lunes, 10 de noviembre de 2014

ANTONIO JOSÉ MONAGAS, ¿MILITARES SI, CIVILES NO?, PIDO LA PALABRA

ANTONIO JOSÉ MONAGAS
El ejercicio democrático asumido como razón política de funcionalidad nacional, como la tan aludida construcción de una sociedad justa y amante de la paz, o como la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, pasan a verse como meras declaraciones sin sentido ni mayor significación.


¿MILITARES SI, CIVILES  NO?

El más elemental análisis que pueda hacerse de la Constitución de la República, da cuenta de la enorme brecha que ha venido forjándose entre las capacidades gubernamentales para ordenar y desarrollar el país, y la complejidad creciente que presenta el sistema económico, político y social para ser dirigido hacia objetivos adoptados democráticamente. De hecho, advertir lo que constitucionalmente está decretado en torno a valores considerados superiores, dado los derechos que instan libertad, justicia, igualdad, solidaridad, democracia y pluralismo político, deja ver algo que resulta de suma gravedad y peligro para lo que representa el Estado democrático y social de Derecho y de Justicia. En consecuencia, el ejercicio democrático asumido como razón política de funcionalidad nacional, como la tan aludida construcción de una sociedad justa y amante de la paz, o como la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, pasan a verse como meras declaraciones sin sentido ni mayor significación.

En medio de tan agrias realidades, se fraguan situaciones de crisis cuyo grado de incidencia e implicación en el ámbito nacional, anima complicaciones y rarezas de todo tenor. Es cuando se suscitan razones a partir de las cuales se improvisan decisiones. Pero también, para canalizar acciones entre contradicciones sin atender las secuelas que de dichos problemas pueden derivarse. Sin embargo, para ese momento el gobernante demagogo no alcanza a comprender el tamaño del error cometido pues para entonces ha primado la inmediatez por encima de la inteligencia. Es precisamente, el momento en que convergen condiciones que asientan la anomia entendida ésta como la incapacidad de la estructura social de favorecer la solidaridad orgánica. Justo acá, la institucionalidad tiende a mermarse ante la falta de valores normativos lo que alienta la ausencia de igualdad de oportunidades sociales dificultándose la superación de problemas de orden social, económico y hasta político.

En el marco del alboroto que esta situación acarrea, la gestión de cualquier gobierno de tendencia autoritaria se reduce a engorros y acendradas confusiones que le impiden otear escenarios diferentes de los que su miopía ideológica y ceguera política escasamente permiten ver. Es exactamente lo que acontece en el país como resultado de esta causa arriba explicada. El tratamiento preferencial y además diferenciado que el alto gobierno venezolano concede a sectores, gremios y factores políticos afectos o cómplices de su gestión, evidencia la desigualdad que establece según las coyunturas a las cuales debe hacer frente.

El aventajado trato conferido a los militares, no sólo revela la desproporción que caracteriza la creciente brecha entre necesidades sociales y discursos embriagados de populismo, que de ser seguir creciendo terminarán por derrumbar la poca institucionalidad democrática que apenas está quedando. También pone al descubierto la incomodidad y molestia del resto de venezolanos al sentirse primeramente desplazados y marginados. Asimismo, desterrados de sus derechos. Perdidos en su propio espacio patrio. Invisibles ante “la justa distribución de la riqueza” en tanto que derecho económico contemplado constitucionalmente. Pero además, magullados por la ironía de gobernantes sectarios, intolerantes y desvergonzados.

La intempestiva decisión de aumentarle el sueldo a los militares (45%) muy por encima del incremento que habrá de recibir el grueso de venezolanos (15%), ha sido contraproducente para la popularidad del Ejecutivo Nacional y sus dirigentes. Además de tenerse advertida su razón, no lució estar justificada tal decisión, por varias causas. La primera y más importante de todas, es que el desarrollo económico y social de una nación, no depende de los militares. Menos en países con un demostrado nivel de atraso por cuanto el trabajo militar no actúa con base en la investigación en ciencia y tecnología. Apenas son usuarios subalternos del efecto científico y tecnológico. Otra causa, se relaciona con su ausencia del trabajo social. Apenas, su labor es represiva y de fisgonear lo que concierne al propósito de coadyuvar a que gobierno se afiance en el poder. Tan es así, que por el carácter político que ahora ostenta y divulga, las FF.AA. perdieron la confianza de otrora. Por ello, han ganado la repulsión del pueblo democrático. De manera que el susodicho aumento del 45% para las fuerzas armadas, es impropio e improcedente pues acentúa la división entre venezolanos de cara a la situación política y económica que sobrelleva el país. Es insensato que esta medida se imponga sobre otras con una dosis fuerte de insidia. Más, cuando pareciera que el gobierno prefiere al militarismo antes que educación, salud, producción y alimentación. Es caso como decir: ¿militares si, civiles no?

VENTANA DE PAPEL

CUENTAS ABSURDAS

Definitivamente, el populismo retorció el pensamiento de los actuales gobernantes y sus capacidades para discernir entre lo correcto, lo prioritario y lo urgente. Aunque también la corrupción hizo lo suyo. En todo caso, es deplorable que así suceda en una Venezuela favorecida por una renta petrolera que en otrora sirvió para pivotar la economía nacional.

Sin embargo, luego de lo vivido por las instancias administrativas y financieras del sector público con medidas como la decidida con los militares, resulta inadmisible que por engañar al escaso pueblo que les queda, pretendan mentir con lo del pírrico aumento aprobado a partir del 1º Diciembre próximo diciendo que con tan iluso aumento: “el salario se coloca por encima de la inflación”. O que “ el alza del  salario busca distribuir la riqueza” Pero cuál riqueza si, al parecer, esta gente ya ha raspado la olla, Aunque ¿de cuál inflación o de cuál país están hablando? Para el régimen, el salario ha sido aumentado 64,5%. Y sumándole el ticket alimentación, supuestamente el aumento concedido se coloca por el orden del 68% lo cual es una ridícula ironía, exagerada invención o un pésimo chiste. No obstante vale preguntarse, ¿cuál riqueza está distribuyéndose o de cuánto dinero está hablándose? Pero en verdad es que el fulano aumento del 15%, alcanza para demasiado poco.

De 4.215 bs., se pasará a ganar 4.888,65 bs. lo cual se traduce en un incremento diario de 21 bs. Y con esto, ¿qué puede hacerse a favor de mejorar la calidad de vida?. Sólo para comprar un pan sobado (18 bs.), pagar un pasaje intraurbano ida y vuelta (17 bs.) o un diario de circulación nacional (20 bs.) Aunque con esto, tampoco nadie podrá comprarse un refresco de lata (35 bs.), un café pequeño (25 bs.) o una empanada de jamón y queso (25 bs.).

Sin embargo, esto no fue óbice para que Venezuela se haya convertido en el país menos próspero de América Latina. Entre 142 países, se ubica en el lugar 134 respecto del factor “Gobernabilidad” lo cual revela que Venezuela ha retrocedido veinte años. Y haciendo caso omiso a todo este desorden, el presidente de la República, no tiene palabras para salvaguardar su honor como Jefe de Estado. Le resbala todo. Pareciera que el régimen se empeña hacer creer fantasiosas realidades, mostrando cuentas absurdas.

MORIR COMO UN HÉROE

Si bien morir es un hecho natural, vivir no siempre puede igualmente considerarse así toda vez que se vive tanto como huellas pueden dejarse sobre el camino por el que se transita. Huellas que favorecen no sólo la orientación de quien viene detrás, sino porque contribuyen a realzar y afianzar condiciones que favorecen la estabilidad del sendero.

Huellas deja el caminante que sin malicia, pero con energía se desplaza hacia un objetivo loable. Así vivió un polaco con corazón venezolano y mente emprendedora, Jerzy Kujawa. Siempre mantuvo un paso firme que le destacó profesionalmente. Pero también, como ciudadano ejemplar pues sus huellas también abrieron nuevos caminos que dignificaron causas sociales, políticas y económicas.

De esta manera, Jerzy Kujawa supo ganar la amistad de una naturaleza con quien se congració dada su maravillosa capacidad para brindar solidaridad, afecto y los mejores sentimientos que exaltan la vida de un hombre de inmensa sensibilidad. Tanto así que hasta en su momento postrero, no perdió el sentido de la vida. Ni tampoco el amor por lo que supo edificar desde su espiritualidad. Y porque fue un guerrero de la vida, Jerzy Kujawa supo morir como un héroe. Q.E.P.D.

“Cuando el militarismo desplaza las responsabilidades institucionales de un gobierno civil en una nación donde se habla de democracia, es porque está decretándose la irrupción de las libertades y el derrumbe
del Estado de Derecho”
AJMonagas

Antonio José Monagas
antoniomonagas@gmail.com
@ajmonagas

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, DIARIO DE OPINIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.