Si Chucho me concediera un deseo, yo le
pediría que le abra los ojos y oídos a Nicolás.
La torta se puede poner de dos formas:
haciendo y dejando de hacer. Malo es cuando se pone de las dos formas a la vez.
No puedo entender cómo el presidente de una
nación descuida los verdaderos problemas del país para seguir dándole
importancia a minucias que deberían estar atendiendo sus ministros. Las
cooperativas de Lara no son más importantes que
una súbita devaluación del bolívar que excede 20% en menos de una
semana. Abre los ojos Nicolás. El dólar que niegas, pero que marca el ritmo de
la economía cuesta tres veces más que aquél que no entrega tú gobierno por la
vía de Simadi. ¿Qué estás esperando para tomar medidas? ¿Un pajarito? Abre los
oídos Nicolás.
La delincuencia desbordada y desafiante
persigue policías para hacerse de su arma, en una evidente perdida de respeto a
las autoridades. Todo el que anda en una moto negra, con chaqueta negra se ha
convertido en un blanco ambulante. Abre los ojos Nicolás.
Cuando se pone la torta, es hora de dejar que
otro haga. Sin soberbia. Escucha a los que saben Nicolás.
Enrique
Pereira
vienegrande@yahoo.es
@pereiralibre
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