Limite es: Una concepción imaginaria o tangible que determina donde comienza o termina una propiedad. Y frontera: Franja de Territorio-Estado situada en torno a los límites internacionales.
Con estas definiciones, entiendo, se nos trata de decir que las fronteras son bienes comunes entre dos o más Países. Y que para delimitarlas, necesariamente, hay que dialogar para llegar a un acuerdo-concertación, que perdure por siempre…Siendo esta la única vía para vivir en paz. De esta concertación, imagino, salen los límites que demarcaran, a su vez, la Soberanía de una Nación.
Entendiéndose, por supuesto, como Soberanía: “La facultad que tienen los Estados para implementar y ejercer su autoridad de la manera en la que lo crean conveniente “. Venezuela, según los entendidos, tiene relaciones limítrofes con catorce (14) Países; pero, para efectos de este artículo, solo consideraremos la frontera colombiana con 2.219 Kilómetros de frontera que nos “atan”. Y que va dese Castillete (Península de la Guajira) hasta la Piedra del Cocuy en Rio Negro (Amazonas-Brasil) Abarca la línea divisoria de los Estados: Amazonas, Zulia, Táchira y Apure. En esta línea, llamada “caliente”, y en los mismos Estados nombrados, ocurren a diario eventos de carácter: políticos, sociales, económicos, culturales, guerrillas, contrabando, drogas, migraciones ilícitas…
Allí ocurren cosas buenas; pero también suceden problemas de todo tipo que, cuando se le da carácter político: tienden a maximizarse. Hoy, una vez más, se calienta esta frontera a causa del alerta pública de Colombia con respecto a la: “permanencia prolongada de terroristas en territorio venezolano”. Y sugiere, o afirma, que cuando mínimo hay “ambigüedad u omisión, por parte de Venezuela, en el tratamiento a estos terroristas”. Al respecto, ratificando lo que dije el martes pasado, en mi artículo semanal: no creo lo denunciado por la diplomacia colombiana. Pues 1.500 personas, armadas e ilegales, no se pueden esconder con facilidad, sin ser detectada por los medios de seguridad del Estado venezolano. Y en verdad, si estas personas pernoctan en suelo venezolano, cabe la duda, entonces: VIOLARON NUESTRA SOBERANIA. Y esto en ningún caso podemos aceptarlo. Si por el contrario, todo esto es un burdo “montaje”, por parte de la diplomacia colombiana, necesariamente tenemos que apoyar la ruptura de las relaciones, hasta tanto no se nos dé una satisfacción: para así poder reanudar las relaciones normales necesarias para ambas Naciones. Que es lo que esperamos todos los habitantes de ambos países - Estoy seguro.
Nuestra repuesta, además de romper relaciones diplomáticas, debe ir acompañada de un informe veraz, que no deje dudas, sobre lo que Colombia esta denunciando. Debemos acogernos al artículo 155 de nuestra Constitución (nuestras diferencias deben ser resueltas por la vía de la paz) y para eso tenemos que ser muy veraces. No podemos quedarnos en la sola repuesta verbal.
Tiene que ser, repito, un informe formal muy sustentado, ya que podríamos caer en el maniqueísmo paralelo del dime y te diré. Sabemos, como dicen algunos juristas, que la mala fe tiene que demostrarse y que la buena se presume. Entonces la descarga de la culpa debería ser de parte del Gobierno colombiano: por denunciante.
Ahora ¿lo presentado por Colombia por ante la OEA es la descarga de la culpa? No, creo que no; puesto que se le está pidiendo, a esa Organización, que nombre una comisión para comprobar lo denunciado.
Por eso debemos hacer, también, un informe público, como lo hizo Colombia, que desmienta o corrobore, en su defecto, la incursión de estos irregulares en suelo patrio. Esto como un acto de buena fe que pueda abrir, con el nuevo Gobierno colombiano electo, las puertas a un entendimiento real. Digo esto porque recién también hubo un conato de disgusto con Holanda por violación del espacio aéreo. Y en esta oportunidad fuimos contundentes en la reclamación de estas violaciones. Demostramos técnicamente, según pude leer en la prensa, la veracidad de estas violaciones. Hagamos entonces lo mismo con el caso colombiano…
En lo particular, por mandato del artículo 322 de la Constitución, “la seguridad de la Nación es responsabilidad de todos los venezolanos”, estoy en la disposición de defender lo que nos pertenece. Y en este caso la soberanía nacional. Así que, obviando algunas inquietudes publicas como: (“¿Son mentiras las acusaciones contra Venezuela?, “Necesitamos la verdad”, “queremos, como ciudadanos, una respuesta de nuestro Gobierno”, “pedir la verdad no es traición a la patria y menos conspiración”, “el Gobierno tiene una excelente oportunidad para demostrar que quién miente es la Diplomacia colombiana); necesariamente tengo que apoyar las decisiones de nuestro Gobierno. Aunque considero que la decisión de romper relaciones diplomáticas con el Estado colombiano como que fue muy apresurada. Pienso que, al menos, se debió consultar, conforme al artículo 323 de la Constitución, al Concejo de Defensa de la Nación. Y si lo hicieron debió, el CDN, emitir, cuando mínimo, un comunicado publico, para la tranquilidad de todos los ciudadanos, asegurando que no hay contingentes armados y extranjeros ilegales en el territorio Nacional. Y que si los hay, por violación, debemos sacarlos o estar en vías de sacarlos. O explicar porque, si fuera el caso, permitimos su estadía en nuestro territorio.
De todo esto he sacado la conclusión de que la VENEZOLANIDAD existe. Y que no se limita a unas simples medidas territoriales. Va mas allá de de todas las fronteras. Por eso el desarrollo del País tenemos que buscarlo por la vía de la paz.
lamarca44@hotmail.com
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.