JESUS ALBERTO BARRIOS R., LA POBREZA ES UN PROBLEMA DE JUSTICIA SOCIAL

Tenemos conciencia de la magnitud de las dificultades que confronta la Nación, que se expresan en pérdida de confianza en el país, pérdida de empleos y aumento de la pobreza. 

Pero  también tenemos confianza en la capacidad del país para superar esa situación difícil. Por eso, lo subsidiario no puede confundirse con lo principal, ni la excepción puede convertirse en la regla, ni la crisis puede aspirar a la permanencia.

En los momentos de crisis política, económica y social de un país, los verdaderos estadistas no deben echar leña al fuego. Deben ser más prudentes. Nada más dañino para un jefe de Estado, cuando convoca a los suyos con vocabulario de guerra, a “radicalizar la revolución”, entrompa con un discurso de nosotros contra ellos, de venezolanos contra venezolanos, en vez de colocarse como abanderado del consenso y el diálogo, antes que de izquierdas y derechas.

El pueblo que hizo posible el nacimiento de esta Nación, no puede amedrentarse ante las dificultades del momento, nunca lo ha hecho. El pueblo va a responder con grandeza, porque quiere un cambio para mejorar su vida.

No existe sector de la población que quiera ser pobre, el deseo general es ver a este país creciendo de nuevo, en paz, en progreso, con menos violencia y más entendimiento. Nada más dañino para la “patria de Bolívar” que azuzar a la gente a un enfrentamiento que divide en lugar de unir. En las divisiones y las confrontaciones se vive mal, se crea más pobreza, se reproduce la violencia y la intranquilidad. El gobierno se asusta con la palabra “cambio” y prefieren recurrir a los enfrentamientos puramente ideológicos, no para debatir sino para imponer sus criterios a la fuerza.

En la Unidad Democrática hemos sostenido que nuestro proyecto político está orientado a contribuir a crear una nueva sociedad esencialmente diferente a la que existe actualmente. El desafío más importante para nuestra propuesta al país, es la superación de la pobreza. Este gobierno trata de engañar afirmando que la pobreza se ha reducido; la realidad no sólo la muestra los estudios de opinión, sino la calle, los barrios, los sectores populares. La pobreza se ha multiplicado. Ese socialismo trasnochado se ha convertido en una máquina de hacer más pobres. Para nosotros como Demócratas Cristianos, la pobreza sigue siendo un problema de Justicia Social.

Jesus Alberto Barrios R.

jesusalbertob@hotmail.com

@jesus_albertob

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