles semejante tarea les iba a encimar eso que tanto gusta a los políticos y que conocemos como burocracia?
Para concretar la arremetida, hace una semana sacó el temita de la mano negra para fustigar a quienes creemos que la Ley de Víctimas es un imposible fiscal. Tampoco son del agrado presidencial las críticas que se han hecho como consecuencia del rebrote de violencia que vivimos y que nos obliga a recordar el horrible gobierno del Caguán, cuando los noticieros abrían sus emisiones con las acciones de barbarie que se registraban en todos los rincones del territorio.
Al presidente Santos le molestan los reclamos políticos y reacciona con agresividad cuando alguien no está de acuerdo con su proceder. La intolerancia es la característica que más lo identifica con su nuevo mejor amigo.

Fuente: El Espectador (Colombia)

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LUDWING VON MISES: DEL LUJO A LA NECESIDAD

Hace unos 60 años, Gabriel Tarde, el gran sociólogo francés, se ocupaba del problema de la popularización de los lujos. Una innovación industrial, apuntaba, entra en el mercado como la extravagancia de una élite antes de convertirse finalmente, paso a paso, en una necesidad de todos y cada uno y considerarse como indispensable. Lo que una vez fue un lujo se convierte con el paso del tiempo en una necesidad.

La historia de la tecnología y la mercadotecnia ofrece múltiples ejemplos que confirman la tesis de Tarde. En el pasado había una considerable distancia en el tiempo entre la aparición de algo desconocido hasta entonces y su conversión en un artículo usado por todos. A veces hicieron falta siglos hasta que una innovación se aceptase al menos dentro de la órbita de la civilización occidental. Pensemos en la lenta popularización de tenedores, jabón, pañuelos y una gran variedad de otras cosas.
  • Desde su inicio, el capitalismo mostró una tendencia a acortar esta distancia y finalmente a eliminarla casi completamente.
No es una mera característica accidental de la producción capitalista: es inherente a su propia naturaleza.
  • El capitalismo es esencialmente la producción en masa para la satisfacción de los deseos de las masas. Su característica distintiva es la producción a gran escala para las grandes empresas. Para las grandes empresas no tiene sentido producir cantidades limitadas para la sola satisfacción de una pequeña élite. Cuanto mayor se haga la gran empresa, más y más rápidamente estarán disponibles para toda la gente los nuevos logros de la tecnología.
Pasaron siglos antes de que el tenedor pasara de ser algo para alfeñiques afeminados a un utensilio para todos. La evolución del automóvil de juguete de ricos ociosos a medio de transporte utilizado universalmente requirió más de 20 años. Pero las medias de nylon se convirtieron, en este país, en un artículo que visten todas las mujeres en poco más de dos o tres años. No hubo prácticamente ningún periodo en el que el disfrute de innovaciones como la televisión o los productos de la industria del congelado estuvieran restringidos a una pequeña minoría.
  • Los discípulos de Marx tienen mucha afán en describir en sus libros de texto los “inenarrables horrores del capitalismo” que, como había pronosticado su maestro, generan, “con la inexorabilidad de una ley de la naturaleza”, el progresivo empobrecimiento de las “masas”. Sus prejuicios les impiden advertir el hecho de que, mediante el instrumento de la producción a gran escala, el capitalismo tiende a eliminar el chocante contraste entre el modo de vida de una élite afortunada y el del resto de una nación.
El océano que separa al hombre que viajaba en un vagón de lujo y el hombre que se quedaba en casa porque no tenía dinero para el billete se ha reducido a la diferencia entre viajar en Pullman, o primera clase, y en tercera.

Este artículo apareció originalmente en la New York University Graduate School of Business Administration Newsletter, volumen 1, número 4, primavera de 1956.

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EL lIBERALISMO POLÍTICO

¿Qué es la libertad? : La base del liberalismo es la conquista de la libertad del individuo. Y esa libertad fue definida a partir de la ausencia de coacción. En este despertar de la humanidad de su largo sometimiento a un pensamiento y a una moral única e impuesta coactivamente, los filósofos liberales vieron, ante todo, la libertad en su aspecto «defensivo» frente al poder del Estado o la i9 pero pronto advirtieron que esa libertad no puede ser pasiva, sino que daba lugar a una actuación, surge así la segunda forma de la libertad como posibilidad de participación en la vida política, en la investigación científica, en la actividad económica.

EL LIBERALISMO POLÍTICO: El liberalismo es una filosofía política orientada hacia la salvaguardia de la libertad del individuo, justificación última de la sociedad política. Esta libertad individual no puede depender de la decisión exclusiva del rey, que tendría la facultad de revocarla; el titular último  del poder es el pueblo. El poder popular, o la soberanía nacional, que es la expresión utilizada, implica la limitación de las facultades de los reyes, mediante constituciones, en las cuales se consignan las garantías de los ciudadanos y la división de los poderes, que nunca deben estar concentrados.

En 1830 Thiers, en un articulo famoso, formula el principio de que el rey reina, pero no gobierna. El derecho a legislar corresponde únicamente a los parlamentos y los ciudadanos no están obligados a cumplir más que lo que las leyes disponen, conforme a la interpretación que de ellas hacen jueces independientes.

Como doctrina, el liberalismo nació en Inglaterra, en la revolución de 1688, y no dejó de evolucionar y enriquecerse en contenido teórico hasta el Acta de Reforma de 1867, que amplió decisivamente la base electoral. La ilustración es todo un símbolo, porque no se deciden ya las grandes cuestiones políticas en los salones de los palacios o en las cámaras reales sino que se debaten en los parlamentos. Y quienes se sientan en ellos deben su poder a una decisión libre de los votantes. Por otra parte los debates parlamentarios exigen a los oradores que previamente estudien las cuestiones, reúnan datos estadísticos, lean la correspondencia que les remiten los ciudadanos. Con toda justicia puede afirmarse que en el Parlamento de Londres nació la democracia contemporánea.

Los ciudadanos no constituyen un conjunto homogéneo sino que se agrupan en partidos, cuyos líderes pueden acceder, tras el resultado de las elecciones, a los parlamentos. Los pueblos continentales poseían escasa experiencia del funcionamiento de los partidos, para los que en principio sólo encontraban un antecedente en el funcionamiento de los clubs de la Revolución Francesa, pero pronto se forjaron estos grupos de orientaciones divergentes —reaccionarios, moderados, independientes, revolucionarios— que convierten la vida política en un juego de tensiones, propaganda y sucesión de programas y gestiones de gobierno. Con el mismo propósito de impedir concentraciones de poder postula el liberalismo las autonomías provinciales y municipales, en merma de la jurisdicción de los poderes centrales

Finalmente la libertad del individuo está garantizada, frente a cualquier abuso, por una serie de derechos que regulan todos los códigos; integridad personal y familiar, libertad religiosa y de industria, protección de la propiedad. Y un derecho imprescindible de tipo social, libertad de prensa, proclama de todas las revoluciones, porque sólo mediante la concurrencia de una prensa libre se pueden expresar los partidos y decidir en elecciones los ciudadanos entre las varias opciones que se les ofrece.

Un texto de Benjamín Constant, de su obra De la libertad de los antiguos comparada a la de los modernos, ofrece uno de los resúmenes más claros de lo que es el liberalismo político: “La libertad es el derecho que cada uno tiene a estar sometido sólo a las leyes, de no ser detenido, encarcelado ni condenado a muerte o molestado, en cualquier forma que sea, por el capricho de uno o más individuos. Es el derecho que todos tienen a expresar su opinión, a seguir sus inclinaciones, a trasladarse de un lugar a otro, a asociarse. Es, finalmente, el derecho a influir sobre la marcha del Estado, bien sea nombrando todos o parte de los funcionarios, bien aconsejando o preguntando, o mediante las peticiones que la autoridad esté más o menos en la obligación de tomar en consideración”.

Otra manera de restringir el poder estriba en limitar su actuación al campo estricto de la política, postulando su no intervención en las actividades económicas y sociales; es la doctrina del laissez faire, laissez passer. Nos encontramos aquí con una de las insuficiencias del liberalismo, cuya concepción del Estado-gendarme, que sólo interviene en los casos de flagrante delito, centra sus funciones en el mantenimiento de la libertad individual y descuida el ámbito de la justicia social.

El liberalismo aparecerá así como un movimiento inoperante para enfrentarse a las contradicciones y problemas de la Revolución Industrial —otras ideologías más revolucionarias surgen como banderas ante los problemas sociales— y por otra parte, por su negación de la soberanía real y su exigencia de consignar en textos escritos los derechos ciudadanos, es considerado como ideología subversiva por los monarcas de la Restauración.

El liberalismo comporta la destrucción del antiguo orden político, en este sentido es revolucionario; despreocupado de las estructuras sociales se convierte en ideología de una clase, la burguesía, en este sentido es conservador. René Remond ha reflejado esta ambivalencia:

“Una vez y otra, revolucionario y conservador, subversivo y conformista. Los mismos hombres pasarán de la oposición al poder, los mismos partidos del combate contra el régimen a la defensa de las instituciones."

El temor a la revolución social inclina a los liberales a interpretar en sentido restrictivo la soberanía nacional, con la negación del sufragio universal; sólo poseen derecho de voto los grupos con un determinado nivel de riqueza o de cultura, la burguesía del dinero y del talento. Constitución escrita, monarquía limitada, elecciones y partidos políticos, sufragio censatario, descentralización, igualdad jurídica y desigualdad social son rasgos que perfilan las sociedades políticas del liberalismo europeo.

Ideas del Liberalismo:

Interpreta la naturaleza humana y supone que con mayores cuotas de libertades se alcanzan mayores niveles de prosperidad.

El hombre obtiene mas beneficio haciendo lo que se le plaza, que sometiéndolo para que haga lo que a otros les place.

El ejercicio de la libertad individual es el camino ideal para el bienestar del individuo.

Las relaciones entre los individuos deben ser controladas y regidas por una norma nacional, la Constitución, que garantizara los derechos toda la sociedad.

Cada individuo es responsable de sus actos deberá respetar los derechos de sus semejantes.

Todos los hombres nacen libres e iguales ante la ley.

La tolerancia y la razón son los pilares fundamentales de la ideología liberal.

El individuo buscando su progreso individual, (usando su libertad, talento y conocimiento) ira formando una sociedad mejor.

La religión es una convicción personal y nada tiene que ver con el estado, se puede creer o no en Dios, pero igualmente se es un buen ciudadano.

Se deben liberar todas las fuerza creativas de la sociedad, la cual se ira construyendo de manera positiva, mejorando día a día.

En lo político defienden la separación de los poderes , la soberanía nacional y  el sufragio universal.

Fuentes:
Historia del Mundo Contemporáneo Cronos A. Fernández
Las Ideologías en el Siglo XXI Ignacio Massun
Enciclopedia Wikipedia
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ALBERTO MEDINA MENDEZ: EL SADISMO ELECTORAL. (DESDE ARGENTINA)

Para los que estamos convencidos de que el autoritarismo no es una opción moralmente válida, que la libertad debe ser preservada como valor central de la vida en comunidad y que las decisiones no significan imponer al otro la visión propia, la democracia parece ser, la menos mala de las alternativas disponibles.

Cierta exacerbación de esa noción nos hace rechazar de plano, cualquier otra forma que cuestione la vida democrática de una sociedad tal cual la concebimos, aunque muchas veces terminemos vaciando la idea principal y creyendo que solo se trata de hacer lo que dice el que tiene más votos. Vaya deformación conceptual esta, aunque habrá que decir que dicha visión goza de una peligrosa adhesión popular, con todo lo que ello implica.

Pero buena parte de la defensa irrestricta de la democracia, se sostiene sobre la base de un sistema electoral que fija reglas del juego mínimas, esas que tienen que ver con seleccionar a aquellos que nos representan y que tomarán decisiones por nosotros, como parte de una comunidad.

Así las cosas, la dinámica electoral, se convierte en el escenario fundamental, en el ámbito simbólico de mayor trascendencia, al punto que algunos llegan a sostener con certeza, que una de las fortalezas de la democracia, es que cada tanto, el ciudadano, puede decidir la continuidad o el reemplazo de sus elegidos, como si esto fuera lo significativo de la idea.

En ese contexto, el diseño de la herramienta electoral, pasa a ser la clave del sistema democrático, y por lo tanto, el marco necesario para que la partidocracia reinante lleve adelante las mayores aberraciones imaginables para manipular la voluntad popular a su arbitrio y determinar convenientes reglas para su provecho.

El sistema electoral, vaya paradoja, está en manos de los beneficiarios del mismo. Son los electos, quienes establecen las normas, las modifican a su antojo y las ajustan discrecionalmente según sus propias necesidades.

En democracias altamente imperfectas como las nuestras, sigue vigente el monopolio de los partidos políticos. Ningún ciudadano puede ejercer derechos ciudadanos a ser elegido, sin pasar por el complejo filtro que propone el irregular, frágil y caprichoso funcionamiento de los partidos.

Este primer escollo, deja afuera, a cualquier individuo que no esté dispuesto a someterse a la poca estimulante trituradora que propone casi cualquier facción partidaria. Allí, los méritos no tienen necesariamente que ver con talentos, aptitudes y habilidades, mucho menos con buenas ideas, brillantes propuestas o inteligentes estrategias.

En ese submundo alcanza con sobrevivir al resto. Se trata de la ley del más fuerte, en el que rara vez los mejores se imponen. Solo alcanza con conocer las trampas del esquema general para avanzar y quedarse con el mando.

No se puede desconocer que el espacio electoral es el lugar preferido de las mañas y las trampas, de los trucos y los ardides. El que mejor conoce los vericuetos formales, los detalles operativos que ofrecen flancos, sacará rédito de ello y conseguirá ventajas significativas a la hora del recuento.

El sistema electoral es el entorno más adecuado para manosear la voluntad popular. Listas sabanas para esconder ignotos candidatos, mecanismos internos de selección objetables, poco transparentes, repletos de maniobras, con recovecos formales que estimulan a los más descarados.

La fauna del día de las elecciones, mostrará un ejército de fiscales, la logística del traslado de votantes, las dádivas a la orden del día, las picardías de los más experimentados y el talento para sacar ventaja que se perfecciona eternamente.

Pero es el financiamiento de la política, el mayor de los cómplices de esta historieta. La sospecha respecto del origen de los fondos, el indisimulable peso de los aparatos de poder, sobre todo allí donde las cajas estatales hacen de las suyas, aporta la cuota de corrupción infaltable a la hora completar la escenografía.

Todo lo descripto solo puede ser concebido por la mente retorcida de mediocres, de gente sin convicciones democráticas profundas, que utiliza estos recursos para tratar de disimular su incapacidad personal y  abrirse el camino hacia el poder. De otro modo no podrían lograrlo. Necesitan dejar afuera a los mejores, amedrentar a los moralmente más aptos y disuadir a los más íntegros.

Por eso le tienen miedo al voto electrónico, a la fiscalización que propone la tecnología, a la boleta única, al sufragio por internet o cualquier idea que les quite control, posibilidades de torcer el rumbo, de apelar a la diversidad de atajos, para acomodar todo a su gusto.

El ferocidad de quienes implementan día a día estas herramientas, de quienes se la pasan pensando, como utilizarlas para que les resulte conveniente, solo puede ser patrimonio de hombres crueles, que disfrutan de su supuesta habilidad y que se burlan de una ciudadanía timorata, al punto de acusar a cualquiera que se atreva a cuestionarlos, de antidemocráticos.

Si los sistemas electorales no se transparentan, sino se hacen abiertos, con pocas reglas, propendiendo a una participación ciudadana con mayúsculas, quitándole privilegios al sistema partidario y prerrogativas a los poderosos, para permitir que los mejores puedan tener oportunidades, seguiremos condenados a estar en manos de los sádicos de siempre

Alberto Medina Méndez
amedinamendez@gmail.com

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