martes, 23 de diciembre de 2014

ERNESTO GARCÍA MAC GREGOR, LA VACA SOCIALISTA

ERNESTO GARCÍA MAC GREGOR
Desde los tiempos del difunto, Venezuela se ha convertido en el hazme reír del mundo, quizá únicamente igualado desde lejos por Argentina. Vivimos en un mundo civilizado que en materia de relaciones públicas se rige por pautas fundamentadas en la diplomacia, normas estas, universalmente utilizadas por todos los regímenes, incluso por los comunistas más acérrimos de antaño.
El chavismo sin embargo, decidió eliminar esas guías y comportarse como si se estuviera en el patio trasero de la casa conversando con los amigotes de barrio. Lo peor del caso es que todo esto lo hace a través de la televisión de todos los venezolanos que a su vez la trasmite al mundo entero para nuestra desvergüenza.
Porque lo cierto es que Maduro ha heredado todos los defectos de su mentor. Sus ofensas, vulgaridades, revanchismo, humillación, burlas e insultos a quienes lo adversan; su odio contra todos quienes tienen éxito, su infinita capacidad para mentir y engañar, su cinismo para justificar la ineficacia, la corrupción y el derroche de su gobierno, su hostilidad contra el mundo civilizado, su alineamiento con terroristas, narcotraficantes y personajes que tienen como fuente fundamental de su energía vital el odio. Todo lo cual hace que no merezca ninguna consideración mas allá de la que se debe a quien ejerce la altísima magistratura que en mala hora cayó en sus manos.
                                                                                              La semana pasada el presidente anunció que cada escuela (no sólo las rurales) debe a tener una vaca para que los alumnos se alimenten. Todo depende del rumiante, porque si por ejemplo se trata de la vaca Mariposa, la que tuvo el terné, no va a alcanzar ni para cuatro tripones. Habría que buscarse vacas imperialistas Holstein.
                                                                                              ¿Cuántas vacas y potreros se necesitan para una escuela de 50 niños? ¿Quién las va a cuidar y alimentar? Ni hablar del abigeato en un país donde sus moradores descuartizan los animales vivos cuando las gandolas que los trasportan se accidentan en la carretera. ¿Y la pasteurización y las vitaminas y minerales? Esto simplemente es un disparate para lo cual ya se aprobaron 111 millones… Que oiga quien tiene oídos…
Ernesto Garcia Macgregor
garciamacgregor@gmail.com
@garciamacgregor

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