Hay
que salir a votar y conseguir testigos de mesa para todos los centros
electorales del país. Es cómodo echarle la culpa al Consejo Nacional Electoral
cuando no nos organizamos para tener testigos en el 100% de las mesas.
También
es cómodo echarle la culpa al abstencionismo cuando no nos organizamos para
destituir al Consejo Nacional Electoral, percibido como corrupto y 100%
oficialista. Algunos proponen una nueva versión de la salida, ahora restringida
al Consejo Nacional Electoral. No parece pragmático.
En democracia todos
tenemos derecho de participar en debates sin considerar censuras sesgadas por
moralismos a conveniencia. Muchos me reprocharon el haber firmado contra el
decreto de Obama y no comprenden que sigo siendo opositor. Las encuestas demuestran
que somos muchos los venezolanos que diferenciamos política doméstica de
política exterior. Para ganar una asamblea nacional opositora no conviene
reciclar la salida.
En
búsqueda de protagonismo, competimos contra todos para disolver la unidad. No
apreciamos la noble labor de activistas quienes van casa por casa y convencen
uno por uno a los venezolanos que un cambio es posible. Necesitamos Unidad
Absoluta. Disuadamos divisiones adicionales a las ya provocadas en meses
recientes. Si hay unidad en la oposición y ésta obtiene más de 53% de los
votos, eso se traduciría en una mayoría de diputados, aun asumiendo que el
chavismo saca bastante más que lo que reflejan hoy las encuestas. Si la ventaja
opositora resultase más amplia, con 58% ó 60% de los votos, la oposición
obtendría una mayoría calificada.
Cuando nos percatamos que hemos sido
soberbios y que cometimos errores, obviamente transitamos por crisis de
identidad. Por ello estamos dispuestos a comenzar desde cero otra vez.
Bienvenidos al ambiente de la campaña electoral que se avecina, deseando
afrontar el reto de ayudar a muchos para que no vuelvan a votar por los rojos.
Ello no debería ocasionarles enormes conflictos tan largos como los que tocaron
a votantes indecisos anteriores. No son tiempos de personalidades sino de
propuestas consensuadas.
Por
prestar demasiada atención a las críticas contra la MUD terminé en callejones
sin salida favorables al oficialismo o al divisionismo. En política, la
disciplina es necesaria para mantener unidad a pesar de las fallas mientras se
diseñan soluciones internas. El reto ahora es engranarnos, no sólo
coordinarnos, con los demás partidos. Desde que me separé del chavismo me he
desempeñado como activista político de oposición a tiempo completo. He actuado
de modo puntual según las directrices recibidas. Lamentablemente sucumbí ante
la cháchara de puristas, perfeccionistas y extremistas, quienes nunca reconocen
ningún logro y ayudaron a desmoralizarme, por consiguiente erré.
Afortunadamente el brincar de aquí para allá me ha proporcionado experiencia
para enmendar errores con rapidez. Me parece que necesitamos insistir en unidad
y dejar los resentimientos aparte, en eso el chavismo hasta ahora nos ha
superado.
Los
puristas, perfeccionistas y extremistas se sienten en la potestad de juzgar y
ver desde afuera con escepticismo permanente. La toxicidad de ese tipo de gente
debe ser aislada. Los debates son saludables, lo tóxico son los prejuicios. El
expresidente uruguayo Pepe Mujica expresó: "Creo que hay un interés en ir
preso en Venezuela. Es una técnica, es la forma de luchar de la oposición.
Inducen al Gobierno a pasarse de la raya. Le crean una contradicción
internacional notable y estos bobos entran. Se lo he dicho a ellos. Es un
error." Totalmente de acuerdo con Pepe Mujica. Existen otros opositores
que también luchan sin tanto protagonismo ni tanta confrontación. Pero como
estamos con esta mentalidad bárbara que hay que ser héroe bélico y como nos
derretimos por emular a Chávez quien al caer preso generó lástima y compasión
automáticas, ahora nos copiamos su legado atroz. Y así se garantiza pantalla
mediática permanente para las esposas de políticos presos en fabulosos viajes
alrededor del mundo.
Ya
de verdad que Maduro a mí también me tiene al borde. Comprendí sus primeras
reacciones contra Estados Unidos y España a principios de este segundo
trimestre 2015, pero su quejadera constante y permanente le resta cualquier
apoyo reciente que pudo haber obtenido. Fueron oportunas sus primeras
declaraciones y fue necesario que el pueblo venezolano firmara para demostrar
nuestro repudio ante el lenguaje imperialista usado por Obama e injerencista
usado por los españoles. Una vez cumplido el objetivo, no es necesario seguir
insistiendo en ello. Si promovemos el voto y desaconsejamos la abstención,
deberíamos satisfacernos con que chavistas y opositores voten. Está el tema que
muchos chavistas ahora votarán por la oposición. ¿Hasta cuándo persistirá la
discriminación y burla hacia ese electorado inédito que nos proporcionará la amplia
mayoría que ansiamos? Las últimas encuestas reflejan un apoyo considerable de
antiguos psuvistas deseosos de abstenerse, votar por Marea Socialista, o votar
por la oposición. Mientras nosotros dispongamos de testigos en todas las mesas
no hay trampa posible.
Los
testigos de mesa son responsabilidad directa de los partidos políticos. Los
ciudadanos tendríamos que averiguar para cuáles centros de votación específicos
cada partido es responsable de asignar testigos. Los militantes cada día van
casa por casa, despliegan pancartas, son voluntarios para causas sociales.
Tantos anónimos sin micrófono y sin recursos son quienes buscan los votos. Da
igual a quién seleccionará la MUD en consensos y quiénes fueron electos en
primarias. Las bases tienen el desafío de proporcionar directrices a quienes
nos vayan a representar sobre qué esperamos de ellos. Los mismos ciudadanos
tenemos la culpa de estar tan pendientes de politiquería de cúpulas, quedamos
exhaustos y no prestamos atención a nuestras organizaciones de base. En estos
días estoy en un período de autocrítica profunda y me dispongo a conocer mejor
esas estructuras de base y contribuir a su crecimiento.
No
nos quejemos tanto de las cúpulas opositoras. Las bases se están formando y
cada día las veremos con mayor madurez política y programática. El voto sirve
para contar si la oposición es más numerosa que el oficialismo. Hasta ahora el
oficialismo siempre tuvo la delantera, pero la gente se ha ido volteando. Nadie
nace aprendido, apenas aprendemos las causas de nuestro fracaso. El reto es
estabilizar la debacle para posteriormente reconstruir. No padeceremos esto
indefinidamente. La insistencia de los tarifados en promover abstención durante
las 24 horas del día demuestra que el régimen esta vez sí ve amplia
probabilidad de perder la asamblea nacional. Desperdiciar energías en atacar
las condiciones electorales nos quita tiempo en la prioridad de seguir llevando
un mensaje de cambio a las bases del oficialismo. Se tiene que ofrecer el
trabajo duro en las campañas así inicialmente pensemos que eso restará votos.
Ésta es la primera vez que la oposición parte con ventaja porcentual de dos
dígitos y no se vislumbra repunte oficialista.
Sin
avalancha de votos, no podremos ganar las elecciones, y tendremos luego que
acusar a los abstencionistas de colaboracionismo. Abstenerse es equivalente a
votos por el madurismo, ya que el espacio no utilizado puede generar votos
rojos fantasmas. La MUD tiene la responsabilidad de proporcionar testigos en
todas las mesas y los ciudadanos tenemos la responsabilidad de cerciorarnos con
anticipación que así será. La exclusión es la bandera programática de este
régimen de pseudo inclusión. La unidad consiste en que PJ apoye a los
candidatos de VP que salgan favorecidos en las primarias o en el consenso, y
que VP apoye a los candidatos de PJ que salgan favorecidos en las primarias o
en el consenso. La continuidad de rivalidades no nos favorece ¿Estaríamos
dispuestos a votar por el PSUV como castigo a PJ o VP? Yo caí en ese error en
el pasado y no tengo previsto cometerlo de nuevo. Y también cometí el error de
denigrar a VP y a Leopoldo López recientemente y tampoco tengo previsto
cometerlo de nuevo.
Recientemente
conocí a la politóloga guatemalteca Gloria Alvarez en la Ponencia Populismo vs.
República, organizada por Cedice. Gloria Alvarez en su monólogo relató que
estudió todas las corrientes políticas en el aula, que luego se definió, y que
todos los demás al igual que ella a juro deben definirse. No hubo derecho de
palabra, por lo que me quedé con las ganas luego del monólogo de replicarle que
cuando no se tiene el privilegio de estudiar politología en el aula, también es
válido estudiarla como trabajo de campo por infiltración sucesiva en todos los
partidos políticos hasta que sea posible definir algo. La derecha tiene la
falla de prejuicios morales y la izquierda tiene la falla de estatización de la
economía. Por eso preferimos la corriente libertaria que conjuga las libertades
sociales de izquierda junto con las libertades económicas de la derecha. Al
final de su monólogo, no me gustó que Gloria Álvarez haya incitado a la
juventud venezolana a emigrar porque la existencia de listas Tascón o listas
Obama impide que todos seamos tratados por igual. La evasión no combate el
populismo.
Rubén Rivero Capriles
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