La huelga de los estudiantes estuvo a puntico de convertirse en otro evento trágico para la oposición. Hace años, cuando le respondía a un tesista extranjero su pregunta de cómo describiría yo la conducta de la oposición , usé la siguiente imagen:
“Tengo un enemigo formidable frente a mí. Lleno de determinación agarro un sacacorchos y me saco el ojo, luego con un cuchillo me corto la mano, seguidamente me tasajeo la pierna y finalmente me entierro el puñal en el costado. Entonces, todo ensangrentado, mocho, ciego, cojo, adolorido y debilitado digo jubiloso y convencido: ¡Ahora sí que estoy fino para luchar
...Temblad enemigos que aquí vengo!.
La huelga de hambre de 160 muchachos, en 10 puntos del país fue, sin la menor duda, un éxito rotundo. Pero haber tenido el tino de finalizarla a tiempo, fue sencillamente magistral.
Un logro tan importante como el del 2D
Ya se oye a los que dicen que debía seguir, otros les dicen rajados...y a los que les encanta ofrecer la vida-de los otros claro- dicen que debieron quedarse hasta sacar al último preso político del régimen y morir en el intento.
Estos muchachos demostraron que son mucho más sensatos que los que han promovido y aplaudido, una tras otra, la automutilación desquiciada que describe la imagen.
Estos son algunos ejemplitos de las automutilaciones que confirman la imagen.
1.-La Plaza Altamira: ¿Dónde nos eran útiles los militares “institucionalistas”? ¿En la Plaza Altamira firmando autógrafos o en los cuarteles blindando la institucionalidad?.
La respuesta es obvia. Sin embargo, cada vez que llegaba un nuevo pronunciamiento, la gente rugía de alborozo. El público deliraba, tomaba fotos. La tarima hubo que agrandarla varias veces porque el “espectáculo” crecía.
El hecho crudo es que cada pronunciamiento resultó en un sacacorchos extirpándonos los ojos. Cada militar entarimado fue un hombre de armas menos para la lucha. Si lo hubieran detenido a tiempo, otro gallo cantaría por los lados de los verdes. Pero el “público” quería mas militares en la plaza...y los militares disfrutaban su rol de vedette. El gobierno se frotaba las manos de gusto.
2.-El Paro: tratándose de una herramienta poderosa, su extensión indefinida, “a petición del público”(¿) y con la blandenguería aquella de, paro sí, pero pan caliente a mediodía también, para cacerolear a las 8 de la noche bien comidos, fue como si nos hubiéramos acuchillado el costado. Banalizamos el paro. Pero además, al no haberlo finalizado a tiempo -de nuevo- a solicitud del “público”, convertimos el paro en una pantomima y una autolesión. Al gobierno le vino de perlas en su promoción para vender la idea de que todos somos golpistas. No deja de sacarle el jugo aun hoy.
3.-Guarimbas: Se montaron en los sectores del Este trancando a los propios vecinos y generando agrias disputas; se practicaron gozosas en El Cafetal, pero eran inexistentes en Catia. Fueron otra acción de autoflagelación a la que algunos sectores se entregaron con entusiasmo digno de mejor causa. El régimen disfrutaba viéndolos hacer. Tristemente todavía tienen espacio mediático –y público que aplaude- los que consideran que autoguarimbearse es genialidad heroica. ¡Cómo le ha sacado partido el régimen descalificando cualquier protesta de peso como “guarimba”!
4.-La abstención: De los que me leen, la mitad entorna los ojos y la otra mitad está dispuesta atacarme por la yugular. Todavía escuchamos-porque les dan espacio y tienen “público”- a los defienden la insensata torpeza y en trance de onanismo la consideran acto digno de insertarse en los anales de los éxitos de guerra. Éxito hubiera sido si el llamado a abstención, hubiera contado con una acción estratégica que la acompañara. ¡Hasta la rezadita en la iglesia que nadie atendió hubiera servido!. El hecho crudo es que el silencio e inacción que le siguieron volvieron cisco la poderosa herramienta. La verdad incontestable es que la abstención de 2005 resultó en la más sangrienta autoamputación cuyas consecuencias pagamos y seguiremos pagando muy caro...y por mi parte seguiré cobrándole igual de caro a sus promotores. Para el gobierno fue un regalo, éste con lacito y todo, por el que no cesan de darnos las gracias y encomendarnos en sus oraciones. Se les entregó sin que tuvieran que invertir ni el esfuerzo de un fruncido de cejas.
Porque ese es el detalle y la tragedia. Lo que expresa aquel refrán de “El niño que es llorón y la mamá que lo pellizca”. La oposición ha actuado como “público” en lugar de como luchadores por la democracia. Y los líderes de tales acciones actuaron en función de ese “público”, como si se tratara de un espectáculo y no de una oposición como la define el término. Se entramparon y nos entramparon en una movida farandulera más no política.
Cuando el día miércoles los partes noticiosos de la huelga reportaban otro muchacho retirado en camilla, cuando mostraban las imágenes de jóvenes cosiéndose la boca y la denuncia –insensata- de que no estaban recibiendo a los caídos en algunos centros de asistencia, me recorrió un frío por la espalda.
El evento estaba a un tris de sumarse a la penosa lista de automutilaciones que nos han llevado de fracaso en fracaso.
Pero los chamos, de nuevo, le movieron el piso a todo el mundo, al régimen y a los que han actuado como público en lugar de cómo oposición. Decidieron pararla.
¡Ni una camilla mas!
Pararon el show. Decidieron no jugar a la farándula polítiquera como otros. Ellos hicieron una Acción Política. Devolvieron a todo el mundo a la acera del correcto accionar opositor. Y lo hicieron poniendo a raya a esa oposición que dice querer salir de Chavez pero actúa como “público”, en lugar de elevarse y funcionar como ciudadanos en pie de lucha por la libertad, la democracia y la justicia.
Y por eso levantaron la huelga. A tiempo.
Tan cierto lo dicho, que para el gobierno ha resultado tragedia mayúscula que los muchachos le pusieran fin. Para ellos ha resultado mas grave la suspensión de la huelga que su instalación en 10 ciudades del país. Sus declaraciones destempladas lo demuestran.
El gobierno quería-y sobre todo -contaba con verlos sucumbir de su propia mano. Quería verlos repetir lo que ha hecho hasta ahora la oposición.
Los chamos le pusieron un parao a la conducta autodestructiva diciendo a tiempo.
¡Ni una camilla mas!
Los jóvenes sí entienden lo que es la lucha. Los necesitamos completitos. Con ojos, brazos y piernas. Pero sobre todo, con esa cabeza clarísima que supo poner fin a la que parecía la historia sin fin de la automutilación. Mandaron al pozo el gozo del gobierno.
El 2D y el oportuno levantamiento de la huelga , son los dos únicos éxitos en 10 años. Y los dos los tienen a ustedes como conductores.
Tiemblen los que tengan que temblar...estos soldados sí son los que son.
Estos muchachos están sanos y para horror del régimen, tienen intención de mantenerse sanos y luchando.
Conservar la sensatez, el tino y la visión estratégica para no automutilarse debilitando a sus valientes, es prueba de que el relevo está en sus manos.
¡Chapeau!...y gracias.
Faranduleros favor abstenerse.
Cuando quiero ver un espectáculo, voy al cine y pago.
En política hay quienes quieren héroes. Yo prefiero vencedores.
OlgaK
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