jueves, 5 de febrero de 2015

ENRIQUE VILORIA VERA, VENEZUELA, LA PODRIDA

En todo hombre dormita un profeta, y cuando se despierta hay un poco más de mal en el mundo. Emil Cioran
Venezuela huele mal por donde se le mire, se palpe, se olfatee, el mal olor de la Patria Hedionda no es solamente corporal es igualmente institucional, la peor, la más execrable e infame de las podredumbres promovidas por el ser humano. Por supuesto que la falta de desodorante corporal, de jabón de olor y de lavar, de detergentes y papel higiénico, de champú, van convirtiendo al súbdito bolivariano en un hediondo ciudadano del IV mundo que sale muy poco a la calle para que el olor de sobaco sucio y de ropa sudada y sucia, no lo haga más evidente al olfato del hampa, que es por naturaleza podrida.
Los containers socialistas repletos de alimentos provenientes de los países del ALBA son manjar bolivariano, no para nuestras gentes, sino para las ratas, gusanos, moscas, insectos de todo tipo, perros hambrientos y gatos famélicos que sí tienen comida gratis y Patria, por supuesto. Los venezolanos del siglo XXI viven en la inmundicia, la basura y los excrementos sin recoger son su entorno cotidiano; somos una sociedad de desechos y desechable.
Pero lo peor es la podredumbre institucional, gubernamental, revolucionaria, la de las camarillas del Proceso, que aflora allende y aquende, allá y acullá, en forma de narcotráfico, lavado de dólares, coimas, sobornos, peculado, chanchullos y malversación de fondos, aunque sus responsables permanecen siempre impunes porque el Tesoro Nacional, las divisas son del Pueblo, es decir, de aquellos que se arrogan la representación de todos para beneficio propio, partidista, familiar y de los interesados aliados internacionales del gobierno más inepto que haya conocido el país a lo largo de su historia republicana. Razón tiene el adagio anónimo cuando afirma que: “toda podredumbre que mi mente pueda imaginar se queda pequeña comparada con la que existe en la realidad”.
Para los responsables de la pudrición nacional, de la descomposición social, de la hediondez gubernamental, de la putrefacción permanente y progresiva de la Patria Querida, sería conveniente que, al momento de su inevitable muerte, se consuman como los indios americanos fallecidos – al aire libre y a picotazo limpio de zamuros y aves de rapiña – en un pudridero bolivariano que bien podría estar en el basurero de Las Mayas o en La Bonanza, donde reposan los detritus, los desechos, la escoria de la sociedad.
Otra vez con Cioran:
“¡Rebajarse ante esos macacos encorbatados, suertudos, infatuados! ¡Estar a merced de esas caricaturas, indignas hasta de desprecio! (…) la sociedad no es un mal sino un desastre (…) Cuando se la contempla entre la rabia y la indiferencia, se hace inexplicable que nadie haya sido capaz de demoler su edificio, que no haya habido hasta ahora gentes de bien, desesperadas y decentes, para arrasarla y borrar sus huellas”.
Enrique Viloria Vera
viloria.enrique@gmail.com
@EViloriaV

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, DIARIO DE OPINIÓN, SIN SOCIALISMO, OTRA VENEZUELA ES POSIBLE, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, ELECCIONES, UNIDAD, ALTERNATIVA, DEMOCRÁTICA, CONTENIDO NOTICIOSO,

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.