*RELIAL CONDENA LA INCORPORACIÓN DE MANUEL ZELAYA Y EL GOBIERNO HONDUREÑO AL IMPERIALISMO CHAVISTA
Traicionando los principios de su partido, Zelaya seguirá el camino de Hugo Chávez, Daniel Ortega y Evo Morales: permanecer indefinidamente en el poder, socavar la democracia, violar los derechos humanos de sus compatriotas, confiscar la propiedad privada de empresas y medios de comunicación, e incluir a su país en el frente que conspira y ataca a las legítimas democracias de la región
Las instituciones integrantes de la Red Liberal de América Latina (RELIAL) condenan la desafortunada decisión del presidente de Honduras, Manuel Zelaya, de solicitar el ingreso de ese país a la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA) el pasado 26 de agosto. El presidente Manuel Zelaya realizó esta medida de espaldas al valiente pueblo hondureño. Sin consultar y sin rendirle cuentas a nadie. Sin responsabilizarse de las consecuencias sobre el futuro bienestar de los hondureños, que ahora, con el ALBA, serán más pobres.
En casi tres años de gobierno, Zelaya no logró cumplir sus promesas y dar a su pueblo un real bienestar. Ahora cree que lo logrará formando parte del ALBA y recibiendo las dádivas del presidente Chávez, quien regala lo que no le pertenece, agravando de este modo las terribles carencias del pueblo venezolano y convirtiendo a Zelaya en un cómplice más de sus padecimientos.
RELIAL deslinda con la postura del mandatario hondureño, quien proviene del Partido Liberal de Honduras, integrante de la Liberal Internacional; traicionando los principios de su partido, Zelaya seguirá el camino de Hugo Chávez, Daniel Ortega y Evo Morales: permanecer indefinidamente en el poder, socavar la democracia, violar los derechos humanos de sus compatriotas, confiscar la propiedad privada de empresas y medios de comunicación, e incluir a su país en el frente que conspira y ataca a las legítimas democracias de la región.
RELIAL lamenta profundamente que, con su decisión, Zelaya abandone su militancia política, y desatienda las necesidades de la sociedad hondureña. Con su deserción e irresponsabilidad, al formar parte de la corte de Hugo Chávez, Zelaya considera que salvará del descrédito a su Administración, que se debate en la inutilidad y la corrupción. Pero Chávez dirige un proceso imperialista regional que no tiene futuro. Al respecto, la incontinencia verbal del mandón venezolano, el 26 de agosto en Tegucigalpa, dirigiéndose en contra de periodistas, religiosos, medios de comunicación, empresarios y el resto del pueblo hondureño, sin la menor oposición del gobierno de ese país, es una buena muestra de cómo entiende Chávez el ALBA: como un imperio, y a los hondureños y a otros pueblos como sus súbditos.
Al respecto, RELIAL afirma que el ALBA no beneficia a los pueblos latinoamericanos. Un proceso de integración basado en el trueque, el estatismo, la confrontación ideológica, el desconocimiento de los principios y valores relacionados con la democracia, los derechos humanos y la dignidad, sólo puede tener como resultado la auto-exclusión de la dinámica internacional, la huida de las inversiones y, en consecuencia, mayor pobreza para Honduras.
La postura del presidente Zelaya y la decisión última que tome informada y soberanamente el Congreso hondureño, deben ser alicientes para todos aquellos que creemos en las libertades plenas de los ciudadanos y los principios que sustentan una sociedad abierta, a fin de oponernos y luchar con mayor ahínco contra el autoritarismo radical que actúa a expensas de la democracia, el Estado de derecho y el bienestar social. Todos los liberales, junto a los demócratas y defensores de los derechos humanos, debemos luchar para que su término llegue rápida e indoloramente.
México, 29 de agosto de 2008
Traicionando los principios de su partido, Zelaya seguirá el camino de Hugo Chávez, Daniel Ortega y Evo Morales: permanecer indefinidamente en el poder, socavar la democracia, violar los derechos humanos de sus compatriotas, confiscar la propiedad privada de empresas y medios de comunicación, e incluir a su país en el frente que conspira y ataca a las legítimas democracias de la región
Las instituciones integrantes de la Red Liberal de América Latina (RELIAL) condenan la desafortunada decisión del presidente de Honduras, Manuel Zelaya, de solicitar el ingreso de ese país a la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA) el pasado 26 de agosto. El presidente Manuel Zelaya realizó esta medida de espaldas al valiente pueblo hondureño. Sin consultar y sin rendirle cuentas a nadie. Sin responsabilizarse de las consecuencias sobre el futuro bienestar de los hondureños, que ahora, con el ALBA, serán más pobres.
En casi tres años de gobierno, Zelaya no logró cumplir sus promesas y dar a su pueblo un real bienestar. Ahora cree que lo logrará formando parte del ALBA y recibiendo las dádivas del presidente Chávez, quien regala lo que no le pertenece, agravando de este modo las terribles carencias del pueblo venezolano y convirtiendo a Zelaya en un cómplice más de sus padecimientos.
RELIAL deslinda con la postura del mandatario hondureño, quien proviene del Partido Liberal de Honduras, integrante de la Liberal Internacional; traicionando los principios de su partido, Zelaya seguirá el camino de Hugo Chávez, Daniel Ortega y Evo Morales: permanecer indefinidamente en el poder, socavar la democracia, violar los derechos humanos de sus compatriotas, confiscar la propiedad privada de empresas y medios de comunicación, e incluir a su país en el frente que conspira y ataca a las legítimas democracias de la región.
RELIAL lamenta profundamente que, con su decisión, Zelaya abandone su militancia política, y desatienda las necesidades de la sociedad hondureña. Con su deserción e irresponsabilidad, al formar parte de la corte de Hugo Chávez, Zelaya considera que salvará del descrédito a su Administración, que se debate en la inutilidad y la corrupción. Pero Chávez dirige un proceso imperialista regional que no tiene futuro. Al respecto, la incontinencia verbal del mandón venezolano, el 26 de agosto en Tegucigalpa, dirigiéndose en contra de periodistas, religiosos, medios de comunicación, empresarios y el resto del pueblo hondureño, sin la menor oposición del gobierno de ese país, es una buena muestra de cómo entiende Chávez el ALBA: como un imperio, y a los hondureños y a otros pueblos como sus súbditos.
Al respecto, RELIAL afirma que el ALBA no beneficia a los pueblos latinoamericanos. Un proceso de integración basado en el trueque, el estatismo, la confrontación ideológica, el desconocimiento de los principios y valores relacionados con la democracia, los derechos humanos y la dignidad, sólo puede tener como resultado la auto-exclusión de la dinámica internacional, la huida de las inversiones y, en consecuencia, mayor pobreza para Honduras.
La postura del presidente Zelaya y la decisión última que tome informada y soberanamente el Congreso hondureño, deben ser alicientes para todos aquellos que creemos en las libertades plenas de los ciudadanos y los principios que sustentan una sociedad abierta, a fin de oponernos y luchar con mayor ahínco contra el autoritarismo radical que actúa a expensas de la democracia, el Estado de derecho y el bienestar social. Todos los liberales, junto a los demócratas y defensores de los derechos humanos, debemos luchar para que su término llegue rápida e indoloramente.
México, 29 de agosto de 2008
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