Marinera, protectora, vigilante desde su
estancia del Valle del Espíritu Santo. Desde allí representa el sentimiento
profundo de la espiritualidad de la familia neoespartana que se proyecta en el
alma venezolana en formidable sentimiento de fe relevante en el tiempo. Es la
Virgen del Valle, sentimiento de unidad del alma neoespartana que llena de fe y
la consagra en su patrimonio existencial.
La Virgen: es la esperanza que navega con los
marinos y fortalece la bondad de la feligresía en la permanencia de su diario
hacer. Es la compañera de los pescadores y los labradores del campo que no
cesan en el trabajo que alimenta y revitaliza. Allí está, con ellos en todo
momento la santa patrona del Valle de la Margarita que, su vitalidad espiritual
consagrada en el alma de un pueblo que hace suyo el compromiso diario del
quehacer constructivo, es capaz de abrir horizontes de armonía edificante para
la paz y el entendimiento. Dos elementos de encuentros en la serenidad de la
patrona que abraza causas nobles y es persistente en la defensa de la identidad
insular.
Por lo que la Virgen del Valle es la
permanencia que fortifica en los afanes diarios donde no está ausente la
defensa de la vida. Y es que no está de lado lo fundamental de la fe que lo
representa en toda la dimensión de lo posible: la vida. De allí el marino la
lleva en el alma y no cesa en su divina protección. Es un pueblo de fe que se
adentra día tras día en el esfuerzo de sobrevivir cuando las carencias abruman
y la fatiga se sobrepone con la esperanza firme de los cambios por los que se
lucha.
La Virgen, santa y amada de un pueblo que a
diario se plena de fe, tiene el mensaje de amor que abre formidables caminos de
aciertos para la reconstrucción nacional, porque la paz es la vía para hacerlo
posible. Y la santa marinera del oriente nacional lo proyecta en su semblanza y
en el historial de sus milagros. En ello la perla con forma de pie representa
el ejemplo de la permanencia de la riqueza espiritual de la Virgen del
Valle.
Ahora como nunca, patrona de oriente, la fe
representa la unidad de nuestra Venezuela en esta lucha de la libertad. Porque
Venezuela es identidad de propósitos de elevada condición de la valoración
espiritual del ser humano. El venezolano no desestima la condición existencial
que lo identifica en los afanes de un pueblo libre con afirmación de fe.
Somos, patrona de oriente, la constancia de
la razón que nos alimenta en la inspiración constante de sabernos pródigos de
la inspiración divina. Qué trascendente en la vida de los pueblos es esa
afirmación de fe que está allí, al amparo del recodo natural del Valle de la
Margarita, desde donde inspiras, Virgen Milagrosa del Valle, fortaleza para avanzar en la lucha exigente
en la Venezuela de nuestros días.
Afirmación de lucha y paz. Unión y esperanza.
Fuerza que no se arredra porque lleva el sentido de la afirmación de la
perseverancia de la unión. Ello es gloria que se anuncia en cada trinar de
pájaros y voces que inspiran afirmación de sentimientos eternos de gloria y
vida.
La gratitud va al encuentro de la patrona. De
la Virgen del Valle. Del Valle del Espíritu Santo, que siempre está donde cada
encuentro es un encuentro con el optimismo de una patria plena de virtudes
ciudadanas. De inspiración de lucha con la fe de nuestra Virgen del Valle, de
la Margarita de siempre.
Rafael
Bello
bello.rafael@yahoo.es
@unidadylagente
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