En septiembre, Guyana presentó la solicitud de ampliar su plataforma continental, incluyendo la correspondiente a la Guayana Esequiba, de 200 millas a 350, ante la Comisión de Límites de Plataforma Continental de la ONU, sin consultar con Venezuela como debía, y habiendo en cambio consultado con Barbados y Trinidad, que no son limítrofes de Guyana, precisamente porque Venezuela y su fachada atlántica se encuentran en el medio entre esos dos países y Guyana.
Además en el punto cuarto de la solicitud, Guyana afirma que no hay disputa en la región correspondiente a la misma. Es importante notar que, en el Reglamento de la Comisión de Límites de la ONU, se establece que no se puede presentar una solicitud de ampliación de la plataforma continental, si hay una disputa territorial en el área correspondiente. De esa forma Guyana desconoce la existencia de la reclamación venezolana y del Acuerdo de Ginebra de 1966, que obliga a las partes a negociar una solución satisfactoria para el arreglo práctico de la controversia. Estamos ya en noviembre y Venezuela todavía no ha enviado las dos notas diplomáticas, una para la Comisión de Límites y otra a Guyana, con copia para todos los países limítrofes, que son absolutamente necesarias para evitar que nuestro silencio otorgue aquiescencia a los actos de Guyana, debilitando nuestros derechos no solo sobre la fachada atlántica de la zona en reclamación sino de la que genera el Delta Amacuro, con el riesgo de perder alrededor de 170.000 km2 de zona económica exclusiva, rica en hidrocarburos y recursos pesqueros, además de nuestra libre salida al Atlántico. En las dos notas, Venezuela debe hacer formal reserva de todos los derechos que le corresponden respecto de la zona marítima exclusiva y la plataforma continental, correspondiente a la costa de la zona en reclamación y de la costa del Delta Amacuro. Una Cancillería medianamente eficiente y responsable debería aprovechar esta coyuntura para inducir a Guyana a negociar, finalmente, una solución práctica a la controversia, para que ambos países podamos, sin problemas, ampliar y delimitar, nuestras respectivas plataformas continentales.
Para colmo, en la exposición de motivos del anteproyecto de Ley de Presupuesto de 2012, se menciona irresponsablemente a Punta Playa, como punto de referencia para negociar con Guyana la delimitación de áreas marinas y submarinas. Punta Playa está en la "frontera" entre el territorio venezolano, reconocido por Guyana, y la zona en reclamación del Esequibo, por tanto se encuentra en la Línea del Laudo de 1899, que Venezuela considera nulo e irrito y que el Acuerdo de Ginebra pone a un lado, para buscar el arreglo práctico de la controversia sobre el territorio Esequibo. Al mencionar Punta Playa, se está reconociendo, implícita pero claramente, la soberanía de Guyana sobre la zona en reclamación. Además, el reconocimiento se haría en una Ley de la República. De esa forma, estaríamos desconociendo el Acuerdo de Ginebra y sobre todo entregando, gratuitamente, la totalidad del territorio Esequibo. El exabrupto es tan grave y la incompetencia tan asombrosa, que puede hacer pensar en una posible complicidad del gobierno Chávez con el gobierno guyanés, para abandonar la reclamación de forma subrepticia, cediendo los derechos de nuestra soberanía, sin manifestarlo clara y públicamente. El hecho que todavía no se han enviado las notas diplomáticas mencionadas refuerza la sospecha de complicidad, sin embargo quisiera creer que se trata de una soberana incompetencia.
sadiogta@gmail.com
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