De acuerdo al último estudio de Mercanálisis, de realizarse el referendo sobre la reforma constitucional el día de hoy, ganaría en Venezuela la opción del "NO". La medición, llevada a cabo entre el 5 y el 9 de noviembre, indica que el "No" o rechazo a la reforma, asciende a 58%, mientras que el voto "Sí" o favorable a la reforma se ubica en 37%
El informe presenta los resultados obtenidos en la última de tres encuestas periódicas programadas para realizarse entre los días finales de septiembre y los iniciales de noviembre del 2007, con la finalidad de determinar el grado de conocimiento y la actitud con que el público venezolano reacciona ante la solicitud presidencial de una reforma de varios y substanciales aspectos de la actual Constitución Nacional.
Se eligieron cinco ciudades que por su importancia constituyen una representación más que suficiente para monitorear el objetivo cognitivo y motivacional planteado, a saber: Caracas, Maracaibo, Barquisimeto, Valencia y Barcelona/Pto La Cruz.
A tales efectos se realizaron en cada ocasión 600 entrevistas personales a una muestra estadística de la población de cada ciudad, proporcionalmente distribuidas entre ellas, y estratificadas también proporcionalmente dentro de cada una por factores etarios (mayores de 18 años), de genero y condición socioeconómica, gente seleccionada mediante procesos multifásicos de elección aleatoria, desde el sector geodemográfico hasta la unidad última, la persona a entrevistar.
Síntesis de la encuesta
El monitoreo realizado mediante estos tres estudios quincenales, en cinco grandes capita les nacionales, señala clara la tendencia de la población en relación a la evolución del conocimiento del texto reformatorio y de la actitud que han venido asumiendo hacia esta exigencia del presidente Chávez al pueblo venezolano.
Tiende a mantenerse la creencia de que no se sabe suficiente sobre ese contenido como para ir a hacer una elección conciente entre las opciones que para tal efecto se le presentan.
En cuanto a su apreciación el público no encuentra una resultante positiva de la instauración de la reforma, sino más bien negativa para la persona y la población en la mayor parte de los artículos que se pretenden modificar.
Un instinto de conservación de valores indisolublemente asociados a la dignidad humana y sus derechos como la libertad, prosperidad, igualdad, seguridad, alternabilidad presidencial, propiedad, parece activarse al hacer el balance entre lo que se pide y lo que se gana con apoyar la reforma, por lo que, consecuencialmente, el debate sobre las repercusiones probables de tales cambios ha generado una matriz global de opinión predominante reticente del pueblo ante la aprobación. En guarismos se podría decir que un 60 % del conjunto poblacional de estas ciudades se manifiesta en contra y un 30 % a favor del texto reformatorio, con un 10 % aún indeciso.
Este giro global del público hacia el rechazo, esta avalado por un cambio de disposición en la clase social más popular, quien parece haber disgregado su agradecida simpatía por el presidente, del contenido adversivo a los principios de solidaridad y convivencia que parece percibir en el planteamiento presidencial: su interés por un socialismo difuso, reelección, coartar libertad en momentos de excepción, desbloquear los recursos nacionales protegidos por el Banco Central, hacer omnímodo su poder sobre las Fuerzas Armadas provocan este manifiesto repudio.
Una consecuencia es que, por el crecimiento de esa aversión, aún cuando muchos de los que se oponen a la reforma no fueren a votar, en caso de darse el referendo se podría esperar con buen sustento que ganara el ‘No’, por un margen significativo, si el referendo se realizara hoy.
Pero el rechazo es tal que, si ganara el ‘Sí’ en alguna manera o bajo cualquier procedimiento, el 60 % de estos venezolanos obedecerían a regañadientes o no obedecerían esa nueva constitución, lo que generaría una álgida y destructiva tensión en la sociedad venezolana del futuro próximo, con no encomiables consecuencias.
Hoy hierve la calle, los que están por el ‘No’ quieren salir a manifestar su repudio más que los que están por el ‘Sí’, y lo están haciendo de creciente y unificada m