martes, 31 de mayo de 2011

ANCOINTER JOSE PARRA: ESTADOS UNIDOS VS VENEZUELA. EL VERDUGO NO PIDE CLEMENCIA

El Diputado Julio Montoya en representación del Bloque Parlamentario de la Unidad rechazo las sanciones impuestas el martes 24 pasado por el Gobierno Norteamericano, a la Industria Petrolera Venezolana  (PDVSA).

No hay que olvidar que cuando ha este gobierno de turno le conviene, PDVSA si es nuestro.

Esta Asamblea Nacional es una caja de sorpresas, también el Presidente de dicha Asamblea Fernando Soto Rojas, ex - guerrillero, el cual se cree un héroe de guerra, el mismo que cometió delitos de Lesa humanidad, en los años 60, se pronuncio al igual que el ex – adeco Aristóbulo Isturiz y también el ex – copeyano Elías Jawa . Pero ninguno de los antes mencionados dio explicación al pueblo venezolano del por que de la sanción.

Este gobierno el cual se ha auto declarado enemigo de los Estados Unidos y del Capitalismo mantiene relaciones con el Gobierno de Irán, país este, que esta sujeto por la ONU a sanciones desde el año 1999, motivado al uso de la Energía Nuclear, con fines pacíficos o no. Hay que recordar que Irán es un gobierno fundamentalista, el cual se pasa vociferando  que desaparecerá de la faz de la tierra al estado de Israel, también se sabe que mantenía relaciones muy cordiales con Bin-Ladeen. Pero por que estos diplomáticos a toda carrera, venezolanos, los cuales creen dirigir un país portátil, no suspenden el envió de una vez por todas de 1.200.000 barriles diarios de petróleo a los Estados Unidos, y dejan de tanto vociferar y cacarear como gallinas.

El Articulo 152 de la Constitución Nacional Venezolana que reza: “Las relaciones internacionales de la republica responde a los fines del estado en función de la Soberanía y los intereses del Pueblo.”, por tal motivo este gobierno tiene que ser muy cuidadoso con los acuerdos internacionales, ya que el manejo de los mismos podrían poner en riesgo a nuestro país, como de hecho esta ocurriendo.

Este tenia que haber sido el mensaje de la bancada parlamentaria de la unidad,  y no caer en el juego del gobierno, gobierno este que cuando sale de gira internacional y firma cientos de acuerdos con varios países, en su mayoría países cuestionados por Organizaciones Internacionales, no le consulta ni a los parlamentarios de la Unidad ni mucho menos al pueblo venezolano, sabiendo públicamente que PDVSA es una empresa con un alto nivel de corrupción y ningún tipo de gerencia responsable, ineficaz e ineficiente, ha dejado  de producir 1.000.000 de barriles diarios, importar componentes de gasolina para el mercado interno y cuenta con mas de 110.000 personas que cumplen funciones de acción social, las cuales deberían estar siendo cumplidas por las  Alcaldías y Gobernaciones.

“NO PODEMOS HACER POLITICA SIN CONCIENCIA INTELECTUAL “
Ancoiter José Parra
Presidente del Movimiento Republicano del Estado Miranda
ANCOITER@hotmail.com
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PACIANO JOSÉ PADRÓN VALLADARES: ES MI CULPA

         El causante ya no es Chávez, o por lo menos no es el único culpable.  A medida que el tiempo pasa, más culpable me hago y nos hacemos quienes no reaccionamos, permitiendo desmanes y atropellos de quien pareciera tener licencia para matar y hacer cuanto le viene en gana, de espalda al Estado de Derecho.  Ya es hora de protesta firme y de tomar la calle, antes de que en la calle nos deje a todos.  Seguir echando la culpa al régimen opresor y déspota, sin salir en defensa de lo nuestro, nos hace cómplices de esta atrocidad contra nosotros mismos.  No podemos esperar que otros reaccionen y nos defiendan, sin hacer otra cosa que criticar en silencio.

         Lo único peor que la maldad, es la indiferencia frente al mal.  Se cuentan por miles los atropellos contra nuestros derechos; mientras tanto, yo critico uno tras otro en voz baja, ligando que no me toque directamente, y cuando me llega sigo callado, esperando que no me haga más nada, que alcance hasta allí su brutal injusticia.  Quienes me ven como víctima directa, guardan silencio, me compadecen en privado, aguardando que no los vean a ellos, que no les toque la ruleta rusa y roja.  ¿Quién es el culpable? Puedo asegurar que el único causante no es el Presidente de la República, cuando yo, cuando nosotros, estimulamos su acción devastadora con silencio cobarde, que se hace aliado de nuestro victimario.

         Nuestra última mudez y afonía, el último grito silente -que  solo se escucha dentro de nosotros mismos- fue generado por el reciente ataque contra pequeñas propiedades, terrenitos, casitas, restaurantes, hoteles, clínicas modestas y cuanta lavativa se le ocurre al incapaz para todo, menos para fregarnos.  Ya no es el ataque contra grandes propiedades, industrias inmensas o fundos enormes, no, llegó la hora a los pequeños propietarios.  Me están llegando, sigo callando.  No estamos ante la expropiación constitucional -que, como excepción al derecho de propiedad y fundamentado en un bien superior- así la declara un tribunal competente, luego de determinar el interés público, de justipreciar el bien y cancelar el monto de lo expropiado.  Lo otro es un simple robo a mano armada.  Ante eso callamos.

         Atacan nuestra raigambre religiosa y destruyen imágenes que son íconos de nuestra fe: rezamos en silencio, pedimos a Dios que cese la locura.  No se escuchan nuestros gritos indignados, no nos hacemos dueños de la calle, ni se observa respuesta acorde con la magnitud de la agresión.
         Luego de doce años sin laborar ni producir, pide que lo dejemos trabajar. Está mil veces probado: para él trabajar es destruir; él no construye, demuele.  ¿Lo dejamos “trabajar”?    

         “Cuando uno advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias, más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en auto sacrificio, entonces podrá afirmar sin temor a equivocarse, que una sociedad está condenada”, así lo escribió Aynd Rand.  Una sociedad condenada lo está, mientras no haya ciudadanos, mientras la sangre en las venas esté fría, mientras la indiferencia domine mi espíritu y nuestra voluntad colectiva.

         Si el silencio y la apatía superan el amor a mí mismo y a mis derechos, el amor a mis hijos y a todo lo mío, a la patria incluida, entonces si es verdad que nuestra “sociedad está condenada”.  Mía y nuestra sería la culpa.

pacianopadron@gmail.com
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MERCEDES MONTERO: SACRILEGIO, TÁCTICA DE DISTRACCIÓN

Se han dedicado a decapitar, destrozar, pintar de rojo, abalear las imágenes de la Virgen
        
A la imagen de la Divina Pastora le dieron un tiro en la cara

La situación está difícil para el actual gobierno venezolano. Después de 12 años con los mayores ingresos petroleros que haya conocido Venezuela, la economía del país está quebrada por obra y gracia de una pésima administración, una corrupción galopante y la más aguda incapacidad gerencial.
 
Los problemas que azotan a la nación, que Chávez prometió resolver cuando ganó las Elecciones Presidenciales de 1998, se han agudizado de tal forma que ya no hay manera de esconderlos. Las cadenas con las cuales mediante el uso de un lenguaje y unos chistes prosaicos, distraía a la nación, ya la gente las rechaza. Las promesas, a punta de incumplimiento por parte de quien promete y su equipo, solo mueven a los necesitados con la esperanza de un “por si acaso” se cumplen, que se hace cada vez más lejano y difuso.  Mientras tanto los venezolanos se enfrentan cada día a los mismos problemas que tienen desde hace años, ahora acrecentados al máximo. Después de dos períodos presidenciales ya no hay excusa posible, lo que  hay es una olla de presión debida a la angustia y desilusión de una gran mayoría de la población, que exige soluciones reales, sin crear nuevos problemas.
 
Dada esta situación, el gobierno recurre a tácticas de distracción. 1) La culpa es del odiado “Imperio”, pero resulta que el imperio es el único que paga con dinero constante y sonante, y, si de verdad el Departamento de Estado se molestara y diera la orden de dejar  de comprar y pagar contra factura, los problemas para Venezuela serían muy serios. 2) Provocar una respuesta patriotera por parte de los ciudadanos, que por cierto no han salido ha rasgarse las vestiduras (Señal que no han mordido el anzuelo), más bien han sido los  líderes de ambos bandos lo que han salido con un discurso ridículo, al que la mayoría ha criticado. 3) El sacrilegio, para que provoque un disgusto y enfrentamiento entre los ciudadanos, aspavientos, noticias alarmantes y escándalos. Con esos fines  quienes actúan a escondidas se han dedicado a decapitar, destrozar, pintar de rojo, abalear las imágenes de la Virgen en sus diferentes apariciones en zonas occidentales del país, incluyendo en la senda del sacrilegio la figura del Dr. José Gregorio Hernández, el médico que los venezolanos aspiran que algún día sea llevado a la santidad.
 
Quienes seleccionaron la táctica del sacrilegio se olvidaron que el pueblo venezolano aunque irreverente es cristiano, y, tiene devoción real hacia las imágenes de la Virgen que representan a su región: a esas mismas en cuyo nombre se celebran ferias con una inmensa participación popular, la cual es esencialmente  una manifestación de  veneración.
 
Para los católicos, la Virgen no solo es la Madre de Dios, es la imagen que representa a la MUJER (con mayúsculas), que es venerada. Es la representación en un segundo escaño de la madre de carne y hueso, de cada uno de nosotros. Esa misma madre que nunca nos falla y que al dejar de existir siempre echaremos de menos. Un hombre puede faltarle el respeto a su mujer, puede llegar hasta golpearla, pero la madre de cada uno es su MADRE, su vieja, quien lo trajo al mundo. Por encima de esa madre sólo está la Virgen.
 
Quienes se encargaron de pintar de rojo a las Vírgenes de Coromoto, El Rosario y Divina Pastora  en los estados de Lara y Yaracuy, y además decapitaron a la imagen de José Gregorio Hernández, dejaron bien claro su discriminación, intolerancia y falta de principios.
 
A la imagen de la Divina Pastora le destrozaron sus ovejas y le dieron un tiro en la cara, que le entró por el pómulo y le salió por la nuca. Al cumplir la orden de ejecución de este acto sacrílego, quienes dieron la orden y quienes lo llevaron a cabo, no estában abaleando a la Virgen, abaleaban a su propia madre, demostrado vandalismo, lo que son capaces de hacer, falta de respeto y extremo abuso.
 
Si   se hubieran detenido a pensar aunque hubiera sido un momento, se habrían dado cuenta de su enorme torpeza, al haber dejado en claro que ni dentro de su cabeza, ni de su alma hay amor o respeto alguno hacia la mujer como ser humano.
 
También dejaron en claro que no les importan  las tradiciones, ni las creencias, ni los derechos, ni la naturaleza, ni las costumbres, ni el sentir del pueblo a cuya voluntad apelan. Esa es la razón por la cual a sus adversas acciones no encontraron la violencia que buscaban desatar, sino todo lo contrario desagravio y adoración hacia la Virgen, mujer y madre de todos, y, el asentamiento de una profunda desconfianza hacia aquellos que cometieron tal bajeza. Confianza en ustedes ¡Más nunca!

Mercedes Montero
mechemon99@yahoo.co.uk
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JUAN CARLOS APITZ: !INDIGNAOS, VENEZOLANOS!

La concentración de jóvenes, llamada “Los indignados”, enclavados ininterrumpidamente desde el 15 de mayo en la plaza Mayor de Madrid, un espacio extenso, concurrido por turistas y españoles que suelen disfrutar de esta plaza señorial y tradicional de la cultura popular madrileña, se ha extendido sorpresivamente a toda España y aun a algunas otras ciudades de Europa occidental, como París, Berlín o Lisboa; así como a algunas ciudades del centro de Europa como Praga y Budapest. También ha ocurrido lo propio fuera de las fronteras europeas como es Atenas y Rabat, y, hasta en New York y Washington.

Ahora bien, la reciente experiencia ibérica nos muestra que se trata de un movimiento sin líderes, sin organización, sin principios ni propuestas coherentes y contradictorias, lo que lo reduce a un movimiento anarquista sin rumbo cierto ni resultado predecible. Aunque en este caso, el sentido de la protesta está más que justificado.

Su inspiración filosófica y social está encabezada por Stéphane Hessel, miembro de la resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial, capturado y torturado por la Gestapo, recluso de los campos de concentración de Buchenwald y Dora-Mittelbau; y uno de los redactores de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948. Este en su libro ¡Indignez vous! (¡Indignaos!) afirma que una verdadera democracia descansa sobre principios, valores y, ante todo, en derechos sociales que hoy están amenazados.

Entre esos derechos sociales, históricamente adquiridos y en extinción, destaca la seguridad social, los planes de pensiones y salud, el derecho a una educación sin discriminación y a una prensa independiente, los cuales están ampliamente recogidos en la citada Declaración.

Para el escritor francés, si en su momento el motivo para resistir era no aceptar la ocupación alemana, vencer al nazismo y el totalitarismo que copaba a Europa, el momento actual debe conducir a la indignación y resistencia de los jóvenes en procura de más justicia y libertad en todo el planeta.

Aunque tales razones para estar indignados pueden verse hoy con menos claridad y, además, porque el mundo actual se ha vuelto demasiado complejo.

Ahora bien, en este mundo, dice, todavía hay cosas intolerables, como son la incesante brecha que existe entre los más pobres y los más ricos, y la sistemática violación de los derechos humanos por los distintos estados.

Así, para ver esas razones indignantes es bueno y necesario mirar, buscar. La peor de las actitudes es la indiferencia, decir: “No puedo hacer nada contra eso. Ya me las arreglaré para salir adelante”.

Por incluirse a sí mismo en esto, el joven de hoy pierde uno de los elementos que hacen al ser humano: la facultad de indignarse y el compromiso que es una consecuencia de lo primero.

Entonces, de lo que se trata es de mirar alrededor, encontrar temas que justifiquen la indignación. Encontrar situaciones concretas que nos lleven a fortalecer nuestra acción ciudadana.

Termino con unas palabras del activista galo: “Convoquemos una verdadera insurrección pacífica… si hoy como entonces, una activa minoría se levanta, será suficiente; debemos ser la levadura que hace que el pan suba”.

Sin duda, pa’ luego es tarde... ¡Indignaos, venezolanos!

Juan Carlos Apitz B.
www.juancarlosapitz.com
justiciapitz@hotmail.com
twitter: @justiciapitz

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