miércoles, 17 de diciembre de 2014

HUMBERTO SEIJAS PITTALUGA, POECHITO, ÉL NO ES EL CULPABLE

HUMBERTO SEIJAS PITTALUGA
Todo el mundo le está echando la culpa a Nicolas por las cosas malas que están sucediendo en Venezuela en todos los aspectos de la vida social, económica y política.  Noto que, en mucho, eso es factura de algunos políticos de viejo cuño que perviven en, y hasta dominan, la MUD.  Creen que con decir que cuando el Héroe de La Planicie mandaba todo estaba bien y ahora se ha ido al demonio, van a lograr atraer a los crédulos que siguen en el PUS y que estos voten a los que los cogollos intentan meter vía “consenso” en los puestos salidores en las elecciones que vienen.  Creo que es hora de recordar aquello tan romano de que: “non coquus semper cui longus culter adhaeret” (no siempre es un cocinero quien se te acerca con un largo cuchillo).  El pobre-diablo del nortesantandereano no es sino el albacea —por no decir el paga-peos— de alguien que fue el hacedor de todo lo horrible que se ha vuelto la vida en Venezuela desde hace más de una década.  Inclusive por la escogencia de su sucesor.  ¿Que la ineptitud, la estupidez y la incultura del ilegítimo han agravado la herencia que recibió?, ¡cierto!  Pero el culpable es el inmortal que se murió; que no se nos olvide.

En la búsqueda de ese objetivo, voy a tener que sacrificar los temas navideños —que son los que cuadran en estos días— y dedicar este escrito a recordar algunos “hitos” del mandato del.  Mojones estos (nunca antes tan bien usado el término) que jalonaron lo largo de la ruta hacia la inopia, la mengua, y las privaciones que sufrimos actualmente.  Y a las que llegamos por culpa de un plan fríamente calculado entre el carcamal cubano y su émulo a la menos uno, para ponerlo en lenguaje matemático.

Sin pretender ser prolijo ni metódico, porque solo me queda espacio para unas cuatrocientas palabras, déjenme que les recuerde que el descaro en la corrupción no es de ahora; comenzó con el fulano Plan Bolívar 2000; sistema por el cual se empezó a corromper a los mandos militares para hacerlos más maleables hacia la politización y partidización verde-oliva.  Fotos circularon de un jefe cobrando por taquilla una coima del 10% (eran tiempos en los que se pedía menos porcentaje que ahora).  Otro general ocultó cien millones en una cuenta de ahorros que le abrió a la fámula sin ella saberlo.  ¿Qué hicieron Fiscalía y Contraloría en ambos casos? ¡Nada!  Porque tenían luz verde desde arriba.  Y como esos dos, muchos otros casos.

Ahora es cuando los precios del petróleo han empezado a declinar.  Pero por 14 años, los buenos precios implicaban $ 300 millones diarios.  Que el de cuius que iba a ser eterno volvió sal y agua sin tener obra perdurable alguna que mostrar.  Puras primeras piedras de monumentos faraónicos al ego, que quedaron en eso, sin segundas y terceras piedras.  Se suponía que el ferrocarril iba a estar en funcionamiento en el 2007.  ¡Pura paja!  Las caras estructuras no sirven sino de murales a los grafiteros.

La muertamentazón de todos los días no comenzó ayer.  Se puede probar estadísticamente que comenzó hace unos quince años con aquella frase de “robar no es malo”.  Que fue cogida como emblema y consigna tanto por los ministros como por los choros.  Unos y otros no se conformaron con meter sus manos en las riquezas ajenas, sino que se dieron a la tarea de “silenciar” a los posibles acusadores.  ¡Dígalo ahí, José Temiente!

El zafio que está en la vicepresidencia —con su bragueta como único mérito— descubrió recientemente que había una fuga de cerebros en el país.  ¡Colón, Arquímedes!  Tenemos más de diez años enriqueciendo a otros países con universitarios bien entrenados y diestros en novísimas técnicas porque sintieron la hostilidad presidencial hacia quien destacase.  El tipo pensaba que “meritocracia” era mala palabra.  Ahora, esos profesionales han sido reemplazados por los chimbos graduados de médicos sin haber tocado un cadáver ni haber palpado a un paciente; por “abogados” madurados con carburo y que escriben alegatos pidiendo la “reconsiderasion”, sin tilde y con dos “s”, de algo.  Escritos que son admitidos por jueces tan iletrados como indoctos, pero que gritan “¡Uh, ah!”

La macrocefalia que hay hoy en la Fuerza Armada fue cocinada y comenzó hace 14 años.  Se buscaba diluir el liderazgo, impedir que surgiese un militar que pudiese hacerle sombra al caudillo.  Hoy, Venezuela tiene más generales y almirantes que España, Francia, Alemania y Reino Unido juntos.  Donde antes había un general, hoy hay cuatro y cinco.  Y eso, además de empobrecer al país, se traduce en ineficiencias del estamento militar.

Y, así, podría seguir con muchos más casos que habrá que cobrarle al finado pero que aparecen como culpa del marido de Cilia.  Él, pobrecito, lo que ha hecho es seguir por la senda que planeó Fidel y materializó Bolivita.  Claro que, por incapaz, y ayuno en conocimientos, ha empeorado todo.  De eso sí que es culpable…

Otrosí. 

Este es mi último escrito de 2014.  Me despido hasta el año venidero haciendo votos porque todos tengan una Navidad en paz, con salud y junto a quienes los quieren bien; y porque el 2015 sea menos malo que lo que ya se avizora —cosa que pongo en duda, sin embargo…

Humberto Seijas Pittaluga
hacheseijaspe@gmail.com
@seijaspitt

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