miércoles, 25 de marzo de 2015

ALBERTO JIMÉNEZ URE, PARECEN Y SON PELIGROSOS, LUEGO «SANCIONABLES»

«En el Régimen Bolivariano-Falaz que inmisericorde ultraja a venezolanos, los tribunales abren simbólicamente sus puertas para -de súbito- cerrarlas porque no hay materias o litigios que discutir en los despachos: sólo sentencias pre-elaboradas por dictar y que satisfarán a los confiscadores de la Justicia: esos que socavaron nuestra Soberanía Nacional e hipotecaron la república»

Infiero que a causa de la «Filosofía Político-Militar-Financiera» que rige a los norteamericanos virtud a su rígido (autónomo) «Estado de Derecho y Justicia», sus representantes tienen demasiadas razones para sancionar a funcionarios del régimen hegemónico venezolano en general (no a quienes somos sus víctimas). Por su adventicio esencialismo, el ilegítimo gobierno despótico-bolivariano-falaz resguarda y adhiere (comulga) a malhechores internacionales. Nadie puede refutar que parte de nuestro territorio fronterizo fue cedido a los grupos irregulares de Colombia que lo convirtieron en «santuario»: «centro de operaciones criminales» o «conchas». Aquí terroristas, sicarios, traficantes de sustancias ilícitas o armas de distintas naciones tienen el padrinazgo de una Fuerza Armada Mercenaria Nacional: que, por obvios motivos, nunca podría ser de liberación sino opresiva.
En nuestro país se licencia para delinquir a grupos de forajidos armados y adoctrinados que agreden, intimidan o matan opositores y hasta personas de sus círculos políticos que les incomodan.  En Venezuela se urde y ampara toda clase de fechorías, algunas de las cuales contra EEUU (el propio Simón BOLÍVAR y PONTE advertía que no existen enemigos pequeños). No creo que pululen tozudos o ingenuos que subestimen la peligrosidad de tantos dementes con mando en Venezuela, algunos de los cuales sí tienen millones de dólares en cuentas abiertas por testaferros profesionales. Para lograr reducidas condenas de presidio, que no sorprenda cuando tales negocien delaciones con los tribunales norteamericanos.
La proximidad de Venezuela a USA se ha convertido en una «amenaza» por causa de la confrontación verbal, el incesante e injustificable pleito que contra quienes compran y pagan -«en efectivo»- nuestro petróleo mantiene una cofradía de sediciosos. No dudemos que los desalmados que tiranizan en nuestra república pudieran planear, en concierto para delinquir con exterminadores doctrinales, ataques contra Norteamérica.
El «Imperio Norteamericano» no tiene en Venezuela el arraigo de otro también temible: ese mediáticamente apodado «Gigante Chino». Es más probable que algún día los asiáticos decidan esclavizarnos y no los norteamericanos: desde hace años invadidos por inmigrantes de Centro y Sur América: millones de los cuales ya fueron nacionalizados. Mujeres y hombres que fortalecen ese país con arduo trabajo, talento académico o invenciones.
Con el «Gigante Chino» y el «Imperio Ruso»,   el Estado Venezolano está hipotecado. Pero, la Casta Dictatorial Comunista China está tan avocada a sus asuntos financieros internacionales (es una indiscutible potencia capitalista mundial) y en mantener –férreamente- controlada a su población que no emprendería una conquista más formal  de esta que fue patria de BOLÍVAR y PONTE. Hace rato que los jefaturales del legendario «Imperio Chino» colocó en decúbito al «Funcionariado Cívico-Militar Venezolano»: y, por ello, no requieren anunciar o alardear que son los auténticos mandantes de los apátridas que nos vejan.
Alberto Jimenez Ure
jimenezure@hotmail.com
@jurescritor

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