El debate político han querido reducirlo a
dos polos autodenominados el Psuv y la Mesa de la Unidad. Con ello han quedado
fuera de foco, hasta la invisibilidad, tanto los simpatizantes de Chávez que no
están en el organigrama del partido ni en la nómina del gobierno, como los
venezolanos descontentos que no son parte del cogollo.
Ese esquema simplista e irreal deja por fuera
a millones de venezolanos con criterios propios que no se ciñen a los
lineamientos de Maduro y Cabello ni a los arreglos privados de los directivos
de la MUD. Y ha creado una crisis al debatir la integración de la próxima
Asamblea Nacional.
No importa cuán obedientes a las cúpulas sean algunos candidatos al Parlamento, han sido rechazados antes de que la campaña se inicie por ser forasteros de los estados que pretenden representar. El pueblo, en su hablar sencillo pero contundente, los llama paracaidistas.
No han vivido en esos estados. No los han
recorrido ni conocen la geografía física y humana de esas regiones. No tienen
vínculos con esos municipios. Y así como esos circuitos por donde quieren
imponerlos son extraños para ellos, también ellos son inéditos para esos pueblos.
Si acaso los habrán visto por televisión.
Esa pretensión es antipática. Cae mal. En
términos prácticos, en vez de atraer votantes los ahuyenta. Atenta contra la
necesidad de cambio político que la mayoría de los venezolanos planteamos en la
Asamblea Nacional.
Y genera un problema adicional. Quienes han trabajado por años en beneficio de esas comunidades y ahora aspiran a representarlas y poner a su servicio la experiencia adquirida en la defensa de sus intereses, se topan con esos importados como un obstáculo para alcanzar la representación para la cual han hecho méritos con sobrados esfuerzos.
La primera consideración por tomar en cuenta
para conformar la representación nacional en el poder legislativo es la opinión
de los vecinos, de los representados. Esa es la que debe tomarse en cuenta y no
los compromisos personales, familiares o partidistas de los jefes de los
cogollos con sus incondicionales o subalternos.
Protestamos contra acuerdos de salón que imponen gente ajena a los estados y obstruyen el camino de los genuinos líderes que merecen estar en la Asamblea Nacional.
Claudio Fermin
claudioefm@gmail.com
@claudioefermin
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Estimado Claudio, creo que tienes sobrada razón en lo que planteas, sin embargo me parece que en estos difíciles momentos que estamos viviendo lo más importante es salir de este régimen castro comunista, y las diferencias que tengamos, muy válidas por lo demás, las deberíamos discutir internamente o posponerlas para mejores tiempos y no darle argumentos al gobierno. Por cierto, y disculpa caro amigo, eso de ser diputado por una región de donde no se es o no se vive, es de vieja data, tu fuiste ejemplo de ello, al ser diputado por Cojedes, y creo que lo hiciste muy bien. Un abrazo. UNIDAD O PERECEREMOS
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