martes, 7 de julio de 2015

JOSÉ “CHEO” SALAZAR, PERSONAJES DE MI PUEBLO, (CNEL. EJ. ALBERTO DE JESÚS ITANARE GARCÍA)

“La gloria no es mandar sino ejercitar grandes virtudes”. Simón Bolívar
Hijo de un histórico matrimonio de maestros del pueblo, Isabelita y Alberto, obviamente, Alberto de Jesús Itanare, nació en El Tigre, el 6 de septiembre de 1952. Inició sus estudios en el kínder del colegio San Antonio, los primeros 3 años de la primaria, los hizo en el Grupo Escolar Estado Trujillo y de esa etapa recuerda con especial cariño a la maestra Cecilia Salinas. El resto de la primaria la realizó en el Instituto Simón Bolívar, cuyos propietarios eran los maestros, Félix y Paquita, cuando la sede estaba ubicada, frente a la primera plaza Bolívar (Simón Rodríguez), en el Casco Viejo. En el año 1964, ingresó al recién creado liceo José Rafael Revenga, el cual inició actividades académicas, en la tercera carrera norte, bajo la dirección del Prof. Luís Villarroel y la sub-dirección del Prof. Silvino López, dónde concluyó los 3 primeros años del bachillerato, para la época, el ciclo básico común. Era otro pensum de estudio. 

CNEL. EJ. ALBERTO DE JESÚS ITANARE GARCÍA
En el liceo Gral. Pedro Briceño Méndez, que dirigía para la época el Prof. José Antonio Arias Reyes, concluyó el bachillerato – mención humanidades – y durante ese tiempo, sus amigos, que habían ingresado a la Escuela Militar, Efrén Díaz, Manuel Guevara y Orlando Luna, lo entusiasmaron, para que se alistara en las Fuerzas Armadas. En lo que estaba por concluir el bachillerato, un fin de semana, inventó una excusa a sus padres, para viajar a Caracas y, sin su conocimiento, presentar las pruebas de admisión en la Escuela Militar. El lunes se presentó en la prevención de Conejo Blanco – Fuerte Tiuna – haciendo pareja con otro joven, que él, imaginó, andaba en el mismo plan. El soldado de guardia preguntó que querían y ellos respondieron “Venimos a presentar la prueba para aspirar a Cadete” ¡Sorpresa! Habían finalizado el viernes. El que no sabe es como el que no ve.

En ese momento, llegaba un oficial, que presenció la conversación y les preguntó de dónde provenían. Alberto respondió de El Tigre y el otro de San Cristóbal. El recién llegado, era nada más y nada menos, que el Coronel Vincencio Colmenares Peraza, Sub director de Escuela militar, quien dijo en voz alta “Estos jóvenes vienen de muy lejos, no deben perder el viaje, hay que darle la oportunidad y ordenó al Sargento Ventura Dumond, quien los atendía, para que procediera inmediatamente, a tramitar lo conducente y aplicarle los exámenes por vía extraordinaria. Fueron 4 días de pruebas: Examen médico, sicotécnico, físico, conocimientos y el viernes la entrevista final, dónde les dijeron. En agosto, les avisamos o se enteran por la lista de los aspirantes a Cadete, que saldrá en el diario El Nacional. El padre de Alberto, compraba El Nacional, todos los días y en lo que arrancó agosto, Alberto Jr. Le metía el ojo cuando el padre lo leía y un día vio su nombre entre los aprobados ¡Bingo! A nadie le falta Dios.

El joven le contó al padre (Alberto) la audacia y este llamó a la mamá (Isabelita) para enterarla y entonces, preguntaron ¿Quieres ir a la Escuela Militar? Y respondió afirmativamente, pues entonces prepárese. El otro día llegó vía AEROCAV el formato con la dotación requerida y el papeleo necesario, dónde exigían una declaración notariada de apoliticismo – Las Fuerzas Armadas eran apolíticas y no deliberantes – y un tutor que viviera en Caracas, que resultó Alfredo Ledezma, un tío de Aragua de Barcelona, que había emigrado a la capital. El 6 de septiembre de 1970, se presentó con todo lo requerido e inicio sus estudios. En febrero del año 1971, en el marco del Plan Andrés Bello, la Escuela pasó a llamarse Academia Militar y, lo que más le sorprendió en las aulas, fue ver clases con los profesores, autores de los libros con los cuales había estudiado en bachillerato. Ej. Alejandro Irazábal, autor del libro de Química, Boris Bossio Vivas, autor de los libros de Matemática y física, José Aguana Figuera Y el Padre Montaner.  En el lenguaje coloquial unas caja de machete.

El 5 de julio de  1974, en el puesto 18 de 127 graduando, formó parte de la promoción, que llevó el nombre del prócer Ignacio Pulido, ostentando el grado militar de sub teniente y el título de Licenciado en Artes y Ciencias Militares. Le tocó trabajar en Trujillo, La Victoria, Coro, Cumaná y Caracas. Los ascensos hasta el grado de Coronel, fueron puntuales, hasta que en el año 1984, cuando llegó la fecha del ascenso a General y con el “inocente” argumento de que no había plaza, le intentaron retardar el merecido ascenso y exigió su baja. La dignidad y el respeto por sí mismo, valen más que un grado militar. En el tiempo como militar activo, cursó y aprobó en el IESA, el Programa de Avanzado de Gerencia y formó parte de la estudiantina de la Academia Militar, cuyo director era, Domingo Moret Duque, fundador del Grupo Raíces de Venezuela, dejando una huella indeleble de su pasó por el mundo militar. Caminante no hay caminos se hace camino al andar.

Regresando a los tiempos de estudiante de bachillerato en el liceo José Rafael Revenga, recuerda que, de la mano del Profesor Hernán Gamboa, quien había llegado recién graduado del Pedagógico y había fundado el programa de radio “La Voz Liceísta” en La Voz de El Tigre, junto al recordado locutor Pedro Lugo Vílchez, recibió las primeras luces como cuatrista, pero su verdadero tutor musical fue Esteban Rivera (Estevita), quien formaba parte de Los Caribbean Boys. En esa época, surgieron Los Reyes de la Gaita – sector norte – fundado por  los hermanos Pablito y Osaril Gutiérrez, Ramón Villegas, Roberto Rodríguez, Chumeco González, Pedro María Salazar, y los hermanos Leal, que habían llegado de Maracaibo. Y, luego él, al lado de Alberto Rodríguez, hijo del dueño de la histórica bodega La Tacita de Plata, Esteban Rivera, Laureano Campos, Carlos Rodríguez, Marcos Ford y Pedrito Davies, fundó el grupo de gaitas “Las Estrellas del Sur. Y en esa misma época nacieron Los Tigres de la Gaita del cual formó parte Amancio Salazar. Eran los serenateros del pueblo.

El Cnel. Ej. Alberto Itanare, visitó la ciudad, con motivo del homenaje que se le rindió a su Majestad el Cuatro, Sir Augusto Ramírez Gamboa, a quien unió grandes lazos de amistad y el cual en vida, lo había invitado  a participar en los actos conmemorativos de los 60 años del liceo Pedro Briceño Méndez, dónde ejecutó como cuatrista solista, un merengue, escrito por el Dr. Andrés Baena “Añoranza Guanipense” y  una parranda de su autoría “La Cuerda Serenatera”. En la actualidad se desempeña como instructor musical en una escuela de San Antonio de los Altos y forma parte de varias agrupaciones musicales en la capital. Militar ®, educador y músico. No es importante, es útil.

Esta apretada síntesis de la virtuosa carrera de este hijo de El Tigre, la hacemos, seguros de que, en ella se recoge una pequeña parte de la historia de la ciudad y que puede servir como referencia, a los eximios cronistas, historiadores e investigadores de nuestro rico pasado histórico, cuando decidan escribir la verdadera y autentica historia de esta pequeña urbe, que nació al calor de la industria petrolera, el 23 de febrero de 1933 y aspirando que, junto a instituciones, personas y agrupaciones, que mencionamos, puedan ser incorporados, al disco duro de nuestra memoria histórica ¡Vale la pena!

José “Cheo” Salazar
sjose307@gmail.com
@Cheotigre

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