La razón de la existencia de gobiernos comunistas o socialistas se debe mas que todo a la idea de que el Estado debe tener el control de las actividades principales de la sociedad convirtiéndose de esa manera en un Estado proteccionista, paternalista o benefactor.
Como Estados benefactores y paternalistas los Estados comunistas como la otrora Unión Soviética o la Cuba de Fidel Castro han sido un fracaso total, su meta utópica nunca fue alcanzada. Como se sabe, en estos países solamente unos pocos tienen el poder, las
decisiones se toman inmediatamente y no pasan por la telaraña de leyes y normas que tienen los sistemas democráticos, el resultado de esos gobiernos debería haber sido otro, sin embargo la realidad nos dice todo lo contrario, bajo este sistema ningún dinero es suficiente, los empleados se vuelven improductivos y no existen estímulos de crecimiento personal. Cuba se ha quejado del embargo a que ha estado sujeto por parte de EEUU, pero no dice que durante mas de 25 años la URSS le dio miles de millones de dólares que nunca alcanzaron para hacer de Cuba un país ni tan siquiera del segundo mundo.
En China se dieron cuenta de esta situación hace tiempo y empezaron a abrir su economía, el resultado está a la vista.
Los Estados de orden socialistas un poco mas moderados han planteado la misma teoría del paternalismo, países como Suecia, Francia, Finlandia, Dinamarca con una historia muy vieja han experimentado los monopolios estatales de las principales actividades de la sociedad como son la generación eléctrica, telefonía, combustibles, la seguridad social, el régimen de pensiones y otros.
Suecia, un país que en los años 70 era el cuarto país más rico del mundo en términos del ingreso real per. Cápita, empezó a experimentar en esa misma época una crisis que se hizo evidente pues su sistema empezaba a crecer de forma lenta y perdía terreno frente a otros países con
economías industrializadas. Entre los años 1990 1994 la crisis se acrecentó y se perdieron mas del 10% del empleo total, los programas y conceptos del Estado Benefactor no resultaron como lo esperaban y su economía casi colapsa,
Así las cosas, los suecos se vieron obligados a hacer los cambios pertinentes para darle espacio a la empresa privada y a ideas más modernas. Mauricio Rojas, un chileno radicado en Suecia desde 1974 escribió un libro titulado “Suecia después del modelo sueco” del estado benefactor al estado posibilitador, (Fundación Cadal, Buenos Aires, Argentina 2005) en él nos comenta con lujo de detalles esta transición y nos dice que el Estado debe de pasar de ser un Estado benefactor a un Estado posibilitador donde los gobiernos deben facilitar la productividad y trabajar conjuntamente con la empresa privada en toda su dimensión.
Un Estado posibilitador permitirá por un lado a los gobiernos concentrarse en fiscalizar y generar legislatura para hacer sociedades mas justas y equitativas y por otro lado deberá facilitar a las empresas estatales y privadas para que ejecuten sus programas y proyectos de forma más ágil y productiva en busca de mejorar de forma global y sustantiva.
En contraste encontramos en nuestra América Latina, algunos países como Venezuela, con el presidente Chávez a la cabeza que cree haber descubierto lo que algunos países europeos experimentaron en tiempos posteriores a la segunda guerra mundial, y quiere implantar su modelo de tinte paternalista al mejor estilo de los comunistas con rasgos socialistas e ideas populistas a
Bolivia, Ecuador y Nicaragua entre otros, donde encontró un nicho de seguidores.
Resulta patético ver como día a día se violan y se eliminan derechos y libertades que ya todos los ciudadanos tenían, como son la libertad de expresión, de credo, política y las libertades económicas.
Lamentablemente América Latina ha demostrado ser una zona que ha avanzado muy poco en equidad social y en la mayoría de sus países sus economías van creciendo a ritmos que no permiten crecer rápidamente para cambiar las cosas de forma sustancial, Chile, México y Costa Rica, son quizás los únicos países que están buscando la forma de hacer el gran cambio.
Alvin Tofler, (La Revolución de la Riqueza) Andrés Oppenheimer (Cuentos Chinos) Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner y Álvaro Vargas Llosa (El Regreso del Idiota Latinoamericano), todos ellos nos señalan cómo los políticos de los últimos cincuenta años y muchos del presente siguen aferrados a ideas y conceptos del siglo pasado. Cometen una y otra vez los mismos errores y con su demagogia y populismo engañan al pueblo.
Carlos Vilchez Navamuel
http://carlosvilcheznavamuel.blogspot.com/
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