A los militantes de Acción Democrática:
“Ramos Allup utiliza al partido para encubrir el caso de corrupción Derwick”
Al Secretario General de Acción Democrática
le tomó casi un mes responder mi carta pública. Nueve páginas escribió en
respuesta a las tres mías. Mientras el país sufre la peor crisis de su
historia, mientras un escolta de Diosdado Cabello lo acusó de ser
narcotraficante, Henry Ramos Allup no dedicó esfuerzo alguno a pronunciarse
sobre esta situación sino que se dedicó a acusarme a mí con chismes y
calumnias, mal utilizando la militancia del partido para asegurarse de que su
carta fuese distribuida con mayor intensidad que cualquier otro esfuerzo de
redes sociales en la historia del aparato comunicacional de AD. ¿Es sobre este
tema que debe pronunciarse Acción Democrática en el medio de la coyuntura que
atraviesa el país? ¿Para encubrir el caso de corrupción de Derwick Associates
quedó el partido Acción Democrática?
En su carta Henry fijó posición expresando
sus opiniones acerca de lo que le incumbe y lo que no le importa del acontecer
nacional frente a la corrupción. Como si hubiese corrupción buena y corrupción
mala. La carta de Henry, lo que dice y lo que no se atreve a decir, es la mejor
ilustración de las deficiencias del “secretario general vitalicio”, y de la
dolorosa tragedia que esto significa para el partido de Rómulo Betancourt.
¿A quién representa Henry Ramos Allup?
A juzgar por su carta, parece únicamente
representar los intereses de la empresa Derwick de la cual su cuñado Francisco
D’Agostino es accionista. Derwick sobornó a Diosdado Cabello con 50 millones de
dólares para que les adjudicara contratos de plantas eléctricas. El guiso de
esta operación fue tan descomunal que se calcula que los accionistas de
Derwick, los llamados “bolichicos” Francisco Convit Guruceaga, Gonzalo Guzmán
López, Domingo Guzmán López, Alejandro Betancourt López, Pedro Trebbau López,
Edgard Romero Lazo y Francisco D’Agostino Casado, se embolsillaron más de mil
millones de dólares en sobreprecio, en una de las operaciones de desfalco a la
nación más audaces de la historia republicana de Venezuela. Henry me reclama
por lo que él ve como un ensañamiento mío contra Derwick. No me sorprende
porque no es la primera vez que un político lo hace. Luego de enterarse de mi
juicio en contra de Derwick, Diosdado Cabello también ha manifestado su repudio
hacia mí a través de su programa “Con el Mazo Dando”, pero incluso Diosdado
tiene la suficiente viveza de no mencionar a Derwick cuando me ataca.
Lo desvergonzado y acomodaticio de Henry
quedó expuesto al declarar: “Yo sí me monté en el avión privado de mi cuñado
para ir a Miami, ¿Y?”
Mientras el pueblo está humillado haciendo
colas bajo el sol para comprar medicamentos y hasta pañales, mientras los
supermercados están vacíos, Henry viaja en un jet que costó decenas de millones
de dólares. Los anaqueles están vacíos porque los Cadiveros, bolichicos,
boliburgueses y afines han saqueado las arcas de la nación sin dejar dólares
con qué importar. No es a mí sino a esa gente, en esas colas, que con su tiempo
y sufrimiento está pagando el avión privado de su cuñado, a la que Henry Ramos
Allup le responde: “¿Y?”
Escribe nueve páginas defendiendo a Derwick,
y para defenderse él mismo, lo que hace es atacarme a mí y a mi familia. Henry
ha podido utilizar esta oportunidad para reivindicarse como un político que
lucha contra la corrupción, venga de donde venga, pero prefirió dejar en
evidencia que es un agente de grupos económicos con dinero mal habido. Sin
embargo, el problema no es Henry (allá él con su consciencia) sino el hecho de
que Henry Ramos Allup es el Secretario General de AD, y viene utilizando esa
posición para proteger los negocios deshonestos de sus familiares.
¿Hasta cuándo la militancia del partido del
pueblo va a aceptar que se burlen de ella? ¿Hasta cuándo se permitirá que una
cúpula utilice el poder político de Acción Democrática no para luchar por
Venezuela sino para defender sus intereses y los de su familia?
Los adecos saben que su partido no tiene
futuro mientras su enorme legado se vea manchado todos los días por las
pequeñeces de su Secretario General, quien ha sometido al partido por más
tiempo que el que estuvo Chávez en la presidencia, amparado incluso en el mismo
argumento: que sus antecesores fueron peores.
La base de AD intuye perfectamente que en su
dirección política hay mucho gato encerrado, mucho sinvergüenza jugando
escondite, y sabe muy bien que su partido sólo resurgirá en la medida que reivindique
el orgullo de haber sido el partido que trajo la democracia a Venezuela, el
partido que promovió la alfabetización del país, la industrialización y el
tránsito de una sociedad rural militarizada a una sociedad cívica moderna.
Soy un venezolano por cuyas venas corren tres
generaciones de sangre adeca. Como amante de la verdad y la justicia y enemigo
de la deshonestidad y la corrupción, humildemente les invito a que tomen
consciencia de que está en sus manos que su partido no sea condenado a languidecer
por la voluntad de un hombre que quiere subordinarlo a intereses miserables. AD
tiene la historia y el talento para materializar el sueño, que tiene la misma
vigencia hoy que ayer, de forjar una Venezuela libre, y de los venezolanos.
Rómulo solía decir “We will come back!” Con Henry, no existe la posibilidad de
ningún regreso al poder para AD. Isabela Carmona, presidenta de AD, declaró que
quien no está al frente de la lucha, no está en la lucha. Más claro imposible.
Paso ahora a responder de forma resumida las
distintas acusaciones falsas y malintencionadas que Henry escribe en su carta:
1) El escandaloso caso de corrupción de
Derwick Associates y el silencio cómplice de Ramos Allup: Derwick es una
empresa sin experiencia alguna en la construcción de plantas eléctricas fundada
por dos primos hermanos a sus 26 y 29 años: Pedro Trebbau López y Alejandro
Betancourt López. Esta empresa de maletín obtuvo en sólo catorce meses doce
contratos para la edificación de obras de un altísimo nivel de sofisticación: plantas
eléctricas. El primer contrato lo obtuvieron antes de siquiera registrar su
empresa en Venezuela y lo lograron por palanca y pago al presidente de
Corpoelec cuyo hijo fue su compañero de clase. Los dueños de Derwick —que
incluyen al cuñado de Henry de nombre Francisco D’Agostino Casado—
subcontrataron a una compañía estadounidense para construir las plantas
mientras ellos se embolsillaron sumas inimaginables. Esta información se conoce
inicialmente por la investigación del periodista César Batiz en el periódico
Últimas Noticias en varios reportajes del año 2011. Tan extraordinaria fue su
averiguación periodística que el reportero Batiz se ganó el premio
internacional de la IPYS por su reportaje sobre el fraude Derwick. A partir de
ahí los propietarios de Derwick movieron cielo y tierra para amenazar a
cualquier persona que se atreviera a repetir dicha acusación o que osara
cuestionar de buena fe estos contratos milmillonarios. Al reportero Batiz la
gente de Derwick le ofreció dinero para silenciarlo. Lo mandaron a amenazar a
él y a su madre con miembros del SEBIN. Y hasta le hackearon sus correos
electrónicos.
Existe material sobre este caso en varios
portales de internet, producto de filtraciones realizadas desde el interior de
Derwick. Por ejemplo, ya están en internet las facturas originales de algunas
turbinas que le vende Derwick al gobierno y también las facturas donde Derwick
compró equipos al intermediario a precio mucho menor para venderlos días más
tarde por sumas mucho mayores. En un solo documento se evidencia un sobreprecio
de 200 a 270 millones de dólares. No hace falta ser ingeniero, matemático o
abogado para ver lo grotesco que es este fraude a la nación. Hurto semejante
habría escandalizado a cualquier político honesto, especialmente si uno de los
implicados en el fraude es un familiar suyo.
En su carta, el Secretario General de AD se
jacta de que ha hecho “centenares de declaraciones públicas” denunciando la
corrupción del chavismo. Él mismo dice “ser frontal, directo y claro”. Entonces
¿cómo es posible que Henry no sólo se lave las manos del caso Derwick sino que
cace una pelea directa con los que denunciamos la corrupción de esa empresa? Es
inaceptable que no sólo se haya quedado completamente mudo acerca del caso
Derwick sino que se haya prestado a llevar a cabo una campaña de calumnia en
contra de aquellos que hemos buscado sacar a relucir las verdades de este
escandaloso caso de corrupción.
¿Cómo es posible que Henry diga ser la
persona que más ha denunciado la corrupción en la historia del chavismo y que
se le haya pasado por alto este caso donde se estima que el robo supera los mil
millones de dólares? ¿No leyó los artículos de Batiz? Henry publica en su carta
que “desconoce los hechos” y hasta dice que “en ningún país del mundo, incluyendo
a los EE.UU., esa empresa ha sido condenada por tales hechos”. Pues en
Venezuela tenemos 15 años de casos de corrupción que no llegan a condena, y eso
no significa que no sean casos verídicos y preocupantes que sin duda ameritan
la atención de todo político honesto.
Pese a su preocupante cinismo, Henry bien
conoce que en EE.UU. la empresa Derwick está en estos momentos simultáneamente
bajo investigación federal y estatal por soborno, por violaciones de leyes
anti-corrupción, y por lavado de dinero. Esto no es invento mío, es algo
confirmado por el periódico más prominente en el mundo financiero, el Wall
Street Journal. Imposible que Henry no recuerde cuando por Globovisión, el ex
Alcalde Freddy Bernal dijo que en Venezuela se debe investigar el caso Derwick.
Así será el tufo del asunto que hasta Bernal dice que Derwick merece una
investigación. Pero Henry sigue mudo acerca de Derwick. El subconsciente parece
haber traicionado a Henry, quien redacta con precisión la interrogante que
miles y miles de venezolanos han expresado en las redes sociales: “Las
posiciones políticas de Henry Ramos Allup y de AD frente al régimen venezolano
están ‘condicionadas’ por esas ‘dependencias.’”
Aunque lo niega en su carta pública, Henry
demuestra que bastante sabe del tema Derwick. Menciona, por ejemplo, un sitio
web llamado Infodio.com donde dice haber leído artículos acerca de Derwick. Lo
curioso del tema es que ese sitio no se puede visitar desde Venezuela ya que
está bloqueado por el gobierno. Inclusive la organización Reporteros Sin
Fronteras, una ONG de gran prestigio basada en Francia, ha denunciado ya la
censura que se practica para tapar este caso. En otras palabras, la mayoría de
la militancia de AD y el pueblo de Venezuela desconoce de este guiso porque
alguien de altísimo nivel bloquea contenido al respecto.
Henry, el que “desconoce los hechos”, afirma
con certeza que su cuñado Francisco D’Agostino no es accionista de Derwick.
¿Cómo lo sabe? ¿Tiene él las distribuciones monetarias de las cuentas secretas
de Derwick en Suiza, en Panamá, o en Nueva York? ¿Sabe Henry qué papel juega el
Banco Occidental de Descuento en el caso Derwick?
Henry dice que yo lo he amenazado con
demandarlo. Eso no es cierto. Jamás he dicho que lo voy a demandar. ¿Con qué
fin? Henry no es el dueño del chanchullo Derwick sino sólo un recadero de su
cuñado Francisco D’Agostino a quien sí estoy demandando en una corte
estadounidense en el estado de Florida. El proceso de justicia en EEUU es lento
pero es seguro. Por los momentos el cuñado de Henry no quiere afrontar las
acusaciones sino que busca salirse del caso diciendo que el tribunal donde
entablé la demanda no tiene jurisdicción. ¿Por qué su cuñado busca evadir el
tema sobre la veracidad de las acusaciones? Quien no la debe, no la teme.
Lo que Henry Ramos Allup esconde es que su
hijo Rodrigo Ramos D’Agostino es empleado del susodicho Francisco D’Agostino,
accionista de Derwick y opera desde una oficina en la Torre Dayco en Caracas.
Desde allí y desde Estados Unidos, D’Agostino se dedica a ser gestor de CADIVI.
Es en esa oficina donde hace su pasantía Rodrigo Ramos, ante testigos de sobra,
donde se reúnen los D’Agostino con personeros del gobierno para negociar
dólares preferenciales. Henry bien sabe que si acaso D’Agostino se ve afectado
por este litigio ello puede complicarle la vida a su hijo Rodrigo.
Debo decir que lo que me impresiona del
“líder” de AD es el hecho de que aunque mi demanda acusa a Derwick de sobornar
a Diosdado Cabello con pagos de $50 millones a cuentas en Banesco Panamá, Henry
se restea con el hombre acusado de ser el capo del Cartel de Los Soles y no
cuestiona para nada la versión de Derwick y del dueño de Banesco sobre el
asunto. Cuánta inocencia e ingenuidad la del veterano parlamentario.
Nunca es demasiado tarde para rectificar.
Quizá Henry podría coronar sus esfuerzos anti-corrupción batallando un caso más
en el terreno de los apagones que sufren los venezolanos a diario: las plantas
eléctricas. Ahí está el caso Derwick. Son suficientes los miembros de AD los
que reclaman, empezando por su Secretaria Nacional Femenina Aixa López, para
que Henry Ramos Allup ya hubiera solicitado una investigación acerca de la
corrupción eléctrica. Y al mismo tiempo a la Fiscalía, a la Procuraduría, a la
Contraloría, y a la Defensoría del Pueblo. Dado lo viciados que están los
poderes públicos en Venezuela es dudoso que tenga impacto certero, sin embargo,
el gesto demostraría seriedad. Igualmente, Henry podría pedirle a los gobiernos
de Francia, Italia, Suiza, España, Panamá, y Estados Unidos que colaboren con
investigar el caso Derwick, confiscar el dinero mal habido, y repatriarlo a
Venezuela.
2) Ramón José Medina, bolibanquero de la MUD:
Como representante de la oposición, Henry no puede argumentar que las
relaciones de un destacado miembro de la MUD —Ramón José Medina— con el
banquero Víctor Vargas del Banco Occidental de Descuento no son de su
incumbencia. ¿Cómo no encuentra un conflicto en ello? Uno de los líderes de la
oposición es directivo del banco que más dinero ha recibido del gobierno. Dicho
de otra manera: el banquero que más ha lucrado durante el chavismo es jefe de
una de las personas más importantes de la MUD.
Puede que no haya nada ilegal en que Medina reciba un jugoso salario del
banquero del régimen al igual que no haya nada ilegal en que Henry disfrute las
colas del lujoso jet privado con D’Agostino, pero hay cosas que aun siendo
legales pueden mostrar una gran falta de ética, y la dimensión ética no puede
ser dejada de lado, como estorbo, en el quehacer político.
3) Henry Ramos, ficha del “Laboratorio
Sucio”: Por querer hacer una gracia, a Henry le salió una morisqueta. Con gran
torpeza se prestó a difundir y promocionar un informe anónimo como prueba de un
supuesto “laboratorio sucio” cuando en realidad ese panfleto es un montaje
flojo contra aquellos que hemos denunciando la corrupción tan obvia en el caso
Derwick. Henry en su carta de nueve páginas se revela como uno de los autores
de ese informe.
Henry explica que “[e]l Informe que yo poseo
lo recibí impreso dentro de un sobre cerrado enviado sin remitente a mi
oficina”. En qué mundo sale un líder político serio a recibir algo
anónimamente, sin autoría, sin pruebas y escribe un artículo atribuyendo
veracidad a su contenido sin siquiera verificar un solo dato. Pues Henry lo
hace porque fue uno de los autores del informe. Me escribe Ramos: “No ponga
usted en boca mía lo que el Informe dice de Alek Boyd y de otros que allí
aparecen, porque, le repito, el Informe no es hechura mía”.
Alek Boyd es periodista venezolano que al igual
que Batiz ha investigado la corrupción de Derwick. Boyd ha escrito acerca de
ello en el prestigioso periódico El País de España así como en la prensa
colombiana y en su blog (prohibido en Venezuela) Infodio.com. Sin embargo el 4
de abril de 2014, Henry me dice por PIN que Boyd es “reo de la justicia
venezolana por delitos de estupefacientes, robo de vehículos y lesiones y tiene
auto de detención a ser ejecutado apenas llegue a Venezuela porque hasta orden
de captura en el CICPC pesa contra él”. Al recibir yo este mensaje me quedé
sorprendido ya que, hechas las averiguaciones, no existe ninguna orden de
captura, ni existe auto de detención por robo de vehículos. Boyd no es reo.
Todo esto es un invento chimbo de Henry y de la gente de Derwick. Y estos inventos
aparecen casi textualmente en el “Informe” 8 meses después. Que Henry explique
de dónde sacó esos inventos. Que el Secretario General le explique a la base de
AD, qué hace él elaborando y ventilando los informes del laboratorio sucio de
Derwick. La ironía en este caso es que desde un verdadero laboratorio sucio
están acusando a gente que denuncia la corrupción, de ser “fichas de un
laboratorio sucio”.
En vez de mostrar preocupación por lo que
aparece en el portal de información Infodio.com, con materiales originales del
sobreprecio Derwick, Ramos se limita a tildar al autor Boyd de “tarifado”. En su afán por descalificar, confundir y
enlodar la reputación del reportero Boyd, y embadurnarme más todavía, Henry dice
que Boyd fue directivo de la organización que presido, un grupo de derechos
humanos llamado Human Rights Foundation. Boyd jamás fue directivo de la
organización. El único directivo reciente de Venezuela que tuvo HRF fue el
adeco y ex presidente Ramón José Velásquez quien falleció en 2014 y fue miembro
ilustre del consejo directivo de la organización por 8 años.
4) El patrioterismo barato de Henry Ramos
Allup y su arremetida a mi patrimonio familiar: Las consignas cursis de
patrioterismo falso no hacen sino mostrar lo frágil que es la defensa de su
supuesto honor. Sólo a su familia le puede importar dónde va a morir y dónde lo
van a enterrar. Lo que queremos saber los venezolanos es qué va a hacer ante
los enchufados como su cuñado y sus socios Convit, Trebbau, Betancourt y los
demás. No es sorpresa que en el medio preferido de Derwick, Primicias24, figura
constantemente la esposa de Henry, la que aspiró a ser Alcalde de El Hatillo y
llegó de cuarta en las elecciones (detrás del chavista) aun después de que se
gastó más en esa campaña electoral que en cualquier otra elección por alguna
alcaldía en Venezuela. ¿Le ha explicado Henry a la base de AD por qué la
campaña de su mujer era más importante que la de Carlos Andrés Michelangeli,
por ejemplo, en la lucha por la alcaldía de Barcelona? ¿Por qué se gastó más en
las elecciones de Diana que en cualquier otra?
Henry me llama “amo del valle” y me increpa
mi parentesco con el libertador Simón Bolívar. Jamás en mi vida he utilizado
una relación consanguínea para lograr algún tipo de ventajismo. Nunca he hipotecado
mi apellido ni he hecho de ello una cuestión de protagonismo en Venezuela. Le
debería dar vergüenza, por tanto, tirarme eso encima como si yo me enriqueciera
por ser pariente de Bolívar. Serlo no es delito. Aprendí de muy pequeño a ser
mi propia persona, y por ello decidí estudiar fuera del país y hacerme en el
vacío del exterior, sin palancas ni padrinos. Lo que es curioso es que Henry se
defina como plebeyo cuando es dueño de una mansión, que se llame “pueblo”
cuando anda en el avión “Challenger” de su cuñado enchufado y se va para Miami
a disfrutar sus navidades en una mansión en Hibiscus Island. Cínicamente, Henry
busca quedar de humilde ante la base de AD, cuando lo sifrino y suntuoso de sus
hábitos deja huellas por todas partes.
Henry me insulta por vivir fuera de
Venezuela. Al igual que dos millones de venezolanos, vivo en el extranjero. No
por ello soy menos venezolano que Henry. El único pasaporte que tengo es el
venezolano. Y el hecho de que hice mi vida en otro país no significa que no quiera
a mi tierra natal. Ponerse en la tónica de que los venezolanos que vivimos
afuera no importamos se parece demasiado a lo más desagradable del chavismo
intolerante, autoritario. Desde el exterior he podido hacer mucho más por mi
país que desde adentro. Venezuela necesita el talento y la colaboración de
todos, no importa donde estemos.
5) Sobre el trabajo de Human Rights
Foundation en Venezuela: Henry declara que en materia de derechos humanos “al
menos en Venezuela usted no ha hecho nada que se conozca”, y se enorgullece de
la labor “sin treguas” del diputado Edgar Zambrano como frente de los DDHH de
AD. Zambrano dice haberle pedido a Maduro más de 60 “audiencias” para
“clemencia” hacia los presos políticos. El término “audiencias” es reliquia de
épocas coloniales y monárquicas. No se hace trabajo de DDHH únicamente pidiendo
“audiencias” sino que también se lo puede hacer denunciando vigorosamente la
violación de los derechos humanos de los venezolanos en instancias
internacionales. Human Rights Foundation fue la primera organización
internacional en tomar el caso del General Francisco Usón, a quien declaró
prisionero político del régimen en diciembre del 2006, meses después de su
fundación. Ahí comenzó una labor que no cesó hasta su libertad. Ojalá pueda Henry
hacerse un tiempito en su apretada agenda de relaciones públicas a favor de
Derwick, para preguntarle a la familia Usón sobre el papel que jugó HRF velando
por los derechos de ese gran venezolano.
Yo conocí a Usón por primera vez en la celda
de Carlos Ortega en el centro penitenciario de Ramo Verde, cuando este último
me autorizó a que HRF proceda con una campaña internacional a su favor. A Ramo
Verde iba yo con tanta frecuencia que ni cédula me pedían en la entrada. HRF ha
sido incansable y ha llevado varias campañas de concientización internacional,
desde la defensa de la libertad de expresión de RCTV así como apoyo a los casos
específicos del líder estudiantil Yon Goicoechea, el periodista Alberto
Federico Ravell, la comunicadora social Marta Colomina, el militar José
Humberto Quintero, el profesor Gustavo Azócar Alcalá, el sindicalista Rubén
González, la jueza María Lourdes Afiuni, el mecánico Miguel Angel Hernández
Souquett, entre muchos casos más. Tan sólo un video de HRF acerca de la crisis
de DDHH de Venezuela tiene más vistas que cualquier otro video del tema en la
historia de Venezuela. En la sede de la ONU en Ginebra y en Nueva York HRF ha
llevado diversas campañas luchando en contra de la integración del gobierno de
Venezuela al Consejo de Derechos Humanos.
HRF también pidió a la ONU investigar las
confesiones del ex magistrado del Tribunal Supremo de Justicia Aponte Aponte y
publicó un informe muy completo sobre sumisión del Poder Judicial al Poder
Ejecutivo. La información de HRF sobre DDHH en Venezuela es utilizada a través
del mundo por su seriedad y probidad académica. Con la realización del Oslo
Freedom Forum, HRF ha puesto en el escenario mundial a varios venezolanos
notorios dándoles una tarima para denunciar lo que ocurre en Venezuela incluyendo
a Julio Borges, Marcel Granier, Diego Scharifker, Leopoldo López, Diego Arria,
entre otros.
Ante la Corte Interamericana HRF ha
presentado más de un escrito de amicus curiae en casos contra el gobierno
autoritario que oprime a Venezuela. En Europa nuestra labor incluye críticas al
gobierno de España por no reconocer la existencia de prisioneros de conciencia
en Venezuela, y reuniones de alto nivel en varias capitales en pro de la
difusión de información certera acerca de la crisis de grave erosión
democrática y descenso hacia la dictadura, que padece nuestro país.
En la OEA no hay organización que haya sido
más fuerte que HRF al criticar al secretario general de la OEA por no aplicarle
a Venezuela la cláusula democrática de la Carta Democrática Interamericana. En
Caracas incluso patrocinamos un Foro de Cine acerca de la libertad y los
derechos humanos, y en nuestro video llamado “Dile a Chávez” abordamos en forma
solidaria el caso de los tres comisarios. El que Henry desconozca y desprecie
tanto la labor de HRF, muestra una ignorancia supina o una maldad depravada. La
historia recordará a Henry Ramos Allup por el caso de corrupción Derwick y
recordará a HRF por su labor incansable por los DDHH no solamente en Venezuela,
sino en todos los países que padecen bajo gobiernos autoritarios en cualquier
parte del mundo.
6) Respuesta a los ataques de Henry Ramos
Allup a mis parientes fallecidos: Henry trata de enlodar el prestigio de la
familia Mendoza llamándonos ricos y nobles. Cada familia venezolana es faro que
enseña el camino o es cocuyo en la noche, en la medida de sus logros. No
conseguirá avergonzarnos por tener una familia destacada en lugar de opacos
antepasados. Desaforadamente ataca la memoria de los hermanos Eugenio y Eduardo
Mendoza Goiticoa, hombres que no necesitan defensa en Venezuela. Hay
universidades, avenidas, escuelas, galerías, empresas, fundaciones, hospitales,
y mucho más, fundadas con el nombre Mendoza. Henry seguramente conoce la
Universidad Metropolitana, legado de Eugenio Mendoza, ya que sus tres hijos
estudian ahí.
Henry acusa a los hijos de Eugenio Mendoza
Goiticoa, sin nombrarlos, de una serie de crímenes. Ellos son bien adultos y
pueden defenderse y de mí no necesitan. De lo que no debe quedar duda es que si
fuera yo político, como lo es Henry, y tuviera yo un familiar envuelto en un
caso de corrupción de la magnitud del de Derwick, me sentiría obligado a fijar
posición al respecto, y lo haría con firmeza, porque para mí los parentescos
jamás han podido más que mi honor personal. No hacerlo es poner intereses
personales y familiares por encima del compromiso con el país y eso constituye
una traición a cualquier principio que dé honor a la noble actividad de servir
a un país a través de la política. Si acaso los accionistas de Derwick tienen
parientes consanguíneos que no los denuncian ni los condenan dentro de su vida
familiar, me parece que están en su derecho. Lo que es indefendible es ser
político de tan alto rango en un partido tan relevante en la historia
venezolana, y guardar un silencio cómplice.
Y, más aún, el Secretario General de AD no solamente ha callado al
respecto, sino que se ha puesto a escribir artículos en los periódicos
defendiéndolos, enlodando a denunciantes probos e ignorando su compromiso con
el país mientras usa la maquinaria de AD para tapar la cosa.
Henry acusa a mi difunto padre de “los sobres
bomba”. En su torpeza por repetir una acusación falsa ni siquiera lo hace
correctamente. A Thor Halvorssen Hellum lo acusaron falsamente, pero del “carro
bomba” no del “sobre bomba”. Mi padre fue detenido ilegalmente en 1993 sin orden
de aprehensión, y posteriormente fue encerrado en el foso del Retén de Catia y
nunca se presentaron cargos en su contra. La evidencia a su favor fue
incuestionable, al punto de que Thor Halvorssen Hellum fue defendido por
Amnistía Internacional, la Sociedad Internacional para los Derechos Humanos y
por Comités Helsinki en varios países, y estos denunciaron el carácter ilegal y
arbitrario de su arresto. Posterior a su liberación después de tres meses, las
razones por el montaje en su contra salieron a relucir: sus investigaciones de
lavado de dinero y corrupción en el Banco Latino y en el Grupo
Latinoamericana-Progreso. Es precisamente por haber hecho su trabajo
anti-corrupción que mi papá sufrió de ese intento de ejecución extra-judicial
en el Retén de Catia. No sólo era inocente sino que lo buscaban destruir porque
era inocente y honorable. Quizás la frágil y fraccionada memoria de Henry no le
permite recordar que Orlando Castro terminó purgando una larga pena en la
cárcel principal de Nueva York y que los directivos del Banco Latino se fueron
corriendo con el dinero de los venezolanos. Mi padre dedicó buena parte de su
vida a la lucha anti-corrupción y lo hizo siempre en silencio, no llenándose la
boca ni escudándose en una inmunidad parlamentaria que jamás tuvo. Igualmente,
mi padre sufrió una pena inimaginable al haber sido calumniado y arruinado por
los responsables de la crisis bancaria. Cabe recordar que fue la rabia del
pueblo ante esa crisis bancaria y la impunidad de los malhechores que llevó Chávez
a su victoria electoral en 1998.
Henry acusa falsamente a mi tío Olaf
Halvorssen de haber ido preso (nada más falso. Mi tío Olaf jamás ha estado
preso). Acusa a mi tío Erik Halvorssen Hellum de haber trabajado en el “Banco
Venezolano de Crédito”. Esto es falso y apareció como “dato” por primera vez en
boca de tarifados de Derwick dedicados a amedrentar y hostigar a aquellos que
buscamos justicia. De nuevo, Henry muestra cómo es la perinola de su cuñado. Se
equivoca en todos estos ejemplos tan fácilmente comprobables y cree que las
denuncias en mi demanda están al mismo nivel que su contrapunteo barato y
chimbo. Repetir una mentira no la convierte en verdad.
Lo que le interesa a los venezolanos son las
posturas cívicas de quienes actúan en el escenario social y político del país,
aquí y ahora. Mis referencias a los nexos familiares de Henry tienen que ver,
no con la historia pasada, sino con el aquí y el ahora. Entre otras cosas,
Henry Ramos Allup debería explicar a la base del partido Acción Democrática por
qué su hijo, Ricardo Ramos D’Agostino, le trabaja al sucesor de Wilmer Ruperti,
un contratista de PDVSA de dudosa reputación de nombre Francisco Murillo. Ramos
Allup debe también explicar a la nación y al partido cómo es que un hijo,
Rodrigo Ramos D’Agostino, le trabaja a un accionista de Derwick y gestor de
CADIVI, y el otro, Ricardo Ramos D’Agostino, le trabaja a un guisero de PDVSA.
¿Cómo tiene cara Ramos Allup para excusarse en “conquistas de la civilización
contemporánea que son la individualización e intransferibilidad de la
responsabilidad penal que es personalísima”? ¿Dónde queda la moralidad, la
ética?
En resumen, dos de los hijos de Henry le
trabajan a enchufados y su señora es accionista de Dayco, una empresa
contratista del estado con un prontuario tan largo que hasta el militante de AD
Luis Piñerúa Ordaz, hablando claro llamó al suegro de Henry, Franco D’Agostino,
“el hombre más corrupto de la historia de Venezuela”.
A diferencia de Henry me atrevo a dar fe de
los buenos oficios, moral y excelente conducta de mis familiares que menciona.
Han sido venezolanos ejemplares, honestos y trabajadores. Y no importa cuántos
artículos salgan en Primicias24, Aporrea, o cuantos “informes” y blogs elaboren
en Derwick. Opiniones y comentarios falsos no cambian la realidad.
En cambio en su carta Henry ni siquiera se
atreve (y dudo que se atreverá) a hacer o decir lo mismo de su familia los
D’Agostino y los Ramos D’Agostino. Aparte de enchufarse en contrataciones con
el estado ¿qué han hecho por Venezuela? ¿Puede acaso la sociedad venezolana
decir honestamente lo mismo sobre Eugenio Mendoza Goiticoa, a 35 años de su
muerte, que lo que dice hoy sobre Franco D’Agostino o Víctor Vargas, o sobre la
empresa Derwick, cuando solo esta última se robó en 14 meses más dinero que el
que acumuló Eugenio Mendoza con su esfuerzo honesto en 72 años de vida?
Mi petición a la militancia de AD: Por la
forma en que ha venido defendiendo a sus familiares enchufados, Henry Ramos
Allup ha demostrado ser una persona deshonesta, cínica y pendenciera. Lo que se
necesita en Venezuela es un Secretario General de AD con humanidad, humildad,
sensibilidad y, principalmente, con el coraje de enfrentarse a un familiar si
acaso la situación lo reclama en pro de los intereses de la nación.
Mi carta defendiéndome del artículo gratuito
y calumniador de Henry circuló solamente por redes sociales, mientras que la
respuesta de nueve páginas de Henry apareció en todos los medios principales
incluyendo El Nacional, El Universal, Globovisión y Venevisión. Henry se
encargó incluso de que el aparato comunicacional del partido, con sus líderes
seccionales, juveniles y locales, la reenvíen a lo largo y ancho del país. Dudo
que alguna vez en su larga carrera política, Henry le haya puesto tanto
esfuerzo y artimaña retórica a responder una carta de un ciudadano privado como
lo ha hecho al atacarme por denunciar la corrupción de Derwick. Hasta hace un
mes yo era una persona desconocida en Venezuela, y por denunciar a Derwick me
he convertido en un sujeto de ataques tanto de Henry como de Diosdado. Confío
en la sabiduría del lector.
La democracia volvió a Venezuela gracias a
AD, y tengo la fe de que AD podrá volver a ser un protagonista importante
dentro de una oposición unida que canalice idóneamente esa voluntad inequívoca
y urgente del pueblo venezolano de rescatar nuestra democracia. Lastimosamente,
me temo que ello no podrá ocurrir mientras personas como Henry Ramos Allup
estén al frente de partidos tan importantes como AD. Yo no sé si he acertado al
dirigir esta carta a la militancia de AD, y espero se entienda que lo hice con
el mayor respeto porque mi consciencia me lo exige. No es el momento de
vacilaciones. La crisis por la que atraviesa nuestro país es una crisis
principal y eminentemente moral, y está claro que en la escala de valores del
Secretario General Nacional de AD, los intereses de personas corruptas de su
familia están muy por encima de los intereses de la nación, y de su partido más
histórico. El liderazgo de Henry Ramos
Allup está corrompido, carcomido y oxidado. Basta ya.
Thor
Halvorssen Mendoza
thor@halvorssen.com
@thorhalvorssen
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