A los grupos que se manifiestan y hacen protestas se les llama ahora “Los Indignados” grupos formados por toda clase de movimientos políticos, trabajadores, pacifistas, estudiantes, mujeres, y por supuesto sin olvidar a los fanáticos ambientalistas, nada nuevo si repasamos la historia.
La última corriente de protestas empezó con fuerza a principios de este año en el Norte de África con el descontento de la gente con los gobernantes de Túnez, Egipto, y Libia, luego se fue disipando hacia Yemen, Siria, España y, contrario a lo que la mayoría podría pensar, la República Popular China no ha sido la excepción, en febrero pasado, miles de personas han protestado en ese país asiático, los indignados aparecieron también en Grecia, Chile y Bolivia, y en la última semana los empezamos a ver con fuerza en los Estados Unidos de América y Colombia.
Pueblos indignados han existido siempre, los ha habido violentos y pacíficos, la historia así lo confirma, los hebreos indignados por la esclavitud a que fueron sometidos en el antiguo Egipto consiguieron -según nos cuenta la Biblia- salir en búsqueda de la tierra prometida, los que participaron en la revolución francesa estaban indignados con la monarquía, el levantamiento de los rusos a principios del siglo XX contra los zares lo conformaron los indignados de esa época, Gandi lideró el movimiento pacífico más grande conocido hasta el momento en la historia de los indignados, Martin Luther King, otro indignado, lideró y sobresalió en manifestaciones pacíficas a mediados del siglo pasado en los Estados Unidos.
En la China de 1989, aparecieron los indignados en la Plaza de Tian’anmen, también conocidas como la masacre de Tian’anmen, por la forma como murieron miles de manifestantes en ese incidente liderados por estudiantes en la República Popular China.
Las mujeres no se han quedado atrás, el movimiento feminista norteamericano de finales del siglo XIX dirigido por Elisabeth Candy Stanton (1815-1902) y Susan B. Anthony (1820-1906) fue sin duda alguna un movimiento de mujeres indignadas que logró sus objetivos, en Cuba en el 2003, aparece un grupo de mujeres indignadas conocidas internacionalmente como las Damas de Blanco, protestan de forma pacífica una y otra vez con el fin de que liberen a sus familiares, presos políticos arrestados por querer ejercer la libertad de expresión y pensamiento en el país gobernado aún por unos trogloditas de apellido Castro.
No debemos de olvidarnos de los indignados que han protestado por estar encerrados principalmente en cárceles africanas o latinoamericanas donde viven hacinados en situaciones verdaderamente inhumanas, indignados que han protestado pacífica y violentamente por mejores condiciones.
Tampoco debemos dejar de mencionar a los indignados fundamentalistas convertidos abiertamente en terroristas o los fanáticos ambientalistas opuestos a todo y sin propuestas para resolver los problemas por los cuales se oponen.
En fin, los indignados siempre estarán allí, con razones válidas o no, cada cual luchando por sus propios intereses y del grupo con que se identifican, una característica muy humana y un derecho cada día más consolidado que seguiremos observando a través del tiempo una y otra vez.
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