jueves, 26 de febrero de 2015

SAÚL GODOY GÓMEZ, LUCES, PARA UNA OPOSICIÓN EXTRAVIADA,

Ya lo dijo Ayn Rand: “Cuando un hombre, una corporación de negocios o la sociedad entera enfrenta la quiebra, hay dos caminos que los involucrados pueden seguir: pueden evadir la realidad de la situación y actuar en el calor, ciego, limitado de la urgencia del momento, sin atreverse a mirar hacia adelante, deseando que nadie diga la verdad, pero esperando desesperadamente que algo, sin embargo, los salve, o pueden identificar la situación, constatar sus premisas, descubrir sus ventajas ocultas y empezar a reconstruir.”

Yo me anoto en el segundo grupo y por ello voy hacer algunos comentarios que pudieran ayudar al pueblo de Venezuela en la heroica tarea de llevar esta nao a buen puerto en medio de la tormenta que nos azota.

Elaborar un plan de emergencia

Ya todos sabemos las consecuencias  que trae sobre el país las prácticas del Socialismo del Siglo XXI, ¿Por qué no hemos elaborado una ruta de escape al desastre? ¿Por qué seguimos entreteniéndonos en el carnaval electorero? Dudo mucho que el país llegue en paz a las próximas elecciones, la crisis es de una enormidad incuestionable y va en contra de nuestro derecho a la vida misma, sin salud, sin alimentos, sin seguridad, sin información, estamos en la antesala del infierno, la oposición debería ocuparse de tener un plan para funcionar en medio de las peores circunstancias posibles, ¿o es que también esperan que Dios provea?

Este plan consiste en un gobierno de emergencia, en un equipo que sustituya a los chavistas y enderece el curso hacia el abismo, en gestiones internacionales de ayuda humanitaria para el país, de protección financiera para lo que queda de nuestros recursos, de poner orden en los gastos del estado, de taponar la sangría de recursos que se van en regalos inútiles y corrupción, de suspender la adquisición de armas, de desmontar el sistema de controles que está ahogando a nuestro aparato productivo y de distribución, de poner orden en el caos cambiario, de intervenir nuestros puertos y aduanas, de atender con urgencia los graves problemas de salud, seguridad y alimentación que aquejan a la población, hay que poner todas esas ideas por escrito, asignando responsabilidades con nombre y apellido, trabajando como si fuera un gabinete a la sombra, eso para empezar.
Demostrar que Venezuela está secuestrada por los peores
En segundo lugar, la llamada MUD es una organización política que está estructurada de la manera más inapropiada para cumplir los objetivos de la oposición, que no son otros que hacerse con el poder por la via electoral.  Ineficiente, porque las vías y la forma para acceder a ese poder están trancadas y, para efectos prácticos no existen sino en el discurso de la MUD.
Para decir las cosas con claridad, las vías democráticas para tener elecciones libres, como la manera civilizada de competir en términos de igualdad por el poder, hace ya mucho tiempo fueron inhabilitadas, no existen, así la Constitución hable de ellas y haya personas que, como fanáticos religiosos, crean en la palabra revelada de nuestro “contrato social”.
Pero no sólo la MUD esta empecinada en seguir un camino ciego e infructuoso con las elecciones supuestamente democráticas, sino que, de alguna manera, hay en su seno gente interesada en que la oposición siga cosechando triunfos pírricos, hazañas numéricas sin ningún efecto en nuestra realidad.
Lo primero que habría que hacer es mostrar a los venezolanos y al mundo que el chavismo tiene secuestrado al país, que el gobierno y sus instituciones sólo existen para justificar una sola ideología y un solo interés que en nada sirven para los intereses de la nación, que el crimen organizado tiene mucho mayor oportunidad de participar en la gestión del gobierno que las ONG’s y las comunidades y gremios civiles organizados.
Dejar claro que democracia no es sólo votar, menos aún si no elegimos cuando votamos
La MUD no quiere confrontar al chavismo en su imposición totalitaria y su pretensión de dueño eterno del poder porque, simplemente, tiene miedo; hay muchos dirigentes que están jugando a darle largas al asunto, a pescar negocios, cargos, parcelas de poder, contratos, para seguir subsistiendo en los términos que el chavismo ha impuesto, con la vaga convicción de que, en algún momento, “alguien” les resolverá el problema y ellos podrán seguir ganando elecciones.
La manera de desactivar esta pretensión es con una mayor participación de la sociedad civil organizada y abriendo el compás de actividades, otras, que las estrictamente electoreras.
¿No es absurdo que la MUD se haya impuesto respetar y continuar en el juego democrático cuando no tenemos democracia? ¿Qué sentido tiene atenerse a una constitución inoperante y violada a diario por el gobierno? ¿Qué pacifismo es ese que promovemos en medio de una carnicería que el chavismo ejecuta sin piedad contra la población venezolana? ¿Tiene sentido hablar de elecciones cuando todos nuestros líderes están siendo apresados y sometidos a procesos judiciales “envenenados”?
El gran problema de tener en la opción electoral el plan maestro para nuestra sociedad en estos turbios momentos, es que todos los demás planes y posibilidades de acción se ven retardados cuando no suprimidos, a la espera que un gobierno tiránico y antidemocrático reconozca un triunfo en las urnas.
Exponer la realidad, no la versión hegemónica de la realidad
El gobierno tiene como estrategia negar la realidad y construir una ilusión de progreso que no existe, en medio de una guerra económica inventada pero con efectos reales, esto lo logra gracias a su hegemonía comunicacional la cual no ha sido suficientemente denunciada en las instancias internacionales, ni se han buscado los mecanismos adecuados para instaurar procesos judiciales en su contra, es primordial aumentar el volumen en las denuncias contra la censura y los mecanismos para silenciar al país.
Hay algo extremadamente enfermizo y equivocado en ese empecinamiento de la MUD de no reconocer la realidad del país; el momento no es para jugar a la democracia, primero tenemos que desalojar al chavismo del poder y luego construir las bases para una sociedad en democracia… el gobierno está fortaleciendo su aparato represor para derrotar a la oposición democrática en todo terreno, si fuéramos a las elecciones parlamentarias y las ganáramos, estoy seguro no tendríamos la manera de hacer efectiva esa victoria con unas FFAA y un poder judicial en manos del chavismo.
Por favor, no pretendamos que vivimos en democracia; solamente cuando reconozcamos que ésta nos fue robada, sólo en ese momento comenzará la verdadera lucha por restituirla.
Establecer que a la violencia se le responde con igual intensidad de acción
Los pueblos, en algún momento de su historia, tienen que enfrentar condiciones donde deben defender lo que creen, o por cambiar condiciones de vida que consideran injustas e inhumanas, y en esas confrontaciones hay pérdidas de vidas, porque el enemigo, cuando se pone bruto, sólo entiende con violencia.  El comunismo es la ideología que más ha predicado el uso de la violencia como arma política, de hecho, el chavismo es de naturaleza violenta porque nace de un pensamiento militar retrógrado, basa en ello su poder y domina por la violencia, no por el diálogo.
Si en todos estos años de mandato chavista, sin tener una guerra declarada, mueren decenas de miles venezolanos en manos del hampa y la violencia, me pregunto ¿No sería mejor sacrificar la vida por una causa noble y justa, como es que la democracia retorne a nuestro país, que ser una simple víctima, de un mal momento, de unos descolocados criminales y de la ineptitud del gobierno, en brindarnos la protección debida para garantizar nuestro derecho a la vida?
Nos están matando a granel y la respuesta de la sociedad civil ha sido la de predicar la no violencia,  de promover el desarme, pedir piedad por nuestras vidas y bienes, seguir confiando en unos cuerpos de seguridad ineptos e inoperantes, o entregarnos a la extorción de los grupos armados del gobierno.
Estamos llegando a lo que Hobbes llamaba, el estado de la naturaleza, la violencia al por mayor, donde las comunidades tienen que buscar sus propios medios para defenderse.
“La guerra es la política por otros medios”, dijo un gran militar en el pasado, si la violencia es una parte natural de nuestro comportamiento humano, si las avenidas a la concordia y la convivencia se niegan, ¿Porqué no pensar en lo impensable cuando nuestras libertades se ven comprometidas? ¿No es el deber y el derecho natural de los pueblos defenderse de sus enemigos?
 ¿No es la legítima defensa un derecho inalienable del hombre cuando no hay Estado que lo defienda?  El chavismo nos ha llevado a vivir con las leyes de la jungla, en Venezuela se practica la tesis de la prevalencia del más fuerte, el que más poder de fuego tenga, es absolutamente insensato y criminal predicar el pacifismo y la conformidad con la ley, cuando el otro usa fuerza letal para eliminarnos cuando queremos protestar, esa es una situación de guerra, de simple sobrevivencia.
Thomas Hobbes en su obra Leviatán nos explica que los hombres se someten a un gobierno porque este les garantiza defenderlos en contra de la violencia y alejar de ellos toda amenaza en contra de sus vidas y bienes, cuando este convenio falla y el gobierno es quien expolia a la población, ya no hay razón para honrar ese contrato social.
Hay una práctica por parte de personajes de la MUD que me parece detestable y errada desde el punto de vista de la política, las estrategias no deben basarse en un código moral preestablecido y personal de algunos líderes, sino en las oportunidades del momento. Ningún régimen autoritario en la historia del mundo ha sido derrocado por el pacifismo, ninguno.
A eso hemos llegado, y creo que no es hora de “arrugar”, porque de lo contrario, tendremos tiranía y opresión para rato.
Construir una estrategia para cada grupo de interés
Creo que hay varias estrategias equivocadas en la oposición, una de ellas es ese empeño en ganarse el corazón y la mente de los pobres y los barrios para la causa democrática; ellos ya están de nuestro lado, son los que más sufren las injusticias del chavismo, creo que en vez de escoger un público tan abstracto y genérico, deberíamos concentrarnos en los verdaderos grupos de interés, con identidad, organización y problemas muy puntuales, obreros, estudiantes, personas de la tercera edad, mujeres cabeza de familia, los mismos militares, nuestros trabajadores del petróleo y de las industrias básicas, los policías que mueren como moscas, los enfermos, los choferes, hasta los mismos buhoneros… la mayoría de estos grupos de interés están estructurados, tienen claros sus intereses, padecen el socialismo igual que nosotros, lo único que necesitan es que los tomen en cuenta y les asignen tareas, que alguien coordine sus acciones para que operen en redes con otros grupos de interés, que se apoyen, que se unan con propósitos claros y metas alcanzables.
Mucho de nuestro liderazgo es inoperante, no sirve para nuestras circunstancias, y si no puede acompañar al país en esta nueva y crítica etapa, le haría un bien tremendo que se apartaran, y permitieran que otros liderazgos surgieran.
Diseñar otro discurso para catapultar una acción y unos resultados diferentes
Hay algo que los comunistas franceses advirtieron a mitad del siglo pasado, el hombre es un animal básicamente parlante, tanto sus pensamientos como acciones se traducen fundamentalmente en palabras, por lo que hay que darle un nuevo discurso, de allí surgió el lenguaje postmodernista; por eso hay que explicarles a los venezolanos el mundo de otra manera, porque el lenguaje que ha venido usando la oposición es un lamentable instrumento de la no-acción, de la conformidad y el fatalismo.
Y para los violentos líderes del chavismo, empezando por Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y por el General Padrino, entre otros, el uso del lenguaje de la violencia pareciera ser patrimonio exclusivo del PSUV, están llevando al país a una confrontación de grandes dimensiones, su ceguera y su avaricia de poder y dinero no tienen limite, están comprometidos con la muerte porque no tienen vida, son como zombis, ya nada tienen que ofrecerle al país.
Este es un gobierno de brutos que jamás verán la renuncia del gobierno como la única salida honorable y pacífica del conflicto, prefieren utilizar a nuestras FFAA para que ataque al pueblo mientras ellos preparan su cobarde huida del país.
Los jefes chavistas no tienen valores, ni ideología, ni patria, lo que van a defender a la hora de las chiquitas es su botín mal habido, puede que tengan dinero para pagar guardaespaldas y ejércitos particulares, pero el dinero se acaba, al igual que la paciencia del pueblo.
Es hora de llamar a la sociedad civil a sus trincheras, tenemos que movilizarnos y como pedía Thomas Jefferson, uno de los padres de la Revolución Norteamericana, regar el árbol de nuestra libertad, con la sangre de patriotas y tiranos. –
Saul Godoy Gomez
saulgodoy@gmail.com
@godoy_saul

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