miércoles, 16 de enero de 2008

*EDITORIAL ANALÍTICA: “LA CONSAGRACIÓN DEL MILITARISMO”




*EDITORIAL ANALÍTICA: “LA CONSAGRACIÓN DEL MILITARISMO”


Martes, 15 de enero de 2008

El reciente cambio de gabinete del Presidente Chávez apunta a una solidificación del control militar sobre el gabinete ejecutivo. Ahora, prácticamente todos los ministerios de mayor relevancia, con la excepción del de relaciones exteriores, están en manos de miembros de las fuerza armadas. Empezando por el coronel Carrizález vicepresidente de la República, el ministro de relaciones interiores y justicia , capitán de navío Rodríguez Chacín, el ministro de finanzas teniente Rafael Isea, el ministro de la defensa general Rangel Briceño, el ministro de la secretaría de la presidencia, teniente Jessie Chacón, así como los ministros de alimentación, de vivienda, y de salud. Este número se incrementaría considerablemente si agregáramos otros altos puestos en la administración centralizada y descentralizada.
No tiene, de por sí, nada de malo que oficiales retirados o activos ejerzan funciones públicas. El problema reside cuando el poder lo detenta una cúpula militar acostumbrada a mandar y obedecer y pretenda que el resto de la sociedad deba comportarse de igual manera. Además de no tener necesariamente la misma visión de los civiles en cuanto al alcance y participación del colectivo en las funciones inherentes al mejor manejo del estado.

La visión de un centralismo exacerbado como forma de dirección de los asuntos del estado va en dirección contraria al logro de la sociedad civil de lograr una mayor descentralización de la función pública. La obediencia es una condición esencial de las fuerzas armadas mientras que la sociedad civil vive y prospera en un ambiente de diálogo y confrontación de ideas. Pero esto podría subsanarse si no existiera una visión única y excluyente del destino de nuestra nación por parte del presidente de la República y comandante supremo de la fuerza armada al cual le deben obediencia los militares.

Una sociedad basada en estas premisas tienen que a la larga chocar con las legítimas aspiraciones de la mayoría de los venezolanos que aspiran a una sociedad en la que puedan no sólo expresar sus ideas sino encontrar formas de gobierno mas cercanas a ellos en la que la responsabilidad en la gestión de los asuntos públicos sea la norma en vez de la excepción.

*MISAEL SALAZAR LÉIDENZ ESCRIBE PARA 2001: “EL DÍA CUANDO AMANECIMOS POBRES”


*MISAEL SALAZAR LÉIDENZ ESCRIBE PARA 2001: “EL DÍA CUANDO AMANECIMOS POBRES”


Realmente fue muy difícil acostumbrarnos a manejar tan grandes cantidades de dinero como las que hemos manoseado en los últimos años. Igualmente fue difícil suponer que un cambur, por ejemplo, pudiese alguna vez llegar a valer cientos de bolívares. Pero, una vez en la corriente de la economía no nos quedó otro remedio que entrarle de lleno, aprender a contar cantidades astronómicas, y por supuesto aprender nuevas palabras como millardo, billón, trillón, quintillón, y pare de contar.

A lo largo de esos años nos acostumbramos a cargar encima cientos de miles de bolívares, lo que jamás soñaron nuestros abuelos. Y por supuesto, a gastarlos a manos llenas porque nos parecía que si algo abundaba en el país era el dinero. Es más, nos acostumbramos a ver cómo los billetes de baja denominación, o las monedas, seguían descansando en cualquier acera sin que nadie se dignara recogerlos. Señal real de que estábamos en el declive de la economía y de que por tanto la pobreza rodaba por el suelo en el sentido de que nada se podía comprar con uno de esos billetes, o de esas monedas.

QUÉ RICOS TAN POBRES

Es más, jamás fuimos tan ricos ni nos sentimos tan pobres como en esa etapa en la que manejamos sumas que muchas veces no atinábamos a comprender. Hasta hace una veintena de años quien tenía un millón de bolívares era verdaderamente millonario. Y quien se acercaba, por ejemplo a esa cantidad, lo llamaban medio millón. Es decir, la riqueza la permití tener un nombre agregado. Ejemplo: Pedro, el del medio millón. O, Pedro Medio Millón.

Es más, era común ver a una persona que llevaba metida en cada oreja una moneda de un real, o un mediecito. Era la fórmula más expedita para evitar que las pequeñas, pero valiosas monedas de plata se extraviaran camino de la pulpería. Y con una locha se podían comprar varias cosas, tales como aceite, vinagre, mantequilla, papelón y gofio, por ejemplo.

Aquellos tiempos de la Venezuela rural, cuando una moneda de verdad valía lo que pesaba, no estaba exenta de problemas. Los pollos, por ejemplo, eran sólo manjar para los ricos. Las pestes, las formas empíricas de criarlos y de mercadearlos generaban carestías.

Pero, como siempre sucede, se hizo el milagro de la vacuna y se industrializó la cría del pollo y de la gallina, y entones esas aves volaron de la mesa de los ricos a la mesa de los pobres. Antes de eso para alguien de medio pelo era muy difícil comerse un sancocho de gallina. Por eso cuando lograban sacrificar, con ese propósito a una pirota, echaban las plumas hacia la calle para que el vecindario se enterara de que en esa casa se comía bien, al menos ese día. Todo aquello trajo sus bemoles porque los jefes civiles que cobraban sus sueldos cuando había rentas, idearon cobrar el derecho de degüello que incluyó gallinas pollos, patos y palomas caseras. De modo que muchas veces el sancocho era de contrabando.

PRESIDENTES ARPISTAS

Siempre tuvimos presidentes arpistas en el sentido de que atraían todo cuanto podían hacia sí, o hacia el país el arpista mueve todos los dedos como tratando de sacar algo del arpa que le llegue a los bolsillos. Y quizás el presidente más arpista de todos fue Juan Vicente Gómez, porque no invirtió un centavo en el exterior, sino en el país, y porque siempre desconfió de los billetes de banco. De modo que si por su voluntad hubiese sido, Venezuela jamás hubiese permitido la emisión de papel moneda ya que en aquellos tiempos la riqueza se medía en oro o en plata. Y los países que se respetaran debían tener monedas verdaderamente fuertes.

Realmente Gómez no fue uno de esos locos que salen, como el personaje de Florentino el que cantó con el Diablo a repartir lo ajeno. Ni salió a repartir los bienes del erario en países que jamás se han ocupado de ayudar en nada a la economía venezolana. Es decir, hizo en ese campo lo que debe hacer un primer magistrado. En todo caso las cosas que faltan en la casa deben ser las primeras en llenar la nevera propia y no la ajena.

Esa sensación de ser pobres que nos dan nuestras cuentan bancarias a partir del 31 de diciembre son quizás un serio indicativo de que entramos en un declive creciente. Es decir, cada día que pasa nuestra moneda valdrá menos y por lo tanto los venezolanos viviremos peor. Lo peor de todo esto es que estos tiempos de carestías se presentan precisamente en momentos cuando nuestro principal, sino único producto de exportación, el petróleo, tiene el mayor precio de su historia. Ese solo hecho nos hace ser mucho más pesimistas porque sentimos cómo las vacas flacas no las generó el verano, al menos en nuestro caso, sino el gasto innecesario, la regaladera de dinero y esa forma asiática de ver el erario público como algo de propiedad privada del presidente.

CUANDO EL MAÑANA DESESPERA

Los viejos campesinos venezolanos recomendaban a sus hijos guardar dinero en tiempos de abundancia con miras a no pasar trabajos cuando llegasen los tiempos de dificultades. Esos tiempos los llamaban "el mañana". Y anunciaban que nadie sabe cuándo va a llegar ese mañana, pero sin duda algún día se presentará sin aviso. Pero resulta que por la experiencia de eso que los economistas llaman inflación, sabemos que el peor error que podemos cometer es el de ahorrar puesto que la tal inflación se come cualquier a cualquier capital que podamos guardar. Eso significa que el mañana se nos complica a todos cada vez más.

De modo que iniciamos un nuevo año con mucho problema y con lo que realmente es una pobreza creciente. Ahora debemos aplicar la tabla para restar ceros y por supuesto mientras aprendemos sufrimos las consecuencias de la políticas monetaria.

*EDITORIAL DEL DIARIO 2001: “INDUSTRIA PRIVADA Y DESABASTECIMIENTO”


*EDITORIAL DEL DIARIO 2001: “INDUSTRIA PRIVADA Y DESABASTECIMIENTO”

Caracas, Enero 16 de 2008


"En la guerra, el fuerte se impone al débil; en los negocios, el fuerte imparte fortaleza al débil".
Frederic Bastiat (economista francés)



Ante la escasez de diversos rubros alimentarios, está haciéndose asiduo en el país los "tours" de mercados e incluso la resignación, ante la insuficiencia de productos.

Las razones de esta situación están a la vista, comenzando por la permisividad gubernamental al autorizar y oficializar la toma e invasión de fincas agropecuarias productivas. Hoy, donde antes habían fundos bien plantados y una rica ganadería, sólo subsisten rastros de los que fue, pues, los invasores consumieron el ganado y la producción agrícola terminó desolada.

Esa, entre otras causas, es por la cual el Gobierno mantiene una vigorosa economía de puerto -tradicionalmente cuestionada por economistas- y la mayoría de los alimentos que consumimos, si es que se consiguen, son importados.

Fedenaga, la federación que congrega a los ganaderos, y Fedeagro a los agrícolas, han denunciado insistentemente sobre la situación y han sido infructuosos sus esfuerzos para convenir reuniones con el sector gubernamental, lo cual, tal vez, permitiría recuperar el déficit alimentario que nos acosa.


La Corporación Venezolana Agraria, un ente del Estado, reveló cifras catastróficas del 2007, como el que las llamadas plantas socialistas apenas produjeron el 1,47% de la cosecha nacional y al mismo tiempo los productos comercializados por Mercal (Misión Almentación), provienen en un 70% mayormente importados de Brasil, Argentina y Nueva Zelanda.


Más dramática se hace la situación ante el acoso a las industrias del sector privado, las cuales a pesar de trabajar a 100% de su capacidad, están rezagadas en cuanto a la demanda, producto de la situación imperante. Tan lamentable es el asunto que según la última Encuesta de Coyuntura de Conindustria, las inversiones en el sector son para mantener las plantas que aún operan y no se han establecido nuevas empresas o creadas otras líneas de producción.


Las razones para la subinversión o su limitación son obvias: temores de expropiación, leyes laborales que generan desconfianza, controles de cambio y de precios y la figura de cogestión de empresas.

Con todo y ello, el sector privado aporta el 86% del abastecimiento frente al 14% de Mercal, de lo que hoy se puede comprar.

El Gobierno insiste que no es su intención la de competir con el sector privado o de desplazarlo. Los hechos, sin embargo, hablan otro lenguaje.

*EN 30 MINUTOS SE DECIDIÓ DESTINO DE VIVAS, SIMONOVIS Y FORERO


*EN 30 MINUTOS SE DECIDIÓ DESTINO DE VIVAS, SIMONOVIS Y FORERO


Estudiantes y familiares protestaron a las puertas de los tribunales de Aragua al considerar injusto el fallo contra los comisarios y los 8 PM (Cortesía)


Allegados de los comisarios y de los 8 PM reclamaron justicia
ÉRIKA GUILLÉN

ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL

Maracay.- El Tribunal Cuarto de Juicio de Aragua ratificó, en audiencia especial, la medida privativa de libertad para los comisarios Henry Vivas, Lázaro Forero e Iván Simonovis así como los ocho policías metropolitanos, al negarles el sobreseimiento de la causa amparados en la Ley de Amnistía.

Cerca de las 3 de la tarde se conformó el tribunal mixto y en escasos 30 minutos la juez a cargo del caso, Maryori Calderón, dictó sentencia. Alegó que tanto los comisarios como los ocho metropolitanos no podían ser beneficiados de la recién decretada Ley por estar acusados de violaciones a los DDHH y darles la libertad propendería en la impunidad.

Tras el pronunciamiento, estudiantes universitarios del estado Aragua y del interior del país así como dirigentes políticos que se encontraban presentes en la sala de juicio de Maracay se levantaron de sus sillas y gritaron al unísono "Amnistía/ queremos amnistía". La situación obligó a la juez Calderón a exigirles a los presentes su salida de la audiencia.

Así lo hicieron, pero argumentando que "no se podía seguir en esa sala" ante un dictamen "impune, bárbaro, brutal y grotesco". Simonovis también se levantó de su puesto y abandonó la sala. Detrás de él salieron varios funcionarios de la Policía Metropolitana.

En ese momento y de manera casi inmediata se presentó un piquete antimotín de efectivos de la Guardia Nacional (GN) quienes hicieron un cerco a las puertas del tribunal así como en las entradas del Palacio de Justicia de Maracay bajo el argumento "de preservar el orden público y resguardar las instalaciones judiciales". Entre los líderes presentes estaban Henrique Capriles Radonski, Oscar Pérez, Delsa Solórzano, Hiram Gaviria y Carlos Guyón.

Mientras tanto, familiares de los detenidos abandonaban decepcionados la audiencia. En los pasillos se dejaron escuchar gritos. Otros familiares lloraban inconsolables e incluso temblaban. Miriam Aranguren, madre de Iván Simonovis, sólo alcanzó a decir que la decisión de la juez "es una injusticia, vine esperanzada pues mi hijo nunca ha violado los derechos humanos ni cometió ningún delito".

Minutos más tarde, la abogada defensora de los ocho metropolitanos, Theresly Malavé, abandonó la sala de juicio objetando que "lamentablemente la juez Calderón obedeció la orden del presidente de la República, de la Asamblea y de la Fiscalía".

Por su parte, el abogado defensor de los comisarios, José Luis Tamayo, dijo que la decisión "está llena de contradicciones" y apunta a condenar a los detenidos, sin pruebas, a unos 30 años de cárcel.

La defensa está considerando la posibilidad de renunciar al proceso judicial "porque estamos claros que esto no se está ventilando en un asunto jurídico sino en un asunto político".

Por su parte, María del Pilar de Simonovis, esposa y abogada de Iván Simonovis, reiteró que "es la crónica de una decisión anunciada. Aquí no hay un Poder Judicial independiente".

*FEDENAGA REVISA DATA DE CASOS DE SECUESTRO


Fedenaga revisa data de casos de secuestros

Hoy realizarán directorio ampliado para analizar palabras de Chávez
Para el presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga), Genaro Méndez, falta voluntad política en el país para enfrentar el problema del secuestro.
Considera que el primer mandatario, Hugo Chávez, parte de una "premisa falsa" cuando afirma que la guerrilla colombiana no tiene secuestrado a venezolano alguno. "Si todos los cuerpos de inteligencia creen que eso es así, entonces aquí no se resolverá nada", acotó.
"Nosotros hemos manifestado públicamente que tenemos conocimiento de que hay venezolanos en poder de la guerrilla. Tenemos los testimonios de los familiares y también de algunas personas que han regresado después de pagar su rescate", aseguró el dirigente ganadero, luego de anunciar que hoy analizarán en un directorio ampliado la situación de los venezolanos secuestrados.
Méndez explicó que si bien registran 68 personas secuestradas en el país desde hace varios años, es difícil determinar el número exacto de cautivos en manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) o del Ejército de Liberación Nacional (ELN), porque hay muchos delincuentes comunes que se hacen pasar por guerrilleros.

*- TAL CUAL - PORTADA - TEODORO PETKOFF - MARTES 15 DE ENERO DE 2008: “LE SABE A ENMIENDA”


*- TAL CUAL - PORTADA - TEODORO PETKOFF - MARTES 15 DE ENERO DE 2008: “LE SABE A ENMIENDA”


Entre impertinencia e impertinencia en relación con Colombia (cuya soberanía dice respetar) Chávez expulsó su último eructo mental: anunció que se propone exhumar la reelección indefinida vía enmienda constitucional. La enmienda, como se sabe, es una modificación de poca monta de la Constitución, que lleva a cabo el Parlamento y que, de ser aprobada por éste, no es sometida a referéndum. "Poca monta" significa que se trata de un cambio que no afecta la estructura ni la naturaleza de los principios sustantivos sobre los que descansa el Estado.

En principio, pues, no es posible enmendar el artículo 270 para sustituir la reelección única por la indefinida, porque se trata de un cambio de gran monta. Pero no es menos cierto que tampoco mediante una reforma (que fue la tentativa anterior), se lo podía hacer y a pesar de ello, contraviniendo la Constitución, Chávez llevó adelante esa tentativa.

Aunque no pudo ser impedida previamente, el pueblo, sin embargo, la derrotó en el referéndum. Pero si ahora Yo El Supremo pasara a los hechos y en verdad propusiera la enmienda, esta vez habría que derrotarla antes o durante la discusión en la Asamblea Nacional, porque una vez aprobada no existe la oportunidad referendaria.

De modo que se trata de un problema esencialmente político, que exige una respuesta política que debe expresarse en la movilización popular.

Aunque la enmienda se refiere a un solo artículo, ya dentro del contexto de la proposición de reforma derrotada el 2D se planteaba la modificación de ese mismo artículo, el 270.

Así que constitucionalmente hablando, a tenor de lo establecido en el 345 de la Constitución, una reforma rechazada no puede ser propuesta de nuevo, ni total ni parcialmente, en el mismo periodo constitucional. Pero ya sabemos que Ego Chávez se ha pasado por el forro la Constitución cuantas veces le ha dado la gana, de manera que preparémonos para una nueva y abusiva violación de ella, que sería la proposición de enmienda.

Hay en esta terquedad de Chávez una insondable falta de respeto por su propio pueblo. Sólo un temperamento autoritario, autocrático y militarista como el suyo es capaz de desconocer una voluntad ya expresada e insistir en meter por los caminos verdes la misma reforma, cuyo centro para él, fue siempre la reelección indefinida. Ningún otro aspecto de la reforma repudiada le merece el mismo desvelo.

Es la eternización de su poder lo que le quita el sueño. Ni una semana le duró la intención de rectificar. Ya lo habíamos sugerido: toda esa cháchara se iba a saldar en una cuarta erre: retórica, es decir, paja. De la revisión de sus errores, la rectificación no es otra cosa que insistir en las viejas meteduras de pata e inventar otras nuevas.

- Tal Cual - Portada - Teodoro Petkoff

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*ERNESTO GARCÍA MAC GREGOR ESCRIBE : "YO NO COMPRENDÍA"


"YO NO COMPRENDÍA"

Era un niño cuando la Europa de la post guerra quedó dividida en una sección libre y dichosa, y en otra comunista, esclavizada y triste. No obstante, la gente ponderaba a la gloriosa Unión Soviética al tiempo que despotricaba de Occidente. Yo no comprendía.

El sádico de Stalin, con su régimen de terror hizo ver a Hitler como niño de pecho y sin embargo, era venerado como héroe. Posteriormente vendría Franco, quien salvó a España del terror comunista (6.845 curas y monjas asesinados por los rojos) y la puso a valer; sin embargo, casi todos los españoles que he conocido son antifranquistas rabiosos. Siguieron los bochornos de la muralla de Berlín, las masacres de Hungría y Checoslovaquia, los genocidios de Mao y de Pol Pot, y nada que se inmutaban. Yo seguía sin comprender.

Con la caída de Pérez Jiménez, y ante mi asombro, regresaron al país los exiliados comunistas criollos pregonando las maravillas del marxismo. Para entonces tuve que calarme (durante mi carrera en LUZ) a los vendepatria que querían trasformarnos en un satélite soviético. Por fortuna, nunca me salpicó el sarampión comunista a pesar del acoso inclemente de los marxistas con sus compendios de vacías estupideces como el libro rojo, los pensamientos del Che y los de Mao.

En ese tiempo, todas las universidades, editoriales, y cuchitriles seudoculturales estaban dominados por izquierdófilos. Yo, como inocente aguafiestas, odiaba la masoquista canción protesta, la poesía de vanguardia, la de los poetas malditos, y para colmo, la dialéctica hegeliana me producía una irresistible narcolepsia. Mi padre me decía que se trataba de un anticomunismo congénito; mis amigos camaradas universitarios me tildaban de reaccionario, un genuino producto de la decadente burguesía. Por eso nunca pude figurar como intelectual.

Pero de repente, resultó que los equivocados eran ellos. Setenta años de rayón ideológico se vinieron abajo con la caída del comunismo. Más del 60% de la estúpida población mundial embarcada en la filosofía del fracaso. Y sin embargo, en la actualidad, todos los crímenes y errores que se cometen en nombre del derrotado comunismo, como los de Fidel, son aceptables, pero si se trata del triunfante capitalismo, como Pinochet, resultan monstruosos y diabólicos. Las madres de La Plaza de Mayo aún lloran a sus hijos. ¿Y quién solloza por las víctimas de los montoneros, “putamaros” y resto de la sanguinaria guerrilla latinoamericana? Nadie. Yo sigo sin comprender. Que oiga quien tiene oídos...


garciamacgregor@cantv.net