No voy a negar la gran satisfacción de
celebrar nuevamente el próximo 10 de mayo, el Día de la Madre, y es que no
puede haber mayor honor para un ser humano que recordar a su biológica madre, a
su abuela madre, a su tía madre, a su esposa madre, a sus hijas madres, a la
vecina madre y en especial, a aquel ser que escondida bajo el velo de la
doméstica madre reemplazó, muchas veces con creces, la bendita profesión de
Madre. Valga el recuerdo a Andrés Eloy Blanco en su Reláfica de la negra
Hipólita, nodriza de Simón Bolívar: “¿Qué uté é su mamá?... Sí… la sangre é suya, pero…¡la leche mía!”
En cuanto a la celebración, pareciera que
para muchos lo importante es el día, más por repetición comercial recordatorio
en la prensa, radio y televisión, que por natural y espontáneo amor: muchos se
esmeran y sacrifican dinero, tiempo y distancia para darle, de las 8.760 horas
del año, al menos unas doce horas de felicidad a la madre viva, o sólo una
hora, acompañada de un costoso ramo de flores, a la fallecida madre.
Como el día es para celebrarlo vamos a
recordar cualquier día anterior en el quehacer de una Madre, imaginándonos y
preguntándonos:
¿Quién es la primera persona que se levanta
en el hogar?
Por supuesto, la razonable respuesta: la
MADRE, y hagamos un recuento del por qué:
Simultáneamente, a las cinco de la mañana,
después de asearse, preparar el desayuno para la prole y para el roncador
marido siempre pendiente de despertarlo a la seis, lograr levantar de la cama
al más pequeño de los hijos, labor más difícil que policía tratando de levantar
a un borracho en la plaza Bolívar. Vestir a los muchachos, prepararles las
loncheras, servirles el desayuno, contestar la lejana despedida del marido
huésped, llevar al menor al pre-escolar y a los dos más grandecitos a esperar,
en la calle, a la señora del transporte. Con urgente regreso a su apartamento,
quinto piso y sin ascensor, vuela a
medio ducharse, vestirse, cerrar las ventanas, apagar las luces, cerrar
la llave del gas y pasarle llave a tres
cerraduras y, por fin, lograr montarse
en buseta para ir a la zapatería en donde trabaja.
¿Quién es la última persona que se acuesta en
el hogar? Nuevamente la razonable respuesta: la MADRE y volvamos a recordar.
Después de llegar a las siete de la noche
cargada con el peso y la nueva vida de un hijo en su vientre, luego de ocho
horas de trabajo como vendedora en la zapatería, debe, simultáneamente
comenzar a preparar la cena, ayudar en
las tareas a sus tres hijos, bañarse y bañarlos, esperar al marido para
servirle y oír sus acostumbradas diarias quejas de su agobiante trabajo, poner
y quitar la mesa, lavar y secar los platos y cubiertos, meter la ropa en la
lavadora, obligar a los hijos a acostarse, enseñarles y rezar con ellos el
Padre Nuestro y el Ave María y susurrarles…”con Dios me acuesto, con Dios me
levanto….” y por fin, si es que no se va
la luz, asegurar el cierre de ventanas y puertas, para poder acostarse y,
rezando por sus familiares, amigos, y rogando paz para todos……..tratar de
dormir.
Ese súper ser humano, es la MADRE.
A ella, le debemos y quedamos con eterna
deuda, por las muchas satisfacciones
que nos dio y que hemos tenido y sentido durante nuestra existencia, incluyendo
la inmensa satisfacción de tenerla, amarla y reconocerla.
Estoy seguro que si la Madre no es reconocida
en la tierra, Dios le tiene un Cielo especial a donde van las Madres buenas.
Recordemos estas palabras de Andrés Eloy
Blanco dedicadas a la Madre:
*”Son iguales la madre de Cristo y la de
Judas, porque ambas están hechas de pulpa milagrosa”
*“Dos cielos bendigamos, la PATRIA donde
nuestro corazón está preso y la MADRE que fue la Patria donde primero
habitamos”
Daniel Chalbaud Lange
vonlange1939@gmail.com
@danielchalbaudl
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, SIN COMUNISMO UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE, ESTO NO PUEDE CONTINUAR, UNIDAD NACIONAL ALTERNATIVA, DESCENTRALIZAR, DESPOLARIZAR, RECONCILIAR, DEMOCRACIA PARLAMENTARIA, LIBERTARIO ACTUALIDAD, NACIONALES, VENEZUELA, NOTICIAS, ENCUESTAS, INTERNACIONAL, ALEMANIA, ESTADOS UNIDOS, ESPAÑA, COLOMBIA, ARGENTINA,
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.