lunes, 25 de octubre de 2010

TRIBUNA LIBERTARIA.- COMPENDIO OPINÁTICO.- RAUL AMIEL. 25.10.2010. ESCRIBEN ANDRÉS CORELLI, PEDRO LASTRA, JORGE RAMÍREZ FERNÁNDEZ Y JULIO PORTILLO

¡NO SEAMOS BOLSAS! . ANDRÉS CORELLI

La perversa mentalidad del régimen se traduce en el diseño de políticas publicas contradictorias e improvisadas, en apariencia, cuyo resultados son nefastos para el país. Se traducen en pobreza, miseria, secuestro institucional y el establecimiento de una Casta Roja arrogante,todopoderosa, corrupta, indolente e anti histórica.

Arrogante pues se creen que se les debe sumisión, incondicionalidad y demuestra una superioridad rayana en la chamboneria estridente y en grosera forma de restregar el poder a quien disiente.

Todopoderosa pues actúan al margen de la legalidad, sin control de ningún tipo y bajo la impunidad que otorga la lisonja patriotera y panfletaria, con cánticos y frases manidas propias de una secta bajo efectos de hipnosis y psicotropicos.

Corrupta pues disponen a diestra y siniestra de recursos y bienes públicos en beneficio propio, que malversan fondos del Estado, que le meten la mano en el bolsillo al venezolano mediante impuestos e inflación, restricciones en el uso de los dólares que nos pertenece a todos; que confisca la riqueza privada producto del esfuerzo de generaciones y puesta al servicio para la creación de empleo y bienestar, valor agregado nacional y desarrollo para destruirla y lanzar a la inestabilidad a miles de trabajadores y sus familias, generando desempleo y escasez

El régimen se vanagloria de tener una revolución que a veces es socialista y otras veces comunista, pero siempre e inocultablemente ineficiente e ineficaz para resolver los problemas del venezolano.

Tenemos un régimen hambreador, perseguidor, racionador y con pretensiones de hacer de todos los habitantes de esta Tierra otrora de Gracia, rojos rojitos y aquellos que el convencionalismo político nos asimila y recluye inconsulta e inadecuadamente en la clasificación cromática de un azul inexpresivo, en mendigos seculares pendientes de las migajas o mana en forma de Misiones.

Indolente pues manipula, engaña y juega con la miseria humana; que destruye la dignidad de los desposeidos convirtiendoles en autómatas pedigueños a merced de la máquina dispensadora llamada Estado, operada discrecionalmente por la “Casta Roja” arrogante y corrupta que nos ocupa. La indolencia ante una país desfalcado, sin futuro promisiorio pues han comprometido irresponsablemente el bienestar de todos mediante un absurdo y vertiginoso endeudamiento; con la enajenación mediante precios envilecidos de activos productivos y estratégicos para el desarrollo del país. Indolencia de enredar a Venezuela con intereses oscuros, reñidos con la paz hemisferica y mundial. Indolencia de llevar al país de manera ciega a los nichos y nidos del terrorismo internacional. Indolencia de postrar a la Nación en un carrera armamentista sin sentido y sin precedentes, como expresión de aparente conducta patológica de excentricismo populista pero con una comprometida y velada intención de convertir a Venezuela en el comodín y puerta de entrada a latinoamerica de un polo satánico, que como contrapeso de Europa y Estados Unidos avanza a la fuerza y con tendencias bélicas irrefrenables, en la cual solo somos un instrumento para el financiamiento de la vesania de los mentores de ese niño prodigio del terrorismo moderno con pinceladas acomadaticias de democracia y redención. Indolencia de borrar el carácter inclusivo y pacifista del venezolano inoculando el virus degenerativo del tejido social y causante de la sensación de incertidumbre de una cercana guerra fratricida, alimentada por el odio y resentimiento de la casta.

Anti histórica por pretender establecer un régimen sobrada y comprobadamente fracasado, como el vigente en el Gulag tropical en que el castrocomunismo ha transformado a Cuba.

Mas sin embargo, es el papel de bolsas que hacemos los venezolanos, lo que angustia y frusta.

La banalización del debate por sectores de la disidencia democrática, al creer que la situación de Venezuela es el producto de la visión de un loco de carretera, dejando a un lado, ignorando o pretendiendo ignorar que se trata, al decir de Vargas Llosa, de “un ignorante ensoberbecido por la adulación y el estrellato popular de la que ha gozado hasta hace poco, pero no de un perturbado mental. Que se trata del ejecutor de una política perversa enemiga del progreso y la modernidad”.

Enferma el papel de bolsas que jugamos los venezolanos al seguir bajo los efectos de la alucinación que nos dejo la “dolce vita” pasajera y artificiosa que vivió el país hasta el 2008, resultado del impacto desmedido de una riqueza petrolera inmerecida dilapidada por años, pensando que el problema es solo de los políticos y de los partidos políticos.

Que bolsas los voceros de la oposición, o si se quiere su “exceso de candidez cada vez (..) que le pide a alguien del gobierno que ponga su cargo a la orden” (tweet de Leonardo Padrón 23/10/10), olvidando que los miembros de la “Casta Roja” son irresponsables en lo penal, civil y administrativo pues como el gallinero vertical que han convertido a Venezuela, cagan a las gallinas de abajo sin importarles nada ni nadie.

La bolseria mas grande de los sectores autodenominados NI NI, que bajo el manto presuntuoso de tal denominación, han dejando por omisión criminal el avance y consolidación de un régimen antidemocratico, abiertamente proclive y a merced de sistemas autocraticos, dictatoriales o mecenas de terroristas que desestabilizan, martirizan y enferman a sociedades enteras.

La bolsería de los NI Ni, en absurda aspiración de posición política que nos es mas que comodidad e irresponsabilidad cívica y una forma nada oculta de echarle la culpa a los demás sin asumir la propia, que pretenden ser inocentes de lo que desde hace once años sucede en el país, olvidando que “en la vida no hay inocentes, sino distintos grados de responsabilidad”, como lo recuerda Sergio Dahbar, en su extraordinario artículo intitulado “Nadie era inocente” (El Nacional 23/10/10 pag. 8 opinión) al traer a colación la frase de Lizbeth Salander, personaje de la Trilogía Millenium del sueco Stieg Larsson.

Somos un país de bolsas, sin exclusión, que espera que un cuartelazo o un invasión de marines nos devolverá la tranquilidad perdida y la esperanza de un merecido porvenir, sin hacer el menor esfuerzo. Olvidando, como termocéfalos sin memoria que el remedio es peor que la enfermedad, que el cáncer no se cura con el sida (Vargas Llosa dixit).

Nos hemos convertidos en unos bolsas sin parangón al permitir el saqueo del país, la apropiación delictiva de los medios de producción social, la expoliacion de la riqueza privada de todos: pobres, clase media y ricos, sin que movamos un dedo. para frenar o articular una ápice de resistencia pues creemos que esa arremetida contra la propiedad privada no es contra nosotros.

Que bolsas somos en pensar que nunca nos tocara sufrir en carne propia la arremetida contra nuestros derechos elementales y esenciales; que el problema de la propiedad es solo de los Mendoza y de Polar (que deberia ser un bien nacional por todo lo grande que nos ha deparado y orgullo patrio, no por ello saqueable, apropiable o confiscable términos que en la realidad se han convertido en sinonimos de robo) , de los gringos de Cargill, de los franceses de Éxito, de los españoles de Agro Isleña, de los boliburgueses de Central Banco, de Arne Chacon. Leopoldo Castillo, Torres Ciliberto, Fernandez Barrueco, de los modestos propietarios de los apartamentos de Los Corales, de los locales del centro de Caracas o del Edfificio La Francia cuya dignidad y esfera de derechos se estremeció con el atorrante “Expropiese” pronunciado por Chávez. Cioudadanos que han visto robado sin razon su esfuerzo de tanto años sin nosotros pasivos espectadores convertidos en bolsas hagamos algo.

Que bolsas somos en pensar que ya ganamos la guerra con la sola batalla del 26 S y nos sumimos en un guerra intestina de la oposición con cara al 2012 sin nisiquiera haber artículado una estrategia parlamentaria para frenar la inocultable intención de acabar con la Asamblea Nacional.
Que bolsas somos en malgastar energías. esfuerzos y recursos, que debería estar dedicados a otras tareas de resistencia cívica en hacer unas elecciones primarias en Maracaibo para satisfacer la vanidad de un partido con infulas de nacional y novedad. cuando lo cierto, es que como Benjamin Button, nació siendo un partido viejo.

Cuan Bolsas somos en seguir a cuanto “opinador de oficio” de periódico o pontificador hertziano critican a diestra y siniestra cualquier esfuerzo, por el solo hecho de no provenir de ellos.
Que bolsas somos en pensar en una posible reconciliación con sectores recaciltrantes de la “Casta Roja” que nos odia, rechaza y desea pulverizarnos; que ha dividido la familia, el país y latinoamericana; que nos condena y nos lleva nariseados a la forma mas cruel de esclavitud y servidumbre moderna al someternos mediante cupos, listas, racionamientos, exclusiones, atropellos y negación de nuestros derechos a los caprichos del jefe de la “Casta Roja”.
Que bolsas somos cuando aceptamos expectantes las amenazas abiertas y guapetonas de la malformación ideológica, la manipulación de la historia y la tergiversación de valores, cuyo epicentro serán nuestros muchachos.

La bolsería encuentra magnitud real y abulica presencia, cuando sentados cómodamente en la butacas que aguantan nuestras flacidas carnes del civismo perdido, observamos el ataque ruin y despiadado contra nuestras universidades, dejando solos a los muchachos, empleados y profesores.

Que bolsas somos en aceptar, bajo la auto compasión del miedo y del terror instaurado, que nos quiten el país y el futuro, la libertad y el derecho mas sagrado de vivir en paz en la tierra que nos vio nacer.

Que bolsas somos al salir desesperados a comprar los petrobonos y cualquier forma de financiamiento de un Estado rapaz, indolente, ineficiente y eficaz para seguir dándole e recursos para que continúen el festín de la corrupción, nutriente básico de la “Casta Roja”.

Y la apoteosis de nuestra bolseria no es nuestra omisión cooperativa sino la proactividad de darles mas recursos a la “Casta Roja” que nos mancilla y pretender convertir, Puerto Rico por delante, a Cuba en un nuevo Estado Libre Asociado de , con la gran diferencia que las decisiones de rutina y trascendentales, no las tomaremos nosotros sino los hermanos Castro y sus secuaces
Parafraseando al Beato Juan Pablo II cuyo mensaje y acción demolió el socialismo rela, “despertemos y reaccionemos”. Dejemos de ser bolsas pues para luego es tarde.

LOCADEMIA DE DICTADORES. PEDRO LASTRA
Según relato fidedigno de los medios, confirmado por testigos presenciales, al entrar el presidente de Chile Sebastián Piñera a Downing Street 10, sede del Primer Ministro británico, fue recibido por todos los funcionarios, empleados y domésticos que allí laboran de pie y con un atronador aplauso. Casi simultáneamente se reunía con la Reina Isabel de Inglaterra, quien volvería urgentemente de sus vacaciones para poder estrecharle la mano a quien los súbditos de la Corona consideran el presidente más famoso, más admirado y más envidiado del universo. ¿Su proeza? Haberse jugado la vida y la de su gobierno por salvar a 33 mineros. Y haberlo logrado sin un rasguño, con gastos mínimos y el concurso solidario del mundo entero. Arrancó de cuajo la mala imagen que acompañara al sufrido país sureño durante décadas, desde que el más feo de sus militares, el general Augusto Pinochet, protagonizara el más horrendo de los golpes de Estado vividos por América Latina en toda su historia.
No lo han dejado tranquilo por las calles de Londres, París y Berlín. Por dondequiera que pasa le gritan vivas, lo abrazan, quieren tocarlo como emblema del éxito y la valentía. Ha estado en la Universidad de Humboldt, en la capital alemana. Y seguramente ha visitado otros centros de estudios de la excelencia académica europea. A un hombre que estudió y enseñó en Harvard, el diálogo con los estudiantes y académicos le debe resultad grato y beneficioso.
Mientras Sebastián Piñera, doctor en economía, pasea la gloria de su patria por las capitales del mundo, en Libia, un tirano venido del sur que fracasara en el curso de Estado Mayor no sólo abraza a otro tirano del desierto sino que un analfabeta verde condecora a otro analfabeta rojo rojito, un criminal islámico se solaza con otro criminal bolivariano y en el colmo de la estupidez, la insensatez y la locura ordena a los togados que le sirven con obsecuencia le den nada más y nada menos que un doctorado honoris causa ¡¡¡¡¡EN ECONOMÍA!!!!! al ex gestor de una cantina cuartelera. Créalo, estimado lector: no es chiste, no es broma, no es tomadura de pelo. El terrorista Gaddafi ordena concederle la máxima mención en economía a quien no sólo no sabe dividir ni multiplicar, según consta en documentos visuales públicos y notorios, sino a un cantinero que ha dispuesto de un billón de dólares para despilfarrarlo, tirarlo al basurero y alimentar los parásitos uniformados que le sirven, enriqueciendo al analfabetismo militarista de Venezuela y colmando los bolsillos de los perros rusos y venezolanos de la guerra. Sin olvidar los 53 mil millones de dólares repartidos entre los hampones que se les han aliado. Desde Rafael Correa a Manuel Zelaya y desde Evo Morales a Daniel Ortega.
Casos tan estrambóticos, insólitos y macondianos no se vivían desde los tiempos de Idi Amín Dadá, el que regalaba diamantes, de Chapita Trujillo, de Papa Doc, los Duvalier y Fulgencio Batista. Celebrantes de la fiesta del chivo, de la antropofagia política caribeña, del asalto, la brujería y la más horrenda criminalidad política.
Sólo falta que en honor a los pollos y gallos descuartizados en las sesiones de santería que se celebran en los sótanos de Miraflores, bajo la batuta de los académicos de la facultad de babalaos de La Habana, la Fundación Protectora de Animales le conceda el Nobel en derechos animales. Y el dictador de Zimbabwe le otorgue el Doctorado Honoris Causa en Seguridad Ciudadana.
¿Qué otra cosa se puede esperar del esperpento que nos ofende con su sola existencia? ¿Qué pensar? Que Venezuela ha caído en la más horrenda de las bajezas. Merecido nos lo tenemos. Como diría en su momento don Arturo Uslar Pietri: ¡por pendejos!

ALCAHUETAS DEL DESASTRE. JORGE RAMÍREZ FERNÁNDEZ
La falta de hombría en nuestros dirigentes es hoy por hoy el problema más grande que enfrenta Venezuela. Falta de hombría, deshonestidad, desvergüenza, cobardía para impedir que un tirano enloquecido destruya el país. Por 30 monedas de plata, gente que debería oponerse a las locuras del déspota, colabora subrepticiamente y con disimulo con el proceso de destrucción nacional. Silencios inexplicables. Omisiones inconcebibles. Torpes actuaciones. Conchupancia pura y simple con la tiranía.
La deshonestidad congénita de algunos les hace atender primero su apetito insaciable de riqueza antes que el interés y el amor por la Patria. Los sufrimientos del pueblo pueden esperar, primero está enriquecerse traidoramente. Bastardos hipócritas camuflajeados de líderes opositores permiten que triunfen las maniobras distraccionistas de un déspota desesperado por que siente acercarse la hora en que deberá rendir cuentas a la justicia por todos sus crímenes.
Es una desgracia que los malos hijos de la Patria ocupen los puestos privilegiados tanto en el gobierno como en la oposición.
Los estragos que causa la delincuencia política y social, sumados a la catástrofe que en el mercado de trabajo y en la economía ocasiona la locura socialista tienen en ascuas a la familia venezolana que ya está decidida a salir como sea de un gobierno irresponsable e hipercorrompido. El proceso chapista se ha convertido en la mayor operación de pillaje conocida en la historia de la humanidad. Ningún delito le es ajeno a esos vulgares malhechores y malvivientes que se proponen someternos por el hambre con las expropiaciones en el sector agrícola y de alimentos.
El 25 de Noviembre de 2010 se les cumple la mitad del período a Gobernadores, Alcaldes y Legisladores regionales que en muchísimos casos son rechazados airadamente por sus electores. Sin embargo, los partidos políticos de oposición se hacen los locos ante este clamor de la sociedad que exige referendos revocatorios para ir desmontando la delincuencia chapista. Allí queda claro que no son más que alcahuetas del desastre.


GUERRA AL ZULIA. JULIO PORTILLO

Una revolución estalla primero en las mentes que en las calles, las guerras comienzan antes de ser declaradas. El Zulia confronta una guerra encubierta ordenada desde el Palacio de Miraflores. Los estruendos del bombardeo lo están recibiendo la gobernación y alcaldías, todo lo que depende de la Iglesia Católica, los hospitales, las universidades, los ganaderos, los pescadores, obreros y en general casi toda la economía regional.
El Zulia se ha mostrado irreductible ante el gobierno militar de Chávez. Manifestación de ello fue el resultado electoral del 26-S. Si Guzmán Blanco dijo que a Maracaibo había que convertirlo en una playa de pescadores, Chávez se propone acorralar al Zulia. Hay que reducir a los zulianos-dice el chavismo- antes que se propongan tomar el poder en el 2012. De la misma manera que violando la Constitución Nacional se hizo una redistribución electoral del país, para asegurar una ventaja del gobierno en el Parlamento, no es de extrañar que el territorio zuliano sea dividido y nazca una nueva entidad federal.
Una región que tuvo independencia propia, que popularmente la llaman “La República del Zulia”, con una extensión de 63.100 Km2, con un presupuesto mayor que el de algunos países centroamericanos y del Caribe, con el lago más grande de la América del Sur, que es el mayor productor nacional de uvas, guayabas, plátanos, palma aceitera, carbón, leche, carne, productos petroquímicos y metalmecánicos, con petróleo, costas lacustres, marítimas y fluviales, una Sierra como la de Perijá con uranio y pare de contar, pero que no recibe proporcionalmente de lo que produce, es una amenaza para un régimen militar autoritario.
Por ello el acoso a los hacendados y ganaderos de Perijá y del Sur del Lago es brutal y no puede pasar inadvertido. El despojo, invasiones, secuestros, atracos y multas que están sufriendo es un ataque al sector productivo agropecuario de la región. Que no puede responderse con frases del “Zulia se respeta” o “Venezuela es grande en el Zulia” o con el estribillo de una gaita. Esas expresiones quedan como muecas sino tienen una respuesta callejera.
Lecciones de lo que pueden hacer los pueblos unidos frente a una agresión externa o interna han dado recientemente Honduras, Colombia, Francia, los latinos en los Estados Unidos y la está organizando México.

raulamiel@gmail.com
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