JOSÉ “CHEO” SALAZAR, LA OLA REPRESIVA, ALDABONAZOS

Está demostrado históricamente, que los regímenes dictatoriales, despóticos y autoritarios, cuando entran en su fase terminal, apelan a la represión, para dar la sensación de que, todavía gozan de algunas fortalezas, pero indistintamente de su signo ideológico, lo que inmediatamente logran crear, es una matriz de opinión adversa. La gente los percibe como débiles y carentes del apoyo popular del cual gozaron, cuando tomaron el poder. Es auge y caída. El poder tiene límites.

El caso venezolano no es la excepción, forma parte de la regla universal. El fracaso del modelo económico, la pavorosa corrupción y la inercia del gobierno ante los ingentes problemas, crearon esta situación insostenible en el tiempo. Los resortes morales y éticos fueron reventados. La crisis económica, producto de la destrucción del aparato productivo, la falta de seguridad jurídica y un criminal control de cambio, no tiene solución con este gobierno. La solución pasa por la sustitución de los actuales gobernantes. Más del 80% de los venezolanos están en la onda del cambio. No invento. Lo dicen todas las encuestas.

En medio de ese escenario adverso, el régimen apela a la represión, que es todo lo contrario al diálogo, que debería imponerse en estos momentos aciagos que vive el país. La continuada persecución contra los líderes democráticos, que se inició con la brutal, salvaje y criminal  represión contra los estudiantes, continuada con la ilegal detención de Leopoldo López, acaba de tensar la cuerda institucional, con el arbitrario y brutal secuestro del Alcalde Metropolitano, Antonio Ledezma, que ejerce el segundo cargo en importancia del país que es electo por el voto popular. Una violación de los derechos humanos y políticos de un líder cuya fuente de legitimidad es incuestionable. Otros funcionarios impuestos a dedo, no pueden decir lo mismo.

El montaje del golpe de estado es burdo y no ayuda al régimen ¿Hay una fractura en la Fuerza Armada? ¿El descontento de las calles llegó a los cuarteles? ¿Quién puede invertir en un país cuya inestabilidad política la proclaman los propios gobernantes? ¿Quién puede estar interesado en tumbar a un gobierno que se está cayendo sólo? ¿Es la persecución política la forma de buscar el diálogo para abordar la solución de la crisis? ¿Quién puede pensar que Ledezma, que ha sido víctima de todos los golpes de estado desde el poder, puede andar en planes golpistas? La próxima cuentan una de vaqueros.

A la ola represiva que desató el gobierno, se le ven las costuras de lejos. Perdieron el apoyo popular y lo único que les queda es intentar controlar la sociedad mediante la represión y el hambre, silenciar a los poquísimos medios de comunicación social independientes e intentar quebrantar el espíritu libertario del liderazgo democrático, que son pretensiones imposibles. Ya los dijo el poeta del pueblo, AEB “El pueblo venezolano es levantisco y retrechero” El tiro les puede salir por la culata.

José “Cheo” Salazar

sjose307@gmail.com

@Cheotigre

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