Conversón con Trino Márquez, director académico del CEDICE en Venezuela, un centro que se dedica a las ideas económicas y al pensamiento político en ese país. Márquez dice que Chávez no podrá perpetuarse en el poder porque las condiciones politicas no lo permitirán.
A continuación se transcriben las principales ideas vertidas por Trino Márquez a Diario Exterior:
1. ¿Qué balance hace de las elecciones?
El balance es altamente positivo para la democracia, para la descentralización y para la oposición. Con respecto al Gobierno y a Hugo Chávez, aunque ganó en 17 estados y 280 alcaldías, el saldo no es tan positivo.
a) La democracia y la participación. Esta cita ha sido la más concurrida desde que se comenzaron a elegir las autoridades regionales: 65% de participación; en algunos municipios de Caracas, como Baruta (básicamente de clase media) la participación alcanzó 84%.
b) Para la descentralización. Esa concurrencia demostró que la gente quiere votar para elegir sus autoridades regionales y locales, y, en consecuencia, que se opone a que el presidente Chávez pretenda imponer unas autoridades regionales designadas de forma inconsulta por el primer mandatario, tal como lo establece la Ley Orgánica de la Administración Central (Art. 70). Por ahora quedó liquidada la Nueva Geometría de Poder que plantea Chávez, uno de cuyos aspectos centrales consiste en desconocer la descentralización.
c) Para la oposición. Esta logró ganar la Alcaldía Metropolitana y en cinco de los seis municipios que integran Caracas. Además, obtuvo la victoria en casi todos los Estados más industrializados del país, donde la actividad económica, financiera, cultural y educativa es más dinámica, y donde la sociedad, la inversión y la creación de empleo dependen menos del gasto público. Son las entidades más urbanizadas. Por otra parte, se asomaron al escenario nacional figuras jóvenes, algunas conocidas y otras no tanto, que muestran que el liderazgo de la oposición se ha renovado y que han emergido dirigentes con capacidad para competir con el comandante Chávez.
d) Para el Gobierno y para Chávez. Es cierto que ganaron numerosas gobernaciones y alcaldías, pero el haber perdido en la región central, incluida Caracas, y en Zulia, la principal entidad de la provincia y, por añadidura, el estado petrolero más rico del país, evidencia que disminuyó el peso del proyecto político de Chávez. En términos numéricos Hugo Chávez ha perdido 1.500.000 votos entre diciembre de 2006 y diciembre de 2008. Aquel año obtuvo 7 millones de sufragios en las elecciones presidenciales; ahora tuvo que conformarse con 5.500.000.
A la luz de los resultados queda claro que su propuesta del socialismo del siglo XXI es rechazada por más de la mitad del país. Esas cifras también dejan muy mal parada la posibilidad de la reelección indefinida del teniente coronel, pues es poco probable que el pueblo apruebe una enmienda de la Carta Magna que le permita presentarse para un tercer mandato. Lo peor de este cuadro para el chavismo es que quienes aparecían como posibles herederos del jefe fueron derrotados, con lo cual la sucesión se le complica mucho.
2. ¿Qué opina de la radicalización del discurso oficialista?
Esa táctica, ciertamente inmoral y cobarde que el Presidente aplicó durante la campaña electoral, le dio resultados positivos porque aglutinó a sus partidarios y elevó el perfil de unos candidatos muy malos que no lograban subir en las encuestas. Sin embargo, no estoy seguro de que el chantaje, la intimidación y la radicalización hacia la izquierda le dé resultados positivos en el futuro. El país se pronunció mayoritariamente por la democracia, la pluralidad y la tolerancia. Dentro de este nuevo cuadro el Presidente tendrá que negociar y concertar con candidatos que le son adversos.
Al país le gustaría ver un encuentro de Chávez con los gobernadores y alcaldes de la oposición en el marco de una reunión del Consejo Federal de Gobierno, figura creada por él en la Constitución de 1999 (Art. 185). Considero que la radicalización seguirá cautivando a sus partidarios más resentidos y violentos, más no a los sectores que simpatizan con él pero dentro de una atmósfera de convivencia democrática. No se conectará con el centro político.
3. ¿Qué perspectivas hay para el futuro de la oposición?
El futuro de la oposición es promisorio y, a la vez, tremendamente complejo. Los partidos que la constituyen se han recuperado bastante, aunque aún están lejos de llegar a los niveles de solidez, penetración y liderazgo social que tenían hace dos décadas o, incluso, un poco menos. Los gobernadores y alcaldes de la oposición tendrán que cohabitar con un Presidente que estará en los últimos cuatro años de su mandato (según él debería ser eterno.)
Las relaciones entre el poder central y los gobiernos regionales de oposición estarán caracterizadas por una enorme tensión: Chávez hará lo posible para que fracasen con el fin de que no aparezca en la oposición una alternativa de triunfo en los comicios de 2012. Sea él o sea otro dirigente del chavismo, no conviene que un mandatario regional opositor destaque por su obra de gobierno. Aquí existe un gran desafío: ¿cómo sortear las trabas que el comandante pondrá? La oposición ha demostrado a partir de 2004 prudencia e inteligencia. Los resultados del 23-N hay que preservarlos.
Un punto importante que debe resolverse en el futuro cercano es la unidad para las elecciones municipales del año 2009 y para las de la Asamblea Nacional en 2010. De no logarse esa unidad entre todos los factores importantes de la oposición, podrían repetirse los lamentables episodios del estado Bolívar o de Barinas, lugares donde se perdió el n3-N precisamente por la falta de cohesión.
4. ¿Se ha ganado algo con estas elecciones en términos de democracia?
Como dije antes, el 23 de noviembre salieron fortalecidas la democracia y la descentralización. Habría que agregar que en todo el país el proceso electoral, largo y complejo, transcurrieron sin que casi se produjesen hechos de violencia. Salvo algunos cuantos casos aislados y que no alteraron los resultados finales, la gente del oficialismo y de la oposición pudo convivir sin que hubiese acontecimientos lamentables, ni tensión en los centros de votación.
5. ¿Cómo se han comportado los controles electorales?
Los controles previos del Concejo Nacional Electoral fueron muy débiles frente a los abusos de Hugo Chávez y del oficialismo en general. Todos los recursos públicos y todos los organismos del Gobierno se pusieron a favor de los candidatos del oficialismo sin que el CNE se pronunciase de forma categórica, ni la Contraloría General interviniese. Chávez amenazó a los candidatos de oposición con encarcelarlos, chantajeó a los electores para que no votasen por las opciones opositoras, encadenó durante largas horas los medios radioeléctricos, se dedicó de lleno a la campaña, todo esto violando la Constitución nacional y las leyes electorales, frente a la mirada cómplice de las instituciones del estado Encargadas de velar por el equilibrio informativo y la igualdad de condiciones.
Sin embargo, el día del acto comicial el CNE y el Plan República se comportaron de manera más equitativa. Aunque el primer boletín del CNE se produjo un poco tarde y en medio de ciertas sospechas y angustias, los resultados que se transmitieron reflejaron lo que había ocurrido en las urnas electorales.
6. ¿Qué futuro –en términos generales- ve usted para el futuro de la comunidad política en Venezuela?
Creo que el comportamiento de los ciudadanos y los resultados obtenidos por la oposición nos permiten ser optimistas, aunque no ilusos, con respecto al futuro del proceso político venezolano. A Hugo Chávez le va a resultar muy difícil crear un clima de violencia que le permita gobernar y eternizarse en el poder en medio del caos. Su proyecto hegemónico llegó al límite. Carece de las condiciones para imponerse por la vía de la fuerza. Podríamos decir que está trabajando de preaviso y que sus días en la presidencia de la República están contados: él durará, si Dios lo ayuda, hasta el 10 de enero de 20013, cuando tendrá que entregarle la banda presidencial a otro Presidente.
Si la oposición hace las cosas de forma inteligente, elabora un discurso y un programa atractivos, tiene todas las posibilidades de transformarse en una opción real de triunfo. El 2 de diciembre de 2007 y el pasado 23-N se demostró que Chávez es derrotable. Lo que debe evitarse es el lenguaje altisonante e incurrir en los mismos vicios, como la corrupción, y los mismos errores, como la ineficiencia y la desidia, tan propios del chavismo.
Chávez, como el Guasón de El caballero de la noche, sólo sabe gobernar en medio del caos, la incertidumbre y el miedo. Ahora la oposición cuenta con suficientes mandatarios regionales con capacidad para demostrarle a todo el país que pueden gobernar con orden, eficiencia y eficacia para beneficio de ese pueblo que sólo le sirve al comandante para hacer demagogia y populismo.
A continuación se transcriben las principales ideas vertidas por Trino Márquez a Diario Exterior:
1. ¿Qué balance hace de las elecciones?
El balance es altamente positivo para la democracia, para la descentralización y para la oposición. Con respecto al Gobierno y a Hugo Chávez, aunque ganó en 17 estados y 280 alcaldías, el saldo no es tan positivo.
a) La democracia y la participación. Esta cita ha sido la más concurrida desde que se comenzaron a elegir las autoridades regionales: 65% de participación; en algunos municipios de Caracas, como Baruta (básicamente de clase media) la participación alcanzó 84%.
b) Para la descentralización. Esa concurrencia demostró que la gente quiere votar para elegir sus autoridades regionales y locales, y, en consecuencia, que se opone a que el presidente Chávez pretenda imponer unas autoridades regionales designadas de forma inconsulta por el primer mandatario, tal como lo establece la Ley Orgánica de la Administración Central (Art. 70). Por ahora quedó liquidada la Nueva Geometría de Poder que plantea Chávez, uno de cuyos aspectos centrales consiste en desconocer la descentralización.
c) Para la oposición. Esta logró ganar la Alcaldía Metropolitana y en cinco de los seis municipios que integran Caracas. Además, obtuvo la victoria en casi todos los Estados más industrializados del país, donde la actividad económica, financiera, cultural y educativa es más dinámica, y donde la sociedad, la inversión y la creación de empleo dependen menos del gasto público. Son las entidades más urbanizadas. Por otra parte, se asomaron al escenario nacional figuras jóvenes, algunas conocidas y otras no tanto, que muestran que el liderazgo de la oposición se ha renovado y que han emergido dirigentes con capacidad para competir con el comandante Chávez.
d) Para el Gobierno y para Chávez. Es cierto que ganaron numerosas gobernaciones y alcaldías, pero el haber perdido en la región central, incluida Caracas, y en Zulia, la principal entidad de la provincia y, por añadidura, el estado petrolero más rico del país, evidencia que disminuyó el peso del proyecto político de Chávez. En términos numéricos Hugo Chávez ha perdido 1.500.000 votos entre diciembre de 2006 y diciembre de 2008. Aquel año obtuvo 7 millones de sufragios en las elecciones presidenciales; ahora tuvo que conformarse con 5.500.000.
A la luz de los resultados queda claro que su propuesta del socialismo del siglo XXI es rechazada por más de la mitad del país. Esas cifras también dejan muy mal parada la posibilidad de la reelección indefinida del teniente coronel, pues es poco probable que el pueblo apruebe una enmienda de la Carta Magna que le permita presentarse para un tercer mandato. Lo peor de este cuadro para el chavismo es que quienes aparecían como posibles herederos del jefe fueron derrotados, con lo cual la sucesión se le complica mucho.
2. ¿Qué opina de la radicalización del discurso oficialista?
Esa táctica, ciertamente inmoral y cobarde que el Presidente aplicó durante la campaña electoral, le dio resultados positivos porque aglutinó a sus partidarios y elevó el perfil de unos candidatos muy malos que no lograban subir en las encuestas. Sin embargo, no estoy seguro de que el chantaje, la intimidación y la radicalización hacia la izquierda le dé resultados positivos en el futuro. El país se pronunció mayoritariamente por la democracia, la pluralidad y la tolerancia. Dentro de este nuevo cuadro el Presidente tendrá que negociar y concertar con candidatos que le son adversos.
Al país le gustaría ver un encuentro de Chávez con los gobernadores y alcaldes de la oposición en el marco de una reunión del Consejo Federal de Gobierno, figura creada por él en la Constitución de 1999 (Art. 185). Considero que la radicalización seguirá cautivando a sus partidarios más resentidos y violentos, más no a los sectores que simpatizan con él pero dentro de una atmósfera de convivencia democrática. No se conectará con el centro político.
3. ¿Qué perspectivas hay para el futuro de la oposición?
El futuro de la oposición es promisorio y, a la vez, tremendamente complejo. Los partidos que la constituyen se han recuperado bastante, aunque aún están lejos de llegar a los niveles de solidez, penetración y liderazgo social que tenían hace dos décadas o, incluso, un poco menos. Los gobernadores y alcaldes de la oposición tendrán que cohabitar con un Presidente que estará en los últimos cuatro años de su mandato (según él debería ser eterno.)
Las relaciones entre el poder central y los gobiernos regionales de oposición estarán caracterizadas por una enorme tensión: Chávez hará lo posible para que fracasen con el fin de que no aparezca en la oposición una alternativa de triunfo en los comicios de 2012. Sea él o sea otro dirigente del chavismo, no conviene que un mandatario regional opositor destaque por su obra de gobierno. Aquí existe un gran desafío: ¿cómo sortear las trabas que el comandante pondrá? La oposición ha demostrado a partir de 2004 prudencia e inteligencia. Los resultados del 23-N hay que preservarlos.
Un punto importante que debe resolverse en el futuro cercano es la unidad para las elecciones municipales del año 2009 y para las de la Asamblea Nacional en 2010. De no logarse esa unidad entre todos los factores importantes de la oposición, podrían repetirse los lamentables episodios del estado Bolívar o de Barinas, lugares donde se perdió el n3-N precisamente por la falta de cohesión.
4. ¿Se ha ganado algo con estas elecciones en términos de democracia?
Como dije antes, el 23 de noviembre salieron fortalecidas la democracia y la descentralización. Habría que agregar que en todo el país el proceso electoral, largo y complejo, transcurrieron sin que casi se produjesen hechos de violencia. Salvo algunos cuantos casos aislados y que no alteraron los resultados finales, la gente del oficialismo y de la oposición pudo convivir sin que hubiese acontecimientos lamentables, ni tensión en los centros de votación.
5. ¿Cómo se han comportado los controles electorales?
Los controles previos del Concejo Nacional Electoral fueron muy débiles frente a los abusos de Hugo Chávez y del oficialismo en general. Todos los recursos públicos y todos los organismos del Gobierno se pusieron a favor de los candidatos del oficialismo sin que el CNE se pronunciase de forma categórica, ni la Contraloría General interviniese. Chávez amenazó a los candidatos de oposición con encarcelarlos, chantajeó a los electores para que no votasen por las opciones opositoras, encadenó durante largas horas los medios radioeléctricos, se dedicó de lleno a la campaña, todo esto violando la Constitución nacional y las leyes electorales, frente a la mirada cómplice de las instituciones del estado Encargadas de velar por el equilibrio informativo y la igualdad de condiciones.
Sin embargo, el día del acto comicial el CNE y el Plan República se comportaron de manera más equitativa. Aunque el primer boletín del CNE se produjo un poco tarde y en medio de ciertas sospechas y angustias, los resultados que se transmitieron reflejaron lo que había ocurrido en las urnas electorales.
6. ¿Qué futuro –en términos generales- ve usted para el futuro de la comunidad política en Venezuela?
Creo que el comportamiento de los ciudadanos y los resultados obtenidos por la oposición nos permiten ser optimistas, aunque no ilusos, con respecto al futuro del proceso político venezolano. A Hugo Chávez le va a resultar muy difícil crear un clima de violencia que le permita gobernar y eternizarse en el poder en medio del caos. Su proyecto hegemónico llegó al límite. Carece de las condiciones para imponerse por la vía de la fuerza. Podríamos decir que está trabajando de preaviso y que sus días en la presidencia de la República están contados: él durará, si Dios lo ayuda, hasta el 10 de enero de 20013, cuando tendrá que entregarle la banda presidencial a otro Presidente.
Si la oposición hace las cosas de forma inteligente, elabora un discurso y un programa atractivos, tiene todas las posibilidades de transformarse en una opción real de triunfo. El 2 de diciembre de 2007 y el pasado 23-N se demostró que Chávez es derrotable. Lo que debe evitarse es el lenguaje altisonante e incurrir en los mismos vicios, como la corrupción, y los mismos errores, como la ineficiencia y la desidia, tan propios del chavismo.
Chávez, como el Guasón de El caballero de la noche, sólo sabe gobernar en medio del caos, la incertidumbre y el miedo. Ahora la oposición cuenta con suficientes mandatarios regionales con capacidad para demostrarle a todo el país que pueden gobernar con orden, eficiencia y eficacia para beneficio de ese pueblo que sólo le sirve al comandante para hacer demagogia y populismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.