Al fin podemos escribir en esta tribuna tras un proceso electoral, no para analizar una derrota, un fraude o una frustración más, sino para celebrar una victoria. Parecía lejana. De hecho hasta hace muy poco imposible. Pero finalmente se dio una alineación de fuerzas que fue capaz de producir este resultado y dar lugar a este importantísimo hecho político que sin duda marca una nueva realidad en el país.
Debemos estar claros, sin embargo, que esta victoria no es sólo de las filas opositoras a las que hemos pertenecido por ya casi 9 años, sino que es la confluencia de muchos factores como los estudiantes, Podemos, el general Baduel, la mayoría del sector ni-ni de la población y buena parte del mundo chavista de a pie, que tiene un límite en su apoyo a la Revolución y al Presidente y se atrevió a votar NO o se abstuvo, lo cual fue una forma de rechazo a la propuesta.
Nos toca ahora administrar la victoria. Hay que hacer valer el mandato inequívoco de que el país no quiere socialismos retrógrados ni gobiernos autoritarios, pero también hay que entender que la meta principal es la reconciliación y la unidad del pueblo en función del progreso y la democracia. En ambas cosas los factores que respaldamos al NO debemos ser muy firmes, y el gobierno por su parte debe asimilar el mensaje cambiando el rumbo y el estilo que trató de imponer con la reforma. Aquí nadie debe equivocarse. Esta nueva mayoría fue posible sobre una base y un escenario muy especiales y no contaremos con ella para cualquier cosa, pero el oficialismo debe abstenerse por su lado de aplicar lo que acaba de ser rechazado a través de otros mecanismos.
Respecto a la propuesta hecha por el general Baduel de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente en los próximos meses, la recibimos abiertos a estudiarla, pero un paso de ese calibre debe ser analizado con mucho detenimiento y precaución. Habría que dar previamente un debate profundo sobre, por ejemplo, su pertinencia, alcance y sentido en este momento histórico.
Por último, en Visión Emergente seguiremos participando y luchando por nuestros ideales. Nos sentimos contentos por la labor realizada y nos queda el sabor gustoso del deber cumplido. Nos llena de satisfacción sentir que en algo pudimos colaborar a sembrar conciencia y abrirle los ojos a cientos de venezolanos a lo largo y ancho del país. Felicitaciones al pueblo venezolano y en especial a aquellos que, sintiéndose afectos al presidente, supieron distinguir y se atrevieron a decirle NO a un proyecto a todas luces inconveniente, o se abstuvieron para no validarlo.
Debemos estar claros, sin embargo, que esta victoria no es sólo de las filas opositoras a las que hemos pertenecido por ya casi 9 años, sino que es la confluencia de muchos factores como los estudiantes, Podemos, el general Baduel, la mayoría del sector ni-ni de la población y buena parte del mundo chavista de a pie, que tiene un límite en su apoyo a la Revolución y al Presidente y se atrevió a votar NO o se abstuvo, lo cual fue una forma de rechazo a la propuesta.
Nos toca ahora administrar la victoria. Hay que hacer valer el mandato inequívoco de que el país no quiere socialismos retrógrados ni gobiernos autoritarios, pero también hay que entender que la meta principal es la reconciliación y la unidad del pueblo en función del progreso y la democracia. En ambas cosas los factores que respaldamos al NO debemos ser muy firmes, y el gobierno por su parte debe asimilar el mensaje cambiando el rumbo y el estilo que trató de imponer con la reforma. Aquí nadie debe equivocarse. Esta nueva mayoría fue posible sobre una base y un escenario muy especiales y no contaremos con ella para cualquier cosa, pero el oficialismo debe abstenerse por su lado de aplicar lo que acaba de ser rechazado a través de otros mecanismos.
Respecto a la propuesta hecha por el general Baduel de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente en los próximos meses, la recibimos abiertos a estudiarla, pero un paso de ese calibre debe ser analizado con mucho detenimiento y precaución. Habría que dar previamente un debate profundo sobre, por ejemplo, su pertinencia, alcance y sentido en este momento histórico.
Por último, en Visión Emergente seguiremos participando y luchando por nuestros ideales. Nos sentimos contentos por la labor realizada y nos queda el sabor gustoso del deber cumplido. Nos llena de satisfacción sentir que en algo pudimos colaborar a sembrar conciencia y abrirle los ojos a cientos de venezolanos a lo largo y ancho del país. Felicitaciones al pueblo venezolano y en especial a aquellos que, sintiéndose afectos al presidente, supieron distinguir y se atrevieron a decirle NO a un proyecto a todas luces inconveniente, o se abstuvieron para no validarlo.
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