La inercia no dura toda la vida. La arruga no se corre sin límites.
Acabaron con la industria eléctrica en una impresionante inacción, con inversiones fantasmas, sin ninguna clase de control, que produjeron el colapso que todos conocemos. Ahora ponen pañitos calientes al sistema, sin pensar en el largo plazo. La nueva creación de la revolución es instalar energía nuclear. Mejor no hago cometarios. Tuvieron que intervenir a esa industria
Hacer mención a la industria del aluminio es toda una poesía. Las joyas de la corona se evaporaron y aquí el gobierno lucha por mantener silenciados a los sindicatos que antes promovieron y que ahora representan centros de potenciales conflictos que no convienen a la revolución. Se lucha para mantenerlos a raya, en la transición a modelos de organización laboral cómplices de este mal llamado gobierno del pueblo. No importa quien la gerencie, esa industria no tienen una salida fácil. Esa industria está intervenida.
Sidor, no aguantó sino un año de malos manejos para acabar con su factibilidad económica, desde que salieron los argentinos, un vientico del mercado en contra, el “glotonismo” de los sindicatos y una gerencia desastrosa, la pusieron patas arriba. La estocada final se la dio la parada eléctrica a la cual la sometieron, para disminuir el impacto de la crisis eléctrica. Ahora el gobierno está obligado a cargar con las nominas de Sidor y dejar ese muerto debajo de la alfombra, para que no salga muy a flote antes de las elecciones de 2012. La corrupción con el manejo del acero, se escucha por todos lados, incluyendo remesas completas que salen de planta hacía los cuarteles militares, para ser revendidos desde esos lugares. El control estatal tiene a esa industria bajo su control.
El aeropuerto de Maiquetía es un buen ejemplo de mala gerencia. Años enteros de manejos turbios, lo han convertido en un mamotreco que debiendo producir dinero a manos llenas, consume dinero del poder central. Ya lo intervinieron.
Pdvsa era una empresa sólida. No me queda duda alguna pues ha aguantado un desastre continuo por años y todavía sigue en pie. Decisiones mal tomadas, desangre de sus capitales, dedicación a tareas que no le son propias y una degradación operacional la han llevado a las fronteras de su quiebra técnica, pero aún aguanta este chaparrón. Emisión tras emisión, se sigue comprometiendo el futuro financiero de la empresa, con bonos pagaderos en dólares, que están engrosando una cartera de deuda que terminará agotando la capacidad de pago de la industria. No conforme con esto, se compromete su producción futura con oscuras ventas adelantadas a los chinos, a cambio de dinero fresco para sostener las necesidades ingentes del gobierno. Ahora, para ponerle una flor al postre, comenzamos a vender sus activos, incluyendo nuestra participación en las refinerías alemanas. Pdvsa tendrá que ser intervenida, más tarde o más temprano. La inercia no dura toda la vida.
Faltan dos años para las elecciones. Debajo de la alfombra no cabe más sucio. El caso Pudreval será un juego de niños en comparación con lo que viene. Agárrese duro.
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