Independientemente de cómo termine la
pesadilla destructiva del socialismo del Siglo XXI, habrá que acometer labores
de reconstrucción institucional. Pero una pregunta sale de inmediato:
¿reconstruir lo destruido a lo que había antes? Y esa pregunta lleva a otra más
complicada: ¿reconstruir instituciones basados en un sistema que se desmoronaba
en 1998?
Siempre he partido de la premisa que son las preguntas correctas las que definen las cosas, no las respuestas. Que las respuestas que pensamos correctas a las preguntas equivocadas son las que nos meten en los problemas y callejones sin salida. Así entonces, el problema es encontrar las preguntas correctas. Por eso, volviendo a lo anterior, ¿reconstruir sobre qué bases? ¿No deberíamos primero definir el marco “correcto”, para luego entonces reconstruir? Eso nos lleva entonces a discutir ese marco, antes de pensar reconstruir algo que de entrada estaba edificado sobre un sistema equivocado, raíz de toda esta tragedia que vivimos.
¿Y cuál es ese marco “correcto? ¿Qué o quién
lo define? Ese marco no es más que la visión que tengamos del país que
queremos, el que aspiramos tener. Este aspecto conceptual es tan importante que
resulta asombroso que nadie se pasee por eso en esta crisis horrorosa por la
que pasa el país. Se puede entender que estemos traumados por la plaga
comunista que nos ha invadido pero eso no es excusa para que la Venezuela
pensante no haga escenarios, ni estimule el estudio de opciones por las cuales
transitar una vez vencidos los obstáculos que nos impone esta realidad.
En el año 2004 se realizó en Santiago de
Chile un importante Foro en colaboración entre el Banco Mundial (BM), la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Instituto
Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA
Internacional), donde funcionarios del sector público y privado y de las tres
instituciones organizadoras, “analizaron las experiencias de desarrollo de sus
países con el propósito de identificar y sistematizar las principales
enseñanzas y lecciones de éxito que se desprenden de las mismas…”. El Foro fue
titulado “Las Visiones de país importan: Lecciones de experiencias exitosas de
desarrollo” (http://tinyurl.com/qgngoma).
Y en efecto, las visiones de país son muy importantes y pertinentes, en especial en situaciones como las que vivimos en Venezuela. Del Foro se editaron los principales análisis y discusiones, siendo publicados en un documento (ver las ponencias en http://www.cepal.org/ilpes/noticias/noticias/9/21879/blibrovisiones.pdf) que bien debieran estudiar aquellos que desean cambiar el actual estado de cosas, para estar en condiciones de poder concebir para el país una visión que proponerle a los venezolanos, o tal vez mas allá de eso: aprender que es una visión de país.
¿Han oído en alguna contienda electoral a
alguien que le haya expuesto a los venezolanos una visión del país más allá de
decir que debemos salir de los comunistas? El Presidente del Banco Mundial en
1999 indicaba: “…los países que con el paso del tiempo han alcanzado el éxito,
son aquellos que han invertido en el desarrollo de una visión de largo plazo y
han creado, además, las instituciones para que esas visiones se traduzcan a la
realidad, apoyándolas y dándoles seguimiento.”
De esos documentos deseo extraer algunos
conceptos que pudieran dar una idea de lo que se trata, así como de la
importancia trascendental de tener esa visión para el país. Es de Álvaro
García, Ex Ministro de Economía y Ex Ministro Secretario General de la
Presidencia de Chile:
“La primera pregunta es cómo construir una visión nacional. Según la experiencia internacional, existen múltiples formas de hacerlo. Es posible advertir dos grandes tipos de visiones: una explícita, que se expresa en un documento escrito, y otra implícita, pero a menudo muy poderosa, que permea el sentido común de las fuerzas políticas y de los actores sociales (empresarios, trabajadores y distintas organizaciones representativas de la sociedad civil) y es impulsada por estos, a pesar de que no está redactada y firmada.
En la visión explícita se diferencian aquellos países que
la conforman en el ámbito político-parlamentario y aquellos que la constituyen
con los actores sociales. Mejor aún es la situación de los países que suman las
dos dimensiones.”….. “Cuando existe una visión explícita del futuro en el
ámbito político, parlamentario o en los actores sociales, es muy difícil que un
gobierno prescinda de ella para definir, por separado, sus prioridades. Para un
gobierno es prácticamente imposible, por razones políticas, no tomar en cuenta
esta visión en las prioridades que asigna. Sin embargo, cuando la visión es
implícita, esta posibilidad se debilita en gran medida.”… “Cuando no existen
instituciones o espacios definidos donde la sociedad organizada en la esfera
política o social plantee su visión al gobierno, es fácil para este último
obnubilarse o enceguecerse con el corto plazo. Por lo tanto, la primera
conclusión que se puede extraer es que un gobierno con prioridades de largo
plazo tiene mayor capacidad para implementarlas cuando cuenta con una visión
nacional explícita que cuando la misma es implícita y, desde luego, que cuando
ella es inexistente. Mientras más comprensivo y explícito sea el acuerdo
nacional, mayor será su solidez y más probable que los gobiernos deban
considerarlo y actuar en consecuencia.” (Subrayado nuestro).
De acuerdo a los conceptos expuestos por el
Ex Ministro chileno, nuestra propuesta desde el Proyecto País Venezuela
Reconciliada (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/) es una VISION
EXPLICITA del futuro que deseamos para Venezuela, y que cualquier gobierno que
se instale con esa visión tendrá mayor capacidad para hacerla realidad en el
largo plazo. Discutir en una Asamblea Nacional Constituyente una visión
explicita de país es una garantía de que el acuerdo que salga de allí sea
duradero y seguro, dándole estabilidad y paz al país.
Luego entonces la reconstrucción
institucional planteada desde esa perspectiva resulta mucho más clara. Reconstruir, por ejemplo, el
sistema de salud o el sistema de justicia, basados en una visión explicita como
la del Proyecto País Venezuela, le plantearía a los venezolanos unas
instituciones con misiones alineadas con esa visión, dándole coherencia y
claridad a las funciones que les tocarían realizar en la dura tarea de la
reconstrucción de Venezuela.
Luismanuel.Aguana
luismanuel.aguana@gmail.com
@laguana
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, SIN COMUNISMO UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE, ESTO NO PUEDE CONTINUAR, TERCERA VIA, DESCENTRALIZAR, DESPOLARIZAR, RECONCILIAR, DEMOCRACIA PARLAMENTARIA, LIBERTARIO ACTUALIDAD NACIONAL, VENEZUELA, NOTICIAS, ENCUESTAS, ACTUALIDAD INTERNACIONAL,
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.