jueves, 1 de octubre de 2009

DIRIGIDO A ESA MAYORÍA QUE TODAVÍA NO ESTÁ CLARA, GERMAN TORTOSA

El pueblo venezolano, cansado por más de 40 años de Gobiernos regulares, malos y peores, manifestó su descontento dando un rotundo y contundente “voto castigo”. La mayoría, esperanzada, dio todo su apoyo a un proceso que prometió resolver sus problemas.

Diez años después, muchos se sienten frustrados y ven con horror una nueva desilusión. Sin embargo, todavía quedan muchísimos compatriotas que creen en las bondades del proceso casi que por dogma de fe.

A los que todavía apoyan al proceso y a ese enorme número de personas que no tienen nada o tienen muy poco, les digo con todo respeto que este NO es el camino. NO es el camino cuando no hay resultados, cuando el venezolano retrocede en su poder adquisitivo, cuando están abandonados los hospitales, las escuelas y los campos, cuando no se construyen viviendas, cuando nos despedimos de nuestros familiares y amigos sin saber si nos volveremos a ver, cuando reiterada y sistemáticamente se prometen irresponsablemente cosas de vital importancia que impactan directamente a los trabajadores y a sus familias que, ni siquiera, se ha pensado en como llevarlas a cabo, sin ninguna coordinación con el tren ejecutivo respectivo, sin tomar en cuenta si existe o no un presupuesto con su correspondiente provisión de fondos. No es el camino cuando se burla una y otra vez del pueblo, cuando se irrespeta. A este número enorme de conciudadanos, solo les digo piénsenlo, mediten objetivamente. La salida, NO es que todos los venezolanos seamos pobres, la salida no es el resentimiento y el odio social, la riqueza no es mala siempre que esté distribuida. No es una lucha de clases, es una lucha por lo social. Por esto, es responsabilidad del Estado, satisfacer las principales necesidades básicas del pueblo, a mi entender; alimentación, salud, vivienda, seguridad, trabajo y educación.

A los que se sienten frustrados y desilusionados una vez más, dudosos de que este NO es el camino, no caigan en la trampa de que si no se sigue apoyando al proceso, volverán los corruptos. Esto no es verdad, existen suficientes alternativas de brillantes profesionales, jóvenes sin pasado totalmente intachables sin huella política, con una inquebrantable voluntad, conocimientos gerenciales y profunda preocupación social con enromes deseos de ayudar a formar el país que todos deseamos y que, sin lugar a dudas, darán los resultados satisfactorios que por tanto tiempo se nos han negado.

Por último, a los que sienten terror cada vez que escuchan la palabra socialismo, les digo que éste, “per se”, no es malo ni bueno, eso depende de sus resultados. Si debe desenvolverse, necesariamente, en un régimen democrático y alternativo, dentro de un marco jurídico, político y económico bien definido, con reglas de juego bien claras sustentadas en nuestra Constitución Nacional, que den suficiente confianza al capital privado incentivando la producción de bienes y servicios, aumentando las fuentes de empleo con total respeto de los derechos y beneficios laborales. Con especial atención a los desposeídos, a los que nada tienen o tienen muy poco. Debiendo arrojar, obligatoriamente, al igual que cualquier otro sistema de gobierno que corresponda, resultados concretos y tangibles que conlleven a la felicidad del pueblo. Ya bien lo dijo, hace casi 200 años, el padre de la patria “ El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor seguridad social y mayor suma de estabilidad política” .

Germán Tortosa Agüero.
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