JOSEPH RAGO |
Mark Papa, pionero de la extracción del crudo de esquisto, asegura
que la revolución energética seguirá adelante pese a los bajos precios
La semana pasada, una estación de servicio en Oklahoma City fue la
primera en vender gasolina regular por menos de US$2 el galón. El precio
promedio en Estados Unidos es el más bajo desde 2010 y continúa cayendo, lo
cual Goldman Sachs considera como el equivalente a un recorte de impuestos de
US$75.000 millones a lo largo de los últimos seis meses. La situación en otros
países es similar.
Los consumidores pueden agradecerle a Mark Papa, el empresario
cuyo papel en la creación de esta bonanza sigue siendo, en gran parte,
desconocido. Lo mismo sucede con muchos otros beneficios del auge energético
estadounidense.
MARK PAPA |
Papa se jubiló en julio, dejando su cargo como presidente
ejecutivo de EOG Resources, la compañía de perforación que él transformó en el
mayor productor de petróleo en los 48 estados contiguos de EE.UU. durante su
década y media de gestión.
“Ellos estuvieron entre los pioneros de la revolución del petróleo
y el gas no convencional”, reconoce el historiador energético Daniel Yergin. La
compañía abrió nuevas fronteras en la fracturación hidráulica y la perforación
horizontal, permitiendo que los productores exploten esquisto denso y difícil
de extraer.
“No se me ocurre ningún otro acontecimiento que haya causado un
beneficio económico así de positivo a un país como el petróleo y gas de
esquisto”, afirmó Papa en una reciente visita a Nueva York. “El hecho de que
los precios del crudo hayan colapsado tanto como lo han hecho es directamente
atribuible a la revolución de esquisto”.
Papa cree que la caída de los precios del petróleo es el resultado
de “un poco más de producción”, que ha marcado la diferencia, un millón de
barriles de petróleo al día en medio de una demanda mundial de cerca de 92
millones de barriles diarios.
Parte de esa cifra es “suministro no anticipado proveniente de
lugares como Libia”, observó, pero el principal motor es el petróleo de esquisto
estadounidense.
El empresario explica que en 2012 el crecimiento interanual del
petróleo de esquisto en EE.UU. bordeaba el millón de barriles al día y el año
pasado el crecimiento cayó a 800.000 barriles diarios.
“El sentimiento generalizado es que habíamos alineado la
producción y lo sencillo ya se había extraído. Cuando entramos en nuestro
tercer año, se volvía un poco más difícil alcanzar este tremendo aumento en la
producción”. La mayoría preveía un alza en torno a 700.000 barriles al día para
2014.
En cambio, “para la sorpresa de la mayoría”, dijo Papa,
incluyéndose, el crecimiento de la producción diaria de EE.UU. este año se
disparó a un promedio de 1,2 millones de barriles. Ahora, “la expectativa
cuando el precio estaba en US$100 el barril era que EE.UU. continuaría
creciendo en un millón de barriles al año. La gente previó que tendríamos más
petróleo en el mercado de lo que pensábamos y el próximo año un superávit
incluso mayor sobre la demanda y así la percepción se convirtió en realidad y,
de repente, pum”.
El petróleo West Texas Intermediate, la cotización de referencia
para EE.UU., ha caído en cerca de US$30 el barril desde junio, después de
rondar los US$100 durante tres años. La producción de crudo de EOG aumentó 40%
en 2013.
Puesto que la compañía fue “una de las primeras en entrar en la
actividad de esquisto en EE.UU., francamente creímos que teníamos el dedo en el
pulso de la industria”, indicó Papa. Lo que sucedió fue que una “amplia mejora
de la eficiencia” apareció de la nada este año a medida que los adelantos de la
tecnología y las empresas perforadoras encontraron formas de hacer que los
pozos fueran más productivos y extrajeran más petróleo del mismo lugar.
El descenso de los precios del crudo no significa que EE.UU. se
dirija hacia un auge y un posterior colapso, opina Papa, pero el impulso de la
industria se “desacerará considerablemente” después de unos seis meses. “El
crecimiento de la producción de EE.UU. se va a desacelerar en 2015, 2016 y 2017
simplemente porque las compañías de exploración y producción no van a tener el
flujo de caja para reinvertir”, advirtió.
Los principales yacimientos de esquisto de EE.UU “aún ofrecen
rendimientos económicos positivos” con el crudo en US$70 o incluso en el rango
medio de US$60, indicó Papa.
Si esto es “un tipo de autocorrección”, añadió, habrá sido un
“cambio fantástico” respecto a lo que ocurría hace algunos años.
“Casi todo el mundo, tanto dentro como fuera de la industria,
predecía que la producción estaba en un declive inevitable y que habría una
dependencia cada vez más alta del petróleo importado”, aseveró.
Sin el crudo de esquisto, estimó, el precio del petróleo estaría
hoy entre US$100 y US$120 el barril”.
Ingeniero de petrolero de profesión, Papa se convirtió en
“presidente ejecutivo por accidente” cuando Enron “decidió escindir activos
tangibles a medida que ellos se transformaban en una compañía de corretaje” y
se desprendió de su división EOG en 1999.
En ese entonces, un emprendedor multimillonario llamado George
Mitchell demostró que la fracturación hidráulica vertical era una tecnología
viable y EOG refinó técnicas de perforación horizontal para el gas natural, lo
que pronto lo convirtió en un líder del sector. Las grandes petroleras como
Exxon y Chevron fueron tomadas por sorpresa.
La idea novedosa de Papa fue que si los precios del gas seguían
bajos debido a la sobreoferta, tal como ocurrió, se podía sacar petróleo, así
como gas, de las formaciones de esquisto.
Las moléculas de petróleo son varias veces más grandes que las de
gas y “debido a que los conductos que atraviesan las formaciones son muy
pequeños, estrechos y restringidos, la sensación general era que no se podía
producir crudo comercial de las formaciones de esquisto”, recordó.
Papa y su equipo sospechaban que esto era “una superstición” y que
nadie había “hecho el trabajo de probar eso sin lugar a dudas. Así que
desafiamos ese dogma y descubrimos que era incorrecto”.
En retrospectiva, Papa se equivocó a la hora de juzgar el avance
del progreso tecnológico. “Mucha gente ve el negocio petrolero y ve una imagen
de una persona trabajando en una tubería con polvo y grasa y todo lo demás y
piensa que es una industria atrasada. Es una percepción errónea”, dijo.
“Donde nos encontramos actualmente con el esquisto es el mismo
lugar en el que un ingeniero estaba en los años 40 en un yacimiento
convencional”, explicó. La mejor tasa de recuperación en aquel entonces era de
10% a 15%, dejando el resto bajo tierra, como sucede actualmente con el
esquisto. Pero desde entonces ha subido a 40% o 50%. Aún no existe la
tecnología para que el esquisto rinda de esa manera.
Papa, no obstante, confía en que aparecerá en los próximos 10
años, “lo que significa que vamos a duplicar o más la cantidad de petróleo que
extraeremos (…) La tecnología siempre encontrará una forma de desatar cada
incremento de los recursos”.
Respecto al resto del mercado, dijo Papa, “creo que por los
próximos 40 o 50 años seguiremos siendo una economía impulsada por los
hidrocarburos, los principales siendo el gas natural y el petróleo (…) Tiene
que confiar en la lógica de los estadounidenses y de nuestros legisladores para
decir: ‘mire los beneficios económicos’. Los beneficios son tan obvios que una
persona objetiva cuestionaría si queremos imponer regulaciones punitivas que
reduzcan lo que hemos obtenido”.
http://topics.wsj.com/person/R/joseph-rago/5698
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