La crisis política que
vive el país, es producto de los poderes casi ilimitados que esta constitución
y las anteriores, le confiere al presidente de turno. Le permite otorgar o
renovar discrecionalmente, permisos para el funcionamiento de emisoras de radio
y televisión. Puede encadenar los medios de comunicación. Ejerce múltiples
controles sobre la actividad económica. Pudiendo presionar y chantajear,
argumentando luego, razones de interés nacional. Convirtiéndolos en amos del
país, con poder para enriquecerse, enriquecer a sus amigos y destruir a sus
adversarios.
Los partidos
políticos ignoran la obligación de realizar elecciones primarias para escoger
su dirigencia y candidatos --gobierno y
oposición— violando el artículo 67 de la constitución nacional. Limitando aun
más el ejercicio de la democracia en Venezuela. Muy al contrario de lo que
sucede en las grandes democracias del mundo, que cuentan con gobiernos de
poderes limitados y partidos políticos verdaderamente democráticos. Tenemos que
reducir los poderes y privilegios a la clase política gobernante, y al
contrario empoderar a los ciudadanos.
Los partidos políticos deben prefigurar la sociedad misma que aspirarnos
construir, deben ser tan democrático como la Venezuela que queremos.
Desde punto de vista
económico, en un escenario de $50 dólares el barril promedio, recibiríamos en
el 2015, $34,6 mil millones de dólares,
27 menos, que en el 2014. Ahora bien,
las importaciones en el 2014 fueron por 40 mil millones dólares, más 20 mil
millones que se deben pagar; por interese sobre deuda, por pago de capital, que
vencen este año, pagos de fletes y seguros; son 60 mil millones de dólares de
egresos, lo que supone un déficit de 25,4 mil millones, no son cuatro lochas, y
eso es el mínimo, porque si se pretende resolver la escasez del 2014,
deberíamos incrementar esas importaciones en un 30%, es decir en 12 mil
millones más, llevando el déficit a 37,4
mil millones. Y si el escenario del precio del precio del petróleo en lugar de
$ 50, es de $ 40, Por otra parte no podemos endeudarnos más, la percepción de
riego país, colocan los intereses de nuestra deuda en un 30 %, --impagable--,
el más alto del mundo. Al FMI no pueden acudir, después de tanta paja hablada.
---Los daños causados por el socialismo, durante la cuarta y quinta república,
son terribles--.
Ahora bien, podemos
solucionar esta crisis, privatizando las empresas que están en manos del
Estado, que producen perdidas o no reporten una producción y productividad
satisfactoria; complementando esto, con otras medidas económicas y con
programas sociales que se concentren en
ayudar a los más pobres. Resolveríamos, con los
dólares de la privatización, el déficit, y por otra, esas empresas
recuperarían su eficiencia, los inversionistas recuperarían la confianza,
empezando de esta forma la solución al
problema de escasez. La solución pasa por superar el mito del socialismo y
emprender el camino del capitalismo, la democracia y las libertades
individuales.
Raul Zapata
raulzapataa@hotmail.com
@RaulzapataA
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