El
año pasado, en medio de la tragedia que se escenificaba en las calles por la
violencia del régimen en contra de los estudiantes, la Junta Patriótica
Estudiantil y Popular (JPEP) se dibujaba como el único frente que le hacía
verdadera oposición o resistencia civil al régimen en las calles. Un grupo de
estudiantes, en su mayoría del interior del país, se había conformado como un
bastión de resistencia al régimen. Demasiada responsabilidad para ser tomada
solo por un grupo de jóvenes, pero aún así esa resistencia arrodillo al régimen
con toda su represión, colectivos armados y GNB.
Lo
que ocurrió en las calles el año pasado no puede ni debe ser olvidado, y menos
aún si hubo sangre derramada de jóvenes venezolanos. Pero como ven, todavía se
cumple aquello de la memoria corta de los venezolanos. Pero no nos apuremos al
generalizar, no todos la tenemos tan corta. Por eso es que debemos sacar
algunas lecciones aprendidas de esa experiencia.
Luego
del “Dialogo” emprendido por la MUD con el régimen para levantarse ante la
opinión pública y lavarse la cara con la sangre de los estudiantes caídos en
las calles, el país “se tranquilizó”, como en efecto lo esperaban los
“dialogantes” que se sentaron en esa mesa. No hubo ni un solo preso político
suelto por esas negociaciones, al contrario se arreciaron las persecuciones y
detenciones sin el debido proceso. Y lo más importante, en esa mesa de
negociación no se discutió el rumbo comunista del país, que en el fondo era- y
sigue siendo- la piedra angular de esa protesta.
Esa
resistencia embrionaria que comenzaron los estudiantes con la JPEP no
evolucionó a un frente unificado de los distintos factores de la oposición. Y
la respuesta al porqué eso ocurrió, es la misma que resuelve el enigma de la
unidad de la oposición: ningún factor político tradicional quiere retratarse
con lo que se ha dado en llamar RESISTENCIA al régimen, entendida esta como
aquella que ya definió a qué y a quien realmente nos enfrentamos y que sabe que
para combatir a una dictadura no se utilizan los mismos métodos que se utilizan
en las democracias.
En
una nota publicada en esa época señalaba “En democracia se hace OPOSICION, en
dictadura los verdaderos opositores hacen RESISTENCIA. Ese es el fondo de la
lucha que se libra aquí, no otro. La oposición oficial ha apuntalado al régimen
por razones de supervivencia. Y es por eso que siempre hemos afirmado que hay
que salir de esta “oposición” primero para salir del régimen después. De allí
el odio violento que nos tienen desde el régimen…y desde la “oposición”,
buscando a toda costa desacreditar a los estudiantes, llegando incluso a
intentar fracturar al Movimiento Estudiantil. Y hay que abortar esa jugada”
(ver Oposición o Resistencia en
http://ticsddhh.blogspot.com/2014/04/oposicion-o-resistencia.html).
Nos
ha sido más difícil que en otras épocas de nuestra historia republicana salir
de esta dictadura porque existen factores que la apuntalan que se encuentran de
nuestro lado, o más bien engañan a los venezolanos diciendo que lo están. Y
cuando se salga de la dictadura es porque también se habrá salido de aquellos
que llamándose oposición conforman las raíces de alimentación de ese sistema
perverso régimen-“oposición oficial”.
Los
estudiantes fueron los primeros que políticamente advirtieron esa situación, y
si ustedes prestaron atención a la conformación de los grupos de resistencia
que le hicieron un duro frente de batalla al régimen el año pasado, ninguno de
sus integrantes actuaban en nombre de parcialidades partidistas y eran
mayoritariamente del interior del país.
Lo
hicieron en nombre propio, proviniendo de las universidades, ONGs, sociedad
civil en todo el país. ¿y cuál fue la bandera principal? El rescate de la
institucionalidad y el regreso de la democracia. Y como decían ellos mismos, no
estaban en las calles peleando por un paquete de Harina Pan. Pero el resto de
esa “oposición” no acompañó al reclamo en las calles de los estudiantes y la
sociedad civil en general agrupados en la JPEP. Así le fue más sencillo al
régimen acabar con esa “insurrección”, estando su mayor bastión en el Estado
Táchira. Al final el gobierno terminó imponiéndose sobre un solo grupo en
resistencia. Ganó un episodio y está muy atemorizado que se presente otro.
Entonces,
¿cuál fue la razón por la cual no se logró conformar ese frente de resistencia
unido? En primer lugar porque no ha habido un criterio unificado de lucha en
contra del régimen. Los partidos que hacen vida en la MUD creen que aunque este
régimen sea autoritario y dictatorial, les ha permitido “espacios” electorales
de convivencia donde los partidos opositores sobreviven de la teta del Estado,
ya sea regional o municipal, y ahora Parlamentaria.
Saben
que no podrán en los actuales momentos disputar el poder central, pero pueden
ir de elección en elección y “en el camino se verá qué sucede”. A nuestro
juicio esa es una tesis interesada y la vez suicida que está teniendo cada vez
menos aceptación por parte de la población, ya que el régimen cada día que pasa
nos atenaza aún más el cuello, ahogando poco a poco lo que nos queda de respiro
democrático. Quedará de esos partidos decidir, cuando ya estén en sus últimos
estertores, unirse a la resistencia como única forma de evitar morir de las
manos de un Estado comunista. Y si no los vemos muertos o perseguidos después
de eso, es porque siempre fueron parte del régimen.
Pero
con todo y que los están ahorcando, los partidos no se han quedado tranquilos.
Saben que han perdido la credibilidad de la gente y han permitido que alguna
parte de su militancia se integre a los grupos de resistencia para luego
neutralizarlos, absorbiendo a los líderes de esos movimientos y “comprándolos”
con cargos en sus partidos o puestos salidores para las “siguientes
elecciones”. Aquellos que leen esto saben quienes han pasado por eso y en qué
condiciones se han dado esos procesos.
Por
eso es que los venezolanos debemos tener conciencia que esto también es una
carrera por el rescate de la ética en la política, que no ganaremos en tanto, o
el liderazgo de la sociedad civil ignore éticamente esa nefasta práctica y
trabaje en función del adecentamiento de la actividad política, o los partidos
de una vez entiendan que su función no es traficar con las necesidades de la
gente y se unan en un frente unificado con la sociedad civil en contra del
régimen.
Por
eso es que decía en mi nota del año pasado que había que abortar la fractura
del Movimiento Estudiantil por parte de los partidos y que estos no
convirtieran esos Movimientos en los cuidadores de sus intereses porque iban a
malograr la genuina y propia interpretación de la juventud acerca de los problemas
del país, matando la cantera de donde salen los nuevos lideres que vienen
destinados a salvar a su propia generación.
Y
por eso hay que pedirles encarecidamente a los grupos de resistencia juvenil
que no claudiquen a esas tentaciones partidistas, en especial en el interior
del país, que fue de donde nació originalmente la resistencia el año pasado.
Ellos son los que mantienen viva la llama de la Rebelión de las Regiones y que
están muchísimo más conscientes que en la capital de la importancia de mantener
un genuino interés por el cambio político e institucional como el que
impulsamos en el Proyecto País Venezuela
(http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/) porque en ello les va el
futuro de sus regiones. La contaminación partidista de la juventud no puede ser
tolerada so pena de enterrar el sueño de una Venezuela descentralizada y
desarrollada.
La
unidad de todos los venezolanos es necesaria. Si hemos de luchar unidos debe
ser porque cada uno entendió su rol en este complejo cuadro de factores donde
se debate Venezuela. Y a eso es difícil de llegar, en particular por la manera
en que los partidos han entendido el concepto Unidad. La unidad debe ser de
propósito y objetivos comunes, no de unidad electoral ni por hacer que el otro
se convierta a tu partido. La unidad debe ser de criterios, de si estamos todos
de acuerdo o no en cual es el adversario común y acordar una estrategia para
enfrentarlo.
Sin
embargo al parecer la militancia de esos partidos-no su dirigencia todavía-,
están comenzando a dar señales de haber entendido el significado de ese
concepto de unidad que al final se traduce en Resistencia. Es un proceso que
decanta lentamente de abajo hacia arriba. En la medida que el régimen ha
arreciado en su represión en aras de conservar el poder, la violenta carestía,
la hiperinflación, el deterioro acelerado de la calidad de vida, la gente ha
comenzado a entender el significado de la palabra RESISTENCIA, que en corto
significa “no me la calo”. El camino para que todos estemos juntos en contra de
esto que nos está destruyendo como sociedad lo está señalando el mismo régimen.
Ya está llegando el momento en que se alcanzará el nivel suficiente para que
todos lo podamos seguir, haciendo que esa Unidad no solo sea creíble sino
alcanzable.
Caracas,
14 de Marzo de 2015
Luis
Manuel Aguana
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
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