jueves, 13 de noviembre de 2014

SAÚL GODOY GÓMEZ, EL TERRIBLE CASO DE JÁUA,

SAÚL GODOY GÓMEZ
La principal causa del derrumbamiento de la revolución socialista bolivariana es su constante y abierta inmoralidad, toda esa idea de que la revolución estaba “del lado correcto de la historia”, de su supuesto humanismo, el contenido patriótico y de justicia social de los que alardeaba, la idea de que se trataba de una acción popular, que era el pueblo soberano ejerciendo su voluntad, que la historia era la única capaz de juzgarlos, ese inasible espíritu de transcendencia y pureza revolucionaria se vienen al piso cuando vemos casos como el del Ministro Elías Jáua en Brasil.

Y lo peor, al gobierno de Maduro dándole, con su silencio cómplice, el aval para que Jaua, en su ignorancia y malas mañas, embarre de estiércol lo que Chávez trato de crear en términos de ideales.
Si un movimiento revolucionario pierde su tensión ética, si sucumbe a los intereses personales de algunos de sus actores, esa revolución esta perdida, por más importante que esta persona pretenda ser para el movimiento.
Cómo es posible que, a estas alturas de tanto sacrificio y trabajo revolucionario, venga un funcionario, de la importancia de Elias Jaua, ex canciller, ex presidente encargado, ex ministro de la Secretaria de la Presidencia de la Republica y otros importantes cargos en el gobierno, tanto de Chávez como de Maduro, supuestamente al tanto de que se vive un momento critico para la vida de la revolución, venga, por medio de un comportamiento delincuencial, burgués y violatorio de las normas básicas de convivencia entre países, a poner la torta? Efectivamente lo hizo, en su visita “secreta” a Brasil, acompañado de su familia, con nada menos que una “niñera”, una de las figuras de explotación y de status capitalista más conspicuas, con un maletín lleno de documentos comprometedores, que hablan de estrategias electorales y pactos con movimientos sociales brasileños hechos a espaldas del gobierno carioca, supuestamente uno de los socios fundamentales del gobierno bolivariano, y con un arma en su equipaje que no declaró.
El problema no es tanto lo que hizo (si se quisiera justificar este comportamiento como “necesario para la revolución”), sino que se dejó agarrar con las manos en la masa y a la vista de todo el mundo, de la manera más pendeja, por tratar de introducir un arma cargada por una frontera de un país extranjero.
Su caso se complicó pues la mentada niñera llegó al Brasil en una “colita” de los aviones de la estatal petrolera PDVSA, justo en el momento en que su colega en la Asamblea Nacional, el teniente coronel Diosdado Cabello, se encontraba pidiendo las cabezas de los corruptos en el gobierno.
Alega el Ministro para las Comunas que se encontraba en Brasil de trabajo cuando su esposa, que según él, le sirve de asistente, tuvo que ser internada de urgencia en un hospital e intervenida, mientras su suegra y la niñera eran detenidas en una aduana del aeropuerto de Sao Paulo.
Las cosas se le enredan cuando el gobierno brasilero emite una protesta por no habérsele informado de la presencia del alto funcionario en su territorio, supongo que el caso tendrá sus consecuencias cuando se investigue el tipo de acuerdos a los que este representante del gobierno en funciones había llegado con grupos sociales organizados que hacen vida política en Brasil, sin la anuencia del gobierno de ese país.e, tuvo que ser internada de urgencia en un hospital e intervenida, mientras su suegra y la niñera eran deteni
Ha sido una sarta de errores inexplicables para un funcionario de la trayectoria y categoría de Jáua, quien ha debido estar muy consciente de lo que estaba haciendo, de lo mal que lo estaba haciendo. El gobierno de Maduro usando su poder hegemónico comunicacional para tapar el asunto, a hecho que ninguno de los medios de comunicación bajo su poder haya dicho cosa alguna sobre el hecho, como si no hubiera sucedido, pero la verdad es que el incidente ha causado un daño innecesario a las relaciones bilaterales con Brasil.
Hay una ciudadana venezolana presa con cargos por contrabando de armas, hay una investigación por las actividades secretas de Jáua en Brasil; lo único que se conoce es la explicación, inconsistente, del comunicado del funcionario en el que afirma que se trata de un lamentable error.
Errores de este tenor se pagan en países serios y responsables con la destitución del funcionario y su procesamiento por los delitos cometidos, eso, si el gobierno quisiera hacer de su campaña contra la corrupción algo que tuviera sentido, que debería empezar por poner orden en casa, no permitiendo que un caso como éste pasara por debajo de la mesa, justo cuando el gobierno esta precisando apoyo popular y credibilidad en su gestión.
El incidente Jáua es demasiado notorio y ha repercutido internacionalmente; su situación personal y la del gobierno se van agravar a medida que el gobierno brasileño investigue y la prensa se haga eco de esta operación mediocre y corrupta.
No creo que la amistad y la camaradería con su clan de poder sean suficientes para salvarlo, está en juego el prestigio de algo mucho más grande e importante. ¿Quién tiene que pagar esta metida de pata? Espero que no sea la connotada niñera, que en  estos momentos debe afrontar la justicia en tribunales brasileños y sólo recibía órdenes de su jefe.
Una investigación de ley se debería abrir dentro de la empresa PDVSA, cuya flota de aviones es usada para cometer ilícitos, entre ellos el permitir que sus vuelos sean aprovechados por el interés personalísimo de algunos privilegiados funcionarios, para su uso personal, el de su familia y allegados. Eso es corrupción.
Que sus administradores y tripulaciones permitan que maletines contentivos de dineros, armas y documentos secretos (y quién sabe si otras cosas mucho más peligrosas) se transporten en sus aeronaves en detrimento de la seguridad del país y de la normativa internacional de aeronáutica.
El país debería conocer a qué programa, plan o misión pertenece esta gestión de convenios con organizaciones extranjeras, donde el nombre del país se ve involucrado; saber si el señor Maduro Moros estaba al tanto de la misma y si éste contaba con su anuencia, ya que se trataba de un despacho y un funcionario de su tren ejecutivo.
Debería informársenos sobre la manera como se llevó a cabo y porqué se hizo esta negociación, que más bien pareciera una operación de espionaje o de subversión contra el gobierno brasileño, realizada sin el aparente conocimiento de nuestra cancillería.
El señor Jáua tiene un pasado muy poco claro en cuanto a sus actividades políticas, su persona ha recibido varios rechazos de gobiernos amigos al momento de ofrecer su nombre como nuestro representante ante sus fueros; este último episodio se está manejado de manera turbia y sesgada, contribuyendo muy poco en mejorar su crédito como figura pública.
Por ultimo pero no menos importante, ¿Es el nepotismo una práctica aceptada y legal en el ejercicio de las funciones públicas en Venezuela? ¿Es una práctica cónsona con la moral revolucionaria?
Saul Godoy Gomez
saulgodoy@gmail.com
@godoy_saul

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